- 1 En el programa de transición
León Trotsky escribió:"La diferencia entre estas demandas y la consigna reformista de "nacionalización" radica en lo siguiente:
(1) se rechaza la indemnización,
(2) advertimos a las masas contra los demagogos [...] que, a pesar de los homenajes verbales a la nacionalización, siguen siendo en realidad agentes del capital,
(3) hacemos un llamamiento a las masas a depender únicamente de su fuerza revolucionaria propia,
(4) Enlazamos la cuestión de la expropiación con la toma del poder por los trabajadores [...]
A pesar del amplio economicismo inherente a esta vaca sagrada conocida de otro modo por los trotskistas como el Programa de Transición, hay una serie de puntos en que vale la pena salvar el enfoque "de transición".
Uno de los puntos trata justamente de la cuestión de la indemnización. Habida cuenta del período extremadamente deprimido cuando se llevó la vaca sagrada trotskista a la forma escrita, sólo la dimensión más primitiva de la cuestión de la indemnización se consideró no muy diferente de cualquiera de las primeras acumulaciones por despojo que impulsó la producción aburguesada de las mercancías básicas (sobre todo las de la tierra) o la proliferación combinada de koljoses agrícolas, depresión artificial de los salarios, y el trabajo extensivo en los GULAGs, llamada "acumulación originaria socialista".
2 Como Karl Kautsky señaló en La Revolución Social, sin embargo, hay otras maneras de llevar a cabo expropiaciones no compensatorias:
- El decomiso directo se completaría de forma rápida, a menudo de un solo golpe, mientras que la confiscación a través de impuestos permite la desaparición de la propiedad capitalista a través de un largo proceso en el grado exacto en que se establezca el nuevo orden y su influencia se hace perceptiblemente benevolente [...] El decomiso de esta manera pierde su dureza, se vuelve más aceptable y menos doloroso. Cuanto más pacíficamente se haga la conquista del poder político por el proletariado y más firmemente organizada e ilustrada sea, tanto más podemos esperar que las formas primitivas de decomiso se ablandarán.
3 Meidner y el ahorro de la clase trabajadora
- En la década de 1970, El economista sueco de origen alemán Rudolf Meidner esbozó un plan prolongado similar para aumentar el nivel de ahorro de la clase trabajadora y que se traduce en inversión social para sostener el crecimiento del salario real y por lo menos la definición keynesiana limitada de "pleno empleo". Las empresas con más de cincuenta empleados se han visto obligados a redistribuir, sobre una base anual, el veinte por ciento de las utilidades de la compañía como acciones no negociables, que tendrán los fondos de asalariados organizados a nivel regional y no en una base sindical. Naturalmente, la burguesía sueca movilizó una oposición bien financiada a este plan durante décadas para tranquilimente liquidarlos como clase en unos decenios.
4 En septiembre de 2008, el socialista de mercado David Schweickart esbozó una más inmediata, más directa, pero perfectamente legal manera para efectuar las expropiaciones no compensatorias:
- Imaginemos una transición rápida desde el fondo irracional, del sistema económico insostenible en última instancia en que actualmente vivimos a una economía democrática, socialista, en el que las empresas funcionan democráticamente, y la estabilidad económica ya no requiere mantener a nuestros capitalistas felices. Supongamos que conseguimos una debacle financiera en la escala de la Gran Depresión. Y supongamos que tenemos un gobierno recién elegido, decidido a efectuar esta transición.
Lo primero sería asegurar a todos, a lo Franklin Delano Roosevelt, que no hay nada que temer, sino el mismo miedo. Quiero decir, no estamos hablando de un meteorito que se estrella contra la tierra, o una plaga incurable, o una guerra nuclear. Trozos de papel de repente han perdido su valor. Nuestros recursos están todavía intactos. Nuestra base tecnológica sigue intacta. No hay razón para que la gente común pierda sus empleos o vea que sus ingresos caen en picado, es decir sin ninguna razón material.
¿Y ahora qué? Bueno, ya que el mercado de valores se derrumbó, deje que el gobierno intervenga y compre los ahora casi sin valor acciones de las empresas no financieras que cotizan en bolsa. (El precio podría ser inferior al de Paulson: $700Billones. El gobierno puede imprimir dinero, si es necesario. En una depresión es esencial para estimular la economía mediante el bombeo de dinero en ella.) De pronto nuestro gobierno tiene una participación mayoritaria en todas las principales corporaciones. (Aviso, estos activos no son "expropiados" por el gobierno. Se les paga a su valor de mercado.)
5 Las formas más primitivas de las expropiaciones no compensatorias no hay que descartarlas, sin embargo. El caso más evidente se presenta en forma de medidas confiscatorias contra la fuga de capitales, o citando al Manifiesto Comunista "la confiscación de los bienes de todos los emigrados y rebeldes."
REFERENCIAS
- The Death Agony of Capitalism and the Tasks of the Fourth International by Leon Trotsky [http://www.marxists.org/archive/trot...8/tp/index.htm]
The Social Revolution, Volume II: On the Day After the Social Revolution by Karl Kautsky [http://www.marxists.org/archive/kaut...crev/pt2-1.htm] [http://www.marxists.org/archive/kaut...crev/pt2-2.htm]
Beyond Pension Capital: The Swedish 'Wage-Earner' Funds by Joe Guinan [http://www.voiceoftheturtle.org/show...le.php?aid=330]
Rudolf Meidner, 1914-2005: A Visionary Pragmatist by Robin Blackburn [http://www.counterpunch.org/blackburn12222005.html]
Bailout!: A Case for Economic Democracy And Clearing the Path to Socialism by David Schweickart [http://www.zcommunications.org/bailo...id-schweickart]
Traducido del Post [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]