1.- Apoyarse en las masas y no manejar todos los asuntos en su nombre
La revolución cultural supone una explosión de participación de las masas en la lucha política, llamando a hacer pleno uso de los dazibao (grandes carteles murales donde cada persona o grupo puede exponer sus puntos de vista), promoviendo grandes debates y asambleas masivas, de modo que las masas, mediante un debate democrático, se unan en torno a las ideas correctas, critiquen las erróneas y eleven su nivel de conciencia política, aprendiendo por ellas mismas a distinguir entre lo justo y lo injusto y a trazar una clara línea de demarcación entre los enemigos y los amigos. Justo lo que quieren evitar a toda costa los cuadros seguidores de la vía capitalista, que pretenden reducir el debate a un pequeño círculo de personas en la dirección del Partido y del Estado. Por eso, frente a los métodos de Stalin de las purgas policíacas contra los “traidores” a la revolución, donde todo se decide en conspiraciones y golpes mortales entre un pequeño grupo, Mao Tse Tung llama a las masas en su primer dazibao a “Bombardear el cuartel general” y desatar el mayor movimiento revolucionario de la historia cuando los revisionistas tratan de detener el movimiento de crítica.
Por eso mismo también, la revolución cultural estalla cuando se trata de disolver las milicias populares y convertir al Ejército Popular en un ejército profesional frente a la situación anterior donde cada fábrica y cada comuna tenía su propio polvorín, con la llave en manos del comité de empresa. Frente a quienes defienden seguir la vía soviética hacia el socialismo, la revolución cultural propone un camino completamente distinto, donde la creación de la gran industria no se haga en detrimento de las condiciones de vida de las masas; donde los cuadros del Partido y del Estado, incluso los del ejército, están obligados a trabajar durante un período entre las masas y haciendo sus mismas tareas; donde los obreros de las fábricas crean sus comités revolucionarios para participar directamente en la dirección y gestión de la producción; donde se da a las masas la capacidad de revocar a sus dirigentes; donde los planes quinquenales no se aprueban hasta que están discutidos, criticados y mejorados, en un movimiento de “arriba abajo y de abajo arriba”, por decenas de millones de personas.
2.- La distinción de las contradicciones en el seno del pueblo y su tratamiento para resolverlo de forma no antagónica, apoyándose en las masas y dándoles conciencia.
La distinción de dos tipos de contradicciones diferentes, las contradicciones en el seno del pueblo y las contradicciones con el enemigo y la posibilidad, en base a un tratamiento correcto, de unir al 98 por cien de la población contra el puñado de reaccionarios y revisionistas que se oponen a la construcción del socialismo.
Lo que supone una experiencia inédita en la construcción del socialismo y una resolución diametralmente opuesta a como se hace, por ejemplo, en el período de Stalin la colectivizacion de la tierra en la URSS y cómo se hace en China.
(Ludo Martens Otra Visión de Stalin ya cada uno saque sus propias conclusiones de Stalin sobre ese momento de la historia de la URSS)
Mientras que Stalin lo hace de manera forzosa, obligando a los campesinos, por las buenas o por las malas, a formar cooperativas, desplazando a millones de campesinos que se oponen de unas regiones a otras, reprimiendo y obligando por la fuerza; en China la reforma agraria se hace repartiendo las tierras a aquellos campesinos que quieran hacer realidad el anhelo milenario de las masas campesinas chinas: tener un pedazo de tierra en propiedad. Y sólo sobre la base de un persistente trabajo de elevación del nivel de conciencia y organización, de hacer que los campesinos cooperen unos con otros en tareas como la siembra o la recolección, formando cooperativas con los más adelantados y que el resto vea en la práctica como la cooperativa y el sistema comunal son mucho más productivas para cada uno también, difundiendo entre el pueblo los principios comunistas contra la propiedad privada, la solidaridad, el trabajo en cooperación,... consiguen al cabo de pocos años que millones de campesinos formen comunas en medio de grandes fiestas populares donde ellos mismos echan al fuego los títulos de propiedad de la tierra que la revolución les había entregado 6 ó 7 años antes.
Poner el ejemplo del aeropuerto que Deng Xiao Ping quiere construir en medio de un pueblo porque es “lo más racional” económicamente, y la respuesta de Mao apoyando a la gente que se moviliza para defender sus casas diciéndole ¿Acaso tú, Deng, no te molestarías también si alguien viniera a hurgar en tu nido? Lo que esconde, de fondo, dos posiciones antagónicas ante las masas, una burguesa (revestida de argumentos de eficiencia) y otra proletaria que busca poner el desarrollo de la producción al servicio de los intereses y las necesidades de las masas.
3.- La gran importancia de la lucha de clases a nivel ideológico: cuando una clase quiere tomar el poder primero crea un clima de opinión.
Cómo la lucha contra los seguidores de la vía capitalista, la lucha por el poder en las condiciones del socialismo, se desarrolla fundamentalmente en el terreno ideológico. Haciendo que las masas conozcan, comprendan y hagan suyo el marxismo (se crean bibliotecas en las fábricas, donde los obreros estudian filosofía, desde la griega, hasta la filosofía clásica alemana pasando por el materialismo dialéctico).
Aunque derrocada, la burguesía todavía intenta valerse de las viejas ideas, cultura, hábitos y costumbres de las clases explotadoras para conquistar la mente del pueblo en su esfuerzo por restaurar su poder. El proletariado debe hacer exactamente lo contrario: debe responder a todos los desafíos de la burguesía en el dominio ideológico y cambiar la fisonomía espiritual de toda la sociedad utilizando sus propias nuevas ideas, cultura, hábitos y costumbres. Además de combatir a los que ocupan puestos dirigentes y siguen el camino capitalista, la Revolución Cultural se dirige también criticar y repudiar a las “autoridades” reaccionarias burguesas en el campo académico, los estudiantes tienen libertad de crítica frente a sus profesores; se llama a estudiantes e intelectuales a criticar y repudiar la ideología de la burguesía y demás clases explotadoras, para poder transformar la educación, la literatura y el arte y los demás dominios de la superestructura que no corresponden a la base económica del socialismo.
La revolución cultural supone una explosión de participación de las masas en la lucha política, llamando a hacer pleno uso de los dazibao (grandes carteles murales donde cada persona o grupo puede exponer sus puntos de vista), promoviendo grandes debates y asambleas masivas, de modo que las masas, mediante un debate democrático, se unan en torno a las ideas correctas, critiquen las erróneas y eleven su nivel de conciencia política, aprendiendo por ellas mismas a distinguir entre lo justo y lo injusto y a trazar una clara línea de demarcación entre los enemigos y los amigos. Justo lo que quieren evitar a toda costa los cuadros seguidores de la vía capitalista, que pretenden reducir el debate a un pequeño círculo de personas en la dirección del Partido y del Estado. Por eso, frente a los métodos de Stalin de las purgas policíacas contra los “traidores” a la revolución, donde todo se decide en conspiraciones y golpes mortales entre un pequeño grupo, Mao Tse Tung llama a las masas en su primer dazibao a “Bombardear el cuartel general” y desatar el mayor movimiento revolucionario de la historia cuando los revisionistas tratan de detener el movimiento de crítica.
Por eso mismo también, la revolución cultural estalla cuando se trata de disolver las milicias populares y convertir al Ejército Popular en un ejército profesional frente a la situación anterior donde cada fábrica y cada comuna tenía su propio polvorín, con la llave en manos del comité de empresa. Frente a quienes defienden seguir la vía soviética hacia el socialismo, la revolución cultural propone un camino completamente distinto, donde la creación de la gran industria no se haga en detrimento de las condiciones de vida de las masas; donde los cuadros del Partido y del Estado, incluso los del ejército, están obligados a trabajar durante un período entre las masas y haciendo sus mismas tareas; donde los obreros de las fábricas crean sus comités revolucionarios para participar directamente en la dirección y gestión de la producción; donde se da a las masas la capacidad de revocar a sus dirigentes; donde los planes quinquenales no se aprueban hasta que están discutidos, criticados y mejorados, en un movimiento de “arriba abajo y de abajo arriba”, por decenas de millones de personas.
2.- La distinción de las contradicciones en el seno del pueblo y su tratamiento para resolverlo de forma no antagónica, apoyándose en las masas y dándoles conciencia.
La distinción de dos tipos de contradicciones diferentes, las contradicciones en el seno del pueblo y las contradicciones con el enemigo y la posibilidad, en base a un tratamiento correcto, de unir al 98 por cien de la población contra el puñado de reaccionarios y revisionistas que se oponen a la construcción del socialismo.
Lo que supone una experiencia inédita en la construcción del socialismo y una resolución diametralmente opuesta a como se hace, por ejemplo, en el período de Stalin la colectivizacion de la tierra en la URSS y cómo se hace en China.
(Ludo Martens Otra Visión de Stalin ya cada uno saque sus propias conclusiones de Stalin sobre ese momento de la historia de la URSS)
Mientras que Stalin lo hace de manera forzosa, obligando a los campesinos, por las buenas o por las malas, a formar cooperativas, desplazando a millones de campesinos que se oponen de unas regiones a otras, reprimiendo y obligando por la fuerza; en China la reforma agraria se hace repartiendo las tierras a aquellos campesinos que quieran hacer realidad el anhelo milenario de las masas campesinas chinas: tener un pedazo de tierra en propiedad. Y sólo sobre la base de un persistente trabajo de elevación del nivel de conciencia y organización, de hacer que los campesinos cooperen unos con otros en tareas como la siembra o la recolección, formando cooperativas con los más adelantados y que el resto vea en la práctica como la cooperativa y el sistema comunal son mucho más productivas para cada uno también, difundiendo entre el pueblo los principios comunistas contra la propiedad privada, la solidaridad, el trabajo en cooperación,... consiguen al cabo de pocos años que millones de campesinos formen comunas en medio de grandes fiestas populares donde ellos mismos echan al fuego los títulos de propiedad de la tierra que la revolución les había entregado 6 ó 7 años antes.
Poner el ejemplo del aeropuerto que Deng Xiao Ping quiere construir en medio de un pueblo porque es “lo más racional” económicamente, y la respuesta de Mao apoyando a la gente que se moviliza para defender sus casas diciéndole ¿Acaso tú, Deng, no te molestarías también si alguien viniera a hurgar en tu nido? Lo que esconde, de fondo, dos posiciones antagónicas ante las masas, una burguesa (revestida de argumentos de eficiencia) y otra proletaria que busca poner el desarrollo de la producción al servicio de los intereses y las necesidades de las masas.
3.- La gran importancia de la lucha de clases a nivel ideológico: cuando una clase quiere tomar el poder primero crea un clima de opinión.
Cómo la lucha contra los seguidores de la vía capitalista, la lucha por el poder en las condiciones del socialismo, se desarrolla fundamentalmente en el terreno ideológico. Haciendo que las masas conozcan, comprendan y hagan suyo el marxismo (se crean bibliotecas en las fábricas, donde los obreros estudian filosofía, desde la griega, hasta la filosofía clásica alemana pasando por el materialismo dialéctico).
Aunque derrocada, la burguesía todavía intenta valerse de las viejas ideas, cultura, hábitos y costumbres de las clases explotadoras para conquistar la mente del pueblo en su esfuerzo por restaurar su poder. El proletariado debe hacer exactamente lo contrario: debe responder a todos los desafíos de la burguesía en el dominio ideológico y cambiar la fisonomía espiritual de toda la sociedad utilizando sus propias nuevas ideas, cultura, hábitos y costumbres. Además de combatir a los que ocupan puestos dirigentes y siguen el camino capitalista, la Revolución Cultural se dirige también criticar y repudiar a las “autoridades” reaccionarias burguesas en el campo académico, los estudiantes tienen libertad de crítica frente a sus profesores; se llama a estudiantes e intelectuales a criticar y repudiar la ideología de la burguesía y demás clases explotadoras, para poder transformar la educación, la literatura y el arte y los demás dominios de la superestructura que no corresponden a la base económica del socialismo.