por NG Mar Feb 04, 2014 2:47 am
Hola camilo, no has dicho ninguna idiotez, es más llevas toda la razón.
Sobre lo de la competencia:
«Esta libertad de discusión se puso de manifiesto cuando me preguntaron en una amable reunión de sobremesa, en una de las repúblicas que constituyen la federación, mi opinión sobre el sistema yugoslavo; opinión difícil que, en términos generales aun hoy, después de comprender algo más su mecanismo no puedo expresar, simplemente, muy interesante por todo lo que de nuevo traía hasta nosotros, miembros de un país capitalista en proceso de desarrollo económico y en lucha por su liberación nacional, la imagen de un país comunista y, al mismo tiempo, con un comunismo que se aleja de la ortodoxia expresada en los libros comunes, para adquirir una serie de características propias; peligroso, porque la competencia entre empresas dedicadas a la producción de los mismos artículos, introduciría factores de desvirtuación de lo que presumiblemente sea el espíritu socialista». (Ernesto «Ché» Guevara, Yugoslavia un pueblo que lucha con sus ideales, 1959)
En cuanto a los desniveles
«En relación con el resto de Yugoslavia, Bosnia estancó y declinó durante los años 1950 y 1960 con su producto social per cápita cae de 79% de la media de Yugoslavia en 1953, a 75% en 1957 y 69% en 1965. En 1961 gran parte de Bosnia se declaró oficialmente una región subdesarrollada. A principios de la década de 1970 Bosnia tuvo la tasa de mortalidad infantil más alta de cualquier parte de Yugoslavia, excepto Kosovo, la tasa más alta de analfabetismo (excepto Kosovo otra vez), la mayor proporción de personas cuya única educación fue de tres años de la escuela primaria (excepto Kosovo), y el menor proporción de personas que viven en las ciudades (excepto Kosovo)». (N. Malcolm: Una Breve Historia de Bosnia, Londres, 1994)
Esto llevaría a las consecuencias políticas que has citado:
«La Yugoslavia de hoy tiene todos los rasgos de un país burgués y padece las mismas graves y crónicas llagas típicas del capitalismo, como son las profundas crisis económicas, el desempleo, la competencia, la anarquía y la inflación, los enconados conflictos sociales y políticos y las riñas nacionales. Esta situación ha conducido a que se creen y se fortalezcan las agrupaciones y las tendencias nacionalistas burguesas, a que se exacerbe la lucha por la hegemonía entre ellas y entre las repúblicas. En el actual escenario político yugoslavo dominan los clanes «gran-servios» y «gran-croatas». A los primeros se les ha puesto la etiqueta de Kominformistas, pero en realidad han sido y son sus enemigos jurados, como lo son los dirigentes yugoslavos y los dirigentes jruschovistas soviéticos. Los revisionistas yugoslavos han colocado a los pueblos de Yugoslavia y a la clase obrera entre las tenazas de hierro de la burguesía interna y del capitalismo extranjero que se está haciendo dueño del país. De esta situación no los pueden salvar ni las reformas económicas y políticas proclamadas por los revisionistas ni las ilusiones y esperanzas que hayan cifrado en una u otra agrupación nacionalista. El mal ha echado profundas raíces y sólo podrá ser erradicado cuando los pueblos de Yugoslavia rompan, a través del camino marxista-leninista, la tenaza que los mantiene sujetos». (Enver Hoxha, Informe ante el VIº Congreso del PTA, 1971)