No hace mucho, en un hilo de este foro alguien planteaba la cuestión de si el comunismo está muerto. Es una pregunta dolorosa y que incluso podría tener cierta cantidad de maldad, pero, objetivamente, puede estudiarse desde diferentes puntos de vista.
Si consideramos la pervivencia del comunismo en Cuba y la RPD de Corea como forma de gobierno, así como su presencia política en muchos otros paises, hay que decir, ciñendose a la verdad, que el comunismo no ha muerto.
Sin embargo, si hacemos la comparación con los tiempos del siglo pasado en los que el comunismo estaba en un equilibrio de fuerzas con los paises capitalistas, la situación hoy en dia es tan débil, que no sería descabellado afirmar, en ese sentido la muerte del comunismo, al menos en Europa. Sería discutible, pero no descabellado.
De todas formas, y esto es lo importante para mí, hay que hacer una clara distinción, cuando se tratan estos temas -estos temas susceptibles de ser colocados en el centro de la batalla dialéctica entre capitalismo y comunismo-, hay que hacer una clara distinción, digo, de los ámbitos de acercamiento a la realidad en los que nos movemos. Es decir, hay que distinguir si estamos planteando la pregunta -en este caso es sobre la muerte del comunismo,pero puede ser cualquier otra, por ejemplo, democracia y comunismo, derechos humanos, libertades civiles, etc- en términos políticos (ideológicos) o científicos.
Porque tal como sea planteada la pregunta, así debe ser planteada la respuesta.
La lucha que hay entre capitalismo y comunismo, que es real y candente, tiene muchos frentes abiertos, y uno de ellos es, sin duda alguna, el ideológico. Y para afrontar esta lucha hay que tener muy estudiado a qué llamamos lucha ideologica y cómo se desarrolla en los tiempos actuales.
Una buena manera de entender la ideologiá hoy en dia es considerarla la defensa de una interpretación la realidad social. Es decir, es una forma de defender, no una forma de entender. Esto quiere decir que la ideología no necesita de verdades, o no al menos siempre. Dentro de la ideología el objetivo no debe ser la busqueda de la verdad si no el reforzamiento de una posición política -el comunismo en este caso- y el ataque de la contraria en la medida de lo posible.
El conocimiento científico de la sociedad, la visión objetiva, debe estar afianzada antes de entrar en las luchas ideológicas. Para ello está la filosofía, la economía, la historia y las demas ciencias sociales, que son las que deben analizar la realidad de manera rigurosa y honesta, para aportar los conocimientos y convicciones que después deberán ser defendidas -incluso deshonestamente si es necesario- en el ámbito ideológico.
En un mundo ideal esa lucha ideológica no existiría,pues realmente no aporta nada al conocimiento. Pero es un importante campo de batalla, de magnitud multiplicada por los medios de comunicación, donde la casi totalidad de aproximaciones al comunismo son para atacarlo desde la ideología contraria.
Estos ataques, obviamente, nunca son honestos. Los defensores del capitalismo no tienen la menor duda de que en su lucha contra el comunismo todo vale, especialmente si nos referimos al uso de la mentira y la manipulación.
La ingenuidad que debe ser evitada, y a la que me refiero con el titulo de este escrito, es considerar que esos ataques al comunismo estan construidos con verdades o al menos verdades subjetivas capitalistas, es decir, se mueven en el ámbito ciéntifico. Esos ataques son puramente ideológicos. Por supuesto se disfrazan de otra cosa. Pero esto no debe confundirnos. No debemos responder a un ataque ideológico con la verdad. Debemos responder con ideología, porque la verdad no vale nada en una batalla que no es por la verdad. Y la batalla ideológica no es por la verdad.
Si así fuera, hace tiempo que el capitalismo habría desaparecido, devorado por sus mentiras planetarias.
Por lo tanto un militante comunista no debe caer en la trampa que a menudo se le tiende cuando se le presentan puras mentiras o medias verdades, como verdades absolutas.
Así pues, volvamos a la pregunta antes planteada: ¿el comunismo ha muerto? Como personas honestas podríamos considerar varias respuestas si lo que buscamos es la mayor objetividad posible, pero como militantes comunistas no cabe más que decir que el comunismo no ha muerto ni morirá jamás. Esta es una respuesta ideológica -no del todo honesta- a una pregunta igualemnte ideológica -e igualmente deshonesta-.
Si intentasemos responder a las mentiras ideológicas con verdades honradas seriamos rapidamente fulminados en cualquier discusión. Sería como blandir un inofensivo manojo de flores contra un tanque que avanza hacia nosotros.
Tengamos esto presente, porque rara será la vez que participemos o presenciemos un debate entre capitalismo y comunismo que no esté planteado en términos ideológicos. Tanto si se trata de dos amigos discutiendo, de un debate televisivo, de la editorial de un periódico o incluso de libros supuestamente objetivos, debemos ser conscientes de que la verdad no tiene -dentro del debate- una gran importancia, y que por tanto, si somos nosotros los que han de responder, no será la verdad nuestra principal arma.
Si consideramos la pervivencia del comunismo en Cuba y la RPD de Corea como forma de gobierno, así como su presencia política en muchos otros paises, hay que decir, ciñendose a la verdad, que el comunismo no ha muerto.
Sin embargo, si hacemos la comparación con los tiempos del siglo pasado en los que el comunismo estaba en un equilibrio de fuerzas con los paises capitalistas, la situación hoy en dia es tan débil, que no sería descabellado afirmar, en ese sentido la muerte del comunismo, al menos en Europa. Sería discutible, pero no descabellado.
De todas formas, y esto es lo importante para mí, hay que hacer una clara distinción, cuando se tratan estos temas -estos temas susceptibles de ser colocados en el centro de la batalla dialéctica entre capitalismo y comunismo-, hay que hacer una clara distinción, digo, de los ámbitos de acercamiento a la realidad en los que nos movemos. Es decir, hay que distinguir si estamos planteando la pregunta -en este caso es sobre la muerte del comunismo,pero puede ser cualquier otra, por ejemplo, democracia y comunismo, derechos humanos, libertades civiles, etc- en términos políticos (ideológicos) o científicos.
Porque tal como sea planteada la pregunta, así debe ser planteada la respuesta.
La lucha que hay entre capitalismo y comunismo, que es real y candente, tiene muchos frentes abiertos, y uno de ellos es, sin duda alguna, el ideológico. Y para afrontar esta lucha hay que tener muy estudiado a qué llamamos lucha ideologica y cómo se desarrolla en los tiempos actuales.
Una buena manera de entender la ideologiá hoy en dia es considerarla la defensa de una interpretación la realidad social. Es decir, es una forma de defender, no una forma de entender. Esto quiere decir que la ideología no necesita de verdades, o no al menos siempre. Dentro de la ideología el objetivo no debe ser la busqueda de la verdad si no el reforzamiento de una posición política -el comunismo en este caso- y el ataque de la contraria en la medida de lo posible.
El conocimiento científico de la sociedad, la visión objetiva, debe estar afianzada antes de entrar en las luchas ideológicas. Para ello está la filosofía, la economía, la historia y las demas ciencias sociales, que son las que deben analizar la realidad de manera rigurosa y honesta, para aportar los conocimientos y convicciones que después deberán ser defendidas -incluso deshonestamente si es necesario- en el ámbito ideológico.
En un mundo ideal esa lucha ideológica no existiría,pues realmente no aporta nada al conocimiento. Pero es un importante campo de batalla, de magnitud multiplicada por los medios de comunicación, donde la casi totalidad de aproximaciones al comunismo son para atacarlo desde la ideología contraria.
Estos ataques, obviamente, nunca son honestos. Los defensores del capitalismo no tienen la menor duda de que en su lucha contra el comunismo todo vale, especialmente si nos referimos al uso de la mentira y la manipulación.
La ingenuidad que debe ser evitada, y a la que me refiero con el titulo de este escrito, es considerar que esos ataques al comunismo estan construidos con verdades o al menos verdades subjetivas capitalistas, es decir, se mueven en el ámbito ciéntifico. Esos ataques son puramente ideológicos. Por supuesto se disfrazan de otra cosa. Pero esto no debe confundirnos. No debemos responder a un ataque ideológico con la verdad. Debemos responder con ideología, porque la verdad no vale nada en una batalla que no es por la verdad. Y la batalla ideológica no es por la verdad.
Si así fuera, hace tiempo que el capitalismo habría desaparecido, devorado por sus mentiras planetarias.
Por lo tanto un militante comunista no debe caer en la trampa que a menudo se le tiende cuando se le presentan puras mentiras o medias verdades, como verdades absolutas.
Así pues, volvamos a la pregunta antes planteada: ¿el comunismo ha muerto? Como personas honestas podríamos considerar varias respuestas si lo que buscamos es la mayor objetividad posible, pero como militantes comunistas no cabe más que decir que el comunismo no ha muerto ni morirá jamás. Esta es una respuesta ideológica -no del todo honesta- a una pregunta igualemnte ideológica -e igualmente deshonesta-.
Si intentasemos responder a las mentiras ideológicas con verdades honradas seriamos rapidamente fulminados en cualquier discusión. Sería como blandir un inofensivo manojo de flores contra un tanque que avanza hacia nosotros.
Tengamos esto presente, porque rara será la vez que participemos o presenciemos un debate entre capitalismo y comunismo que no esté planteado en términos ideológicos. Tanto si se trata de dos amigos discutiendo, de un debate televisivo, de la editorial de un periódico o incluso de libros supuestamente objetivos, debemos ser conscientes de que la verdad no tiene -dentro del debate- una gran importancia, y que por tanto, si somos nosotros los que han de responder, no será la verdad nuestra principal arma.