En nuestro país, la contradicción entre la clase obrera y la burguesía nacional hace parte de las contradicciones en el seno del pueblo. La lucha de clases entre la clase obrera y la burguesía nacional es, en general, una lucha de clases en las filas del pueblo, porque la burguesía nacional de China tiene doble carácter. En el período de la revolución democrático-burguesa, ella tenía en su carácter tanto un lado revolucionario como otro conciliador. En el período de la revolución socialista, al tiempo que explota a la clase obrera obteniendo ganancias, apoya la Constitución y se muestra dispuesta a aceptar la transformación socialista. La burguesía nacional difiere del imperialismo, la clase terrateniente y la burguesía burocrática. La contradicción entre la clase obrera y la burguesía nacional, que es una contradicción entre explotados y explotadores, es de suyo antagónica. Sin embargo, en las condiciones concretas de China, esta contradicción antagónica entre las dos clases, si la tratamos apropiadamente, puede transformarse en no antagónica y ser resuelta por medios pacíficos. Pero la contradicción entre la clase obrera y la burguesía nacional se convertirá en una contradicción entre nosotros y el enemigo si no la tratamos como es debido, es decir, si no aplicamos la política de unidad, crítica y educación respecto a la burguesía nacional, o si ella no acepta esta política nuestra.
La cuestión clave es el subdesarrollo de China, que es lo que hacía necesaria la alianza con la burguesía nacional. No obstante, la Revolución Cultural, a pesar de su fracaso, una de las cuestiones que planteaba era la vigilancia revolucionaria contra los elementos burgueses en el Partido y el Estado.
También está lo que el PCCh afirmaba durante la Gran Polémica con los revisionistas soviéticos:
Lecciones históricas de la dictadura del proletariadoLa sociedad socialista abarca un período histórico muy largo. En esta sociedad aún existen clases, la lucha de clases y la lucha entre el camino del socialismo y el del capitalismo. La revolución socialista realizada sólo en el frente económico (en la propiedad sobre los medios de producción) no es suficiente ni sólida. Hace falta además una revolución socialista completa en los frentes político e ideológico. Es necesario un período muy largo para resolver el problema de “quién vencerá a quién”: el socialismo o el capitalismo en los frentes político e ideológico. Para conseguir el éxito no bastan unos decenios, se necesitarán de cien a centenares de años. En cuanto al tiempo, más vale prepararse para un período mayor que uno menor; en cuanto al trabajo, más vale considerar preferentemente la tarea como difícil que como fácil. Pensar y actuar de esta manera es más provechoso y menos perjudicial. Si esta situación no se comprende bien, o, si no se comprende en absoluto, puede llegarse al más grave de los errores. Durante la etapa histórica del socialismo hay que mantener la dictadura del proletariado y llevar hasta el fin la revolución socialista, y sólo así se podrá prevenir la restauración del capitalismo, realizar la construcción socialista y preparar las condiciones para el paso al comunismo.