El trotskismo al servicio de la CIA contra los países socialistas
Ludo Martens
Octubre 20 de 1992
Después del triunfo de la contrarrevolución burguesa en Europa del Este y en la Unión Soviética, queda de manifiesto y sin lugar a dudas entre los comunistas, cual es la verdadera motivación del trotskismo.
El desarrollo del proceso contrarrevolucionario en Europa del Este y la Unión Soviética, nos revela claramente el sentido de clase que imprimen los trotskistas a su posición ideológica, permitiéndonos verificar en la práctica la ambivalencia del discurso que han sostenido por más de sesenta años. No es complicado, hoy día, percibir a través de su lenguaje "izquierdista" el verdadero objetivo de esta corriente. Nos basta leer las declaraciones que han hecho en los últimos dos o très años, para ver que su estrategia central es el anticomunismo absoluto; una corriente que recluta a los elementos progresistas de la pequeña burguesía, para adoctrinarlos en el anticomunismo.
En suma, decimos que esta tendencia sólo ha llevado a cabo con perseverancia, continuidad y convicción el combate contra el marxismo-leninismo y el movimiento comunista internacional.
Es nuestro propósito probar la veracidad de estas afirmaciones, y lo haremos mediante el estudio y análisis de las proposiciones hechas por los trotskistas en el momento en que surgen las contrarrevoluciones, llamadas de terciopelo, que conllevaron a la restauración del capitalismo en Europa del Este y en la Unión Soviética.
"La restauración del capitalismo es imposible!"
En los años treinta Stalin planteó un cuestionamiento esencial: ¿En un país en el cuál el socialismo ha establecido la dictadura de la clase trabajadora, es posible el restablecimiento del capitalismo? Trotski respondió: el restablecimiento del capitalismo es imposible sin un levantamiento armado de la burguesía y sin una guerra civil prolongada. Su planteamiento de la "restauración imposible", sirvió para eliminar toda alerta política e ideológica favoreciendo una posición conciliadora y estimulante, tanto al interior del Partido, como hacia el enemigo de clase en la sociedad.
Desde la Revolución Cultural, los Marxistas-Leninistas reafirmaron que un Partido Comunista puede degenerar al ser invadido por concepciones y teorías burguesas y pequeño burguesas. El revisionismo es la adopción de las ideas de la burguesía y la pequeña burguesía disfrazadas con terminología marxista-leninista. Cuando el revisionismo definitivamente logra acaparar un partido comunista, éste se vuelve el instrumento principal para el restablecimiento burgués progresivo, tanto en el plano ideológico-político como económico.
Mandel, el líder principal de la llamada IV-Internacional, se ufana afirmando que esta teoría "estalinista" sólo sirve para justificar la arbitrariedad, haciendo así eco a una de las tesis de Trotski.
"Solo verdaderos tontos..."
En 1934 Stalin demostró que la corriente del grupo oportunista Zinoviev-Kamenev, llevaría necesariamente al restablecimiento del capitalismo en la Unión Soviética. La historia demostró que las críticas de Stalin a Trotski, al grupo Zinoviev-Kamenev y posteriormente a los seguidores de Bukarin, fueron de mucho acierto. El rechazo de esas proposiciones, en el curso de los años veinte y treinta, permitio mantener la dictadura del proletariado y construir el poder político y militar necesario para defender al socialismo de la agresión fascista. Muchas ideas de Trotski, Zinoviev y Bukarin fueron retomadas medio siglo después por los revisionistas Kruchov y Brezhnev; y solo dos años después de la rehabilitación oficial de estas ideas oportunistas por Gorbachov, el restablecimiento del capitalismo era un hecho real.
Es de recordar que en 1943, Trotski argumento contra Stalin: "Sólo verdaderos tontos son capaces de creer que proposiciones capitalistas, tales como la propiedad privada de los medios de producción, o de la tierra, puedan restablecerse de una manera pacífica en la Unión Soviética, y que desemboquen en un régimen democrático-burgués. De hecho el capitalismo sólo puede restablecerse en Rusia a través de un violento golpe de Estado contrarrevolucionario, que exigiría diez veces más de víctimas que la Revolución de Octubre y la guerra civil." (1) Diez veces más, eso quiere decir que el restablecimiento del capitalismo en Rusia significaría un número de víctimas oscilando entre los 50 y 90 millones...
1989: "La restauración imposible a mediano plazo"
Ya en 1989, momento en el cual las fuerzas contrarrevolucionarias ejercían su abierta ofensiva, Mandel persiste afirmando que el fantasma de la restauración capitalista no es otra cosa que un mentira estalinista, para justificar la "represión". En 1989, ya se habían pasado al campo imperialista Polonia y Hungría, sin embargo Mandel escribía: "La pequeña y media burguesía forman tan solo una minoría en la sociedad de estos estados obreros-burocráticos y gozan solamente de una ayuda limitada del gran capital internacional. Pero sumando todo esto, la confluencia de intereses no es suficiente para que a corto o a medio plazo se pueda imponer el capitalismo." (2)
Ya hace mucho tiempo que los marxistas-leninistas describieron las cuatro fuerzas sociales que forman la base para el restablecimiento. Primero, es la capa de burócratas y elementos corruptos en el seno del Partido y del aparato de Estado. Segundo, son las fuerzas políticas e ideológicas de las viejas clases reaccionarias. Tercero, son los nuevos elementos burgueses y explotadores que se han desarrollado dentro de la sociedad socialista. Cuarto y último, son las fuerzas imperialistas que, de manera abierta o clandestina, funcionan en los países socialistas. Mandel desconoce la existencia de las dos primeras formas y minimiza las otras, aunque desde Reagan se duplicó la infiltración e intervención capitalista.
Mandel utiliza los mismos argumentos para apoyar la contrarrevolución en la Unión Soviética: "¿Para dónde va la Unión Soviética de Gorbachov? Excluyamos, por ser imposible, la posibilidad del restablecimiento del capitalismo en la URSS, ya que de la misma manera que es imposible eliminar el capitalismo, tampoco este se puede restaurar progresivamente." (3)
Los trotskistas dispersaron a los cuatro vientos su teoría de imposibilidad de restauración mientras existiese la más mínima resistencia por parte del Partido Comunista y del Estado. Desde los años treinta, ésta teoría justificará la desproporcionada ayuda a todas las corrientes oportunistas y contrarrevolucionarias. En los años treinta y cuarenta también apoyaron a todas las corrientes y fracciones oportunistas en su lucha contra la dirección marxista-leninista del Partido. En 1956, aplaudieron el "corajudo-antistalinismo" de Kruchov, convirtiendosen propagandistas de Soljenitsin, el reaccionario seguidor del Zar; apoyaron a todas las fuerzas reaccionarias nacionalistas y fascistas, como también a los disidentes pro-occidentales. Propagaron sin rodeos todas las teorías anticomunistas que estaban de moda en los círculos Gorbachovianos, e incluso destinaron dos tercios de su propio periódico a artículos de derecha, tomados del Novedades de Moscu y del Espoutnik. (4) Resumiendo, en nombre de la teoría de la restauración imposible, los trotskistas apoyaron a todos los contrarrevolucionarios, hasta el día que no quedó nada de las ideas e instituciones socialistas, creadas y defendidas por Lenin y Stalin.
Una vez la batalla terminada, Mandel mencionó en una entrevista posterior a los hechos del Este, pasando cínicamente de la teoría de imposibilidad a la "restauración": "Excluyo la posibilidad de una restauración gradual y pacífica e imperceptible del capitalismo. Esta es una ilusión reformista, antes deberán romper la resistencia obrera...". Más adelante, continuá su declaración aludiendo a la trotskista Catherine Samary quien dice que la restauración es posible, pero se hará "exclusivamente sobre el modelo turco..." (5). La evocación de una eventual restauración, no influye en lo absoluto en la política trotskista, que guarda invariablemente su objetivo primero: la destrucción de todo lo que se aparente al comunismo. De este modo tres meses más tarde, a fines de diciembre de 1989, cuando se produce el asalto final de la contrarrevolución, los trotskistas lanzan la siguiente consigna en primera página: "Solidaridad con la revolución que comienza al Este..." (6)
De un lado "la burocracia" del otro "las masas"...
La tesis de restauración imposible les sirvió de camuflaje durante sesenta años para desertar decendemente y pasar al lado de los anticomunistas.
Stalin, y después Mao Tsetung, enfatizaron que la lucha de clases continúa dentro del socialismo; que la lucha entre el camino socialista y el camino capitalista permanece durante un gran período histórico, y por supuesto una restauración capitalista siempre es posible. Que para mantener y fortalecer el socialismo, se necesita un Partido Comunista marxista-leninista auténtico, una estructura que en momentos necesarios purifique sus filas de corrientes oportunistas. El socialismo se debe defender contra sus enemigos, contra los restos de las viejas clases reaccionarias, contra los nuevos elementos burgueses que renacen durante el nuevo régimen, y contra los agentes del imperialismo.
Mandel y los trotskistas desarrollan una "teoría" original para combatir estos conceptos: la lucha de clases existe en realidad dentro del socialismo... Pero esta lucha opone la "burocracia" a las "masas populares". Denunciando violentamente "la burocracia", como lo hicieran antes los fascistas, los lideres trotskistas apoyan toda forma de oposición reaccionaria contra el socialismo, afirmando que este es el sentido de le reivindicación y de la voluntad de las "masas populares". Convirtiéndose en abogados de todas las fuerzas burguesas y anticomunistas, los trotskistas sitúan de un lado la "burocracia" que frena las libertades democráticas, y al otro lado las fuerzas de la "revolución política" que luchan por el "socialismo auténtico". Así escribe Mandel en octubre de 1989: "El sentido principal de todas las luchas políticas actuales no gira alrededor de la restauración del capitalismo, sino que se trata de avanzar hacia la revolución-política-antiburocrática, es decir salvaguardar el total de las libertades democráticas que las masas conquistaron durante la Glasnost. La lucha principal no se sitúa entre las fuerzas pro-capitalistas y las fuerzas anticapitalistas sino que es la oposición de la burocracia contra el pueblo." (7)
Partiendo de este punto de vista, que sitúa "la burocracia contra las masas", Mandel apoya abierta y explícitamente las fuerzas liberales, socialdemocratas, monarquistas y fascistas, en su lucha en contra de los restos del socialismo.
"La Glasnost es trotskismo..."
En el momento que la burguesía internacional reconocía que la restauración del capitalismo ya era un hecho, Mandel recibía los honores de la prensa anticomunista de la Unión Soviética. Su desvergüenza llega a tal extremo que lo llevó a declarar que Gorbachov era un gran revolucionario, retomador de las teorías trotskistas. Dice Mandel: ahora pueden ver todos los comunistas del mundo quienes son los verdaderos revolucionarios y contrarrevolucionarios. Trotski, los trotskistas, Gorbachov y los seguidores de Gorbachov se encuentran en el campo de la revolución, Stalin y los estalinistas están en el campo de la contrarrevolución. Mandel declara en Managua que Stalin representa una "contrarrevolución violenta" (. Felizmente, gracias al esfuerzo de Mandel y Gorbachov, hemos avanzado en 1990 hacia la verdadera revolución.
He aquí le declaración de Mandel a Temps Nouveaux: "Temps Nouveaux: Declara Gorbachov que la perestroika es la nueva revolución auténtica? Ernesto Mandel: Si, efectivamente el dice eso, y esto es en realidad muy positiva. Nuestro movimiento ha defendido durante 55 años esta tesis, por lo cual se le denominó contrarrevolucionario. Hoy en día se comprende bien, en la Unión Soviética y en el seno de la mayoría de los movimientos comunistas internacionales, donde se encontraban en realidad los verdaderos contrarrevolucionarios." (9)
No hubo que esperar dos años, para ver caer la Unión Soviética en manos de la mafia pro-norteaméricana y zarista, para ver florecer las fuerzas fascistas y zaristas en Rusia y las otras repúblicas, y para ver diferentes guerras civiles reaccionarias entre las diferentes fracciones burguesas de la población civil. Esto descubre la verdadera faz de los "revolucionarios" de la Glasnost y la Perestroika; esto demuestra también para qué fuerzas políticas Mandel trabaja, este profesional del anticomunismo.
Catherine Samary, la otra estrella de la IV-Internacional, confirmó a la prensa soviética, que Gorbachov aplicó el programa desarrollado por Trotski. Ella hace el elogio de la Glasnost: "En vuestro país aun no se ha publicado nada acerca de la plataforma de izquierda que luchó contra Stalin y que propuso un camino alternativo para la construcción del socialismo. Pero están ustedes en vía de adoptar esas ideas: construir una democracia socialista auténtica y la autogestión." (10)
El apoyo de Mandel a Yeltsin
Mandel, ferviente partidario de la Glasnost de Gorbachov, considera como obligación propia el apoyo a las fuerzas más a la "izquierda" de Gorbachov, ¡convirtiéndose así en el vocero de Yeltsin y Sakharov!
A comienzos de 1989 Mandel presenta a Yeltsin como el representante de los trabajadores, el hombre de la democratización, que interpreta las ideas de la clase política consciente de la URSS! Mandel escribe en su libro sobre Gorbachov: "La destitución de Yeltsin (el 11 de noviembre de 1987) como dirigente del PCUS es un retroceso grave en el proceso de democratización de la URSS." (11) "Yeltsin es hoy la personalidad política más popular entre los trabajadores soviéticos. Espontáneamente se hicieron miles de etiquetas con el eslogan 'Que regrese Yeltsin'. Todo esto señala la voluntad de una clase política consciente, dispuesta a conservar y ampliar las libertades democráticas parciales obtenidas durante el período 19861988." (12)
El 3 de abril de 1989 Mandel da la bienvenida "Al nacimiento de una izquierda más radical y masiva, con tres líneas directivas y progresistas que sobresalen en la plataforma de Yeltsin y Sakharov: contra los privilegios de la burocracia, por más igualdad y por un sistema multipartidario." (13)
Sakharov el representante de la "izquierda radical" tenía ya hace muchos años la reputación de agente oficial de la C.I.A. en la Unión Soviética. El apoyó con entusiasmo la agresión norteamericana contra Vietnam. Compartía la idea de que los norteamericanos hubieran ganado la guerra "si hubiesen actuado con más decisión en el campo militar y sobre todo en el campo político." (14)
La prensa internacional ha comentado la admiración de Yeltsin por el capitalismo norteamericano y reconoció los contactos de Yeltsin con la C.I.A., durante su primer viaje a los E.E.U.U. Incluso un periódico belga de derecha como De Gazet van Antwerpen, reconocía que Yeltsin exageraba al declarar: "El capitalismo no está en declive, al contrario florece. Con poco dinero se puede comprar todo. En las calles no hay ningún peligro durante la noche. Incluso los desamparados tienen una visión positiva de la vida." (15) Después de estos propósitos abiertamente antisocialistas Mandel seguía considerando a Yeltsin como ¡"la izquierda radical democrática" del partido comunista de la URSS!
A principios de 1990 continuaba la prensa trotskista demostrando su apoyo a la "democracia radical", y a la oposición en la Unión Soviética: "El Moskovkja Pravda del 23 de febrero de 1990 publicó 'la plataforma democrática' de la oposición radical democrática dirigida por Yeltsin. La plataforma exige: el ejercicio del poder por los soviéticos, elegidos en base a un sistema multipartidario, la abolición del "rol" dirigente del PC y la aprobación de una ley que legalice el sistema multipartidario." (16)
Está claro que los trotskistas permanecen apoyando esos puntos de vista de Yeltsin, al coincidir con su línea "revolucionaria".
Mandel llega a un extremo tal, que declara a Yeltsin como el nuevo Trotski: "En este momento Yeltsin representa la tendencia que está por la enorme reducción del aparato burocrático. El camina sobre las huellas de Trotski." (17)
Mientras en 1991 Yannaviev trató de improvisar un golpe de Estado, Yeltsin por su parte preparó un golpe de Estado auténtico que destruía toda la legalidad del sistema existente: fue apoyado por una mobilización internacional desenfrenada de todas las fuerzas imperialistas. Mandel y los trotskistas estaban por supuesto al lado de Yeltsin. "La mobilización, la nueva vida propagada por Yeltsin y el rechazo al sistema anterior muestran el fracaso de lo que más parece un cambio de ruta, que un golpe de Estado. Hay que oponerse contra los cabecillas, y estar al lado de Yeltsin para que desarrolle la autoorganización, el pluralismo político y la libertad de opinión, que son las únicas garantías de los cambios que se aproximan. Somos partidarios de la nacionalización de las propiedades del Partido Comunista y de los sindicatos oficiales." (18)
Para todos los anticapitalistas honestos era claro que Yeltsin representaba las fracciones ultra-liberales y pro-norteamericanas de la nueva burguesía rusa, que conservaba con mucho honor la herencia zarista. Sin embargo los trotskistas aplaudieron el golpe de Estado contrarrevolucionario de Yeltsin, porque este abría camino a la "autoorganización", es decir la autoorganización de las masas contra el partido comunista, ya que el pluralismo introducía la libertad para los partidos liberales, socialdemocratas, fascistas y zaristas. La libertad para todos los partidos burgueses, acompañada de la inevitable represión contra las organizaciones comunistas, incluso llegando a su prohibición, lo que es propio de todo sistema burgués-pluralista.
Un año más tarde nadie podía negar, incluso la gran burguesía internacional, el carácter de extrema derecha y proimperialista de Yeltsin.
Como verdaderos provocadores anticomunistas, los trotskistas se atrevieron a titular: "¿Sigue Boris Yeltsin las huellas de Josef Stalin?" (19). Este ejemplo nos muestra que estos anticomunistas no retroceden ante ninguna bajeza. Ellos apoyaron hasta el final al liberal Yeltsin en su lucha anticomunista y lo compararon con su respetado jefe revolucionario, el gran Trotski; y después de algunos meses, cuando la restauración capitalista fue un hecho, luego que Yeltsin honró la memoria de los viejos Zares, los trotskistas declararon que Yeltsin, se parece a su peor enemigo: Stalin.
"Un gran suspiro de alivio..."
En abril de 1989, Mandel publicó un libro en el cual reflejaba todo lo que pensaba sobre Gorbachov, Yeltsin, y sobre todo de la Glasnost.
No olvidemos que difícilmente la burguesía escondía su entusiasmo por los cambios que Gorbachov introducía. La señora Thatcher se declaró partidaria de la Glasnost y de la perestroika; la burguesía anunciaba el fin del comunismo y el comienzo de una era de paz, de democracia y libertad. Con su solapado "lenguaje de izquierda" Mandel apoyó como siempre la corriente de moda en la burguesía. En su libro escribe: "La pesadilla del Estalinismo y del Brezhnevismo está definitivamente superada. El pueblo soviético, y el proletariado internacional, y toda la humanidad puede dar un suspiro de alivio." (20) Sin embargo, en este tiempo nosotros hemos enfatizado que la contrarrevolución en Europa del Este y en la Unión Soviética fue un triunfo estratégico del imperialismo; esto significaba una catástrofe para el pueblo de los países ex-socialistas; acentuaría la represión en el tercer mundo, donde el pueblo sería la primera víctima de los cambios. En aquel tiempo decían los trotskistas: "La locura de la dirección del PTB se acentúa." (21) En el mismo periódico trotskista, explicaban que "el gran suspiro de alivio para la humanidad", prometiendo un futuro sin intervenciones militares imperialistas para los pueblos del tercer mundo! "Los movimientos de masas en Europa del Este significan también una amenaza.... para el imperialismo. Una intervención internacional del imperialismo en el tercer mundo se hace mucho más difícil." (22) Y cuando un año después la coalición imperialista dirigió su agresión bárbara contra Irak, los trotskistas declararon que ellos luchaban contra Saddam Hussein y contra los aliados. Mientras tanto "el suspiro de alivio" en Europa del Este y la Unión Soviética, se convirtió en un grito de horror ante el desempleo, miseria, pobreza, nacionalismo reaccionario y guerra civil.
Soñando con el "suspiro de alivio", del pueblo soviético, Mandel intenta dar un broche de oro a su libro. Resumimos la última página: "La evolución actual confirma que las predicciones de Trotski, de hace medio siglo, parecen más realistas y probables: "si el proletariado se activa, queda el aparato estalinista flotando en el aire. Si aun así ofrece resistencia se tomaran medidas, no tipo guerra civil, pero más bien medidas policiales. Aquí no se trata en ningún momento de un levantamiento contra la dictadura del proletariado, pero si de retirar la maleza." Continúa: "La revolución que la burocracia prepara contra ella, no será una revolución social, como la de octubre de 1917, pues no se trata de cambiar la base económica de la sociedad, ni de reemplazar una forma de propiedad por otra. Así será." (23)
Es meritorio que Mandel se asocie al viejo Trotski en su análisis de la Glasnost (quien apenas un año después servirá para desenmascararlo como irremediable anticomunista). Después de 300 páginas de análisis, Mandel concluye que la predicción de Trotski podría realizarse gracias a la Glasnost. Hace medio siglo ya que Trotski se esforzaba para provocar un levantamiento antibolchevique. Como la dictadura del proletariado era consistente, y el Partido bolchevique movilizaba con dinamismo a las masas de campesinos y obreros, Trotski se refugió en la seductora demagogia "izquierdista": si se derroca al Partido "estalinista", la dictadura del proletariado seguirá vigente, y sólo se acabaría con "la falacia burocrática". El levantamiento desparasitaría un cuerpo sano. No habrán más clases reaccionarias o de venganza en el cuerpo de la sociedad soviética y no habrán nuevas fuerzas burguesas. El cuerpo socialista se levantará contra el "parásito estalinista". Trotski tenía que asegurar a los obreros que su levantamiento no cambiaría las bases económicas del socialismo; que en ningún momento se pensaría en introducir de nuevo la propiedad privada. Por supuesto! Cincuenta años después daría Mandel las mismas seguridades utilizando estas sentencias como conclusión en su libro: la Glasnost y el proceso de "democratización" en la sociedad soviética, llevados hasta el final, conservarán y reforzarán la dictadura del proletariado, y no cambiarán nada en lo que respecta las bases económicas de la sociedad.
Dos años después pudimos asistir al derrocamiento criminal y contrarrevolucionario, que fue justificado por estas cálidas palabras.
La "revolución política antiburocrática" de los trotskistas
Desde hace sesenta años, los trotskistas insisten en que quieren erradicar la burocracia en los países socialistas por medio de una "revolución política". El odio de Trotski al sistema socialista se hace notorio en su caracterización de la dirección bolchevique de la Unión Soviética: la "casta de nuevos ricos rapaces", la "oligarquía total", la "nueva aristocrácia", la "banda criminal de Stalin" (24), la "casta de los nuevos opresores y parásitos", la "burocracia total", el "grupillo autocrático". (25) Este es el mismo discurso que podemos encontrar en la literatura fascista a finales de los años treinta.
Según Trotski la mobilización de todas las fuerzas de oposición contra la "burocracia", conducirá a una revolución política que liberará a la sociedad socialista auténtica de los parásitos burócratas. Esta teoría constituye, según el grupo de Mandel, el núcleo de la doctrina trotskista: "La teorización del degeneramiento burocrático de la URSS y de la revolución política, es la adquisición programática más importante del movimiento trotskista. La revolución política y las tareas que comprenden su preparación dan la razón de existencia a la IV-Internacional." (26)
Provocaciones al servicio de los nazis
El significado real de la teoría de la "revolución política", se hizo claro en el transcurso de las luchas en los años treinta. Toda la burguesía de Occidente mostró su apreciación positiva por Trotski, por su "análisis profundo de la revolución traicionada". En realidad Trotski hablaba como un poseído anticomunista y su palabrería contra el Partido bolchevique y contra Stalin fueron y son aplaudidos aun por los ideologos del imperialismo.
Nos limitamos a dar aquí un ejemplo. En 1982 Henri Bernard, profesor emérito de la Academia Real Militar de Bélgica, editó un libro para prevenir a la opinión publica del peligro soviético. El dice: 1934 se parece a 1982, los nazis de ayer se parecen a los comunistas de hoy, el antifascista Einstein encontró su seguidor en el anticomunista Soljenitsin. (27)
Para mostrarnos la amenaza que rodea al Occidente en 1982, Bernard juzgaba útil hacer un recorrido histórico por la Unión Soviética a partir de 1917.
He aquí algunas frases recopiladas durante ese largo trayecto: "Lenin, como Trotski, era un ser humano. Su vida sentimental no era abatida por ninguna finesa. Trotski debía normalmente suceder a Lenin. A pesar de las divergencias de opinión, Lenin siguió conservando gran afecto por Trotski, y pensaba en él como su sucesor. Encontraba que Stalin era muy brutal. En el plano interno, Trotski rechazaba la burocracia atemorizante que paralizaba la máquina comunista. En fin, Trotski sostenía que un régimen sólo se podría desarrollar con una gran libertad de opinión, y un espíritu constructivo crítico. Artista, hombre de letras, inconforme y frecuentemente profeta, no se pudo reconciliar con los dogmas primarios del Partido." (28)
De esta forma habla uno de los principales jefes del servicio de investigación militar, sobre los méritos de Trotski.
En 1938, la agresión de Hitler es una amenaza constante para la Unión Soviética, momento en el cual el Partido Comunista lleva a cabo una lucha definitiva contra los derrotistas y colaboradores, y es precisamente ahí, cuando el Partido moviliza todas las fuerzas para la lucha gigantesca que se aproxima, que Trotski lleva a cabo su provocadora agitación, que sirvió sobre todo de argumento a los nazis. En 1938 se preparaban todos los comunistas y patriotas soviéticos, en cuerpo y alma, a las tareas políticas y militares en perspectivas de la agresión nazi. Los demenciales llamados de Trotski a un levantamiento armado, tan sólo encontraron resonancia en los peores enemigos del socialismo. He aquí algunos puntos de vista que Trotski defendía entre 1938 y 1940.
"Solo se puede asegurar la defensa del país por medio de la destrucción del grupillo autocrático de saboteadores y derrotistas" - 3 de Julio de 1938. (29)
En ese momento, ante la amenaza nazi, las tensiones en la Unión Soviética se hacían mayores. Algunos grupos de oportunistas, para quienes los sacrificios eran demasiados, y algunos grupos contrarrevolucionarios, habían planeado un golpe de estado. La depuración, estrictamente necesaria en vista de las perspectivas de guerra, debía ser dirigida precisamente contra estos grupos. Trotski les dio un argumento nuevo para apoyar la agitación contra el Partido: La derrota de la URSS por los nazis es un hecho si Stalin y los Estalinistas permanecen al poder, por esto hay que destituir la dirección actual del partido por medio de un levantamiento. Esto coincidía exactamente con los objetivos de los nazis, quienes querían desencadenar una guerra civil para realizar más fácilmente sus planes de invasión.
"Sólo el derrocamiento del grupo separatista del Kremlín podrá restaurar la fuerza militar de la URSS. Todos los que de forma directa o indirecta apoyen el Estalinismo, todos los que exageren la fuerza de su ejército, son los grandes enemigos de la revolución socialista y de los pueblos oprimidos." - 10 de octubre de 1938. (30)
Habría que tener en cuenta que los nazis alemanes creyeron en esa propaganda y la apoyaron con firmeza para darle fin al bolchevismo. Pero después de 6 meses de guerra tuvieron que reconocer que ellos habían subestimado las posibilidades militares y la combatividad de los Soviéticos.
"Solo un levantamiento del proletariado Soviético contra la tiranía vergonzosa de los nuevos parásitos puede salvar lo que queda en las bases de la sociedad de las conquistas de octubre" - 14 de noviembre de 1938. (31)
"Las conquistas de la revolución de octubre sólo le pueden servir al pueblo si son capaces de actuar contra la burocracia estalinista, como cuando actuaron contra la burocracia zarista y la burguesía.(...) Esto sólo se puede lograr de una manera: Por medio del levantamiento de los obreros, los campesinos y los soldados del Ejército Rojo contra la nueva casta de opresores y parásitos. Para preparar un levantamiento de esta magnitud se necesita un nuevo partido, la IV-Internacional" - Mayo de 1940. (32)
Los lectores habrán notado la fecha en la cual se produjo esta prosa delirante: mayo de 1940. Hacía ya 7 meses que Inglaterra y Francia le habían declarado la guerra a la Alemania de Hitler; dos meses antes Finlandia, aliado de Alemania, capitulaba ante la Unión Soviética luego de tres meses de guerra. Stalin trataba por todos los medios de ganar tiempo, sabíendo que la agresión nazi se podría llevar a cabo en cualquier momento. En medio de estas circunstancias Trotski lanzaba provocaciones criminales y escandalosas, hizo un llamado al pueblo y más tarde al ejército contra "la nueva clase de parásitos". En aquel entonces era muy popular dicha terminología entre los seguidores de Hitler. ¿Cómo pudiese no haber llegado los bolcheviques a la conclusión que Trotski se había descarrilado de tal manera, que actuaba como un agente de Hitler?
En vista de sus declaraciones anticomunistas, durante el período 19381940, Trotski y los pequeños grupos de sus acólitos se habían convertido en provocadores, conscientes y inconscientes, al servicio de los nazis. Pero ellos no pudieron ejercer la más mínima influencia en el desarrollo de los combates. Gracias a un esfuerzo gigantesco en la organización y mobilización de la población, del Ejército Rojo y los grupos de guerrilleros, gracias a los esfuerzos sobrehumanos en el campo de producción militar y la construcción de nuevas fábricas, los bolcheviques fueron capaces de preparar al país eficazmente para una confrontación ineluctable contra los criminales nazis.
Al final de la guerra antifascista los pequeños grupos de trotskistas en todo el mundo estaban completamente descreditados y aislados.
Kruchov dio la oportunidad a los trotskistas anticomunistas de levantarse con la crítica al gigantesco trabajo del camarada Stalin tomando las mismas palabras de la reacción mundial. Por ello hoy la línea de Kruchov que fue profundizada y ampliada por Brezhnev y Gorbachov dio paso a la restauración del capitalismo salvaje.
En vista de esto, decimos hoy, que aquellos que no son capaces de reconocer el carácter provocador, anticomunista y profascista de las mencionadas tesis de Trotski, no son verdaderos comunistas.
Mandel apoya a los nazis ucranianos
Observemos ahora qué fuerzas políticas y sociales han sido apoyadas por los trotskistas desde la segunda guerra mundial en nombre de su "revolución política".
Cuando en 1941 los nazis invadieron una parte de la Unión Soviética, ellos fundaron y apoyaron en Ucrania un movimiento nacionalista y pro-nazi, que asesinaba a miles de judíos, polacos y comunistas. En 1944 a su partida los nazis dejaron grupos fascistas ucranianos adiestrados por oficiales alemanes nazis. El grupo de Mandel aplaudió esta contrarrevolución nazi, como si esta fuese una parte de la "revolución política antiburocrática"! Increíble? Juzgue usted mismo.
En 1988 escribía Mandel: "Durante la segunda guerra mundial la IV-Internacional subestimó el potencial revolucionario del movimiento nacionalista ucraniano. La Internacional tan sólo percibía la existencia del movimiento nacional revolucionario de liberación cinco años después de la guerra, cuando los combatientes ucranianos liberaban su última batalla." (33)
Aquí se dejaron ver los trotskistas claramente como provocadores al servicio directo de los nazis. Los trotskistas utilizaron en esta oportunidad la mentira que, desde 1945, fue divulgada por el servicio norteamericano de información, según el cual los nacionalistas ucranianos hubiesen luchado contra Hitler y contra Stalin. Cuál será la verdad?
En una revista para ex-combatientes del frente Este, relataba un oficial alemán del Waffen-SS sus experiencias en Ucrania. El reconoce que el pueblo ucraniano "estaba muy defraudado con la política alemana durante la invasión." Antes de retirarse el ejército alemán había formado la división Galicia de la Waffen-SS, que estaba compuesta por ucranianos y dirigida por militares alemanes. Melnik, el comandante del Ejército ucraniano insurreccional tomo "la responsable decisión de luchar en dos frentes: contra los Soviéticos y contra los Alemanes." (contra los alemanes... que ya se estaban retirando). El oficial nazi describe las luchas que él liberó en julio de 1944 junto con "sus ucranianos" contra el Ejército Rojo. "El hecho que soldados alemanes y ucranianos conjuntamente hayan combatido contra el enemigo común le dio una nueva dimensión a la historia de las relaciones nazi-ucranianos." (34)
Es realmente una realidad maravillosa esta "revolución política trotskista" con el Waffen-SS a la cabeza!
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