La política del aborto en la URSS
publicado por el blog Berlín Confidencial en noviembre de 2019
▬ 3 mensajes
El aborto ha sido siempre un asunto de gran controversia, tanto en el siglo pasado como en el vigente, donde el foco del debate se ha puesto sobre todo en las sociedades capitalistas occidentales, librándose agrias batallas entre, por una parte, los defensores de los “derechos reproductivos de la mujer”, es decir, los agrupados en torno a la izquierda troskista, los comunistas y la socialdemocracia y, por la otra, los partidarios de prohibir el aborto, escorados normalmente hacia el (ultra)conservadurismo político y religioso. Los abortos, para bien o para mal, siempre han estado rodeados de una aureola de negatividad y han sido tratados con cautela por los legisladores en todo el mundo. Pero ¿cuál fue la actitud hacia el aborto en la Unión Soviética?
En la Rusia soviética, tras el triunfo de la Revolución bolchevique, llegó la innovación sobre la cuestión del aborto con una resolución favorable al mismo. En noviembre de 1920, mediante una Orden de los Comisarios de Justicia, Dmitry Ivanovich Kursky, y de Salud, Nikolai Aleksandrovich Semashko, se aprobó oficialmente el aborto, por lo que la Rusia bolchevique se convirtió en el primer país del Mundo en permitir el aborto. De esta manera, el decreto “sobre la interrupción artificial del embarazo” de ese año 1920 levantó la prohibición de los abortos que existía en la Rusia zarista.
Sin embargo, pronto empezaron a aparecer los problemas. Una de las primeras consecuencias negativas de la medida implantada por los bolcheviques fue que se dispararon los embarazos extramaritales y los abortos empezaron a convertirse en una rutina común peligrosa. Los datos estadísticos de 1926, en Leningrado, mostraron que solo el 42% de las mujeres que quedaron embarazadas decidieron dar a luz, el resto había interrumpido el embarazo. La situación en las aldeas soviéticas, lejos de las grandes ciudades, no fue mucho mejor
Al ritmo de abortos que se estaban produciendo en la Unión Soviética los gobernantes del país llegaron a la conclusión de que la nación llegaría al borde del colapso demográfico y, en la práctica, se extinguiría. Y en tiempos de amenazas militares o contrarrevoluciones internas llevadas a cabo por elementos conspiradores esto no podía ser permitido. Además, el desarrollo del ejército, la industria, la agricultura y demás fuerzas productivas era imposible sin un aumento constante de la población.
La práctica de los abortos en la URSS llegó a un punto en que la situación era ya incontrolable y además las interrupciones de embarazos estaban diezmando la natalidad en el país, lo que llevó a las autoridades soviéticas a hacerse con el control demográfico mediante la decisión de imponer una prohibición en los años treinta, con Stalin en el poder, puesto que no se podía continuar con el procedimiento implementado a finales de 1920 por Lenin, debido a las razones antes expuestas.
De este modo, y dada la difícil situación demográfica del país, un Decreto del Comité Ejecutivo Central y el Consejo de Comisarios del Pueblo de la URSS, de 27 de junio de 1936, “a petición de los trabajadores”, y firmado por Mijail Kalinin, obligó a prohibir los abortos con la excepción establecida de que “El aborto solo se permitirá en los casos en que la continuación del embarazo sea una amenaza para la vida o amenace con un daño grave a la salud de la mujer embarazada, así como la presencia de enfermedades hereditarias de los padres y solo en el contexto de que se lleve su práctica en hospitales”.
Esta Resolución, y los resultados de su implementación hasta la cancelación del Decreto el 23 de noviembre de 1955, ya con Nikita Khruschev en el poder, se inundó de mitos negativos, que hoy día son transmitidos categóricamente por los partidarios modernos de los abortos legales como supuestos argumentos incontrovertibles, junto a medias verdades, en contra de la prohibición del Decreto Kalinin. Algunos de esos argumentos se basan en el hecho de que, supuestamente, la prohibición del aborto en la URSS no disminuyó el número de interrupciones del embarazo, dio paso a las actividades clandestinas, aumentó la mortalidad y supuso la pérdida de la salud en decenas de miles de mujeres.
La prohibición del aborto por Stalin, en mi opinión, fue una medida necesaria y globalmente acertada que, además, fue corroborada años más tarde con ocasión de la ocupación nazi del territorio soviético, donde destacados representantes del nazismo como Martin Bormann afirmaron: “En vista de la gran cantidad de familias que hay en las poblaciones nativas de aquel lugar (la URSS), solo estaremos satisfechos si las niñas y las mujeres hacen el máximo número de abortos posibles. El Führer espera que ampliemos el comercio generalizado de anticonceptivos. No estamos interesados en el crecimiento de la población no alemana”.
Por su parte, la Comisión estatal nazi para la gestión del territorio ocupado de Polonia estableció que “Todas las medidas que tienden a restringir la fertilidad deben ser permitidas y apoyadas. El aborto en el área restante (Polonia) debe estar libre de prohibición. Los fondos para el aborto y la anticoncepción deben ofrecerse públicamente sin restricciones políticas. La homosexualidad siempre debe ser declarada legal. Instituciones y profesionales comprometidos con las políticas sobre el aborto no deben interferir en ellas “.
Mientras, otro hombre de Hitler, el general Wilhelm Wetzel, del Ministerio de los Territorios Ocupados del Este, afirmó: “Cualquier medio de propaganda, especialmente a través de la prensa, la radio, el cine, así como breves folletos y conferencias, debe utilizarse para inculcar en la población rusa la idea de que es perjudicial tener varios hijos. Tenemos que enfatizar los costos que causan. También debemos hacer alusión al peligroso efecto de la maternidad en la salud de una mujer “.
Vardan Ernestovich Baghdasaryan, Doctor en Historia, experto en el Centro de Análisis de Problemas y Diseño de Gestión de la Administración Pública de Moscú, en una ponencia celebrada en 2016 titulada “La experiencia Stalin en el incremento de las políticas estatales de natalidad: una comprensión moderna”, estableció la tesis central de que la implementación del aborto en la Rusia soviética de Lenin, y luego en la de Khruschev, hundía sus raíces en la posición de Leon Trotsky, un firme partidario de la legalización de los abortos que iba unido a su deseo de destruir el llamado “hogar familiar”.
Trotsky y muchos bolcheviques consideraban entonces, al inicio de los años 20, y con razón, que la familia (en el contexto del anterior sistema opresivo feudalista ruso) era una institución arcaica donde la mujer de clase trabajadora realizaba trabajos forzados desde la infancia hasta la muerte. Según Trotsky el nacimiento de un hijo era para muchas mujeres una grave amenaza para su posición y por ello “el poder revolucionario les dio a las mujeres el derecho a un aborto que, en condiciones de necesidad y opresión familiar, es uno de sus derechos civiles, políticos y culturales más importantes”.
No obstante, pronto se suscitó entre los bolcheviques un desafío ideológico en la cuestión del aborto. De un lado, Stalin mostró su oposición al aborto, y del otro, Trotsky y Lenin eran firmes partidarios del aborto y opuestos al control de la natalidad. Así pues, dentro de la plataforma bolchevique, originalmente leninista, había dos sectores contradictorios y enfrentados entre sí cuyas disputas llegaron hasta los años 30 y supusieron una división dentro del bolchevismo a lo largo de dos trincheras ideológicas, en la que una de ellas proclamaba que la familia debía ser la célula de la sociedad socialista y, por tanto, debía estar protegida, y la otra defendía la abolición de dicha institución familiar.
Baghdasaryan resume la confrontación sobre el aborto en la URSS de la siguiente manera “En la política soviética, existía la posición de Trotsky y la posición de Stalin, donde dos vectores ideológicos luchaban entre sí. El vector de la destradicionalización, es decir, el alejamiento de los valores tradicionales y el vector de la retradicionalización moderada, que en parte coincidió con el período de la mitad de los años 30 y principios de los 50”.
“En los años 20, dice Baghdasaryan, durante el vector de la destradicionalización (Trotsky-Lenin), los indicadores de crecimiento natural de la población fueron cayendo, mientras que en el período de los años 30 y principios de los 50, años de la tradicionalización (Stalin), observamos que en este período las tasas fueron creciendo. Con la destradicionalización de Khruschev la natalidad volvió a caer bruscamente”. Veamos ahora cuán efectiva fue la experiencia de restringir el aborto en la URSS.
El gráfico muestra las tasas totales de natalidad en la Unión Soviética y muestra que el aborto legalizado desde 1920 no hizo más que disminuir de forma constante dicha tasa de natalidad:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
La absurda y disparatada teoría de Trotsky consistía en que “destradicionalizar” la natalidad era la consecuencia de una tendencia natural en la Humanidad donde la infancia tenía que declinar, ya que esa Humanidad iría en la dirección de un aumento en la esperanza de vida y la infancia, por tanto, disminuiría.” Esta argumentación, que fue asumida por el sucesor de Stalin, Khruschev, produjo efectos devastadores durante todo el mandato de este último. Sin embargo, dice Baghdasaryan, “la política de Stalin era contextual a lo que estaba sucediendo en el mundo”.
Ya en el exilio, Trotsky fue uno de los críticos más duros de la ley contra el aborto de 1936 y dijo que mediante este decreto Stalin había derribado todos los logros de la Revolución de Octubre, condenando la estrategia del líder georgiano de prohibir el aborto en la URSS, llamándola “la filosofía del sacerdote que posee, además, el poder del gendarme, donde el aborto debe ser castigado con prisión”. Sin embargo, Trotsky no solo desconocía las amenazas que se cernían sobre la URSS, tanto en materia de natalidad como de agresiones militares, sino que su retórica no pasaba de ser la de aquel iluminado que creía, en los años 20, que todo se iba a resolver con la varita mágica de una fantasmagórica revolución mundial destruyendo, al mismo tiempo, la institución familiar soviética.
Última edición por lolagallego el Jue Mar 11, 2021 9:51 pm, editado 1 vez