"Gatza" fue recibido por cientos de personas en Zornotza
El preso político vasco que más tiempo ha pasado en la cárcel salió de Jaén a las 9.05 y llegó a casa tras controles de Guardia Civil y Policía y el acoso final de la Ertzaintza."Gatza" agradece el apoyo de los vecinos de Zornotza.Tras permanecer casi 31 años en prisión, Jose Mari Sagardui Gatza, el preso político vasco más veterano, abandonó ayer la cárcel de Jaén. Salió con el puño en alto mientras escuchaba los gritos de apoyo ("Euskal presoak Euskal Herrira", "Aupa Gatza'') de sus vecinos llegados desde Zornotza en autobús tras viajar toda la noche.
Lo primero que hizo Gatza al llegar al aparcamiento de la prisión, eran sólo las 9.05, fue abrazar a su hija Goiztiri y a los demás allegados. Era la hora de comenzar el tan esperado retorno hacia Euskal Herria.
Entre los olivares de Jaén se quedó el despliegue mediático español y las exactamente catorce personas que secundaron la convocatoria de la asociación de víctimas de Francisco José Alcaraz, que ondeando banderas españolas se dedicaron a insultar a quienes habían llegado desde Euskal Herria. Además, pincharon repetidamente el himno español en un intento de provocación que no fue respondido por los vecinos de Gatza, que lógicamente tenían otras prioridades bastante más satisfactorias.
Apenas una hora más tarde y un centenar de kilómetros más al norte, en Santa Cruz de Mudela, en plena provincia de Ciudad Real, Sagardui pudo brindar por fin con sus vecinos por su recién recuperada libertad. Lo hicieron en un bar al pie de la carretera N-IV, bajo el sol castellano.
Allí, en el aparcamiento de un hostal del corazón de Castilla-La Mancha, Gatza hizo sus primeras declaraciones a los medios vascos, destacando que quería agradecer a Euskal Herria todo el apoyo que ha recibido en estas tres décadas de prisión.
Junto a ello, el ya ex prisioneros insistía en que queria recordar, a través de los medios, a todos los presos políticos vascos que permanecen entre rejas y a los refugiados. Y destacaba que se sentía con muchos ánimos tras dejar atrás la dispersión penitenciaria.
Sagardui tenía muy claro cuál era su prioridad: llegar a Zornotza cuanto antes para poder abrazar a su padre y a su madre, que debido a su avanzada edad ayer no pudieron desplazarse a Jaén por prescripción médica.
Un detenidoFinalmente, el viaje de regreso a Zornotza se retoma con buen humor y optimismo, bien entrada ya la tarde. Allí le esperaban muchísimos vecinos, pero también un despliegue imponente de la Ertzaintza, que toma casi todas las calles céntricas de la localidad.
José Mari Sagardui entra por fin a casa. El momento no queda a la vista de nadie, pero la emoción desencadenada se puede intuir. El represaliado sale luego a ese balcón que en los últimos días ha centrado tanto morbo mediático y retira simbólicamente el lema "Gatza askatu".
Pasadas las 22.00 y tras llevarse un montón de pancartas de la localidad, la Ertzaintza comienza a retirarse del pueblo, después de haber realizado algún amago de carga suelto y practicar la detención de un joven. La noche ha caído definitivamente, cerrando un día para recordar.
GARA