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Los directores de cine condicionados por el asesoramiento de la CIA en las grandes productoras y los que siguen las pautas del capitalismo están buscando guiones buenos, que sean originales, que hablen de guerras y de acontecimientos históricos reseñables, pero misteriosamente no les parece atractiva la idea de hacer una película sobre la revolución bolchevique. Estamos aburridos de títulos como Salvar al soldado Ryan, La delgada línea roja, La chaqueta metálica, Hermanos de Sangre y otras que narran la vida de un pobre soldado americano cuya labor es siempre decisiva. Hollywod tiene cientos de historias que contar que prefiere ignorar por política, pero que les daría mas audiencia, como ocurre siempre que el cine desvela algo que ha estado mucho tiempo escondido (JFK de Oliver Stone).
Esta película es mas de lo mismo, pero en esta ocasión se ha capado por completo el protagonismo de los bolcheviques y del ejercito rojo en la derrota de Kolchak y esto es sencillamente como hacer una película de nazis en la que son ellos los buenos y las victimas.
Esta película es mas de lo mismo, pero en esta ocasión se ha capado por completo el protagonismo de los bolcheviques y del ejercito rojo en la derrota de Kolchak y esto es sencillamente como hacer una película de nazis en la que son ellos los buenos y las victimas.
