Son los folklorikos los que suelen poner citas de Marx, Engels, Lenin sacadas de contexto y en funcion de sus intereses. Si todas las naciones son iguales y lo contrario es chovinismo, los hay que llevabamos esperando tiempo, verlo en la practica y para empezar en los hechos de parte de la izquierda y el comunismo del estado español, ya que se han aprendido tan bien las tesis de Marx y Engels.
Voy a hablar del caso que mejor conozco: El caso es que la burguesía de los estados que no respetan las libertades nacionales, gracias a su maquinaria han creado su acepción particular de la palabra nacionalismo (y su version "izquierdista de los obreros no tienen patria" sobre todo en las naciones oprimidas) que con el paso del tiempo y como veneno la han intentado inocular en la población. Insolidaridad, limpieza étnica, radicalidad, extremismo… terrorismo, eso es el nacionalismo para el imperialismo. Aunque en realidad simplemente lo digan así para cubrirse las espaldas y que en sus estados opresores se siga oprimiendo nacionalmente. ¿Qué es el nacionalismo para los pueblos oprimidos nacionalmente?
En Euskal Herria formalmente a nivel teórico existe un movimiento nacionalista vasco. Fragmentado por una línea divisoria entre izquierda y derecha. En teoría ya que la palabra nacionalista salvo en debates académicos y en lenguaje españolista o autonomista apenas se usa el término. Abertzale es la palabra mas correcta.
Ser abertzale en Euskal Herria básicamente supone sentirse parte de la nación vasca y tener conciencia de su estatus de nación oprimida. De esta manera se apuesta por la autodeterminación como derecho fundamental del pueblo vasco y la independencia como proyecto para la consecución de un Estado propio.
El nacionalismo popular de izquierda vasco tiene sus precedentes y principalmente se ha configurado ideológicamente en torno al MLNV o izquierda abertzale. Que básicamente es un movimiento de liberación nacional clásico donde todas las corrientes de izquierda han tenido y tienen su influencia a la hora de desarrollar el cuerpo teórico y práctico. Sobre todo las revolucionarias con especial influencia del marxismo en distintas variantes, la autonomía obrera, y en general las escuelas socialistas. El proyecto por tanto es el Estado socialista independiente.
El nacionalismo vasco de derecha se ha estructurado en torno al PNV. Debido a las conexiones que a lo largo del recorrido histórico de este partido llegó a tener con la burguesía autóctona, colaboracionista de la opresión nacional por interés de clase, ha impedido que desarrolle e impulse un proyecto de estado independiente, quedándose solo en una retórica favorable a la autodeterminación y dando como resultado la inexistencia de una burguesía nacional vasca que como bloque aspire a potenciar un nacionalismo burgués de cara a construir un Estado, siendo por tanto un apéndice de la burguesía nacional estatal española.
Por tanto el nacionalismo vasco, como proyecto de construcción de un Estado está íntimamente ligado al devenir y fuerza del pueblo trabajador vasco. La caracterización del futuro Estado será fruto del resultado de la correlación de fuerzas entre la clase trabajadora vasca (auténtico bastión del independentismo) como bloque nacional frente a una burguesía desgajada en ese instante de su ex-estado, en una batalla que en estos momento se libra y que se ha hecho siempre mediante la lucha de clases. La burguesía ha hecho y hace todo lo posible para que Euskal Herria no se independice y en el momento que lo haga hará todo lo posible para mantener sus privilegios. En manos de la clase trabajadora vasca está evitarlo (y puede que exista cierto retroceso) pero eso en ningún caso inutiliza el proyecto estratégico.
Por todo ello, se entiende que el “nacionalismo” es el enemigo de la oligarquía española porque supone la emancipación del pueblo trabajador vasco y también lo es ,aunque sea imaginario o por interesés de cara a una república española, para partes de la izquierda española que se alinean contra el “nacionalismo” al verse apéndices de su burguesía nacional estatal y hasta en algunos casos falsificando a diversos autores marxistas y libertarios históricos haciendo entrever que el independentismo vasco tiene las características que el imperialismo ha inoculado en su acepción escogida.
Lo que de verdad dijo Lenin del Derecho de Autodeterminación
Dice Lenin: “El derecho de autodeterminación de las naciones significa exclusivamente el derecho a la independencia en el sentido político, a la libre separación política de la nación opresora. Concretamente, esta reivindicación de la democracia política significa la plena libertad de agitación en pro de la separación, y de que ésta sea decidida por medio de un referéndum de la nación que desea separarse”. (Obras Completas, t. XXII, p. 158).
“El proletariado no puede guardar silencio acerca de la cuestión particularmente desagradable para la burguesía imperialista, de las fronteras del Estado basado en la opresión nacional. El proletariado no puede dejar de luchar contra la retención violenta de las naciones oprimidas dentro de las fronteras de un Estado dado, y eso significa luchar por el derecho a la autodeterminación. El proletariado debe reivindicar la libertad de separación política para las colonias y naciones oprimidas por “su” nación. En caso contrario, el internacionalismo del proletariado quedará en un concepto huero y verbal; resultarán imposibles la confianza y la solidaridad de clase entre los obreros de la nación oprimida y los de la nación opresora; quedará sin desenmascarar la hipocresía de los defensores reformistas y kautskistas de la autodeterminación, que no hablan de las naciones oprimidas por “su propia” nación y retenidas la violencia en “su propio” Estado” (Lenin, Obras Completas, t XXI, p. 160).
Marx mismo lo decía y Lenin lo comenta: “Marx, teniendo en cuenta sobre todo los intereses de la lucha de clase del proletariado en los países avanzados, destacaba al primer plano el principio fundamental del internacionalismo y del socialismo: el pueblo que oprime a otros pueblos no puede ser libre”. (XXII, p. 162).
“Precisamente -dice Lenin- en el siglo XX se han desarrollado en ellos de modo singular los movimientos nacionales democrático-burgueses, y se ha exacerbado la lucha nacional. Las tareas del proletariado de esos países, tanto en la culminación de sus transformaciones democrático-burgueses como en la ayuda en la revolución socialista de otros Estados, no pueden ser cumplidas sin defender el derecho de las naciones a la autodeterminación. En ellos es singularmente difícil e importante la tarea de fundir la lucha de clase de los obreros de las naciones opresoras y de los obreros de las naciones oprimidas”. (XXII, p. 164).
Lenin dice de ellos: “Por una parte vemos a los lacayos bastante descarados de la burguesía que defienden las anexiones alegando que el imperialismo y la concentración política son progresivos, y que niegan el derecho de autodeterminación, calificándolo de utópico, ilusorio, pequeño burgués”. (XXII, p.165).
“No puede haber ya ninguna guerra nacional. Las guerras nacionales contra las potencias imperialistas no sólo son posibles y probables, sino también inevitables y progresivas, revolucionarias, aunque, claro está, para que tengan éxito es imprescindible aunar los esfuerzos de un inmenso número de habitantes de los países oprimidos… o que se dé una conjugación especialmente favorable de la situación internacional (por ejemplo, paralización de la intervención de las potencias imperialistas como consecuencia de su agotamiento, de su guerra, de su antagonismo, etc.), o la insurrección simultánea del proletariado de una de las grandes potencias contra la burguesía”. (XXII, p. 335, 336).
“Ser enemigo de las anexiones significa estar en favor del derecho de autodeterminación: Estar contra la retención violenta de cualquier nación dentro de las fronteras de un Estadodado… es lo mismo que estar en favor de la autodeterminación de las naciones”. (XXII, p.353).
“Precisamente en la “era del imperialismo” que es la era de la incipiente revolución social, el proletariado apoyará hoy con particular energía la insurrección de las regiones anexionadas, a fin de atacar mañana, o al mismo tiempo, a la burguesía de la “gran” potencia, debilitada por esa insurrección”. (XXII, p. 357).
Añade Lenin: “Las anexiones “abren un abismo entre el proletariado de la nación dominante y el de la nación oprimida…” (…) “el proletariado de la nación oprimida se unirá a su burguesía y verá un enemigo en el proletariado de la nación dominante. La lucha de clases internacional del proletariado contra la burguesía internacional sería substituida por la escisión del proletariado, por su corrupción ideológica”. (XXII, pág. 361).
Lenin recordaba a los partidos socialistas: “Nosotros decimos: para que podamos hacer la revolución socialista y derrocar a la burguesía, los obreros deben unirse más estrechamente, y la lucha en pro de la autodeterminación, es decir, contra las anexiones, contribuye a esa unión estrecha”. (XXII, pág. 361).
Lenin consideraba que era primordial la lucha en favor de los pueblos oprimidos: “El centro de gravedad de la educación internacionalista de los obreros de los países opresores tiene que estar necesariamente en la prédica y en la defensa de la libertad de separación de los países oprimidos. De otra manera, no hay internacionalismo. Tenemos el derecho y el deber de tratar de imperialista y de canalla a todo social-demócrata de una nación opresora que no realice tal propaganda”. (XXII, pág. 373).
Decía Lenin: “Para ser socialdemócrata internacionalista hay que pensar no sólo en la propia nación, sino colocar por encima de ella los intereses de todas las naciones, la libertad y la igualdad de derechos de todas. “Teóricamente”, todos están de acuerdo con estos principios; pero, en la práctica, revelan precisamente una indiferencia anexionista. Ahí está la raíz del mal”. (XXII, pág. 373).
En una carta a Kautsky le dice Lenin: “Las antipatías nacionales no desaparecerán tan pronto, el odio -completamente legítimo- de la nación oprimida a la nación opresora continuará existiendo durante cierto tiempo; sólo desaparecerá después de la victoria del socialismo y después de la implantación definitiva de relaciones plenamente democráticas entre las naciones”. (XXII, pág. 380).
“Tiene razón Mao Tse-tung al decir que la fuerza revolucionaria ha pasado a los pueblos oprimidos por el imperialismo (…).
Si Finlandia, Polonia o Ucrania se separan de Rusia, no hay ningún mal en ello. ¿Qué mal puede haber? Quien lo afirme es un chovinista.
¡No pueblo ruso, no te atrevas a avasallar a Finlandia: el pueblo que oprime a otros pueblos no puede ser libre! “. (XXIV, pág. 27).
Por ello Lenin ponía en claro: “Si dijéramos que no reconocemos ninguna nación finlandesa, sino únicamente a las masas trabajadoras, diríamos el mayor de los absurdos.
No se puede dejar de reconocer lo que existe: la realidad se impone por sí misma. El deslindamiento de los campos entre el proletariado y la burguesía, sigue vías peculiares en los distintos países. En este camino tenemos que actuar con la máxima prudencia. En especial en relación a las diferentes naciones, porque nada peor que la desconfianza de una nación”. (Obras selectas, tomo III, pág. 202).
Por eso Lenin dice: “Nuestro programa no debe hablar de autodeterminación de los trabajadores, porque es inexacto. Debe decir las cosas como son. Y por cuanto las naciones se encuentran en diferentes etapas del camino que va de régimen medieval a la democracia burguesa y de la democracia burguesa a la proletaria, esta tesis de nuestro programa es absolutamente exacta. En este camino hemos tenido muchos zig-zags. Cada nación debe obtener el derecho a la autodeterminación, y esto contribuye a la autodeterminación de los trabajadores”. (Obras selectas, tomo III, pág. 202).
Lenin sobre una única lengua estatal comenta en “Obras completas” (tomo XX pág. 67) en un artículo que se intitula “¿Es necesaria una lengua oficial obligatoria?” y oponiéndose tanto a los chovinistas como a los liberales dirá de éstos: “Pero éstos preconizan al mismo tiempo el empleo de una lengua obligatoria oficial, necesaria, según ellos, en interés de la “cultura” de la Rusia una e indivisible”.Y después de oponerse claramente a la pretensión de llevar a golpe de látigo a todos los alógenos al paraíso ruso, acaba este artículo diciendo: “Por esta razón los marxistas rusos dicen que no debe existir una lengua oficial obligatoria, sino que hay que poner a disposición de la población escuelas en las que la enseñanza será dada en todas las lenguas locales y que se debe incluir en la Constitución una ley fundamental que abolirá los privilegios, cualesquiera que sean, acordados a cualquiera que sea la nacionalidad, y que suprimirá todas las violaciones, cualesquiera que sean, de las minorías”.
“Destruyendo las lenguas nacionales y las civilizaciones nacionales, los imperialistas buscan socavar el potencial de resistencia de los pueblos colonizados. Quieren hacer desaparecer en ellos la voluntad de liberación” (del político marxista-leninista F. Leonidow, “Racismo. Arma ideológica del Imperialismo”, pág. 23).
Merecen citarse las páginas testamentales de Lenin, pues reúnen la conjunción de todo su pensamiento en el momento final donde resume: “ACERCA DEL PROBLEMA DE LAS NACIONALIDADES o DE LA CUESTION DE LA AUTONOMIA” (…): “En mis obras acerca del problema nacional he escrito ya que el planteamiento abstracto del problema del nacionalismo en general no sirve para nada. Es necesario distinguir entre el nacionalismo de la nación opresora y el nacionalismo de la nación oprimida, entre el nacionalismo de la nación grande y el nacionalismo de la nación pequeña.
Con relación al segundo nacionalismo, nosotros los integrantes de una nación grande, casi siempre somos culpables, como lo demuestra la experiencia histórica, de infinitos actos de violencia; e incluso más todavía: sin darnos cuenta, cometemos infinito número de actos de violencia y de ofensas. No tengo más que evocar los recuerdos en mi estancia en las regiones del Volga para poder mostrar con qué menosprecio se trata a los alógenos, que la única manera de llamar a los polacos es “poliachishka”, que para burlarse de los tártaros siempre se les llama “príncipes”, al ucraniano se le llama “khokhol” y al georgiano y demás naturales del Cáucaso los llaman “hombres del Cáucaso”.
Por eso, el internacionalismo por parte de la nación opresora, o de la llamada nación “grande” (aunque sólo sea grande por sus violencias, sólo sea grande como lo sea un esbirro), no debe consistir solamente en respetar la igualdad formal entre las naciones, sino también en observar una desigualdad que, de parte de la nación opresora, de la grande nación, compense la desigualdad que prácticamente se produce en la vida. Quien no haya comprendido esto, no ha comprendido la posición verdaderamente proletaria entre el problema nacional; en el fondo sigue manteniendo el punto de vista pequeñoburgués, y por ello no puede menos de deslizarse a cada instante al punto de vista burgués (…). Y el mañana de la historia universal será el día en que se despierten definitivamente los pueblos oprimidos por el imperialismo, que ya han abierto los ojos, y cuando empiece la larga y dura batalla por su emancipación”. (31.XII.22). Tomado taquigráficamente por M.V. (Obras Selectas, tomo III, pág. 889 a 895)”. Este escrito es seguramente lo último que dictó el gran jefe de la Revolución Rusa
http://eh.lahaine.org/lo-que-de-verdad-dijo-lenin-del-derecho
Última edición por Argala82 el Sáb Oct 03, 2015 3:55 pm, editado 1 vez