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La que hasta la fecha se denominaba como Juventud Comunista de la Ribera, de quien se puede leer su Manifiesto Constituyente en un post publicado en este foro: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Ha decidido cambiar su nombre al de Juventud Comunista Revolucionaria, su nuevo dominio web es el siguiente: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Asimismo, los camaradas de dicha organización han publicado una octavilla sobre la Revolución de Octubre que se puede leer online: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Octubre y su legado:
Este año se cumple el centenario de la Gran Revolución Socialista de Octubre. Este hito en la historia de la clase obrera, que prendería la mecha de la transformación revolucionaria de la sociedad por más de un siglo, es la culminación de décadas de lucha por parte del proletariado ruso y su vanguardia para sepultar la sociedad de clases. Lejos de ser el comienzo, la Revolución de Octubre es un momento del proceso iniciado por el grupo Emancipación del Trabajo. Reducir la Revolución a la insurrección, prescindiendo del esfuerzo de la vanguardia marxista, en especial de la genialidad del Partido Bolchevique para manejarse en el torbellino que era la Rusia feudal de 1917, es dejarse guiar por las apariencias sin penetrar en la esencia.
El oportunismo, agente de la burguesía en el seno del movimiento obrero, ha acudido presto a su tarea de tergiversación de la experiencia histórica del proletariado. En un momento en el que la barbarie, que el capitalismo origina, muestra su faz al mundo, en lugar de explicar a los explotados como acabar con ella, nuestros oportunistas pretenden reducir el legado y el espíritu de Octubre a una prédica abstracta de la paz. Cuando el terror capitalista impone su dictadura a sangre y fuego a lo largo y ancho del globo y la única fuerza capaz de detenerlo -que no es otra que el movimiento revolucionario del proletariado- se encuentra en un estado de absoluta liquidación, ¡los oportunistas se apresuran a legitimar semejante situación!
En cambio, los comunistas revolucionarios entendemos que la educación ideológica de nuestra clase es imprescindible para conseguir la supresión del actual sistema de explotación. Lejos de embellecer el capitalismo mediante llamamientos a la paz y la concordia entre clases, mostramos que la guerra no es producto de la maldad, sino del desarrollo del capitalismo y que, mientras este sistema perdure, la guerra es inevitable. La guerra es la continuación de la política por otros medios, y no podemos pretender disociar la guerra del régimen social del que emana. Alimentar falsas ilusiones sobre la paz bajo el Imperialismo capitalista significa engañar a la clase obrera para que no se libere del yugo que la somete.
Los comunistas no tratamos de engañar a la clase obrera, mostramos sin ambages que la violencia es la partera de toda sociedad vieja que lleva en sus entrañas otra nueva. Explicamos que tan solo mediante la revolución proletaria, que es violenta y representa la lucha más abnegada, más decidida y enconada contra la dictadura tiránica de la burguesía, solo de este modo, se puede comenzar a cimentar la paz mundial. Bajo el capitalismo, la paz únicamente puede ser paz imperialista, es decir, paz para el saqueo y el sojuzgamiento de la inmensa mayoría de naciones por un puñado de países ricos; paz para la represión del movimiento obrero. Solo la guerra civil revolucionaria del proletariado dirigida por el Partido Comunista es capaz de esculpir un mundo donde la explotación y el saqueo no tengan cabida. Este y no otro es el legado de Octubre. Luchar por la paz consiste, en primer lugar, en declarar la verdad: la guerra es inherente al desarrollo del capitalismo y el único camino que existe para liquidarla es el de la revolución proletaria por medio del mar armado de masas. La burguesía no se hará a un lado de otro modo que por la fuerza del fusil. De la boca del fusil nace el poder.
Declarar y propagar la verdad es necesario, pero es insuficiente. La experiencia histórica nos enseña que el proletariado sin su Partido Comunista es impotente ante el discurrir de la realidad y acaba condenado a la eterna resistencia. Hoy, el trabajo revolucionario se cifra en la lucha por la Reconstitución del Partido Comunista. Esta lucha se encuentra en la fase de Reconstitución ideológica del Comunismo, fase que consiste en la conquista de la vanguardia para la Revolución Proletaria. Dotar al proletariado de una vanguardia a la altura de las circunstancias, he ahí la tarea de la Revolución hoy día. Solo así estaremos trabajando por la verdadera paz.
¡Viva el centenario de la Gran Revolución Socialista de Octubre!
¡Por la Reconstitución ideológica y política del comunismo!
¡Solo la dictadura revolucionaria del proletariado puede aplastar al capitalismo!
Juventud Comunista Revolucionaria
Ha decidido cambiar su nombre al de Juventud Comunista Revolucionaria, su nuevo dominio web es el siguiente: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Asimismo, los camaradas de dicha organización han publicado una octavilla sobre la Revolución de Octubre que se puede leer online: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Octubre y su legado:
Este año se cumple el centenario de la Gran Revolución Socialista de Octubre. Este hito en la historia de la clase obrera, que prendería la mecha de la transformación revolucionaria de la sociedad por más de un siglo, es la culminación de décadas de lucha por parte del proletariado ruso y su vanguardia para sepultar la sociedad de clases. Lejos de ser el comienzo, la Revolución de Octubre es un momento del proceso iniciado por el grupo Emancipación del Trabajo. Reducir la Revolución a la insurrección, prescindiendo del esfuerzo de la vanguardia marxista, en especial de la genialidad del Partido Bolchevique para manejarse en el torbellino que era la Rusia feudal de 1917, es dejarse guiar por las apariencias sin penetrar en la esencia.
El oportunismo, agente de la burguesía en el seno del movimiento obrero, ha acudido presto a su tarea de tergiversación de la experiencia histórica del proletariado. En un momento en el que la barbarie, que el capitalismo origina, muestra su faz al mundo, en lugar de explicar a los explotados como acabar con ella, nuestros oportunistas pretenden reducir el legado y el espíritu de Octubre a una prédica abstracta de la paz. Cuando el terror capitalista impone su dictadura a sangre y fuego a lo largo y ancho del globo y la única fuerza capaz de detenerlo -que no es otra que el movimiento revolucionario del proletariado- se encuentra en un estado de absoluta liquidación, ¡los oportunistas se apresuran a legitimar semejante situación!
En cambio, los comunistas revolucionarios entendemos que la educación ideológica de nuestra clase es imprescindible para conseguir la supresión del actual sistema de explotación. Lejos de embellecer el capitalismo mediante llamamientos a la paz y la concordia entre clases, mostramos que la guerra no es producto de la maldad, sino del desarrollo del capitalismo y que, mientras este sistema perdure, la guerra es inevitable. La guerra es la continuación de la política por otros medios, y no podemos pretender disociar la guerra del régimen social del que emana. Alimentar falsas ilusiones sobre la paz bajo el Imperialismo capitalista significa engañar a la clase obrera para que no se libere del yugo que la somete.
Los comunistas no tratamos de engañar a la clase obrera, mostramos sin ambages que la violencia es la partera de toda sociedad vieja que lleva en sus entrañas otra nueva. Explicamos que tan solo mediante la revolución proletaria, que es violenta y representa la lucha más abnegada, más decidida y enconada contra la dictadura tiránica de la burguesía, solo de este modo, se puede comenzar a cimentar la paz mundial. Bajo el capitalismo, la paz únicamente puede ser paz imperialista, es decir, paz para el saqueo y el sojuzgamiento de la inmensa mayoría de naciones por un puñado de países ricos; paz para la represión del movimiento obrero. Solo la guerra civil revolucionaria del proletariado dirigida por el Partido Comunista es capaz de esculpir un mundo donde la explotación y el saqueo no tengan cabida. Este y no otro es el legado de Octubre. Luchar por la paz consiste, en primer lugar, en declarar la verdad: la guerra es inherente al desarrollo del capitalismo y el único camino que existe para liquidarla es el de la revolución proletaria por medio del mar armado de masas. La burguesía no se hará a un lado de otro modo que por la fuerza del fusil. De la boca del fusil nace el poder.
Declarar y propagar la verdad es necesario, pero es insuficiente. La experiencia histórica nos enseña que el proletariado sin su Partido Comunista es impotente ante el discurrir de la realidad y acaba condenado a la eterna resistencia. Hoy, el trabajo revolucionario se cifra en la lucha por la Reconstitución del Partido Comunista. Esta lucha se encuentra en la fase de Reconstitución ideológica del Comunismo, fase que consiste en la conquista de la vanguardia para la Revolución Proletaria. Dotar al proletariado de una vanguardia a la altura de las circunstancias, he ahí la tarea de la Revolución hoy día. Solo así estaremos trabajando por la verdadera paz.
¡Viva el centenario de la Gran Revolución Socialista de Octubre!
¡Por la Reconstitución ideológica y política del comunismo!
¡Solo la dictadura revolucionaria del proletariado puede aplastar al capitalismo!
Juventud Comunista Revolucionaria
