NG escribió:Entrevista al Camarada Arenas 2007, Revista Nabarra Aldizkaria, NÚMERO 78 Septiembre 2007En los primeros pasos que disteis en la creación del Partido había una clara influencia de Mao, del Partido Comunista de China, pero parece que en los últimos años no es así...Así es. Hay que tener en cuenta que nosotros nacimos como Partido reconstituido en una situación en la que está en marcha la Revolución Cultural, por ejemplo. El Partido Comunista de China, los albaneses y otros partidos mantenían una lucha frontal contra las tesis revisionistas. Eso tiene mucha influencia en el plano internacional y a nosotros también nos influyó muchísimo. Entonces, adoptamos muchas de las tesis chinas. Estudiamos a Mao, lo consideramos como un gran teórico, como el continuador, así se puede decir, de la línea del marxismo-leninismo e incorporamos a nuestras tesis muchas de sus ideas y sus principios. No obstante, nunca hemos sido, lo que se llamaba prochinos, entre otros motivos porque aquí había varios partidos que sí eran prochinos. Hicieron una copia.
No voy a entrar en detalles pero eso es una realidad. Se puede decir que no sólo estábamos contra el carrillismo, sino también contra esa copia china adaptada a España. Ellos consideraban que España era una colonia, nosotros decíamos que no, que esto era un Estado imperialista y esa fue la diferencia esencial. Entonces, no nos podíamos considerar prochinos, aunque compartíamos muchas de las ideas.
¿Qué ha ocurrido últimamente? Pues ha ocurrido, podríamos decirlo así, la gran decepción, de lo que supuso la Revolución Cultural y sus resultados. La experiencia ha demostrado que las tesis de Mao no conducían a donde aparentemente iban a conducir al principio de la Revolución Cultural y que la restauración capitalista fue inmediata, cosa que no pasó en la Unión Soviética. Allí la traición jruchoviana viene de los años cincuenta, pero el restablecimiento del capitalismo se ha producido casi en el año 2000. Ha tardado más de cuarenta años en imponerse. En China ha sido inmediato. ¿Por qué? En China existe el capitalismo, existe una ideología burguesa muy extendida, sectores burgueses en posiciones de poder y por ese motivo han tardado muy poco en darle la vuelta a la tortilla en cuanto murió Mao.
Nosotros hacemos un replanteamiento de todas estas cuestiones históricas, volvemos a analizar la experiencia de la Unión Soviética, volvemos a revisar todo eso y llegamos a otras conclusiones. Entonces, descubrimos cosas que parece mentira que hubieran pasado desapercibidas, pero así es la verdad; la experiencia enseña. Descubrimos que hay muchas tesis teóricas, filosóficas y políticas de Mao que son verdaderos atentados a los principios del comunismo. Entonces no lo veíamos, se justificaba todo bajo la bandera de la crítica al revionismo.
Después de llegar a revisar y analizar los pros y los contras, no rechazamos todo lo que dice Mao, porque hay cosas muy importantes de las que hay que aprender. Pero evidentemente Mao no es un clásico, es un dirigente comunista de un país semifeudal en su época, que hizo algunas aportaciones, pero no ha enseñado nada esencial y eso hay que dejarlo claro. Tenemos algunas cosas que aprender, como tenemos que aprender de otros muchos dirigentes. Todos tenemos que aprender de todos, pero no es un clásico y hay que situarlo en su sitio. Entonces, no podemos considerar el maoísmo como por ejemplo, cosa que estaba entonces muy de moda, el nuevo desarrollo del marxismo o el marxismo-leninismo de la época. Eso es erróneo.
Había que reconocer esa realidad, por supuesto, previo análisis objetivo, claro, serio y hecho desde las posiciones del marxismo, no desde unas posiciones izquierdosas o demagógicas, sino considerando la importancia de Mao y de lo que representa. Hemos rectificado y eso es de sabios. No sé si lo somos o no, pero veíamos necesario rectificar esos aspectos que estaban ahí y que creaban confusión. Hemos retornado a los principios. En el fondo hemos vuelto al marxismo-leninismo.
Se ha hablado del stalinismo… Pues sí, hemos reconocido en Stalin cosas buenas, que hasta ahora eran rechazadas, hemos visto que la crítica de Mao a Stalin era errónea, falsa, una crítica no marxista que contenía muchos errores, errores de principio. Entonces hemos restituido la verdad histórica y los principios hasta donde hemos podido llegar. Hemos retornado. Ante el despiste, la confusión y el no saber bien qué estaba ocurriendo y a dónde íbamos, dijimos retornemos al punto de partida, vamos a reconsiderar las cosas y empecemos a caminar de nuevo porque nos hemos perdido, lo que es una forma correcta de actuar.
¿O sea que la persona que más ha aportado al marxismo-leninismo no sería Mao, sería Stalin?Por supuesto. Considero que el más destacado y digno sucesor de Lenin es Stalin. En la Unión Soviética y en el plano internacional, porque tenemos mucho que aprender de ahí, de la Unión Soviética, del periodo de construcción del socialismo, y de la lucha contra el oportunismo y el revisionismo. Evidentemente es así. Hay que ser muy claro y muy firme también. Sé que se nos van a echar encima mucho antidogmático, pero estamos para asumir la pelea contra esa gente, como hemos hecho siempre, y a defender la verdad. Stalin es una figura histórica que ha hecho grandes aportes a la causa y a la teoría y hay que considerarlo así. Lo que pasa es que hay que estudiarle y no dejarse llevar por la propaganda imperialista, ni por los tabúes y la propaganda negra. Hay que estudiarlo, leerlo y confrontarlo con la experiencia pasada y reciente y más concretamente con la experiencia china, como hemos hecho nosotros. De esa confrontación, que es un método científico, han salido unas conclusiones y nuestra conclusión es que, en la polémica, Stalin sale ganando, yo diría por goleada, francamente. Y que conste que antes yo era más maoísta que estalinista.
Se nos puede acusar de dogmáticos por apoyar a Mao de manera acrítica, sobre todo frente a Stalin. Yo asumiría sin ningún tipo de reserva la crítica de dogmatismo respecto al maoísmo, y nunca hemos sido maoístas. Pero respecto a Stalin sí que hemos aceptado muchas ideas y tesis de Mao que apuntan contra la etapa de socialismo en la Unión Soviética y contra Stalin, sin criterio propio, sin estudio, y la experiencia nos ha llevado a hacer ese estudio y a concluir que Mao no tenía razón. Y en eso estamos… Ahora somos dogmáticos estalinistas jajaja.
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