[México] Lo que paga el pueblo

Dejando de lado el hecho que al abrir el celofán lo primero que uno se encuentra es una carta firmada por el presidente Felipe calderón hojeando el libro pude constatar que el material era interesante además de estar bellamente impreso como una revista de esas de las caras.

Leyendo casi de inmediato me sentí en un Déjà vu y pensé: “esto lo he visto y leído ya en algún lado” y de repente recordé, de niño yo llene un álbum de estampas que regalaba “Bancomer” llamado “Álbum de México” y que por mis manías y rechazos a deshacerme de las cosas aun poseo, sin pensarlo mucho lo busque y noté que el autor era el mismo, el señor Luis Gonzáles y Gonzáles, ¿será acaso que el contenido pudiera ser el mismo?…la respuesta fue si.

Resulto que este nuevo y seguramente costoso libro de millones de ejemplares era una copia fiel de ese viejo libro de estampitas y biografías de 1997 con una nueva cara como las novelas de Televisa y que seguramente fue uno más de los pretextos para gastar parte del presupuesto total de 2 mil 971 millones 600 mil pesos para todo lo que tenga que ver con los festejos del bicentenario que por supuesto salen de la bolsa de todos nosotros para conmemorar esta importante fecha.

Fuera del hecho de que el flamante libro repartido por el gobierno sea una renovación de un viejo libro de estampitas de 1997 regalado por un banco es muy loable acercar a los mexicanos a nuestra muchas veces desconocida historia y también justifico festejar el bicentenario tan importante para nosotros pero creo que antes que otra cosa existen prioridades y maneras de celebrar.

Primeramente considero insultante gastar una brutal cantidad de dinero en un ambiente mundial de crisis bajo el cual muchos gobiernos como el francés han limitado sus gastos en celebraciones más sin embargo en México se hace lo contrario.

Tenemos muy poco que celebrar cuando tenemos los problemas tan graves de seguridad en la actualidad y no se quieren liberar recursos para auxiliar a los damnificados de “Alex” donde estos millones de pesos de festejos caerían muy bien, los festejos no son malos pero hay que saber cuándo hacerlos, cuando deben ser una prioridad y cuando no.

Por ultimo les dejo una lista de los gastos hechos hasta ahora por los ”festejos” del bicentenario a ver si considera justo alguno de ellos como lo declaro La Comisión Organizadora de los Festejos del Bicentenario.
¿Cuánto han costado a los mexicanos los actos del Bicentenario?

2 mil millones 387 mil 493 pesos

Ceremonia de exhumación de los restos de los héroes de la patria (incluidos los box lunch).
19 millones 253 mil 656 pesos

Lanzamiento del programa de eventos conmemorativos, que se transmitió en un programa del Canal 2 de Televisa.
16 millones 373 mil 706 pesos

Es lo que al arquitecto César Pérez Becerril le pagaron por el proyecto ganador del monumento bicentenario.
123 millones 982 mil 774 pesos

Espectáculo multimedia en Palacio Nacional del 15, 17, 18 y 19 de septiembre.
Un millón 567 mil 440 pesos

Colocación de la primera piedra del monumento conmemorativo del Bicentenario.
UN MILLON POR UNA PIEDRA!!

El coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, Francisco Rojas Gutiérrez, regaló este miércoles a los otros 236 integrantes de la bancada un iPad de 16 GB, con el plan de acceso a Internet incluido.

Con ello, reconoció Rojas, los priístas en la Cámara se adelantan a la iniciativa que está en comisiones para constituir el llamado e-Congreso, con el cual el PRI pretende que los legisladores sólo asistan a las sesiones a votar.

El reparto de las "tabletas" se hizo en la mesa de registro de los diputados que asisten al cónclave donde definen su agenda legislativa para el próximo año, y elsonorense Ernesto de Luca explicó que él ya diseñó una aplicación de Ipad para los priístas, que hará posible “la primera legislatura sin papel”.

En días pasados, el PRI había negado considerar la compra de estos dispositivos.
Justifican posesión de iPads

Rojas justificó la compra de los dispositivos móviles para 237 diputados priístas, al argumentar que es un "instrumento de trabajo".

Dijo que con ello “los representantes populares tendrán desde la Gaceta Parlamentaria todos los instrumentos jurídicos y una movilidad enorme de información".

Luego de que este día le fue entregada a cada diputado federal una “tableta electrónica”, Rojas Gutiérrez dijo que cada una tuvo un costo de 7 mil pesos y se pagó con los recursos de su bancada en San Lázaro.

En ese sentido, comparó la compra de iPads con lo que ocurrió en su momento con los teléfonos celulares y computadoras "¿Por qué les dan una computadora? Porque es el instrumento nuevo de trabajo. El que no tiene computadora se vuelve analfabeta funcional, y ahora es el iPad".

Indicó que los diputados estarán obligados a traer su iPad “porque se vuelve un instrumento de trabajo; como todos traemos el celular".

Dijo que el tema de estas pantallas móviles es independiente del tablero electrónico de San Lázaro, que “es un asunto que viene desde 2005, cuando el IPN hizo un estudio donde demostraron que ese sistema ya era inoperante”.

"Se ha puesto en el anteproyecto de presupuesto que se envió a la Secretaría de Hacienda para que se incorpore en el resto y si las necesidades, como aparentemente va a resultar, dicen que no hay recursos suficientes para el cambio de este sistema que le urge a la Cámara, pues no se hará.

“Y seguiremos pasando el tiempo y los años antes que se tome una decisión de esa naturaleza", sostuvo el legislador.

A su vez, el priista Luis Videgaray se refirió a la compra de iPads y dijo que él en lo personal declinó aceptarla porque hace unos días compró una similar, aunque justificó la compra y que el resto de sus compañeros de bancada la hayan aceptado.

Es cierto que tenemos uno de los niveles más bajos de recaudación tributaria en relación al PIB del continente y del mundo. También es cierto que México es el país miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con el nivel de gasto público más bajo como porcentaje del PIB (véase en la página 18). Ambos datos efectivamente corroboran el profundo rezago y deterioro en el que se encuentran las finanzas públicas, tema bastante debatido ya en los círculos académicos y políticos y que sólo esperan decisiones puntuales.

Sin embargo hay un problema paralelo, quizá mucho más complejo para encontrar soluciones inmediatas. Y es que si bien en México se recaudan y se gastan pocos pesos, resulta que esos pocos pesos se gastan mal. Así lo confirman los datos estadísticos de la OCDE y diversos estudios académicos y de organizaciones privadas del país. En México se destina más de la mitad del gasto a la producción de bienes y servicios (55.7%) y de esta proporción más de 80% lo explica el pago de remuneraciones a funcionarios públicos que significa casi 10 puntos porcentuales del PIB. Esta es una proporción prácticamente del doble que en economías como Corea y Japón, países en los cuales la calidad de los servicios públicos en salud, educación, servicios de transporte urbano, correos, etc., es altamente reconocida. En cambio en México el alto porcentaje de recursos destinados al gasto de funcionarios públicos no se corresponde con los altos costos y la baja calidad de los servicios públicos, reconocida incluso por las propias instancias gubernamentales.

En contra de toda lógica, en los últimos años esta tendencia de incrementar el gasto burocrático sin un reflejo en la calidad de los servicios que se prestan se ha recrudecido hasta llegar a ciertos excesos que cuestionan la moralidad en el uso de los escasos recursos públicos. Es el caso de los elevados ingresos y de las más diversas –y exóticas– prestaciones que perciben funcionarios en el Poder Judicial, en los organismos autónomos, en el Poder Ejecutivo y en el Congreso de la Unión. En muchos de estos casos las percepciones globales de los funcionarios mexicanos superan con creces a las de sus pares en Estados Unidos (un funcionario de tercer nivel en México gana más que el vicepresidente de EU o que un juez de la Suprema Corte en el vecino del norte) y multiplican por dos o tres veces las de sus homólogos en América Latina.

¿Cómo se gasta el dinero público destinado a programas y proyectos diversos de corte social? Mediocremente, es la respuesta que dicta la evaluación realizada por la organización privada Gestión Social y Cooperación (GESOC) a 104 programas gubernamentales con elevados presupuestos. La calificación promedio de estos programas (en los que se incluyen Enciclomedia, Alianza para el Campo, Adultos Mayores, entre otros) en su orientación a resultados y a la ciudadanía fue de 4.9 de un máximo de 10.

Pocos recursos públicos, mal gastados y con una deficiente información para su evaluación, son una combinación crítica de factores que tiene de rodillas a las finanzas públicas.

Con esto, y ante una urgente necesidad de más ingresos tributarios, la pregunta directa para el secretario Agustín Carstens es ¿para qué pagar más impuestos? ¿Para seguir gastándolos así? El gobierno tiene la obligación de presentar sus planes concretos de qué hará para gastar mejor los recursos que ya le entregamos.