La crisis capitalista es el síntoma de la enfermedad que es el capitalismo. La burguesía y sus partidos políticos quieren cargarles el muerto a los trabajadores y aprovechan para introducir medidas reaccionarias que llevan años intentando hacer entrar en vigor. Incluso, mejor un partido socialdemócrata que un partido conservador para introducir medidas antipopulares, como bien dice Aleka Paparika, secretaria general del CC del KKE:
“Un gobierno socialdemócrata es más capaz que un gobierno conservador para imponer las duras medidas antilaborales ya que controla al liderazgo del movimiento sindical de los trabajadores, de los pequeños comerciantes y los autónomos.”
A los trabajadores del Metro de Madrid les quieren recortar un 5% aun cuando esto viola el convenio actual. Su huelga de los días 28, 29 y 30 de Junio es magistral. El primer día hubo servicios mínimos, el segundo y el tercero no.
No obstante, la burguesía y el capital se han puesto manos a la obra y no han tardado en poner en marcha su máquina de contrapropaganda, intentando criminalizar a los compañeros trabajadores de Metro. Desde los mass media no han parado de insultar y amenazar, calumniar y desacreditar a trabajadores en huelga y sindicatos, tanto en prensa escrita, como en radio y televisión. Y lo han dicho y repetido una y otra vez, y otra, y otra, de manera que parezca que su opinión, la de una ínfima minoría, es la opinión mayoritaria y de sentido común. Vamos con los ejemplos más claros:
El País dice: “Los trabajadores dan la salida a la huelga SALVAJE de Metro.” Al igual que El Mundo: “…la huelga SALVAJE de Metro…”. Curioso denominar “salvaje” a una huelga pacífica que transcurre por los cauces de la más absoluta normalidad. Una "huelga salvaje" es aquella que se organiza sin previo aviso y/o aquella en la que no se respetan los servicios mínimos, pero esto a los mass media no les interesa explicarlo. Dejan que el lector medio, un lector caracterizado principalmente por ser un completo lerdo, se quede con la connotación negativa que implica el término "salvaje". Algún medio, no todos, han puesto la palabra salvaje entrecomillas, pero ninguno ha explicado su significado.
El ABC comenta que hay “caos en Madrid por la huelga de Metro” al “no respetar los servicios mínimos” los trabajadores. Preguntamos nosotros, ¿quién respeta los derechos de los trabajadores? Obsérvese como se utiliza la palabra más peyorativa para calificar la situación provocada por una huelga de transporte público como el Metro de Madrid que traslada diariamente en torno a los 2,2 millones de personas. Este “caos” es normal con una huelga así. Para eso es la huelga. El incumplimiento de estos servicios mínimos es una muestra del valor de los trabajadores que al tomar esta decisión ponen en riesgo sus puestos de trabajo, aun más si cabe. El caos organizado no es más que la demostración de que esta huelga es existosa. Es un golpe de clase a la oligarquía madrileña. Ha generado el "caos" entre millones de trabajadores, que son los que utilizan dicho transporte, que no han ido hoy a trabajar, pero que quizás mañana se sumen a la lucha. Estos trabajadores deben recibir el mensaje que un puñado de trabajadores del Metro les han lanzado; con movilización y lucha, se puede conseguir todo lo que uno se proponga. Ese puñado de trabajadores han paralizado la capital del estado y ha despertado miles de conciencias. Más lindezas de ABC: “A lo largo de toda la mañana la huelga de Metro ha provocado GRANDES PROBLEMAS en Madrid.” Es decir, según ABC la huelga es igual a “gran problema”. Y sigue: “El INCUMPLIMIENTO de los servicios mínimos…”. Esto es muy osado, cuando la Comunidad de Madrid, con quien ABC es más bien benevolente y condescendiente, quiere INCUMPLIR la ley y el convenio vigente con el recorte salarial.
Ahora con una selección de las perlas de gentuza con las que se nos viene machacando continuamente por radio y televisión.
La clase dominante, en forma de Dirección General de Consumo (no olvidemos que el capitalismo nos domestica para que seamos animales consumistas) ha declarado que “el gran perjudicado es el consumidor”. Efectivamente, al no poder desplazarse, el consumidor no consume en sus centros habituales, pero a su vez, el proveedor no provee, por lo que el dinero no circula. Esto no le gusta a la burguesía que se deleita con la circulación del dinero hasta que llega a sus manos. Intentan defender al consumidor, cuando lo que hacen es defender sus intereses, como siempre. Por ello piden que restablezcan los servicios mínimos y se normalice el servicio cuanto antes.
Esperanza Aguirre, nuestra Espe, la imbécil, aparte de llamar chantajistas a los huelguistas apuntó que el hecho de no respetar los servicios mínimos "reviste una enorme gravedad porque los representantes legítimos de 7.000 trabajadores no pueden poner en jaque a 6.400.000 madrileños". Lo que reviste una enorme gravedad es la política de tu partido, bonita. No se puede uno saltar a la torera un convenio negociado y pactado porque “todxs tenemos que apretarnos el cinturón”. Nos lo apretamos mientras los mismos de siempre se enriquecen sin parar. Además, y no sería nuestra Espe si no hiciera estas imbecilidades, ha instado a la Fiscalía a que investigue si las palabras de un sindicalista que este lunes decía “Madrid va a reventar” son causa de un delito. Acojonante lo de este esperpento.
José Ignacio Echeverría, consejero de Transporte de la Comunidad de Madrid, anunció que iba a abrir expediente a todos los trabajadores de Metro. Nosotros suponemos que los esquiroles que esta mañana intentaron desarrollar su jornada laboral están incluidos en “todos los trabajadores de Metro”. Esos son los que se merecen que se les abra un expediente. Bueno, eso y un martillazo en la cabeza, por esquirol. En declaraciones a Telemadrid o Tele-Espe for the friends, dijo que “no va a haber negociación mientras los servicios mínimos no se respeten. Después, ya veremos". ¿Después ya veremos? ¡Esto es fascismo puro! Que dejen de pedir ya el respeto a unos servicios mínimos que ellos exigen que sean del 50% de un día normal, algo completamente abusivo.
Alfredo Pérez Rubalcaba ha ofrecido la ayuda del Ministerio del Interior a Espe. 4000 policías y guardias civiles (3500 más en que un día normal) desplegados por el metro. ¿Es necesario este despliegue en una huelga pacífica donde se le pretenden robar derechos legítimos a los trabajadores? Suena a provocación del capital.
Elena Salgado, ministra de Economía y Hacienda, ha declarado a sus lacayos de la SER: "Tengo absoluto respeto al derecho de huelga, pero ese derecho también tiene que estar por parte de los trabajadores a los servicios mínimos". Bien puntualizado, socialdemócrata de pacotilla, bien puntualizado. O sea, que unos servicios mínimos del 50% es lo suyo cuando defiendes los derechos que te pretenden arrebatar,¿ no? Para que vayan tus hijos cómodos a estudiar. Hay una razón para que no se respeten, como creemos que ha quedado claro.
José Blanco, ministro de Fomento, otro crack de la pequeña pantalla, ha hecho un llamamiento a los sindicatos para que respeten la ley y los servicios mínimos y les ha recordado que en un estado de derecho todo el mundo está obligado a cumplir con la Ley. ¡Cómo se le llena la boca a esta gente con el “estado de derecho”! Un “estado de derecho” que pretende robarle parte de su sueldo por la cara a los trabajadores honrados.
Como decía Marx, una huelga es una pequeña guerra civil, lo cual queda demostrado con el refuerzo policial y por el linchamiento propagandístico al que los huelguistas están siendo sometidos. Por tanto, los trabajadores hacen bien en no realizar los servicios mínimos, ya que ningún fascineroso de "izquierdas" o de derecha nos va a decir como luchar. Desde la “izquierda” y la derecha se hacen llamamientos a que se reanuden los servicios mínimos, y culpan directamente a los huelguistas por el “caos” provocado, aduciendo que “no respetan” el derecho de los servicios mínimos en una huelga que califican de “salvaje”. Esto es lenguaje filofascista, una criminalización del trabajador que lleva a cabo su derecho a huelga, derecho constitucional, en un supuesto “estado de derecho”. Hay que tener cara.
De la huelga, y sus consecuencias, no son culpables los trabajadores de Metro, cuyo comportamiento es ejemplar. Es culpable directa la Comunidad de Madrid y su decisión de recortarles el salario a los obreros de Metro, pasándose por la bolsa escrotal el convenio y los derechos fundamentales de los trabajadores.
TRABAJADORES EN LUCHA, PARALIZANDO LA CIUDAD Y DEFENDIENDO SUS DERECHOS!!!
NI UN SOLO PASO ATRÁS!!!
http://rsamadrid.wordpress.com/2010/06/30/sobre-la-huelga-de-los-trabajadores-del-metro-de-madrid/
“Un gobierno socialdemócrata es más capaz que un gobierno conservador para imponer las duras medidas antilaborales ya que controla al liderazgo del movimiento sindical de los trabajadores, de los pequeños comerciantes y los autónomos.”
A los trabajadores del Metro de Madrid les quieren recortar un 5% aun cuando esto viola el convenio actual. Su huelga de los días 28, 29 y 30 de Junio es magistral. El primer día hubo servicios mínimos, el segundo y el tercero no.
No obstante, la burguesía y el capital se han puesto manos a la obra y no han tardado en poner en marcha su máquina de contrapropaganda, intentando criminalizar a los compañeros trabajadores de Metro. Desde los mass media no han parado de insultar y amenazar, calumniar y desacreditar a trabajadores en huelga y sindicatos, tanto en prensa escrita, como en radio y televisión. Y lo han dicho y repetido una y otra vez, y otra, y otra, de manera que parezca que su opinión, la de una ínfima minoría, es la opinión mayoritaria y de sentido común. Vamos con los ejemplos más claros:
El País dice: “Los trabajadores dan la salida a la huelga SALVAJE de Metro.” Al igual que El Mundo: “…la huelga SALVAJE de Metro…”. Curioso denominar “salvaje” a una huelga pacífica que transcurre por los cauces de la más absoluta normalidad. Una "huelga salvaje" es aquella que se organiza sin previo aviso y/o aquella en la que no se respetan los servicios mínimos, pero esto a los mass media no les interesa explicarlo. Dejan que el lector medio, un lector caracterizado principalmente por ser un completo lerdo, se quede con la connotación negativa que implica el término "salvaje". Algún medio, no todos, han puesto la palabra salvaje entrecomillas, pero ninguno ha explicado su significado.
El ABC comenta que hay “caos en Madrid por la huelga de Metro” al “no respetar los servicios mínimos” los trabajadores. Preguntamos nosotros, ¿quién respeta los derechos de los trabajadores? Obsérvese como se utiliza la palabra más peyorativa para calificar la situación provocada por una huelga de transporte público como el Metro de Madrid que traslada diariamente en torno a los 2,2 millones de personas. Este “caos” es normal con una huelga así. Para eso es la huelga. El incumplimiento de estos servicios mínimos es una muestra del valor de los trabajadores que al tomar esta decisión ponen en riesgo sus puestos de trabajo, aun más si cabe. El caos organizado no es más que la demostración de que esta huelga es existosa. Es un golpe de clase a la oligarquía madrileña. Ha generado el "caos" entre millones de trabajadores, que son los que utilizan dicho transporte, que no han ido hoy a trabajar, pero que quizás mañana se sumen a la lucha. Estos trabajadores deben recibir el mensaje que un puñado de trabajadores del Metro les han lanzado; con movilización y lucha, se puede conseguir todo lo que uno se proponga. Ese puñado de trabajadores han paralizado la capital del estado y ha despertado miles de conciencias. Más lindezas de ABC: “A lo largo de toda la mañana la huelga de Metro ha provocado GRANDES PROBLEMAS en Madrid.” Es decir, según ABC la huelga es igual a “gran problema”. Y sigue: “El INCUMPLIMIENTO de los servicios mínimos…”. Esto es muy osado, cuando la Comunidad de Madrid, con quien ABC es más bien benevolente y condescendiente, quiere INCUMPLIR la ley y el convenio vigente con el recorte salarial.
Ahora con una selección de las perlas de gentuza con las que se nos viene machacando continuamente por radio y televisión.
La clase dominante, en forma de Dirección General de Consumo (no olvidemos que el capitalismo nos domestica para que seamos animales consumistas) ha declarado que “el gran perjudicado es el consumidor”. Efectivamente, al no poder desplazarse, el consumidor no consume en sus centros habituales, pero a su vez, el proveedor no provee, por lo que el dinero no circula. Esto no le gusta a la burguesía que se deleita con la circulación del dinero hasta que llega a sus manos. Intentan defender al consumidor, cuando lo que hacen es defender sus intereses, como siempre. Por ello piden que restablezcan los servicios mínimos y se normalice el servicio cuanto antes.
Esperanza Aguirre, nuestra Espe, la imbécil, aparte de llamar chantajistas a los huelguistas apuntó que el hecho de no respetar los servicios mínimos "reviste una enorme gravedad porque los representantes legítimos de 7.000 trabajadores no pueden poner en jaque a 6.400.000 madrileños". Lo que reviste una enorme gravedad es la política de tu partido, bonita. No se puede uno saltar a la torera un convenio negociado y pactado porque “todxs tenemos que apretarnos el cinturón”. Nos lo apretamos mientras los mismos de siempre se enriquecen sin parar. Además, y no sería nuestra Espe si no hiciera estas imbecilidades, ha instado a la Fiscalía a que investigue si las palabras de un sindicalista que este lunes decía “Madrid va a reventar” son causa de un delito. Acojonante lo de este esperpento.
José Ignacio Echeverría, consejero de Transporte de la Comunidad de Madrid, anunció que iba a abrir expediente a todos los trabajadores de Metro. Nosotros suponemos que los esquiroles que esta mañana intentaron desarrollar su jornada laboral están incluidos en “todos los trabajadores de Metro”. Esos son los que se merecen que se les abra un expediente. Bueno, eso y un martillazo en la cabeza, por esquirol. En declaraciones a Telemadrid o Tele-Espe for the friends, dijo que “no va a haber negociación mientras los servicios mínimos no se respeten. Después, ya veremos". ¿Después ya veremos? ¡Esto es fascismo puro! Que dejen de pedir ya el respeto a unos servicios mínimos que ellos exigen que sean del 50% de un día normal, algo completamente abusivo.
Alfredo Pérez Rubalcaba ha ofrecido la ayuda del Ministerio del Interior a Espe. 4000 policías y guardias civiles (3500 más en que un día normal) desplegados por el metro. ¿Es necesario este despliegue en una huelga pacífica donde se le pretenden robar derechos legítimos a los trabajadores? Suena a provocación del capital.
Elena Salgado, ministra de Economía y Hacienda, ha declarado a sus lacayos de la SER: "Tengo absoluto respeto al derecho de huelga, pero ese derecho también tiene que estar por parte de los trabajadores a los servicios mínimos". Bien puntualizado, socialdemócrata de pacotilla, bien puntualizado. O sea, que unos servicios mínimos del 50% es lo suyo cuando defiendes los derechos que te pretenden arrebatar,¿ no? Para que vayan tus hijos cómodos a estudiar. Hay una razón para que no se respeten, como creemos que ha quedado claro.
José Blanco, ministro de Fomento, otro crack de la pequeña pantalla, ha hecho un llamamiento a los sindicatos para que respeten la ley y los servicios mínimos y les ha recordado que en un estado de derecho todo el mundo está obligado a cumplir con la Ley. ¡Cómo se le llena la boca a esta gente con el “estado de derecho”! Un “estado de derecho” que pretende robarle parte de su sueldo por la cara a los trabajadores honrados.
Como decía Marx, una huelga es una pequeña guerra civil, lo cual queda demostrado con el refuerzo policial y por el linchamiento propagandístico al que los huelguistas están siendo sometidos. Por tanto, los trabajadores hacen bien en no realizar los servicios mínimos, ya que ningún fascineroso de "izquierdas" o de derecha nos va a decir como luchar. Desde la “izquierda” y la derecha se hacen llamamientos a que se reanuden los servicios mínimos, y culpan directamente a los huelguistas por el “caos” provocado, aduciendo que “no respetan” el derecho de los servicios mínimos en una huelga que califican de “salvaje”. Esto es lenguaje filofascista, una criminalización del trabajador que lleva a cabo su derecho a huelga, derecho constitucional, en un supuesto “estado de derecho”. Hay que tener cara.
De la huelga, y sus consecuencias, no son culpables los trabajadores de Metro, cuyo comportamiento es ejemplar. Es culpable directa la Comunidad de Madrid y su decisión de recortarles el salario a los obreros de Metro, pasándose por la bolsa escrotal el convenio y los derechos fundamentales de los trabajadores.
TRABAJADORES EN LUCHA, PARALIZANDO LA CIUDAD Y DEFENDIENDO SUS DERECHOS!!!
NI UN SOLO PASO ATRÁS!!!
http://rsamadrid.wordpress.com/2010/06/30/sobre-la-huelga-de-los-trabajadores-del-metro-de-madrid/