Ayer, en las últimas horas, en la Cámara de Diputados se aprobó la propuesta del gobierno en materia de reajuste de sueldos para el sector público de un 4,2%, la aprobación fue de 44 votos a favor y de 43 en contra, estas cifras se dieron debido a que el jefe del neoliberal partido “socialista” Osvaldo Andrade abandonó la sala en el momento de la votación, dejando al resto de los “concertacionistas, incluido el neoliberal partido “comunista””, aparentemente abandonados y en incómoda posición.
Todo fue al final de un alboroto mediático de los actores políticos oficiales, donde no faltaron los afanes fascistas del ministro del interior Hinzpeter, las acusaciones mutuas entre la “alianza” y la “concertación” sobre quién había exonerado o botado de sus puestos laborales a más empleados públicos como persecución política, donde sacaban la cuenta de que el 4,2% no alcanzaba ni para tres kilos de pan, etc., etc. La “concertación”, a manera de lavado de cara, invocaba al “Padre Hurtado” contra el “Papa y la Virgen María” de la “alianza”.
El gobierno y la “alianza” manipulaba diciendo que de no aprobarse el reajuste del 4,2% ofrecido, los trabajadores quedarían sin reajuste, lo cual era una mentira mayor, ya que en el ordenamiento del parlamento aun tenían otra instancia, forzar una comisión mixta, ¿Por qué se apuró Andrade en que saliera el reajuste del 4,2% sin alcanzar ningún acuerdo o protocolo para parar los despidos en el sector público?, la respuesta está no “en la prudencia” a la que ha apelado el jefe de los socioslistos, prudencia que por lo demás va a favor de los capitalistas, sino en los acuerdos previos que este ya tenía con la dirección “concertacionista-pc” de la CUT en aceptar el monto miserable del 4,2% y nada más, lo demás es adorno.
Una vez mas los neoliberales han hecho un festín con las demandas de los trabajadores, los parlamentarios, sin excepción, han hecho su mejor actuación, se han tratado de vestir con las demandas de los empleados públicos, de seguridad y estabilidad laboral y de un reajuste con algo de dignidad, y los empleados públicos han luchado, han visto con sus ojos los manejos y arreglines de quienes, desde el parlamento, e incluso desde directivas sindicales, dicen ser sus “auténticos representantes”.
Junto a los trabajadores, desde ellos, hemos estado los COMUNISTAS, es decir, el PC(AP), marchando en la calle y en el lugar de trabajo, hemos estado con todo, a pesar de la despolitización a la que han llevado al movimiento sindical los oportunistas y los agentes del neoliberalismo de todo tipo, hemos estado con nuestra posición política, de clase, revolucionaria, expresada en nuestras declaraciones y el “Remolino Popular”.
Hoy se cierra una nueva jornada de lucha reivindicativa de los trabajadores públicos, y sin duda la mejor ganancia está en las lecciones que se deben sacar, de que hay que limpiar a las organizaciones sindicales y gremiales de dirigentes oportunistas y vendidos, de que se debe confiar sólo en las propias fuerzas y no en los señores de un parlamento maniatado y al servicio del empresariado y el capital. Desde los trabajadores debemos avanzar en la politización de nuestra lucha, incluir demandas políticas como la de imponer una Asamblea Constituyente y lograr una Nueva Constitución nacida desde el combate popular, desde una Asamblea elegida especialmente para ese fin, y no como algunos concertados y sus amigos p “c”, los que proponen una constitución nueva nacida desde el actual parlamento, ¡SABEMOS LO QUE SE COCINARÍA! Un plato que sólo traería indigestión popular.
¡La lucha por reajustes dignos para los trabajadores debe continuar, con o sin autorización legal, es nuestro derecho luchar por mejores condiciones de vida!
¡Basta ya que cada vez que el país crece, también crece la pobreza y la desigualdad social!
¡La lucha da lo que los patrones y Piñera niegan!
¡A imponer una Asamblea Constituyente y una Nueva Constitución Política, donde los derechos y conquistas de los trabajadores y pueblos de Chile estén garantizados!
Todo fue al final de un alboroto mediático de los actores políticos oficiales, donde no faltaron los afanes fascistas del ministro del interior Hinzpeter, las acusaciones mutuas entre la “alianza” y la “concertación” sobre quién había exonerado o botado de sus puestos laborales a más empleados públicos como persecución política, donde sacaban la cuenta de que el 4,2% no alcanzaba ni para tres kilos de pan, etc., etc. La “concertación”, a manera de lavado de cara, invocaba al “Padre Hurtado” contra el “Papa y la Virgen María” de la “alianza”.
El gobierno y la “alianza” manipulaba diciendo que de no aprobarse el reajuste del 4,2% ofrecido, los trabajadores quedarían sin reajuste, lo cual era una mentira mayor, ya que en el ordenamiento del parlamento aun tenían otra instancia, forzar una comisión mixta, ¿Por qué se apuró Andrade en que saliera el reajuste del 4,2% sin alcanzar ningún acuerdo o protocolo para parar los despidos en el sector público?, la respuesta está no “en la prudencia” a la que ha apelado el jefe de los socioslistos, prudencia que por lo demás va a favor de los capitalistas, sino en los acuerdos previos que este ya tenía con la dirección “concertacionista-pc” de la CUT en aceptar el monto miserable del 4,2% y nada más, lo demás es adorno.
Una vez mas los neoliberales han hecho un festín con las demandas de los trabajadores, los parlamentarios, sin excepción, han hecho su mejor actuación, se han tratado de vestir con las demandas de los empleados públicos, de seguridad y estabilidad laboral y de un reajuste con algo de dignidad, y los empleados públicos han luchado, han visto con sus ojos los manejos y arreglines de quienes, desde el parlamento, e incluso desde directivas sindicales, dicen ser sus “auténticos representantes”.
Junto a los trabajadores, desde ellos, hemos estado los COMUNISTAS, es decir, el PC(AP), marchando en la calle y en el lugar de trabajo, hemos estado con todo, a pesar de la despolitización a la que han llevado al movimiento sindical los oportunistas y los agentes del neoliberalismo de todo tipo, hemos estado con nuestra posición política, de clase, revolucionaria, expresada en nuestras declaraciones y el “Remolino Popular”.
Hoy se cierra una nueva jornada de lucha reivindicativa de los trabajadores públicos, y sin duda la mejor ganancia está en las lecciones que se deben sacar, de que hay que limpiar a las organizaciones sindicales y gremiales de dirigentes oportunistas y vendidos, de que se debe confiar sólo en las propias fuerzas y no en los señores de un parlamento maniatado y al servicio del empresariado y el capital. Desde los trabajadores debemos avanzar en la politización de nuestra lucha, incluir demandas políticas como la de imponer una Asamblea Constituyente y lograr una Nueva Constitución nacida desde el combate popular, desde una Asamblea elegida especialmente para ese fin, y no como algunos concertados y sus amigos p “c”, los que proponen una constitución nueva nacida desde el actual parlamento, ¡SABEMOS LO QUE SE COCINARÍA! Un plato que sólo traería indigestión popular.
¡La lucha por reajustes dignos para los trabajadores debe continuar, con o sin autorización legal, es nuestro derecho luchar por mejores condiciones de vida!
¡Basta ya que cada vez que el país crece, también crece la pobreza y la desigualdad social!
¡La lucha da lo que los patrones y Piñera niegan!
¡A imponer una Asamblea Constituyente y una Nueva Constitución Política, donde los derechos y conquistas de los trabajadores y pueblos de Chile estén garantizados!
Secretariado Político del Comité Central
Partido Comunista Chileno (Acción Proletaria)
PC(AP)
www.accionproletaria.com
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PC(AP)
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