El Comisario
poema de José Herrera Petere
Certero pulso o medida,
fuerte y útil comisario,
tus armas no son las balas,
son las palabras y el tacto,
la razón y la experiencia,
el ejemplo de hombres bravos.
Fuertes Furmanov de España
muchos Tchapaiev forjaron.
Por los frentes van serenos,
erguidos, los comisarios;
ellos son la inteligencia,
la razón por qué luchamos,
nuestra certera política
que el mundo va conquistando,
la disciplina consciente,
lo que jamás tendrá el fascio,
que, aunque pose cañones,
jamás tendrá comisarios,
porque no tienen moral
ni alma los mercenarios.
Certero pulso o medida,
inteligente y callado,
justo, preciso y sereno,
marcha al frente el comisario;
el cielo se hincha sonoro,
ruegen negros aeroplanos,
silba el obús por los aires,
llueve metralla en el campo;
certero pulso o medida,
en pie queda el comisario,
en pie queda inteligente,
en pie político y alto.
Una voz cruza el estruendo;
es la voz del comisario:
"¡Adelante, camaradas;
no retroceder ni un paso!"
Yo os saludo, hombres valientes,
ejemplares milicianos,
dialécticos de la guerra,
hombres que morís hablando,
como el héroe de Cronstadt,
el acento firme y claro;
el pueblo en armas os crea.
¡Yo os saludo, comisario!
poema de José Herrera Petere
Certero pulso o medida,
fuerte y útil comisario,
tus armas no son las balas,
son las palabras y el tacto,
la razón y la experiencia,
el ejemplo de hombres bravos.
Fuertes Furmanov de España
muchos Tchapaiev forjaron.
Por los frentes van serenos,
erguidos, los comisarios;
ellos son la inteligencia,
la razón por qué luchamos,
nuestra certera política
que el mundo va conquistando,
la disciplina consciente,
lo que jamás tendrá el fascio,
que, aunque pose cañones,
jamás tendrá comisarios,
porque no tienen moral
ni alma los mercenarios.
Certero pulso o medida,
inteligente y callado,
justo, preciso y sereno,
marcha al frente el comisario;
el cielo se hincha sonoro,
ruegen negros aeroplanos,
silba el obús por los aires,
llueve metralla en el campo;
certero pulso o medida,
en pie queda el comisario,
en pie queda inteligente,
en pie político y alto.
Una voz cruza el estruendo;
es la voz del comisario:
"¡Adelante, camaradas;
no retroceder ni un paso!"
Yo os saludo, hombres valientes,
ejemplares milicianos,
dialécticos de la guerra,
hombres que morís hablando,
como el héroe de Cronstadt,
el acento firme y claro;
el pueblo en armas os crea.
¡Yo os saludo, comisario!