MUJER, ISLAMISMO POLITICO, FEMINISMO Y LAICISMO: ENTREVISTA SIN DESPERDICIO.
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Marieme Hélie-Lucas ha sido la fundadora de la Red de Mujeres bajo la Ley Musulmana, así como coordinadora internacional de Secularism Is A Women’s Issue (El laicismo es cosa de mujeres).
"La derecha musulmana no sobreviviría ni, menos, prosperaría sin la activa bendición ideológica ofrecida por muchos liberales progresistas, militantes de los derechos humanos y hasta, ¡válgame el cielo!, gentes de izquierda y hasta feministas. Necesitamos combatir en los dos frentes simultáneamente: contra la discriminación, la marginación y el racismo, por un lado, y contra la extrema derecha musulmana, por el otro".
"El “Islam político” es un movimiento popular y populista. Es preciso reocupar este terreno perdido que ha sido el suelo nutricio de la radicalización de muchachos –y ahora también de muchachas— gracias al trabajo social prestado por la extrema derecha musulmana: campamentos y clubs deportivos juveniles, tutorías postescolares, sermones, distribución gratuita de vestimenta (incluida por supuesto la llamada “indumentaria islámica”) y libros (incluida, obvio es decirlo, bibliografía fundamentalista), así como, por terminar en algún sitio, ayuda material prestada a los hogares cuando acababa de morir quien traía el sustento a casa".
"Hay muchos creyentes musulmanes moderados, muchísima gente moderada de ascendente y contexto musulmanes, pero no puede haber “islamistas moderados”. Es una contradicción en los términos; ¡como si pudiera haber “fascistas moderados”! Necesitamos ser mucho más puntillosos con los conceptos que usamos."
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Marieme Hélie-Lucas ha sido la fundadora de la Red de Mujeres bajo la Ley Musulmana, así como coordinadora internacional de Secularism Is A Women’s Issue (El laicismo es cosa de mujeres).
"La derecha musulmana no sobreviviría ni, menos, prosperaría sin la activa bendición ideológica ofrecida por muchos liberales progresistas, militantes de los derechos humanos y hasta, ¡válgame el cielo!, gentes de izquierda y hasta feministas. Necesitamos combatir en los dos frentes simultáneamente: contra la discriminación, la marginación y el racismo, por un lado, y contra la extrema derecha musulmana, por el otro".
"El “Islam político” es un movimiento popular y populista. Es preciso reocupar este terreno perdido que ha sido el suelo nutricio de la radicalización de muchachos –y ahora también de muchachas— gracias al trabajo social prestado por la extrema derecha musulmana: campamentos y clubs deportivos juveniles, tutorías postescolares, sermones, distribución gratuita de vestimenta (incluida por supuesto la llamada “indumentaria islámica”) y libros (incluida, obvio es decirlo, bibliografía fundamentalista), así como, por terminar en algún sitio, ayuda material prestada a los hogares cuando acababa de morir quien traía el sustento a casa".
"Hay muchos creyentes musulmanes moderados, muchísima gente moderada de ascendente y contexto musulmanes, pero no puede haber “islamistas moderados”. Es una contradicción en los términos; ¡como si pudiera haber “fascistas moderados”! Necesitamos ser mucho más puntillosos con los conceptos que usamos."