Encuentro solidario con la R.P.D. de Corea en la sede central del PTD

Partido del Trabajo Democrático
24 de Marzo de 2015

El pasado viernes 20 de marzo, el Partido del Trabajo Democrático celebró un encuentro de varias decenas de sus militantes y simpatizantes con el Embajador de la República Popular Democrática de Corea en España, Kim Hyok Chol, y el Tercer Secretario de la Embajada, Kang Kyong Jin. Era la primera visita a nuestra sede por parte de estos representantes de Corea socialista, la cual ha inaugurado delegación diplomática en España hace unos pocos meses.

El camarada Embajador fue invitado a tomar la palabra y realizó una exposición inicial que motivó numerosas preguntas de las y los asistentes, a las que fue respondiendo una tras otra. Explicó los orígenes del Estado al que representa y la situación actual del mismo que los medios propagandísticos del imperialismo se afanan por tergiversar y difamar sistemáticamente, aprovechando la distancia geográfica y lingüística que nos separa.

La nación coreana es muy antigua y, desde que el capitalismo nacido en Europa creó el moderno sistema colonial, fue sometida a la dominación de potencias extranjeras, particularmente de Japón hasta la derrota de éste en la Segunda Guerra Mundial. Los patriotas coreanos combatieron esta ocupación y, con la ayuda de la URSS y de los Estados Unidos, liberaron la península. Pero, entonces, los norteamericanos se negaron a marcharse y a permitir la autodeterminación del país, instalando un gobierno títere en la parte sur bajo control de su ejército. Provocaron una guerra en 1950 por medio de la cual trataron de aniquilar la República Popular Democrática, pero no lo consiguieron, y Corea quedó dividida en dos tras la firma de un armisticio que han rehusado convertir en un acuerdo de paz. Así, la guerra sigue a fecha de hoy sin concluir, los yanquis tienen instaladas desde entonces tropas, bases e incluso bombas atómicas en el sur y se emplean en continuos ejercicios militares amenazadores, en bloqueos y en otras provocaciones contra Corea del Norte. Éste es el desfavorable contexto en el que el pueblo coreano ha tenido que desarrollar su opción socialista.

Además, en la década de 1990, la desaparición de la Unión Soviética causó un importante quebranto comercial que dañó considerablemente las condiciones de vida de la población, en un período al que los coreanos llamaron "la marcha penosa". Ahora, afortunadamente, esta crisis se ha resuelto y la R.P.D. de Corea ha reanudado su progreso, reforzando particularmente su seguridad al dotarse de armas nucleares.

Como subrayó el camarada Kim, Corea socialista todavía no ha alcanzado los estándares medios de consumo de los países imperialistas occidentales y está lejos de ser un paraíso. Sin embargo, ha sido capaz de resolver la lacra del desempleo, a la vez que asegura a todos sus habitantes, gratuitamente o a muy bajo precio, la sanidad, la educación, la vivienda, el transporte público, el descanso vacacional, etc. Todo ello, gracias a un sistema económico por el que los grandes medios de producción están en manos del Estado y otros menores -sobre todo en la agricultura- son de propiedad cooperativa o individual, con la excepción de unas pocas zonas económicas especiales abiertas a la inversión extranjera. El Estado fija los objetivos generales del plan económico y es en las empresas donde se decide la concreción de éstos, bajo el poder decisorio de los sindicatos encargados de velar por los derechos y las condiciones de vida de los trabajadores.

El Embajador explicó que el gobernante Partido del Trabajo de Corea se rige por la idea Juche, la cual consiste en la adecuación del marxismo-leninismo a la realidad social del país, priorizando el ser humano, las masas populares, así como la reunificación y el desarrollo soberano de la nación.

El acto pareció demasiado breve a juicio de muchas y muchos asistentes, así que nos emplazamos a continuar conversando y conociéndonos en posteriores encuentros. Como colofón, ofrecimos a nuestros invitados diversas especialidades gastronómicas españolas aportadas a iniciativa de militantes y simpatizantes. Como bien dijo el poeta comunista Pablo Neruda, la solidaridad es la ternura de los pueblos.
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