Volin escribió:Buenas compas!
Acabo de leerme el libro de Volin sobre la revolucion rusa, donde no nos deja muy bien parados, y aunque esto no es de lo que se trata en el hilo queria preguntarlo, porque quería saber que hay de cierto o no en el libro que cito ("La revolucion desconocida" tomo I y II, de Volin). Aqui se ha afirmado que no hubo ningún genocidio sovietico, solo hacia los sovieticos, pero queria preguntaros si no es cierto que fusilaron a muchos críticos del bolchevismo, se suprimió la libertad de prensa etc durante el gobierno de Lenin. Tambien queria preguntaros por las famosas delegaciones imparciales que se cita en este libro, y por la negativa del gobierno de Lenin a dejar entrar en el pais a una delegacion independiente con intérprete elegido por esta, para analizar la situacion del pais. Entiendase que no es mi intencion dejar mal parado al gobierno de Lenin al cual admiro, en principio, pero si que me gustaria esclarecer la verdad sobre los hechos, sobre todo porque todos somos personas y podemos cometer errores, y que Lenin cometiese fallos (que está por ver) no implica que el comunismo esté errado o sea dictatorial (en el sentido negativo del término).
Un saludo, socialismo o barbarie!
Es lógico que tras una revolución se produzca represión. Evidentemente, la lucha de clases con la implantación de la dictadura del proletariado significa la implantación forzosa de métodos de represión contra los elementos contrarrevolucionarios, es decir, la clase hasta entonces dominante (burgueses, kulaks [propietarios campesinos ricos], iglesia ortodoxa, etc.) y también contra individuos y colectivos que sin ser de las antiguas clases dominantes, están contra la revolución (en este caso mencheviques y socialistas revolucionarios). Para que la legalidad revolucionaria se consolide se necesita de mecanismos represores. Tenemos que tener en cuenta el momento histórico en que se encuentran los bolcheviques: I Guerra Mundial, Paz de Brest-Litovsk con la Alemania imperialista, agresión de las potencias internacionales, aislamiento político-económico, guerra civil y lucha contra la contrarrevolución en la retaguardia. Todos estos elementos impedían la consolidación de la revolución y hacia que ésta pendiera de un hilo. Además, a parte de todos estos impedimentos, estaba la creciente necesidad de ir creando las bases para la construcción del socialismo. Por todo esto, los bolcheviques crearon la Cheká, órgano administrativo para la salvaguardia de la revolución, como dijo Lastis, miembro de la Cheká, “la Cheká no juzga sino que castiga”.
En verano de 1918 hubo un levantamiento contrarrevolucionario provincial. Después de ser derrotados en Yaroslav se fusiló a unas 350 personas. En Murom se fusilaron a 10 dirigentes y se impuso un tributo de 1.000.000 de rublos a la burguesía local. La sofocación de estas dos revueltas significó el origen del “terror rojo”. En Petrogrado se fusilaron 512 contrarrevolucionarios y guardias blancos. Este terror se caracterizaba por su carácter de clase, es decir, la represión se ejercía no por los delitos cometidos, sino por la pertenencia a las clases dominantes. En julio de 1918 dos eseritas (socialistas revolucionarios) asesinaron al embajador alemán Mirbach, con el propósito de frenar las conversaciones de paz con Alemania. En agosto de 1918 se produjo un levantamiento de los kulaks en Penza.
El punto álgido del “terror rojo” se desencadenó porque los eseritas adoptaron el atentado como arma política: Volodarski, importante bolchevique, fue asesinado en junio de 1918 en Petrogra el 20 de agosto asesinaron al dirigente de la Chekà de Petrogrado Uritski, y se produjo el atentado que hirió a Lenin en Moscú.
A raíz de estos hechos, el Comité Ejecutivo de Toda Rusia aprobó la siguiente resolución:
“Todos los contrarrevolucionarios y los que les instigan serán considerados responsables de todos los atentados contra los operarios del Gobierno Soviético y los que sostienen los ideales de la revolución socialista. Al terror blanco de los enemigos del Gobierno de los Obreros y los Campesinos, los obreros y los campesinos replicarán con un terror rojo masivo contra la burguesía y sus agentes”.
En todo ello, no veo que se produjera un genocidio, es decir una matanza sistemática, sino que el desarrollo del “terror rojo” respondió a la necesidad de la subsistencia del estado revolucionario. Por eso, este incremento de la lucha de clases condujo inexorablemente a la purga de los elementos contrarrevolucionarios en el seno de la sociedad.Sino, la democracia proletaria no hubiera sobrevivido.