Para quien le interese la prehistoria y el origen del ser humano, os dejo esta interesante noticia de un importante descubrimiento que podría cambiar los libros y manuales sobre la prehistoria:
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El australopiteco que quería ser humano
El hallazgo de dos huesos en Etiopía sugiere que estos ancestros ya usaban herramientas para cortar carne. El estudio envejece esta práctica en casi un millón de años y arrebata al 'Homo habilis' su condición de pionero
El Homo habilis, un hominino extinto que habitó en África entre 1,9 y 1,6 millones de años atrás, ha sido hasta ahora el rey y señor de la herramienta. Esta especie del linaje humano recibió su nombre por ser la primera que desarrolló la habilidad de emplear utensilios en su favor. No obstante, un estudio publicado hoy en la revista Nature pone en entredicho la condición pionera de esta especie. La culpa la tienen dos huesos fósiles hallados en un yacimiento de australopitecos anteriores a los habilis que, según sus descubridores, presentan muestras de haber sido deformados por herramientas blandidas por la mano ejecutora de otro ancestro humano más viejo, el Australopithecus afarensis.
El hallazgo tuvo lugar en el yacimiento de Dikika, en la región etíope de Afar, la zona que dio nombre al afarensis. Fue la abundancia de fósiles en esta área la que dio lugar a la creación del Proyecto de Investigación de Dikika, cuyos expertos han sido los responsables del hallazgo. De hecho, los huesos aparecieron a tan sólo 200 metros del lugar donde, en el año 2000, fueron descubiertos los restos de la famosa Selam, una afarensis de unos tres años de edad. La datación de los nuevos fósiles los sitúa entre 3,42 y 3,24 millones de años atrás. Esta cifra coincide con la presencia de los Australopithecus afarensis en esa misma zona, puesto que la antigüedad de Selam fue estimada en unos 3,3 millones de años.
Restos de un festín
Uno de los huesos encontrados corresponde al fragmento de una costilla del lado derecho de un mamífero ungulado del tamaño de una vaca actual, mientras que el otro pertenece a un trozo de fémur de un bóvido de talla similar a una cabra. El yacimiento contenía otros dos huesos con marcas en su superficie pero, según los análisis microscópicos, sólo los dos primeros tenían estas modificaciones antes de sufrir el proceso de fosilización.
"Creemos que los afarensis son los responsables de estas marcas, ya que ellos eran los únicos homininos que habitaron esa zona durante aquel período", explica a Público uno de los responsables de la excavación, el investigador de Evolución Humana del Instituto Max Planck (Alemania), Shannon McPherron. De ser ciertas, las conclusiones del equipo envejecerían el uso de herramientas por parte de los ancestros humanos unos 800.000 años.
Aunque la frontera evolutiva que marca el principio de la condición humana no es un asunto zanjado para los científicos, la capacidad de fabricar y utilizar artefactos se ha considerado como uno de los rasgos más significativos. Posteriormente se ha descrito la capacidad de servirse de utensilios en animales tan dispares como cuervos y pulpos; pero en su día, el hallazgo del primer hominino hábil definió también el comienzo del género Homo con el Homo habilis.
No obstante, un artículo publicado en Science en 1999 sugería que esta práctica había tenido lugar de forma previa a la aparición de los habilis en el yacimiento de Bouri (Etiopía) hace 2,5 millones de años. Los autores aseguraban que los habitantes de aquella zona fueron descendientes del afarensis de los que surgieron los primeros Homo. "La sofisticada técnica del uso de herramientas del yacimiento de Bouri ha llevado a varios investigadores a sugerir que esta práctica empezó incluso antes", asegura McPherron. Esta afirmación sustenta la hipótesis de los investigadores del Proyecto Dikika, que asciende al afarensis en la escala evolutiva y lo acerca un poco más a la altura de los humanos.
Las afirmaciones de los investigadores sólo se apoyan en las marcas de estos dos huesos, puesto que en la zona no se han encontrado restos de herramientas. "Es difícil evaluar la importancia del uso de herramientas por parte de estos afarensis, de igual forma que no podemos saber si fabricaron los utensilios o sólo se trataba de algunas piedras afiladas que encontraron en el suelo", explica McPherron. "Lo que sí hemos demostrado es que el consumo de carne y el uso de herramientas comenzó mucho antes de lo que creíamos hasta ahora", añade.
Las marcas de la discordia
"Podemos decir con seguridad que los huesos fueron rasgados por herramientas de piedra", proclama otro de los responsables de la investigación, el geólogo de la Universidad del Sur de Florida (EEUU) Jonathan Wynn. Sin embargo, no todos los expertos comparten esta seguridad. Uno de los detractores de esta hipótesis es precisamente el codescubridor de Lucy el primer ejemplar hallado de afarensis, el investigador del Laboratorio de Evolución Humana de la Universidad de California en Berkeley (EEUU) Tim White.
"Las marcas concuerdan con las reproducidas en el laboratorio en forma de huellas de dientes de cocodrilo", explica White a este diario. Según el experto, "en esa región se pueden llenar bolsas recogiendo dientes de cocodrilo, pero no se ha descubierto ni un solo fragmento de roca que indique el uso de herramientas". "No existe evidencia de que los homininos provocaran estas incisiones, por lo que su afirmación no se sostiene", sentencia.
A su vez, el equipo de Dikika rebate las objeciones de White: "Hemos demostrado experimentalmente que las marcas proceden de cortes, arañazos y golpes", discute McPherron. Uno de los responsables del análisis de las hendiduras, el paleoantropólogo de la Universidad de Arizona (EEUU) Curtis Marean, explica a Público que "las estrías de algunas marcas no corresponden en absoluto con la huella de un diente de cocodrilo". McPherron aporta otra prueba de peso: "Se halló una esquirla de piedra volcánica en una de las hendiduras". "Este tipo de piedra encaja con la que se habría utilizado como herramienta en aquella época", añade.
Como es habitual en el cambiante paradigma de la evolución humana, la polémica está servida. Este campo de investigación nunca contará con un testigo directo de los hechos y el hallazgo más nimio, como un arañazo en un hueso, basta para tirar por tierra los dogmas.
Del simio al hombre en cuatro millones de años
Australopitecos
Las seis especies de australopitecinos habitaron en África entre cuatro y dos millones de años atrás. Su principal contribución fue la capacidad de caminar sobre dos patas. El ‘Australopithecus sediba’, descrito este mismo año, se presentó como el probable precursor directo del género humano.
‘Homo habilis’
Fue la primera especie del género Homo. Vivió en África entre 1,9 y 1,6 millones de años atrás. Hasta ahora, esta especie ha destacado por ser la primera en emplear herramientas.
‘Homo erectus’
El erectus vivió desde hace 1,8 millones de años hasta hace 300.000 años y fue el primero en expandirse más allá de África. En el continente de origen quedó una especie controvertida, ‘Homo ergaster’ que se considera un erectus primitivo. Aún hay dudas sobre sus lugares respectivos en el linaje de los humanos modernos.
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El australopiteco que quería ser humano
El hallazgo de dos huesos en Etiopía sugiere que estos ancestros ya usaban herramientas para cortar carne. El estudio envejece esta práctica en casi un millón de años y arrebata al 'Homo habilis' su condición de pionero
El Homo habilis, un hominino extinto que habitó en África entre 1,9 y 1,6 millones de años atrás, ha sido hasta ahora el rey y señor de la herramienta. Esta especie del linaje humano recibió su nombre por ser la primera que desarrolló la habilidad de emplear utensilios en su favor. No obstante, un estudio publicado hoy en la revista Nature pone en entredicho la condición pionera de esta especie. La culpa la tienen dos huesos fósiles hallados en un yacimiento de australopitecos anteriores a los habilis que, según sus descubridores, presentan muestras de haber sido deformados por herramientas blandidas por la mano ejecutora de otro ancestro humano más viejo, el Australopithecus afarensis.
El hallazgo tuvo lugar en el yacimiento de Dikika, en la región etíope de Afar, la zona que dio nombre al afarensis. Fue la abundancia de fósiles en esta área la que dio lugar a la creación del Proyecto de Investigación de Dikika, cuyos expertos han sido los responsables del hallazgo. De hecho, los huesos aparecieron a tan sólo 200 metros del lugar donde, en el año 2000, fueron descubiertos los restos de la famosa Selam, una afarensis de unos tres años de edad. La datación de los nuevos fósiles los sitúa entre 3,42 y 3,24 millones de años atrás. Esta cifra coincide con la presencia de los Australopithecus afarensis en esa misma zona, puesto que la antigüedad de Selam fue estimada en unos 3,3 millones de años.
Restos de un festín
Uno de los huesos encontrados corresponde al fragmento de una costilla del lado derecho de un mamífero ungulado del tamaño de una vaca actual, mientras que el otro pertenece a un trozo de fémur de un bóvido de talla similar a una cabra. El yacimiento contenía otros dos huesos con marcas en su superficie pero, según los análisis microscópicos, sólo los dos primeros tenían estas modificaciones antes de sufrir el proceso de fosilización.
"Creemos que los afarensis son los responsables de estas marcas, ya que ellos eran los únicos homininos que habitaron esa zona durante aquel período", explica a Público uno de los responsables de la excavación, el investigador de Evolución Humana del Instituto Max Planck (Alemania), Shannon McPherron. De ser ciertas, las conclusiones del equipo envejecerían el uso de herramientas por parte de los ancestros humanos unos 800.000 años.
Aunque la frontera evolutiva que marca el principio de la condición humana no es un asunto zanjado para los científicos, la capacidad de fabricar y utilizar artefactos se ha considerado como uno de los rasgos más significativos. Posteriormente se ha descrito la capacidad de servirse de utensilios en animales tan dispares como cuervos y pulpos; pero en su día, el hallazgo del primer hominino hábil definió también el comienzo del género Homo con el Homo habilis.
No obstante, un artículo publicado en Science en 1999 sugería que esta práctica había tenido lugar de forma previa a la aparición de los habilis en el yacimiento de Bouri (Etiopía) hace 2,5 millones de años. Los autores aseguraban que los habitantes de aquella zona fueron descendientes del afarensis de los que surgieron los primeros Homo. "La sofisticada técnica del uso de herramientas del yacimiento de Bouri ha llevado a varios investigadores a sugerir que esta práctica empezó incluso antes", asegura McPherron. Esta afirmación sustenta la hipótesis de los investigadores del Proyecto Dikika, que asciende al afarensis en la escala evolutiva y lo acerca un poco más a la altura de los humanos.
Las afirmaciones de los investigadores sólo se apoyan en las marcas de estos dos huesos, puesto que en la zona no se han encontrado restos de herramientas. "Es difícil evaluar la importancia del uso de herramientas por parte de estos afarensis, de igual forma que no podemos saber si fabricaron los utensilios o sólo se trataba de algunas piedras afiladas que encontraron en el suelo", explica McPherron. "Lo que sí hemos demostrado es que el consumo de carne y el uso de herramientas comenzó mucho antes de lo que creíamos hasta ahora", añade.
Las marcas de la discordia
"Podemos decir con seguridad que los huesos fueron rasgados por herramientas de piedra", proclama otro de los responsables de la investigación, el geólogo de la Universidad del Sur de Florida (EEUU) Jonathan Wynn. Sin embargo, no todos los expertos comparten esta seguridad. Uno de los detractores de esta hipótesis es precisamente el codescubridor de Lucy el primer ejemplar hallado de afarensis, el investigador del Laboratorio de Evolución Humana de la Universidad de California en Berkeley (EEUU) Tim White.
"Las marcas concuerdan con las reproducidas en el laboratorio en forma de huellas de dientes de cocodrilo", explica White a este diario. Según el experto, "en esa región se pueden llenar bolsas recogiendo dientes de cocodrilo, pero no se ha descubierto ni un solo fragmento de roca que indique el uso de herramientas". "No existe evidencia de que los homininos provocaran estas incisiones, por lo que su afirmación no se sostiene", sentencia.
A su vez, el equipo de Dikika rebate las objeciones de White: "Hemos demostrado experimentalmente que las marcas proceden de cortes, arañazos y golpes", discute McPherron. Uno de los responsables del análisis de las hendiduras, el paleoantropólogo de la Universidad de Arizona (EEUU) Curtis Marean, explica a Público que "las estrías de algunas marcas no corresponden en absoluto con la huella de un diente de cocodrilo". McPherron aporta otra prueba de peso: "Se halló una esquirla de piedra volcánica en una de las hendiduras". "Este tipo de piedra encaja con la que se habría utilizado como herramienta en aquella época", añade.
Como es habitual en el cambiante paradigma de la evolución humana, la polémica está servida. Este campo de investigación nunca contará con un testigo directo de los hechos y el hallazgo más nimio, como un arañazo en un hueso, basta para tirar por tierra los dogmas.
Del simio al hombre en cuatro millones de años
Australopitecos
Las seis especies de australopitecinos habitaron en África entre cuatro y dos millones de años atrás. Su principal contribución fue la capacidad de caminar sobre dos patas. El ‘Australopithecus sediba’, descrito este mismo año, se presentó como el probable precursor directo del género humano.
‘Homo habilis’
Fue la primera especie del género Homo. Vivió en África entre 1,9 y 1,6 millones de años atrás. Hasta ahora, esta especie ha destacado por ser la primera en emplear herramientas.
‘Homo erectus’
El erectus vivió desde hace 1,8 millones de años hasta hace 300.000 años y fue el primero en expandirse más allá de África. En el continente de origen quedó una especie controvertida, ‘Homo ergaster’ que se considera un erectus primitivo. Aún hay dudas sobre sus lugares respectivos en el linaje de los humanos modernos.