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    La bancarrota capitalista sigue vigente desde el 2008 hasta hoy

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    Mensaje por Claudio Forján Sáb Ene 30, 2016 8:38 pm

    inmundo escribió:Sin embargo, del capítulo 8 al 10, Lenin, además de hablar de la competencia engendrando y conviviendo con el monopolio, da un paso más hacia la definición de una "etapa monopolica", caracterizada por el estancamiento, la descomposición, y el parasitismo de la burguesía centralizada por el capital financiero. Explica esto por el efecto inhibidor que tiene el monopolio sobre la propensión a invertir, y por lo tanto, se frena el avance técnico.

    Lenin en el capítulo X explica con bastantes matices la cuestión del parasitismo y los frenos a los avances técnicos:

    Lenin escribió:Sería un error creer que esta tendencia a la descomposición descarta el rápido crecimiento del capitalismo. No; ciertas ramas industriales, ciertos sectores de la burguesía, ciertos países, manifiestan, en la época del imperialismo, con mayor o menor fuerza, ya una, ya otra de estas tendencias. En su conjunto, el capitalismo crece con una rapidez incomparablemente mayor que antes, pero este crecimiento no sólo es cada vez más desigual, sino que esa desigualdad se manifiesta asimismo, de un modo particular, en la descomposición de los países más fuertes en capital (Inglaterra).

    Se trata de que el monopolismo agudiza la desigualdad en el desarrollo capitalista, pero en su conjunto tal desarrollo es incluso más rápido. La descomposición tiene lugar sobre todo en la ralentización del desarrollo de las potencias capitalistas más avanzadas frente a las emergentes.

    inmundo escribió:Esto no podría suceder si estamos en una etapa cualitativamente igual a la de Marx. Evidentemente para Lenin hubo un cambio sustancial, es decir que el monopolio pasa a ser el rasgo dominante, y que determina la dinámica del sistema. Recordemos que en Marx era la libre competencia la que determinaba la dinámica, y todo El Capital se construye sobre ese supuesto.
    Lenin, en cambio, en la crítica a Kautsky, deja muy claro que le parece imposible "volver" a la "etapa" del librecambio. Por eso desde el primer capítulo bautiza como "imperialista" a esta nueva etapa, y define su constitución a partir del dominio de los monopolios y el capital financiero.

    Nuevamente el problema está en qué entiende Lenin por monopolio. Esta concepción niega la libre competencia en el sentido dialéctico, no mecánico, como ya he dicho. Insisto en que el matiz es importante. Esto quiere decir que el monopolio, para Lenin, no elimina la libre competencia (aunque a veces haga giros retóricos provocadores hablando de que ésta se suprime), sino que, como he expuesto en el caso del progreso técnico, hace que aquélla siga determinando la dinámica del sistema, solo que de un modo cada vez más desigual y distorsionado. Ésta es la diferencia respecto a lo que Lenin considera el capitalismo "premonopolista".

    El pasaje citado anteriormente en el cual el mismo monopolio que vende a precio por encima de su valor en el mercado nacional luego lo hace por debajo del valor en el mercado mundial es un ejemplo de esta distorsión. En conjunto, unas alzas se compensan con otras bajas, pero éstas son cada vez más frecuentes y agudas, aunque se terminen compensando mutuamente.

    La crítica a Kautsky gira entorno al carácter utópico de pretender solucionar las crecientes contradicciones del capitalismo mediante la vuelta a ese capitalismo "premonopolista", mediante reformas que limiten el poder de los monopolios, y no avanzando hacia delante en las contradicciones del capitalismo hacia la nacionalización de la gran producción por el Estado proletario:

    Lenin escribió:Las cuestiones esenciales en la crítica del imperialismo son la de saber si es posible modificar con reformas las bases del imperialismo, la de saber si hay que seguir adelante desarrollando la exacerbación y el ahondamiento de las contradicciones engendradas por el mismo o hay que retroceder, atenuando dichas contradicciones. Como las particularidades políticas del imperialismo son la reacción en toda la línea y la intensificación del yugo nacional como consecuencia del yugo de la oligarquía financiera y la supresión de la libre concurrencia, a principios del siglo XX, en casi todos los países imperialistas, aparece una oposición democrática pequeñoburguesa al imperialismo. Y la ruptura con el marxismo por parte de Kautsky y de la vasta corriente internacional del kautskismo consiste precisamente en que Kautsky no sólo no se ha preocupado, no ha sabido enfrentarse a esa oposición pequeñoburguesa, reformista, en lo económico fundamentalmente reaccionaria, sino que, por el contrario, se ha fundido prácticamente con ella.

    Aquí está el contenido de la crítica a Kautsky. Le acusa de pretender llevar adelante la lucha contra las grandes corporaciones capitalistas (los monopolios) a través de la defensa de las formas de propiedad capitalista más pequeñas, cuando la posición marxista debería ser la de propugnar la expropiación de los llamados monopolios por el Estado proletario.
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    Mensaje por inmundo Dom Ene 31, 2016 4:45 am

    Claudio Forján escribió:
    inmundo escribió:Sin embargo, del capítulo 8 al 10, Lenin, además de hablar de la competencia engendrando y conviviendo con el monopolio, da un paso más hacia la definición de una "etapa monopolica", caracterizada por el estancamiento, la descomposición, y el parasitismo de la burguesía centralizada por el capital financiero. Explica esto por el efecto inhibidor que tiene el monopolio sobre la propensión a invertir, y por lo tanto, se frena el avance técnico.

    Lenin en el capítulo X explica con bastantes matices la cuestión del parasitismo y los frenos a los avances técnicos:

    Lenin escribió:Sería un error creer que esta tendencia a la descomposición descarta el rápido crecimiento del capitalismo. No; ciertas ramas industriales, ciertos sectores de la burguesía, ciertos países, manifiestan, en la época del imperialismo, con mayor o menor fuerza, ya una, ya otra de estas tendencias. En su conjunto, el capitalismo crece con una rapidez incomparablemente mayor que antes, pero este crecimiento no sólo es cada vez más desigual, sino que esa desigualdad se manifiesta asimismo, de un modo particular, en la descomposición de los países más fuertes en capital (Inglaterra).

    Se trata de que el monopolismo agudiza la desigualdad en el desarrollo capitalista, pero en su conjunto tal desarrollo es incluso más rápido. La descomposición tiene lugar sobre todo en la ralentización del desarrollo de las potencias capitalistas más avanzadas frente a las emergentes.

    inmundo escribió:Esto no podría suceder si estamos en una etapa cualitativamente igual a la de Marx. Evidentemente para Lenin hubo un cambio sustancial, es decir que el monopolio pasa a ser el rasgo dominante, y que determina la dinámica del sistema. Recordemos que en Marx era la libre competencia la que determinaba la dinámica, y todo El Capital se construye sobre ese supuesto.
    Lenin, en cambio, en la crítica a Kautsky, deja muy claro que le parece imposible "volver" a la "etapa" del librecambio. Por eso desde el primer capítulo bautiza como "imperialista" a esta nueva etapa, y define su constitución a partir del dominio de los monopolios y el capital financiero.

    Nuevamente el problema está en qué entiende Lenin por monopolio. Esta concepción niega la libre competencia en el sentido dialéctico, no mecánico, como ya he dicho. Insisto en que el matiz es importante. Esto quiere decir que el monopolio, para Lenin, no elimina la libre competencia (aunque a veces haga giros retóricos provocadores hablando de que ésta se suprime), sino que, como he expuesto en el caso del progreso técnico, hace que aquélla siga determinando la dinámica del sistema, solo que de un modo cada vez más desigual y distorsionado. Ésta es la diferencia respecto a lo que Lenin considera el capitalismo "premonopolista".

    El pasaje citado anteriormente en el cual el mismo monopolio que vende a precio por encima de su valor en el mercado nacional luego lo hace por debajo del valor en el mercado mundial es un ejemplo de esta distorsión. En conjunto, unas alzas se compensan con otras bajas, pero éstas son cada vez más frecuentes y agudas, aunque se terminen compensando mutuamente.

    La crítica a Kautsky gira entorno al carácter utópico de pretender solucionar las crecientes contradicciones del capitalismo mediante la vuelta a ese capitalismo "premonopolista", mediante reformas que limiten el poder de los monopolios, y no avanzando hacia delante en las contradicciones del capitalismo hacia la nacionalización de la gran producción por el Estado proletario:

    Lenin escribió:Las cuestiones esenciales en la crítica del imperialismo son la de saber si es posible modificar con reformas las bases del imperialismo, la de saber si hay que seguir adelante desarrollando la exacerbación y el ahondamiento de las contradicciones engendradas por el mismo o hay que retroceder, atenuando dichas contradicciones. Como las particularidades políticas del imperialismo son la reacción en toda la línea y la intensificación del yugo nacional como consecuencia del yugo de la oligarquía financiera y la supresión de la libre concurrencia, a principios del siglo XX, en casi todos los países imperialistas, aparece una oposición democrática pequeñoburguesa al imperialismo. Y la ruptura con el marxismo por parte de Kautsky y de la vasta corriente internacional del kautskismo consiste precisamente en que Kautsky no sólo no se ha preocupado, no ha sabido enfrentarse a esa oposición pequeñoburguesa, reformista, en lo económico fundamentalmente reaccionaria, sino que, por el contrario, se ha fundido prácticamente con ella.

    Aquí está el contenido de la crítica a Kautsky. Le acusa de pretender llevar adelante la lucha contra las grandes corporaciones capitalistas (los monopolios) a través de la defensa de las formas de propiedad capitalista más pequeñas, cuando la posición marxista debería ser la de propugnar la expropiación de los llamados monopolios por el Estado proletario.

    En Lenin hay una dualidad teórica que en mi opinión, no se resuelve. Por eso a cada cita que se pueda encontrar hablando de la supervivencia de la competencia, puede encontrarse otra afirmando categóricamente lo opuesto. Esto sólo puede resolverse abstrayendo la lógica general de la obra, a partir de la pregunta siguiente: porqué Lenin define a la nueva etapa de la siguiente manera?

    "La propiedad privada fundada en el trabajo del pequeño patrono, la libre concurrencia, la democracia, todas esas consignas por medio de las cuales los capitalistas y su prensa engañan a los obreros y a los campesinos, pertenecen a un pasado lejano. El capitalismo se ha transformado en un sistema universal de opresión colonial y de estrangulacion financiera de la inmensa mayoría de la población del planeta por un puñado de países "avanzados". Este "botín" se reparte entre dos o tres potencias rapaces de poderío mundial, armadas hasta los dientes"

    "Dónde está la base económica de este fenómeno histórico-mundial?...Se encuentra precisamente en el parasitismo y en la descomposición del capitalismo, inherentes a su fase histórica superior, es decir, al imperialismo. Como lo demostramos en este libro, el capitalismo ha destacado ahora un puñado (menos de una décima parte de la población de la tierra, menos de un quinto, calculando "por todo lo alto") de Estados particularmente ricos y poderosos, que saquean a todo el mundo con el simple "recorte del cupón"..."

    Desde la perspectiva de la lógica de la competencia, lo anterior no se entendería. El parasitismo y el saqueo son un rasgo propio de relaciones de fuerza. Aquí Lenin es muy claro al destacar que esto determina los rasgos de la etapa. Añadir que aún existe competencia sólo puede hacerse, siguiendo a Lenin, sin negar lo anterior, ni invertir lo determinante respecto a lo lateral. En este sentido, al defender que Lenin tendría una concepción dialéctica de la relación monopolio/competencia, no se puede dejar de lado que Lenin le da explicitamente prioridad explicativa al carácter monopolista, y a las relaciones de fuerza, cosa que conecta con su idea del estancamiento técnico y con la idea del soborno a la aristocracia obrera con recursos saqueados en el exterior, recursos que mantienen en marcha la acumulación en el centro, que de otra manera no tendría paliativos para su tendencia a la descomposición y al freno de la innovación técnica.


    "Así, pues, el balance principal de la historia de los monopolios es el siguiente:

    1. 1860-1880, punto culminante de desarrollo de la libre concurrencia. Los monopolios no constituyen más que gérmenes apenas perceptibles.

    2. Después de la crisis de 1873, largo período de desarrollo de los cartels, pero éstos constituyen todavia una excepción, no son aún sólidos, aun representan un fenómeno pasajero.

    3. Auge de fines del siglo XIX y crisis de 1900-1903; los cartels se convierten en una de las bases de toda la vida económica. El capitalismo se ha transformado en imperialismo."

    "La producción pasa a ser social, pero la apropiación continúa siendo privada. Los medios sociales de producción siguen siendo propiedad privada de un número reducido de individuos. El marco general de la libre concurrencia formalmente reconocida persiste, y el yugo de un grupo poco numeroso de monopolistas sobre el resto de la población se hace cien veces más duro, más sensible, más insoportable."

    Seguidamente Lenin describe los mecanismos mediante los cuales los monopolios evitan la competencia (algunos de los cuales no son más que mecanismos normales, como guerras de precios. Acá se nota que Lenin confundía el poder de mercado con el poder extraeconomico). Y remarca la diferencia cualitativa entre lo anterior, y la etapa que él quiere explicar:
    "Nos hallamos en presencia, no ya de una lucha de competencia entre grandes y pequeñas empresas, entre establecimientos técnicamente atrasados y establecimientos de técnica avanzada"
    "..el desarrollo del capitalismo ha llegado a un punto tal, que, aunque la producción de mercancías sigue "reinando" como antes y siendo considerada como la base de toda la economía, en realidad se halla ya quebrantada, y las ganancias principales van a parar a los "genios" de las maquinaciones financieras"
    "Las relaciones de dominación y de violencia -- violencia que va ligada a dicha dominación --: he aquí lo típico en la "nueva fase del desarrollo del capitalismo", he aquí lo que inevitablemente tenía que derivarse y se ha derivado de la constitución de los monopolios económicos todopoderosos."

    Resalto, lo típico, que necesariamente tenía que derivarse del dominio monopolico... en una fase nueva, cualitativamente distinta.
    Todo lo anterior, para no abusar de las citas cierro aquí, demuestra que para Lenin la monopolizacion no es solo una traba y una deformación de lo anterior, sino que se constituye en el contenido de una nueva forma del sistema.
    Para buscar aún otro corolario demostrativo, sólo desde esta perspectiva puede decir Lenin que las guerras de saqueo imperialistas se vuelven inevitables, porque predominaria la forma monopolica-coercitiva-imperialista. Por eso critica la afirmación de Kautsky de que en Egipto podría desenvolverse el capital metropolitano, sin necesidad de la conquista. Por eso mismo califica de utópica la idea de volver al capitalismo de libre concurrencia, la considera una etapa superada por el propio capitalismo, y de imposible recuperación, independientemente de que fuera o no progresivo aspirar a tal cosa.
    Por todo esto tiene sentido su capítulo 8 sobre la descomposición del capitalismo monopolista, no hay otra razón para esto que la falta de incentivo a la innovación y el parasitismo financiero, lógicas contrarias a la marxiana, y que no se niegan porque se admita la continuidad del crecimiento, ya que éste no tendría bases propias.
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    Mensaje por Claudio Forján Dom Ene 31, 2016 4:12 pm

    inmundo escribió:En Lenin hay una dualidad teórica que en mi opinión, no se resuelve. Por eso a cada cita que se pueda encontrar hablando de la supervivencia de la competencia, puede encontrarse otra afirmando categóricamente lo opuesto. Esto sólo puede resolverse abstrayendo la lógica general de la obra, a partir de la pregunta siguiente: porqué Lenin define a la nueva etapa de la siguiente manera?

    En mi opinión no existe tal dualidad teórica, ya que Lenin no parte de una tabla rasa a la hora de conceptualizar el monopolio, sino de la literatura marxista precedente (como la que he citado de Marx en "Miseria de la filosofía"). El monopolio en la concepción marxiana es un monopolio "sintético" que lleva implícita tanto la libre competencia como su negación. Debe librar constantemente la competencia para poder mantenerse como monopolio. ¿Por qué Lenin asocia la "quiebra" de la producción de mercancías con el hecho de que las principales ganancias pasen a manos de los "genios de las maquinaciones financieras" y no a una negación de la ley del valor y de que los precios tienden a nivelarse respecto a sus valores? Porque no se niegan las leyes que determinan la producción de mercancías, sino que se señalan una serie de tendencias (que en la etapa imperialista se generalizan) que las distorsionan, permitiendo su aprovechamiento por el capital monopolista y financiero, pero que no las eliminan. Lenin arranca de la concepción marxiana del monopolio (que presupone la ley del valor y la competencia, pese a las distorsiones introducidas) y señala que la nueva etapa del capitalismo se caracteriza por la generalización de este fenómeno.

    inmundo escribió:Desde la perspectiva de la lógica de la competencia, lo anterior no se entendería. El parasitismo y el saqueo son un rasgo propio de relaciones de fuerza. Aquí Lenin es muy claro al destacar que esto determina los rasgos de la etapa. Añadir que aún existe competencia sólo puede hacerse, siguiendo a Lenin, sin negar lo anterior, ni invertir lo determinante respecto a lo lateral. En este sentido, al defender que Lenin tendría una concepción dialéctica de la relación monopolio/competencia, no se puede dejar de lado que Lenin le da explicitamente prioridad explicativa al carácter monopolista, y a las relaciones de fuerza, cosa que conecta con su idea del estancamiento técnico y con la idea del soborno a la aristocracia obrera con recursos saqueados en el exterior, recursos que mantienen en marcha la acumulación en el centro, que de otra manera no tendría paliativos para su tendencia a la descomposición y al freno de la innovación técnica.

    Siguiendo con lo anterior, Lenin sitúa tanto la "fuerza y el saqueo" como la "descomposición y el parasitismo" sobre la base de la producción mercantil y señala que el monopolio capitalista ha nacido sobre la base de la libre competencia, con lo cual todos estos fenómenos que caracterizan la etapa denominada como imperialista llevan implícita la ley del valor en sí mismos, aunque entrañen también una serie de tendencias que la distorsionan. Precisamente al principio del propio capítulo VIII Lenin introduce estas cuestiones:

    Lenin escribió:Como hemos visto, la base económica más profunda del imperialismo es el monopolio. Se trata de un monopolio capitalista, esto es, que ha nacido del seno del capitalismo y se halla en las condiciones generales del mismo, de la producción de mercancías, de la competencia, en una contradicción constante insoluble con dichas condiciones generales. Pero, no obstante, como todo monopolio, engendra inevitablemente una tendencia al estancamiento y a la descomposición. Puesto que se fijan, aunque sea temporalmente, precios monopolistas, desaparecen hasta cierto punto las causas estimulantes del progreso técnico y, por consiguiente, de todo progreso, de todo movimiento hacia adelante, surgiendo así, además, la posibilidad económica de contener artificialmente el progreso técnico.

    Efectivamente, la fuerza, el saqueo, el parasitismo y la descomposición, son tendencias típicas de la etapa imperialista, pero no las únicas, puesto que es una etapa del capitalismo y no un nuevo modo de producción. Lenin las aísla para pasar a su descripción y análisis, pero no deja de señalar que son tendencias que, al venir de un monopolio que ha surgido sobre la base de la libre competencia capitalista, siguen descansando en última instancia sobre la base de las mismas premisas que ésta. Precisamente no hay confusión entre el poder económico y el extraeconómico, ya que el primero es la base material/económica del segundo. La consecuencia es que la competencia y el progreso técnico continúan, pero lo hacen de un modo cada vez más desigual. Esto Lenin también lo expresa de manera más explícita en "La consigna de los Estados Unidos de Europa":

    Lenin escribió:El capitalismo es la propiedad privada de los medios de producción y la anarquía de la producción. Predicar una distribución "justa" de la renta sobre semejante base es proudhonismo, necedad de pequeño burgués y de filisteo. No puede haber más reparto que en proporción "a la fuerza". Y la fuerza cambia en el curso del desarrollo económico.

    inmundo escribió:Para buscar aún otro corolario demostrativo, sólo desde esta perspectiva puede decir Lenin que las guerras de saqueo imperialistas se vuelven inevitables, porque predominaria la forma monopolica-coercitiva-imperialista. Por eso critica la afirmación de Kautsky de que en Egipto podría desenvolverse el capital metropolitano, sin necesidad de la conquista. Por eso mismo califica de utópica la idea de volver al capitalismo de libre concurrencia, la considera una etapa superada por el propio capitalismo, y de imposible recuperación, independientemente de que fuera o no progresivo aspirar a tal cosa.

    Lo que Lenin establece es que no es posible separar la política colonial imperialista de su base económica monopolista (que como he dicho antes presupone la libre competencia y la ley del valor). Es el nexo entre el poder económico y extraeconómico. La crítica a Kautsky gira en el sentido de que éste no tiene en cuenta este nexo. El capital se ha hecho monopolista precisamente sobre la base de la libre competencia y la consecuente concentración que conlleva (y conduce a los monopolios). Lenin lo expone ecisamente así cuando critica a Kautsky en el capítulo VIII de su libro. Aun suponiendo que fuera posible "volver" al capitalismo premonopolista, éste se terminaría volviendo monopolista inevitablemente:

    Lenin escribió:Los razonamientos de Kautsky no pueden tener otro sentido, y este "senticdo" es un sin sentido. Admitamos que sí, que la libre concurrencia, sin monopolios de ninguna especie desarrollarí a el capitalismo y el comercio más rápidamente. Pero cuanto más rápido es el desarrollo del comercio y del capitalismo, más intensa es la concentración de la producción y del capital, que engendra el monopolio. ¡Y los monopolios han nacido y a precisamente de la libre concurrencia! Aun en el caso de que los monopolios retrasaran actualmente el desarrollo, esto no sería, a pesar de todo, un argumento en favor de la libre concurrencia, la cual es imposible después de haber engendrado los monopolios.

    Se trata de la conexión de la política imperialista con el monopolismo y de éste con su origen en la libre concurrencia. La cuestión del carácter progresivo se extrae precisamente de aquí. A Kautsky le reprocha una "utopía reformista", pues pretende solucionar los problemas del monopolismo (surgido de la libre competencia) sin destruir las premisas (producción de mercancías) que han dado lugar al mismo. Se trata de que estos problemas (las guerras, el parasitismo, etc.) solo pueden superarse mediante la superación de la producción de mercancías y la propiedad privada. También en "La consigna de los Estados Unidos de Europa" Lenin sitúa esta cuestión:

    Lenin escribió:Después de 1871, Alemania se ha fortalecido tres o cuatro veces más rápidamente que Inglaterra y Francia. El Japón, unas diez veces más rápidamente que Rusia. No hay ni puede haber otro medio que la guerra para comprobar la verdadera potencia de un Estado capitalista. La guerra no está en contradicción con los fundamentos de la propiedad privada, sino que es el desarrollo directo e inevitable de tales fundamentos. Bajo el capitalismo es imposible el crecimiento económico parejo de cada empresa y de cada Estado. Bajo el capitalismo, para restablecer de cuando en cuando el equilibrio roto, no hay otro medio posible más que las crisis en la industria y las guerras en la política.

    inmundo escribió:Por todo esto tiene sentido su capítulo 8 sobre la descomposición del capitalismo monopolista, no hay otra razón para esto que la falta de incentivo a la innovación y el parasitismo financiero, lógicas contrarias a la marxiana, y que no se niegan porque se admita la continuidad del crecimiento, ya que éste no tendría bases propias.

    Esto ya lo he comentado a raíz de lo introducido por Lenin en el mismo capítulo VIII. El crecimiento sí tiene bases propias, pero es cada vez más desigual (en provecho de la oligarquía financiera y las potencias imperialistas) por las distorsiones crecientes que introduce el monopolismo (que niega a la vez que presupone la competencia).
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    Mensaje por inmundo Dom Ene 31, 2016 7:36 pm

    La idea expresada por Marx sobre los monopolios, es en realidad algo muy distinto a lo que hoy entendemos por eso, y a lo que Lenin llegó a definir. Para Marx el monopolio era negado por la competencia, y ésta se recreaba constantemente. En El Capital, la hipótesis de existencia de monopolios es absolutamente inexistente, incluso en la teoría de la renta. De hecho Marx se apoya en Ricardo, cuando explica que la teoría del valor se aplica sólo a bienes no monopolizables.
    Para Lenin, como ya mostré, el monopolio no es, como en Marx, un rasgo inestable del sistema, sino algo que se vuelve dominante y permanente, irreversible, como dice contestandole a K. Por eso el carácter dialéctico del monopolio que vos señalas en el Marx del 47, no es el mismo que el carácter, dialéctico o no, del monopolio de Lenin.
    Vos hacés énfasis en las citas que sólo matizan la caracterización general, y al mismo tiempo, al hacer eso, dejas inexplicadas frases contundentes de Lenin. Todo análisis que hagamos de su obra tiene que tratar de considerarla una unidad coherente, y por lo tanto, se necesita entender al mismo tiempo todo lo que dice.
    Así por ejemplo, cuando dice que la monopolizacion es una etapa desde la que no puede volverse a la libre concurrencia, esto marca una diferencia con Marx, y si nos ponemos a pensar en cómo funciona una economía para que esto sea así, está claro que el marco de la competencia tiende a quedar cada vez más subordinado, y que los momentos en que se admite su supervivencia, deben entenderse como matices respecto a la tendencia general, que justamente por ser la tendencia dominante, es la que determina, según Lenin, que en los países más maduros se exprese de manera más absoluta, siendo una muestra de lo que le espera al sistema en su conjunto. El caso de Inglaterra es explicado así, como el primer país arribado a la senilidad. Si dice esto es porque considera a la monopolizacion como una tendencia dominante que niega a la competencia de manera lo bastante efectiva, como para que actúe el bloqueo a la innovación, y se haga necesario que la acumulación se base en sobreprecios en el interior, y diversas formas de saqueo en el exterior.
    Si la competencia no fuera negada en tan importante medida, nada de esto pasaría y Lenin no lo diría. Entonces, me parece que para definir la discusión, debe ser primordial decidir en qué medida es negada la competencia, por el fenómeno monopolico en Lenin.
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    Mensaje por Claudio Forján Lun Feb 01, 2016 2:39 pm

    No estoy de acuerdo con que lo que Lenin señala sean simples "matizaciones". El lenguaje no expresa eso. Repasémoslo de nuevo: "Se trata de un monopolio capitalista, esto es, que ha nacido del seno del capitalismo y se halla en las condiciones generales del mismo, de la producción de mercancías, de la competencia, en una contradicción constante insoluble con dichas condiciones generales". (Capítulo VIII)

    Se trata de que el monopolio no puede emanciparse de las condiciones generales de la producción de mercancías (y, por tanto, de la competencia y la ley del valor). Los precios monopolistas en el mercado nacional se vuelven "ultracompetitivos" en otros mercados. El bloqueo al progreso técnico no es permanente, sino temporal. Lo mismo ocurre con los precios monopolistas. La ley del valor sigue actuando y determinando en última instancia. Las tendencias características del monopolio se generalizan, pero no hasta el punto de eliminar las bases mercantiles sobre las que descansan, precisamente porque han nacido de ellas. Las ventajas del monopolio (precios monopolistas, saqueos, etc.) se aprovechan precisamente en el terreno no monopolista. Esto no son simples matizaciones, sino principios básicos de partida. De hecho, en Lenin, el monopolio también es un rasgo de inestabilidad y precisamente sus tesis acerca del imperialismo giran entorno a la creciente inestabilidad del sistema capitalista (cuya máxima expresión son las guerras). La competencia, de hecho, lejos de quedar cada vez más "subordinada", es decir, con un espacio cada vez más reducido de acción en la esfera de la pequeña producción, se agudiza entre monopolios: "Y al mismo tiempo, los monopolios, que se derivan de la libre concurrencia, no la eliminan, sino que existen por encima y al lado de ella, engendrando así una serie de contradicciones, rozamientos y conflictos particularmente agudos." (Capítulo VII)

    Lo que Lenin señala no es la tendencia a la descomposición y al saqueo unilateralmente, sino en relación (contradictoria, pero inseparable e insuperable) a la competencia y la ley del valor. La tendencia general que extrae es el desarrollo desigual (cada vez más desigual). El caso de Inglaterra está inserto en el conjunto de la economía mundial. Inglaterra no se descompone por el mero hecho de llegar primera a la "senilidad", sino por estar en la cima de la pirámide imperialista: "Sería un error creer que esta tendencia a la descomposición descarta el rápido crecimiento del capitalismo. No; ciertas ramas industriales, ciertos sectores de la burguesía, ciertos países, manifiestan, en la época del imperialismo, con mayor o menor fuerza, ya una, ya otra de estas tendencias. En su conjunto, el capitalismo crece con una rapidez incomparablemente mayor que antes, pero este crecimiento no sólo es cada vez más desigual, sino que esa desigualdad se manifiesta asimismo, de un modo particular, en la descomposición de los países más fuertes en capital (Inglaterra)." (Capítulo X)

    La competencia no es solo política (fuerza, guerras), sino también económica. Las guerras lo que hacen es ajustar en lo político la correlación de fuerzas que ya ha variado en lo económico: "Ante esto, cabe preguntar: en el terreno del capitalismo, ¿qué otro medio podía haber que no sea la guerra, para suprimir la desproporción existente entre el desarrollo de las fuerzas productivas y la acumulación del capital, por una parte, y el reparto de las colonias y de las "esferas de influencia" para el capital financiero, por otra?" (Capítulo VII)

    Del mismo modo que Lenin critica a Kautsky lo utópico de volver a la fase "premonopolista", le critica también su concepción de "ultraimperialismo" (trust monopólico mundial sin competencia ni guerras), ya que, según Lenin, el monopolismo no tiene como efecto general la simple paralización del crecimiento por el bloqueo de la competencia y del progreso técnico, sino la agudización de las diferencias entre los ritmos de crecimiento de las diferentes economías capitalistas: "Naturalmente, bajo el capitalismo, el monopolio no puede nunca eliminar del mercado mundial de un modo completo y por un período muy prolongado la competencia (en esto consiste, dicho sea de paso, una de las causas de lo absurdo de la teoría deí ultraimperialismo). Desde luego, la posibilidad de disminuir los gastos de producción y de aumentar los beneficios por medio de la introducción de mejoras técnicas obra en favor de las modificaciones. Pero la tendencia al estancamiento y a la descomposición inherente al monopolio, sigue obrando a su vez, y en ciertas ramas de la industria, en ciertos países, por períodos determinados llega a imponerse." (Capítulo VIII)

    Desde la perspectiva de la "negación efectiva" de la competencia no se entendería esta crítica a Kautsky. En cambio, desde la perspectiva que comento, sí se entiende tanto esto como la crítica a Katusky entorno a la supuesta vuelta al capitalismo "premonopolista". La crítica de Lenin consiste en que Kautsky ignora que los fenómenos monopolistas como las anexiones imperialistas y el parasitismo han surgido precisamente de la concentración de capitales originada por la libre competencia capitalista, por lo que una hipotética vuelta al capitalismo "premonopolista" no prevendría tales fenómenos "indeseables". Pero, por otro lado, Kautsky sí que absolutiza las tendencias al saqueo y el parasitismo del monopolio, rompiendo su nexo con la ley del valor, hasta llegar a la teorización del "ultraimperialismo".

    La diferencia con Marx no está en la naturaleza del monopolio capitalista (que en ambos casos presupone la propiedad privada y la producción de mercancías y con ello la ley del valor y la competencia), sino en la extensión generalizada que alcanza este fenómeno en la nueva etapa del capitalismo que Lenin se propone estudiar. Esta extensión del monopolio capitalista distorsiona, sin eliminar (ni siquiera de manera efectiva) la ley del valor, lo que produce un desarrollo desigual y no nivelado. Mientras Marx considera el desarrollo capitalista como nivelador (véase su análisis de la dominación británica en la India), Lenin ve un desarrollo cada vez más desigual en la economía capitalista mundial (de ahí la rivalidad entre potencias imperialistas y la opresión de países coloniales, semicoloniales y dependientes), aunque pueda seguir siendo nivelador en el sentido de liquidar las relaciones precapitalistas (en colonias, semicolonias y países atrasados). Pero esta diferencia no gira entorno a la negación (ni siquiera "efectiva") de la competencia.
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    Mensaje por inmundo Lun Feb 01, 2016 5:06 pm

    Claudio Forján escribió:No estoy de acuerdo con que lo que Lenin señala sean simples "matizaciones". El lenguaje no expresa eso. Repasémoslo de nuevo: "Se trata de un monopolio capitalista, esto es, que ha nacido del seno del capitalismo y se halla en las condiciones generales del mismo, de la producción de mercancías, de la competencia, en una contradicción constante insoluble con dichas condiciones generales". (Capítulo VIII)

    Se trata de que el monopolio no puede emanciparse de las condiciones generales de la producción de mercancías (y, por tanto, de la competencia y la ley del valor). Los precios monopolistas en el mercado nacional se vuelven "ultracompetitivos" en otros mercados. El bloqueo al progreso técnico no es permanente, sino temporal. Lo mismo ocurre con los precios monopolistas. La ley del valor sigue actuando y determinando en última instancia. Las tendencias características del monopolio se generalizan, pero no hasta el punto de eliminar las bases mercantiles sobre las que descansan, precisamente porque han nacido de ellas. Las ventajas del monopolio (precios monopolistas, saqueos, etc.) se aprovechan precisamente en el terreno no monopolista. Esto no son simples matizaciones, sino principios básicos de partida. De hecho, en Lenin, el monopolio también es un rasgo de inestabilidad y precisamente sus tesis acerca del imperialismo giran entorno a la creciente inestabilidad del sistema capitalista (cuya máxima expresión son las guerras). La competencia, de hecho, lejos de quedar cada vez más "subordinada", es decir, con un espacio cada vez más reducido de acción en la esfera de la pequeña producción, se agudiza entre monopolios: "Y al mismo tiempo, los monopolios, que se derivan de la libre concurrencia, no la eliminan, sino que existen por encima y al lado de ella, engendrando así una serie de contradicciones, rozamientos y conflictos particularmente agudos." (Capítulo VII)

    Lo que Lenin señala no es la tendencia a la descomposición y al saqueo unilateralmente, sino en relación (contradictoria, pero inseparable e insuperable) a la competencia y la ley del valor. La tendencia general que extrae es el desarrollo desigual (cada vez más desigual). El caso de Inglaterra está inserto en el conjunto de la economía mundial. Inglaterra no se descompone por el mero hecho de llegar primera a la "senilidad", sino por estar en la cima de la pirámide imperialista: "Sería un error creer que esta tendencia a la descomposición descarta el rápido crecimiento del capitalismo. No; ciertas ramas industriales, ciertos sectores de la burguesía, ciertos países, manifiestan, en la época del imperialismo, con mayor o menor fuerza, ya una, ya otra de estas tendencias. En su conjunto, el capitalismo crece con una rapidez incomparablemente mayor que antes, pero este crecimiento no sólo es cada vez más desigual, sino que esa desigualdad se manifiesta asimismo, de un modo particular, en la descomposición de los países más fuertes en capital (Inglaterra)." (Capítulo X)

    La competencia no es solo política (fuerza, guerras), sino también económica. Las guerras lo que hacen es ajustar en lo político la correlación de fuerzas que ya ha variado en lo económico: "Ante esto, cabe preguntar: en el terreno del capitalismo, ¿qué otro medio podía haber que no sea la guerra, para suprimir la desproporción existente entre el desarrollo de las fuerzas productivas y la acumulación del capital, por una parte, y el reparto de las colonias y de las "esferas de influencia" para el capital financiero, por otra?" (Capítulo VII)

    Del mismo modo que Lenin critica a Kautsky lo utópico de volver a la fase "premonopolista", le critica también su concepción de "ultraimperialismo" (trust monopólico mundial sin competencia ni guerras), ya que, según Lenin, el monopolismo no tiene como efecto general la simple paralización del crecimiento por el bloqueo de la competencia y del progreso técnico, sino la agudización de las diferencias entre los ritmos de crecimiento de las diferentes economías capitalistas: "Naturalmente, bajo el capitalismo, el monopolio no puede nunca eliminar del mercado mundial de un modo completo y por un período muy prolongado la competencia (en esto consiste, dicho sea de paso, una de las causas de lo absurdo de la teoría deí ultraimperialismo). Desde luego, la posibilidad de disminuir los gastos de producción y de aumentar los beneficios por medio de la introducción de mejoras técnicas obra en favor de las modificaciones. Pero la tendencia al estancamiento y a la descomposición inherente al monopolio, sigue obrando a su vez, y en ciertas ramas de la industria, en ciertos países, por períodos determinados llega a imponerse." (Capítulo VIII)

    Desde la perspectiva de la "negación efectiva" de la competencia no se entendería esta crítica a Kautsky. En cambio, desde la perspectiva que comento, sí se entiende tanto esto como la crítica a Katusky entorno a la supuesta vuelta al capitalismo "premonopolista". La crítica de Lenin consiste en que Kautsky ignora que los fenómenos monopolistas como las anexiones imperialistas y el parasitismo han surgido precisamente de la concentración de capitales originada por la libre competencia capitalista, por lo que una hipotética vuelta al capitalismo "premonopolista" no prevendría tales fenómenos "indeseables". Pero, por otro lado, Kautsky sí que absolutiza las tendencias al saqueo y el parasitismo del monopolio, rompiendo su nexo con la ley del valor, hasta llegar a la teorización del "ultraimperialismo".

    La diferencia con Marx no está en la naturaleza del monopolio capitalista (que en ambos casos presupone la propiedad privada y la producción de mercancías y con ello la ley del valor y la competencia), sino en la extensión generalizada que alcanza este fenómeno en la nueva etapa del capitalismo que Lenin se propone estudiar. Esta extensión del monopolio capitalista distorsiona, sin eliminar (ni siquiera de manera efectiva) la ley del valor, lo que produce un desarrollo desigual y no nivelado. Mientras Marx considera el desarrollo capitalista como nivelador (véase su análisis de la dominación británica en la India), Lenin ve un desarrollo cada vez más desigual en la economía capitalista mundial (de ahí la rivalidad entre potencias imperialistas y la opresión de países coloniales, semicoloniales y dependientes), aunque pueda seguir siendo nivelador en el sentido de liquidar las relaciones precapitalistas (en colonias, semicolonias y países atrasados). Pero esta diferencia no gira entorno a la negación (ni siquiera "efectiva") de la competencia.

    Otra vez estás dejando de lado las tendencias, estableciendo una paridad entre competencia y monopolio, que deja sin explicar varios temas que te señalé arriba. Por ejemplo, el estancamiento de Inglaterra se entiende desde la optica leninista por su senilidad monopolica, no hay otra explicación. Tu propuesta de decir que su causa es el estar en la cima de la pirámide imperialista no es una explicación. No hay relación causal. Por qué "la descomposición de los paises más fuertes en capital?" Cómo se explica? Por el grado de monopolizacion que frena el avance técnico, en los países más avanzados, con mayor concentración y centralización del capital bajo el mando del capital financiero.
    Hay otros casos a examinar, pero creo que conviene ir de a uno, para ganar en claridad.
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    Mensaje por inmundo Lun Feb 01, 2016 5:13 pm

    PD, aunque no estemos de acuerdo, me interesa conocer en qué tradición teórica se inscribe esta interpretación de la obra de Lenin. Saludos.
    Claudio Forján
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    Mensaje por Claudio Forján Lun Feb 01, 2016 9:34 pm

    inmundo escribió:Otra vez estás dejando de lado las tendencias, estableciendo una paridad entre competencia y monopolio, que deja sin explicar varios temas que te señalé arriba. Por ejemplo, el estancamiento de Inglaterra se entiende desde la optica leninista por su senilidad monopolica, no hay otra explicación. Tu propuesta de decir que su causa es el estar en la cima de la pirámide imperialista no es una explicación. No hay relación causal. Por qué "la descomposición de los paises más fuertes en capital?" Cómo se explica? Por el grado de monopolizacion que frena el avance técnico, en los países más avanzados, con mayor concentración y centralización del capital bajo el mando del capital financiero.
    Hay otros casos a examinar, pero creo que conviene ir de a uno, para ganar en claridad.

    Lamento que mi interpretación de "El imperialismo" te deje insatisfecho, pero no puedo desarrollar una interpretación de la obra de Lenin que no comparto. Mi interpretación de las tesis de Lenin parte de que éste no considera las tendencias monopólicas aisladas (solo las aísla en determinados momentos por una razón expositiva), sino en relación estrecha con las tendencias competitivas, precisamente porque aquéllas nacen de éstas. Así, competencia y monopolio forman una unidad indivisible, aunque contradictoria. De hecho, Lenin llega a afirmar categóricamente en algunas de las citas que he expuesto que el monopolio es incapaz de eliminar la competencia de manera permanente en el mercado mundial. Precisamente la crítica de Lenin a Kautsky consiste en que éste rompe el nexo entre las tendencias monopólicas y las competitivas. Mientras Kautsky reduce el imperialismo a una "política preferida", Lenin señala el nexo entre esta política y la propiedad privada y la anarquía de la producción (premisas básicas de la competencia capitalista). Así es tanto en el caso de la "vuelta utópica" al capitalismo "premonopolista" como en el caso del "ultraimperialismo". Suponer que las tendencias monopólicas se imponen completamente sobre las competitivas implica que aquéllas se emancipan de éstas, cosa que contradice el contenido principal de las tesis de Lenin, si las observamos como un todo coherente.

    En el caso de Inglaterra su "monopolización" no se debe únicamente a la concentración de capitales en su interior, sino también a su posición en el mercado mundial basada en su extensión colonial y la posición aventajada de su industria: "desde mediados del siglo pasado, existían en Inglaterra dos importantes rasgos distintivos del imperialismo: inmensas posesiones coloniales y situación de monopolio en el mercado mundial" (capítulo VIII)

    Y la posesión privilegiada de colonias también es un elemento que introduce tendencias al estancamiento y la descomposición: "El monopolio de la posesión de colonias particularmente vastas, ricas o favorablemente situadas, obra en el mismo sentido." (Capítulo VIII)

    Si esta posición monopolista está, como también señala Lenin, amenazada por Alemania, EEUU, Japón, etc., es imposible que la tendencia al freno del avance técnico se imponga por completo (más allá de "periodos determinados"), incluso en países tan avanzados como Inglaterra (no digamos ya si pierde dicha posición monopolista). El monopolio no puede sostenerse sin competir. La tendencia al estancamiento y la descomposición se manifiesta más intensamente en los "países más fuertes en capital", pero no puede imponerse por completo. Si fuera así, el crecimiento no solo se haría más lento en relación a los países emergentes (como apunta Lenin), sino que se detendría. No solo se trata de que la pequeña producción siga existiendo (aunque cada vez más desplazada), sino también de que estos países están insertos en un mercado mundial en el que la competencia no puede ser eliminada permanentemente.

    inmundo escribió:PD, aunque no estemos de acuerdo, me interesa conocer en qué tradición teórica se inscribe esta interpretación de la obra de Lenin. Saludos.

    Creo que algunos dependentistas tienen lecturas parecidas, aunque difieren en algunos aspectos. Pero yo me baso sobre todo en lo que expone el nPCI en su crítica a la teoría del "socialimperialismo" soviético: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

    nPCI escribió:La fase imperialista del capitalismo se caracteriza por la contradicción entre la propiedad individual de las fuerzas productivas (que es un elemento constitutivo esencial del capitalismo) y el carácter colectivo alcanzado por las mismas fuerzas productivas (3). En las sociedades imperialistas, el elemento esencial del capitalismo (la propiedad individual de las fuerzas productivas) encuentra su mediación (4) con el carácter colectivo alcanzado por las fuerzas productivas en el capital colectivo, en las asociaciones de capitalistas o sociedades de capital y en las formas antitéticas de la unidad social. De aquí surgen los monopolios, el capital financiero, el reparto del mundo entre grupos y Estados imperialistas, las empresas multinacionales, las políticas económicas, el capitalismo de Estado, etc. Esta tesis, importante para entender el movimiento económico de las sociedades imperialistas, está expuesta ampliamente en “Rapporti Sociali, nº 4, págs. 5-25.

    En el mismo artículo se demuestra también que la propiedad capitalista colectiva de las fuerzas productivas, lejos de eliminar la propiedad capitalista individual, le abre un nuevo y vasto campo de acción. Es cierto que las principales estructuras productivas (5) se han convertido, en los países imperialistas, en propiedad directa de asociaciones de capitalistas (sociedades por acciones, entes económicos públicos, fondos de seguros u otros organismos del mismo tipo). Pero también es cierto que el capitalista-individual, excluido de la propiedad directa de las estructuras productivas por el hecho de su carácter social, aparece como propietario individual de una cuota de su valor y hace valer como tales los derechos que ya no puede hacer valer completa y directamente con respecto a las estructuras productivas, a pesar del carácter social que éstas han alcanzado. Si, por ejemplo, se consideran las recientes vicisitudes de la Societé Générale de Bélgica, de la Montedison, de Parmalat, de Enron, del Credit Lyonnais, etc. (grandes asociaciones de capitalistas o capitalistas colectivos) aparece inmediatamente el campo de acción que éstas suponen para capitalistas individuales como De Benedetti y Gardini. No se pueden comprender los negocios en los que están mezcladas las grandes sociedades multinacionales (General Motors, Standard Oil of N.Y., Ford Motors, Shell, General Electric, IBM, etc.) si se prescinde de los lazos de éstas con sus grandes accionistas, con los que aspiran a su control ( raiders ), con los aventureros de las finanzas, con la multitud de pequeños accionistas y ahorradores, con los capitalistas individuales, sus clientes y proveedores, hasta descender al abigarrado mundo de la pequeña producción mercantil individual en el que se mueven millones de individuos, buscando todos la “fortuna”. No se puede comprender nada del movimiento de las estructuras e instituciones típicas del “capital colectivo”, de los “capitalistas asociados”, si se prescinde del capital individual y de la producción mercantil. El imperialismo, el monopolio, el capital financiero, el capitalismo de Estado y el capitalismo burocrático se apoyan en la amplia base del capitalismo de viejo tipo, en la propiedad individual de las fuerzas productivas, en las pequeñas y medianas empresas capitalistas, en las relaciones mercantiles, en las relaciones monetarias y en las relaciones de valor.

    El monopolio, en la sociedad burguesa (6), es una mediación entre la propiedad individual de las fuerzas productivas y su carácter colectivo. El monopolio surge como desarrollo e inversión de la producción mercantil de la que vive: toda la ventaja que un capitalista saca del precio y de las condiciones de monopolio tiene su origen en el marco no-monopolista en el que opera el monopolio. Donde no hay libre competencia no puede haber monopolio capitalista, de la misma manera que no puede haber islas sin mar.

    El capital financiero, en la sociedad burguesa, surge y se desarrolla bajo la forma de asociaciones de capitalistas individuales y el dinero asume la forma de títulos de crédito como desarrollo de su forma en oro. Esta sigue siendo también en la sociedad imperialista la amarra más segura del poder personal de cada capitalista, a la cual retorna cada vez que dejan de existir las condiciones que han llevado al dinero a cambiar de forma.

    El colonialismo, el sometimiento y explotación de los países más atrasados surgen y se desarrollan, en la sociedad burguesa, como resultado o instrumento del empeño de los capitalistas de mantener lo más elevada posible la cuota de ganancia de las fracciones individuales de capital.

    El capitalismo de Estado surge y se desarrolla como intervención del Estado y utilización de los recursos políticos de éste para mantener una cuota elevada de ganancia de los capitales privados y capitalistas individuales y tratar las contradicciones entre ellos.

    El capitalismo burocrático (o capitalismo burocrático de Estado) es el tipo de capitalismo que el imperialismo hace surgir en los países atrasados, semifeudales y semicoloniales, combinando los grupos imperialistas, los grandes propietarios de tierras y los grandes banqueros con el poder estatal (7).

    Por tanto, no tiene sentido hablar de imperialismo, monopolio, capital financiero, capitalismo de Estado y capitalismo burocrático, refiriéndose a una sociedad en la que los capitalistas individuales, los capitalistas privados y la producción mercantil no constituyen el tejido básico de la actividad económica de la sociedad. Todas estas tesis ya han sido expuestas por Lenin en el VIII Congreso del PC(b) en su Informe sobre el programa del Partido  del 19 de marzo de 1919 (Obras   completas , vol. 29), criticando las tesis de Bujarin que mantenía que el imperialismo era un nuevo modo de producción que sucedía al capitalismo. Lenin concluía su crítica diciendo:  «El imperialismo puro, sin el fundamento del capitalismo, no ha existido nunca, no existe en ningún lugar ni podrá existir jamás. Se ha generalizado erróneamente todo lo que se ha dicho sobre los consorcios, los carteles, los trusts, el capitalismo financiero, cuando se ha querido presentar a este ultimo como si no se apoyase enteramente sobre la base del viejo capitalismo. (...) Si Marx dice de la manufactura que es una superestructura de la pequeña producción mercantil de masas (El Capital , libro I, cap. 12 ), el imperialismo y el capital financiero son una superestructura del viejo capitalismo. Si se demuele la cima, aparecerá el viejo capitalismo. Decir que existe un imperialismo integral sin el viejo capitalismo, significa confundir los deseos con la realidad».

    No se puede comprender el movimiento económico y político de las sociedades imperialistas si se prescinde de la existencia del viejo capitalismo como fundamento del que surgen continuamente las grandes sociedades y en las que se reparten continuamente grandes capitales, generando multitud de adjudicatarios, sub-adjudicatarios, proveedores, vendedores, aprovechados, aventureros, especuladores, estraperlistas, etc. El capital financiero, el monopolio y la burguesía imperialista son el sector dirigente de la sociedad imperialista: pero si se separa este sector del resto de la sociedad equivale a aislar las tropas de primera línea del resto del ejército y del país. Dicho en otras palabras, el imperialismo no es un nuevo modo de producción diferente del modo de producción capitalista. El imperialismo es la última fase del capitalismo, la antecámara del socialismo. El imperialismo es una superestructura del capitalismo, es la fase degenerativa del modo de producción capitalista que, al ser históricamente superado por el carácter colectivo ya alcanzado por las principales fuerzas productivas, sobrevive a sí mismo. Por otra parte, genera continuamente un nuevo capitalismo en el que se apoya. Concluyendo: el capital colectivo surge, existe y puede existir sólo como superestructura del capital individual, como mediación entre la propiedad individual de las fuerzas productivas y el carácter colectivo de las mismas; el monopolio moderno aparece, existe y sólo puede existir como limitación parcial de la competencia; el capital concentrado y centralizado surge, existe y sólo puede existir en el marco de un gran número de capitales opuestos en tanto que vendedores y compradores, generando continuamente capitales enfrentados en un movimiento centrífugo que se contrapone a su movimiento centrípeto; en la sociedad burguesa, la dirección consciente de todo el movimiento económico de la sociedad (a través del Estado o de “asociaciones privadas” de capitalistas) aparece, existe y sólo puede existir como forma antitética de la unidad social.

    Los revisionistas modernos de los países imperialistas nos han habituado a considerar como fundamental la distinción entre propiedad privada (individual y de asociaciones privadas de capitalistas) y propiedad pública (es decir, de asociaciones públicas de capitalistas, del Estado, etc.). De aquí proviene el hecho de confundir espontáneamente las unidades productivas de un país socialista con las empresas públicas de un país imperialista.

    En las sociedades imperialistas, las sociedades por acciones y los entes económicos públicos (las empresas estatales, las sociedades nacionales, los entes económicos del Estado, de las regiones, de los ayuntamientos, etc.) son una mediación entre la propiedad individual capitalista de las fuerzas productivas que sobrevive como elemento constitutivo principal de la sociedad y el carácter colectivo de las fuerzas productivas. Quien confunda las formas antitéticas de la unidad social (8) con el capitalismo a secas, tomando a estas fuerzas productivas ya colectivas como si fueran toda la estructura económica de la sociedad imperialista (y, por tanto, borrando de un plumazo todo el tejido del viejo capitalismo que constituye la base de la sociedad actual), no puede comprender ni el capitalismo ni el socialismo.
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    Mensaje por Claudio Forján Lun Feb 01, 2016 9:43 pm

    Aunque el debate es interesante, debo advertir que no puedo asegurar tener tiempo suficiente para continuar esta polémica, si se sigue prolongando.

    Saludos.
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    Mensaje por inmundo Mar Feb 02, 2016 12:25 am

    Claudio Forján escribió:
    inmundo escribió:Otra vez estás dejando de lado las tendencias, estableciendo una paridad entre competencia y monopolio, que deja sin explicar varios temas que te señalé arriba. Por ejemplo, el estancamiento de Inglaterra se entiende desde la optica leninista por su senilidad monopolica, no hay otra explicación. Tu propuesta de decir que su causa es el estar en la cima de la pirámide imperialista no es una explicación. No hay relación causal. Por qué "la descomposición de los paises más fuertes en capital?" Cómo se explica? Por el grado de monopolizacion que frena el avance técnico, en los países más avanzados, con mayor concentración y centralización del capital bajo el mando del capital financiero.
    Hay otros casos a examinar, pero creo que conviene ir de a uno, para ganar en claridad.

    Lamento que mi interpretación de "El imperialismo" te deje insatisfecho, pero no puedo desarrollar una interpretación de la obra de Lenin que no comparto. Mi interpretación de las tesis de Lenin parte de que éste no considera las tendencias monopólicas aisladas (solo las aísla en determinados momentos por una razón expositiva), sino en relación estrecha con las tendencias competitivas, precisamente porque aquéllas nacen de éstas. Así, competencia y monopolio forman una unidad indivisible, aunque contradictoria. De hecho, Lenin llega a afirmar categóricamente en algunas de las citas que he expuesto que el monopolio es incapaz de eliminar la competencia de manera permanente en el mercado mundial. Precisamente la crítica de Lenin a Kautsky consiste en que éste rompe el nexo entre las tendencias monopólicas y las competitivas. Mientras Kautsky reduce el imperialismo a una "política preferida", Lenin señala el nexo entre esta política y la propiedad privada y la anarquía de la producción (premisas básicas de la competencia capitalista). Así es tanto en el caso de la "vuelta utópica" al capitalismo "premonopolista" como en el caso del "ultraimperialismo". Suponer que las tendencias monopólicas se imponen completamente sobre las competitivas implica que aquéllas se emancipan de éstas, cosa que contradice el contenido principal de las tesis de Lenin, si las observamos como un todo coherente.

    En el caso de Inglaterra su "monopolización" no se debe únicamente a la concentración de capitales en su interior, sino también a su posición en el mercado mundial basada en su extensión colonial y la posición aventajada de su industria: "desde mediados del siglo pasado, existían en Inglaterra dos importantes rasgos distintivos del imperialismo: inmensas posesiones coloniales y situación de monopolio en el mercado mundial" (capítulo VIII)

    Y la posesión privilegiada de colonias también es un elemento que introduce tendencias al estancamiento y la descomposición: "El monopolio de la posesión de colonias particularmente vastas, ricas o favorablemente situadas, obra en el mismo sentido." (Capítulo VIII)

    Si esta posición monopolista está, como también señala Lenin, amenazada por Alemania, EEUU, Japón, etc., es imposible que la tendencia al freno del avance técnico se imponga por completo (más allá de "periodos determinados"), incluso en países tan avanzados como Inglaterra (no digamos ya si pierde dicha posición monopolista). El monopolio no puede sostenerse sin competir. La tendencia al estancamiento y la descomposición se manifiesta más intensamente en los "países más fuertes en capital", pero no puede imponerse por completo. Si fuera así, el crecimiento no solo se haría más lento en relación a los países emergentes (como apunta Lenin), sino que se detendría. No solo se trata de que la pequeña producción siga existiendo (aunque cada vez más desplazada), sino también de que estos países están insertos en un mercado mundial en el que la competencia no puede ser eliminada permanentemente.

    inmundo escribió:PD, aunque no estemos de acuerdo, me interesa conocer en qué tradición teórica se inscribe esta interpretación de la obra de Lenin. Saludos.

    Creo que algunos dependentistas tienen lecturas parecidas, aunque difieren en algunos aspectos. Pero yo me baso sobre todo en lo que expone el nPCI en su crítica a la teoría del "socialimperialismo" soviético: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

    nPCI escribió:La fase imperialista del capitalismo se caracteriza por la contradicción entre la propiedad individual de las fuerzas productivas (que es un elemento constitutivo esencial del capitalismo) y el carácter colectivo alcanzado por las mismas fuerzas productivas (3). En las sociedades imperialistas, el elemento esencial del capitalismo (la propiedad individual de las fuerzas productivas) encuentra su mediación (4) con el carácter colectivo alcanzado por las fuerzas productivas en el capital colectivo, en las asociaciones de capitalistas o sociedades de capital y en las formas antitéticas de la unidad social. De aquí surgen los monopolios, el capital financiero, el reparto del mundo entre grupos y Estados imperialistas, las empresas multinacionales, las políticas económicas, el capitalismo de Estado, etc. Esta tesis, importante para entender el movimiento económico de las sociedades imperialistas, está expuesta ampliamente en “Rapporti Sociali, nº 4, págs. 5-25.

    En el mismo artículo se demuestra también que la propiedad capitalista colectiva de las fuerzas productivas, lejos de eliminar la propiedad capitalista individual, le abre un nuevo y vasto campo de acción. Es cierto que las principales estructuras productivas (5) se han convertido, en los países imperialistas, en propiedad directa de asociaciones de capitalistas (sociedades por acciones, entes económicos públicos, fondos de seguros u otros organismos del mismo tipo). Pero también es cierto que el capitalista-individual, excluido de la propiedad directa de las estructuras productivas por el hecho de su carácter social, aparece como propietario individual de una cuota de su valor y hace valer como tales los derechos que ya no puede hacer valer completa y directamente con respecto a las estructuras productivas, a pesar del carácter social que éstas han alcanzado. Si, por ejemplo, se consideran las recientes vicisitudes de la Societé Générale de Bélgica, de la Montedison, de Parmalat, de Enron, del Credit Lyonnais, etc. (grandes asociaciones de capitalistas o capitalistas colectivos) aparece inmediatamente el campo de acción que éstas suponen para capitalistas individuales como De Benedetti y Gardini. No se pueden comprender los negocios en los que están mezcladas las grandes sociedades multinacionales (General Motors, Standard Oil of N.Y., Ford Motors, Shell, General Electric, IBM, etc.) si se prescinde de los lazos de éstas con sus grandes accionistas, con los que aspiran a su control ( raiders ), con los aventureros de las finanzas, con la multitud de pequeños accionistas y ahorradores, con los capitalistas individuales, sus clientes y proveedores, hasta descender al abigarrado mundo de la pequeña producción mercantil individual en el que se mueven millones de individuos, buscando todos la “fortuna”. No se puede comprender nada del movimiento de las estructuras e instituciones típicas del “capital colectivo”, de los “capitalistas asociados”, si se prescinde del capital individual y de la producción mercantil. El imperialismo, el monopolio, el capital financiero, el capitalismo de Estado y el capitalismo burocrático se apoyan en la amplia base del capitalismo de viejo tipo, en la propiedad individual de las fuerzas productivas, en las pequeñas y medianas empresas capitalistas, en las relaciones mercantiles, en las relaciones monetarias y en las relaciones de valor.

    El monopolio, en la sociedad burguesa (6), es una mediación entre la propiedad individual de las fuerzas productivas y su carácter colectivo. El monopolio surge como desarrollo e inversión de la producción mercantil de la que vive: toda la ventaja que un capitalista saca del precio y de las condiciones de monopolio tiene su origen en el marco no-monopolista en el que opera el monopolio. Donde no hay libre competencia no puede haber monopolio capitalista, de la misma manera que no puede haber islas sin mar.

    El capital financiero, en la sociedad burguesa, surge y se desarrolla bajo la forma de asociaciones de capitalistas individuales y el dinero asume la forma de títulos de crédito como desarrollo de su forma en oro. Esta sigue siendo también en la sociedad imperialista la amarra más segura del poder personal de cada capitalista, a la cual retorna cada vez que dejan de existir las condiciones que han llevado al dinero a cambiar de forma.

    El colonialismo, el sometimiento y explotación de los países más atrasados surgen y se desarrollan, en la sociedad burguesa, como resultado o instrumento del empeño de los capitalistas de mantener lo más elevada posible la cuota de ganancia de las fracciones individuales de capital.

    El capitalismo de Estado surge y se desarrolla como intervención del Estado y utilización de los recursos políticos de éste para mantener una cuota elevada de ganancia de los capitales privados y capitalistas individuales y tratar las contradicciones entre ellos.

    El capitalismo burocrático (o capitalismo burocrático de Estado) es el tipo de capitalismo que el imperialismo hace surgir en los países atrasados, semifeudales y semicoloniales, combinando los grupos imperialistas, los grandes propietarios de tierras y los grandes banqueros con el poder estatal (7).

    Por tanto, no tiene sentido hablar de imperialismo, monopolio, capital financiero, capitalismo de Estado y capitalismo burocrático, refiriéndose a una sociedad en la que los capitalistas individuales, los capitalistas privados y la producción mercantil no constituyen el tejido básico de la actividad económica de la sociedad. Todas estas tesis ya han sido expuestas por Lenin en el VIII Congreso del PC(b) en su Informe sobre el programa del Partido  del 19 de marzo de 1919 (Obras   completas , vol. 29), criticando las tesis de Bujarin que mantenía que el imperialismo era un nuevo modo de producción que sucedía al capitalismo. Lenin concluía su crítica diciendo:  «El imperialismo puro, sin el fundamento del capitalismo, no ha existido nunca, no existe en ningún lugar ni podrá existir jamás. Se ha generalizado erróneamente todo lo que se ha dicho sobre los consorcios, los carteles, los trusts, el capitalismo financiero, cuando se ha querido presentar a este ultimo como si no se apoyase enteramente sobre la base del viejo capitalismo. (...) Si Marx dice de la manufactura que es una superestructura de la pequeña producción mercantil de masas (El Capital , libro I, cap. 12 ), el imperialismo y el capital financiero son una superestructura del viejo capitalismo. Si se demuele la cima, aparecerá el viejo capitalismo. Decir que existe un imperialismo integral sin el viejo capitalismo, significa confundir los deseos con la realidad».

    No se puede comprender el movimiento económico y político de las sociedades imperialistas si se prescinde de la existencia del viejo capitalismo como fundamento del que surgen continuamente las grandes sociedades y en las que se reparten continuamente grandes capitales, generando multitud de adjudicatarios, sub-adjudicatarios, proveedores, vendedores, aprovechados, aventureros, especuladores, estraperlistas, etc. El capital financiero, el monopolio y la burguesía imperialista son el sector dirigente de la sociedad imperialista: pero si se separa este sector del resto de la sociedad equivale a aislar las tropas de primera línea del resto del ejército y del país. Dicho en otras palabras, el imperialismo no es un nuevo modo de producción diferente del modo de producción capitalista. El imperialismo es la última fase del capitalismo, la antecámara del socialismo. El imperialismo es una superestructura del capitalismo, es la fase degenerativa del modo de producción capitalista que, al ser históricamente superado por el carácter colectivo ya alcanzado por las principales fuerzas productivas, sobrevive a sí mismo. Por otra parte, genera continuamente un nuevo capitalismo en el que se apoya. Concluyendo: el capital colectivo surge, existe y puede existir sólo como superestructura del capital individual, como mediación entre la propiedad individual de las fuerzas productivas y el carácter colectivo de las mismas; el monopolio moderno aparece, existe y sólo puede existir como limitación parcial de la competencia; el capital concentrado y centralizado surge, existe y sólo puede existir en el marco de un gran número de capitales opuestos en tanto que vendedores y compradores, generando continuamente capitales enfrentados en un movimiento centrífugo que se contrapone a su movimiento centrípeto; en la sociedad burguesa, la dirección consciente de todo el movimiento económico de la sociedad (a través del Estado o de “asociaciones privadas” de capitalistas) aparece, existe y sólo puede existir como forma antitética de la unidad social.

    Los revisionistas modernos de los países imperialistas nos han habituado a considerar como fundamental la distinción entre propiedad privada (individual y de asociaciones privadas de capitalistas) y propiedad pública (es decir, de asociaciones públicas de capitalistas, del Estado, etc.). De aquí proviene el hecho de confundir espontáneamente las unidades productivas de un país socialista con las empresas públicas de un país imperialista.

    En las sociedades imperialistas, las sociedades por acciones y los entes económicos públicos (las empresas estatales, las sociedades nacionales, los entes económicos del Estado, de las regiones, de los ayuntamientos, etc.) son una mediación entre la propiedad individual capitalista de las fuerzas productivas que sobrevive como elemento constitutivo principal de la sociedad y el carácter colectivo de las fuerzas productivas. Quien confunda las formas antitéticas de la unidad social (Cool con el capitalismo a secas, tomando a estas fuerzas productivas ya colectivas como si fueran toda la estructura económica de la sociedad imperialista (y, por tanto, borrando de un plumazo todo el tejido del viejo capitalismo que constituye la base de la sociedad actual), no puede comprender ni el capitalismo ni el socialismo.

    Gracias por la referencia, ahora entiendo un poco mejor la posición. Justamente por lo largo que se está haciendo el debate, propongo reducirnos a un solo punto por vez, y si no podemos avanzar, dejar la discusión para otro momento.
    Me parece que podemos estar de acuerdo en la convivencia de la libre competencia y el monopolio en Lenin, por lo que no haría falta volver sobre eso. La cuestión es si existe una tendencia dominante en uno u otro sentido. Vos parece que decís que sí, que hay una tendencia un poco más determinada por el lado monopólico de la contradicción, pero que esto no determina una tendencia al estancamiento, sino sólo momentos y lugares particulares de estancamiento, dentro de un contexto de crecimiento desigual.
    Yo digo que tal tendencia se impone a pesar de ser negada parcialmente por la competencia, y que esto determina que también se imponga la tendencia estancacionista.
    La cuestión es cómo resolver cuál de las dos lecturas es más fiel a Lenin. Mi método consiste en tomar ideas claras y contundentes expresadas en el texto, y ver si son más compatibles con una u otra de las alternativas.
    -primero, si Lenin afirma que es imposible el retorno al mundo de la libre concurrencia, esto significa que estamos en otro mundo (dentro del mismo modo de producción), uno de monopolios que conviven contradictoriamente con la competencia. Hay que ver entonces, qué dinámica implicará esto.
    -si Lenin afirma que los países más abundantes en capital, tienden al estancamiento, aunque sea como vos decís, de forma no absoluta, esto significa que se impone la tendencia. Sino Lenin no diría lo anterior, sino que hablaría de trabas y solamente de trabas. Pero dice explícitamente estancamiento y descomposición. A esto agrega que sus estados se convierten en rentistas, que sería la forma que toma "el estado del capitalismo parasitario y en descomposición" cuyos ingresos derivan crecientemente de los intereses de la deuda y del saqueo colonial...por lo tanto, el estancamiento no impide el crecimiento, mientras continúe el flujo rentista hacia la metrópolis. Y donde dice eso, en el cap 8, dice claramente que la tendencia de las grandes potencias es cada vez parecerse más a eso, primero Holanda, luego Inglaterra, Francia, y crecientemente Alemania. Esto solo podría decirse desde la idea de que la tendencia monopolica y su corolario estancacionista se vuelven más fuertes, no se limitan a convivir con la competencia. Se vuelven la "base económica del imperialismo". La misma exportación creciente de capitales sería un síntoma de la imposibilidad de invertir en la metropoli o de realizar allí el valor de los productos. Otro indicio es que para Lenin las crisis eran causadas por el subconsumo, a diferencia de Marx.
    Si a este fortalecimiento de la tendencia, le sumamos lo anterior, respecto a la imposibilidad de volver a una etapa previa, se hace bastante nítida la caracterización.


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    Mensaje por NacionalComunista Miér Feb 03, 2016 10:06 am

    Pero aunque se hundiera el capitalismo como tal yo no veo que la gente sepa hacer el socialismo, ya ni siquiera digo a la gente común que ni sabe de esto, sino incluso entre las propias filas de las camaradas, ese es el problema. Hay que hacer y construir una alternativa, empezar desde ya. Y se requiere mucho estudio, análisis y datos que sirvan en la práctica.
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    Mensaje por inmundo Miér Feb 03, 2016 12:14 pm

    NacionalComunista escribió:Pero aunque se hundiera el capitalismo como tal yo no veo que la gente sepa hacer el socialismo, ya ni siquiera digo a la gente común que ni sabe de esto, sino incluso entre las propias filas de las camaradas, ese es el problema. Hay que hacer y construir una alternativa, empezar desde ya. Y se requiere mucho estudio, análisis y datos que sirvan en la práctica.

    El capitalismo no se va a hundir solo. Hay que criticar las experiencias pasadas que usurparon el nombre del socialismo, y liberarse de una vez por todas de la infiltración de ideas burguesas en el marxismo, como el estatismo, nacionalismo, parlamentarismo...

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