sorge escribió:Creo que no se conoce economista que tengan un plan para la salida unilateral del euro,pero si es posible salir de la UE a su vez mantener el euro como moneda nacional ,paises como andorra ,San Marino,monaco tienen acuerdo monetario,otra cosa es si permitirian a España,Portugal,Italia,Grecia tomar ese camino intermedio.
También están Montenegro y Kosovo. Yo mismo he comprado en Kosovo con euros. Pero estos casos son demasiado particulares, generalmente paraísos fiscales. En el caso de Kosovo sabemos que surgió de la agresión de la OTAN a Yugoslavia.
Como mencioné antes, la cuestión clave es el control del Estado, no sólo del gobierno, la hegemonía entre la población y contar con la solidaridad del movimiento obrero, no necesariamente de los 27 países de la UE, pero sí al menos de varios de ellos, a ser posible los principales. Marc Botenga insiste bastante en estas cuestiones en su artículo
"Las ilusiones de la salida por la izquierda de la UE (Lexit)":
Marc Botenga escribió:Aunque es perfectamente lógico anticipar la posibilidad de una salida al prepararse para gobernar, las medidas de gestión económica para dicha salida probablemente llegarán demasiado tarde. La fuga de capitales, por ejemplo, comenzará tan pronto como exista la probabilidad de una victoria electoral, mientras que el gobierno de izquierdas podrá – lógicamente – obstaculizarla lo antes posible sólo tras su elección. La nacionalización es un instrumento esencial, pero no siempre una panacea, especialmente cuando algunas fábricas sólo son eslabones de una cadena de producción.
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La izquierda deberá tomar el poder, no sólo el gobierno, también en el estado nacional. Un gobierno de izquierdas no podrá contar con los altos funcionarios. No hace falta volver las tesis del «estado profundo», las redes Gladio o la logia P2 italiana para ilustrar esta tesis. El gobierno de Siriza en Grecia no podía confiar plenamente en sus funcionarios, que solían revelar documentos a los negociadores alemanes. Varios socios europeos maniobraron activamente en favor de un cambio de gobierno en Grecia. ¿Qué habría hecho la policía militar griega en caso de disturbios? Un general británico advirtió recientemente y abiertamente al líder laborista británico Jeremy Corbyn que el intento de retirarse de la OTAN o de eliminar la disuasión nuclear podría desencadenar dimisiones masivas en el ejército y «la perspectiva muy real de un acontecimiento que de hecho sería un motín».
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La presión política y económica internacional tendría una influencia muy negativa en las correlaciones de fuerza dentro del país saliente. Como mínimo, debería haber un amplio movimiento europeo de solidaridad con dicho país. Por lo tanto, no basta con prepararse a fondo para la participación en el poder (y no sólo en el gobierno) dentro de un país. Al mismo tiempo, hay que crear un movimiento europeo. El relativo grado de unidad del Capital hace que limitar la construcción de un contrapoder a un sólo estado-nación sea insuficiente.
La idea de alianza entre Estados donde se produzca una ruptura del sistema imperialista y el movimiento obrero internacional no es nueva. Pese a las descalificaciones trotskistas contra Stalin por "nacionalista", el teórico del socialismo en un sólo país, nunca se olvidó del apoyo del movimiento obrero internacional a la Unión Soviética, que servía de obstáculo frente a nuevos intentos de agresión por parte de las potencias imperialistas. Esto es lo que escribía en 1926 en
"Una vez más acerca sobre la desviación socialdemócrata en nuestro partido":
Stalin escribió:¿Qué ocurriría si los proletarios de todos los países no simpatizasen con la República de los Soviets y no le prestasen su apoyo? Tendríamos la intervención y la derrota de la República de los Soviets.
¿Qué ocurriría si el capital consiguiera derrotar a la República de los Soviets? Advendría la época de la reacción más negra en todos los países capitalistas y en las colonias, empezarían a aplastar a la clase obrera y a los pueblos oprimidos, serían barridas las posiciones del comunismo internacional.
¿Qué ocurriría si se incrementan y crecen la simpatía y el apoyo de los proletarios de todos los países a la República de los Soviets? Esto facilitaría sobremanera la edificación del socialismo en la URSS.
¿Qué ocurriría si aumentan en la URSS los éxitos de la edificación socialista? Esto mejorará sobremanera las posiciones revolucionarias de los proletarios de todos los países en su lucha contra el capital, quebrantará las posiciones del capital internacional en su lucha contra el proletariado y elevará a un escalón superior las probabilidades del proletariado mundial.
En el caso de un país como España, que no ocupa la sexta parte del planeta ni tiene la superdotación de recursos naturales de la URSS, es más probable esperar la solidaridad de trabajadores alemanes, franceses, italianos o portugueses que la de argentinos, brasileños o mexicanos, tanto porque el grado de integración económica y política es mucho mayor en los primeros como porque precisamente este nivel de integración ha generado ya una base económica para luchas coordinadas, cosa que en los segundos casos no se da.
Y luego también hay que saber escoger el momento más adecuado para echar el pulso. Esta cita de Lenin de
"La enfermedad infantil del 'izquierdismo' en el comunismo" es bastante pertinente para este caso, ya que se refiere a la actitud de los comunistas alemanes ante el Tratado de Versalles:
Lenin escribió:Pero la situación actual es de tal naturaleza, que los comunistas alemanes no deben atarse las manos y prometer la renuncia obligatoria e indispensable del Tratado de Versalles en caso de triunfo del comunismo. Esto sería una tontería. Hay que decir: los Scheidemann y los kautskianos han cometido una serie de traiciones que han dificultado (y en parte han hecho fracasar) la alianza con la Rusia Soviética, con la Hungría Soviética. Nosotros, los comunistas, procuraremos por todos los medios facilitar y preparar esa alianza, y, en cuanto a la paz de Versalles, no estamos obligados a rechazarla a toda costa y además de un modo inmediato. La posibilidad de rechazarla eficazmente depende no sólo de los éxitos del movimiento soviético en Alemania, sino también de sus éxitos internacionales. Este movimiento ha sido obstaculizado por los Scheidemann y los Kautsky; nosotros lo favorecemos. Ved dónde está el fondo de la cuestión, en qué consiste la diferencia radical. Y si nuestros enemigos de clase, los explotadores y sus lacayos, los Scheidemann y los kautskianos, han dejado escapar una serie de ocasiones propicias para fortalecer el movimiento soviético alemán e internacional, a la vez que la revolución soviética alemana e internacional, la culpa es de ellos. La revolución soviética en Alemania reforzará el movimiento soviético internacional, que es el reducto más fuerte (y el único seguro e invencible, de una potencia universal) contra el Tratado de Versalles, contra el imperialismo internacional en general. Poner obligatoriamente, a toda costa y en seguida, la liberación del Tratado de Versalles en el primer plano, antes que le cuestión de la liberación del yugo imperialista de los demás países oprimidos por el imperialismo, es una manifestación de nacionalismo pequeñoburgués (digno de los Kautsky, Hilferding, Otto Bauer y compañía), pero no de internacionalismo revolucionario. El derrumbamiento de la burguesía en cualquiera de los grandes países europeos, Alemania inclusive, es un acontecimiento tan favorable para la revolución internacional, que, para que esto ocurra, se puede y se debe dejar vivir por algún tiempo más el Tratado de Versalles, si es, necesario. Si Rusia por sí sola ha podido resistir durante algunos meses con provecho para la revolución el Tratado de Brest, no es ningún imposible el que la Alemania Soviética, aliada con la Rusia Soviética, pueda soportar más tiempo, con provecho para la revolución, el Tratado de Versalles.
Los imperialistas de Francia, Inglaterra, etc., quieren provocar a los comunistas alemanes, tendiéndoles este lazo: "decid que no firmaréis el Tratado de Versalles". Y los comunistas "de izquierda" se dejan coger como niños en el lazo que les han tendido, en vez de maniobrar con destreza contra un enemigo pérfido, y en el momento actual más fuerte, en vez de decirle: "ahora firmaremos el Tratado de Versalles". Atarnos de antemano las manos, declarar francamente al enemigo, actualmente mejor armado que nosotros, si vamos a luchar con él y en qué momento, es una tontería y no tiene nada de revolucionario. Aceptar el combate a sabiendas de que ofrece ventaja al enemigo y no a nosotros, es un crimen, y no sirven para nada los políticos de la clase revolucionaria que no saben "maniobrar", que no saben proceder "por acuerdos y compromisos" con el fin de evitar un combate que es desfavorable de antemano.
Máquina escribió:Veo mucho más productivo determinar en qué van a cobrar su salario los trabajadores, si en pesetas, en reales, o en maravedíes, verdadero asunto político del que los PSXITERS suelen pasar como si no existiera.
Respecto a esto, y por todo lo indicado más arriba, yo noto una fraseología "izquierdista" que se lanza contra el europeísmo reformista para defender un nacionalismo reformista o incluso reaccionario.