Según cifras del ministerio de Salud Pública (Minsap), la isla presenta una tasa de incidencia de siete por cada 100.000 habitantes, una de las más bajas del planeta.
Ese índice es resultado del desarrollo de los sistemáticos programas de control y tratamiento que han realizado las autoridades sanitarias luego del triunfo de la Revolución cubana en 1959, aseveró Antonio Marrero Figueroa, miembro del Grupo Nacional de Enfermedades Respiratorias del Minsap.
Señaló que en Cuba se presentan unos 780 casos de tuberculosis por año, situación muy vinculada al hábito de fumar; además de que la vejez acelera el curso de esa dolencia, cuyo tratamiento se realiza por seis meses y es de tipo ambulatorio.
"Cuba tiene las herramientas necesarias para el diagnóstico de esta enfermedad, su tratamiento, y algo tan importante como eso: la capacidad de movilización social para luchar contra ella con el objetivo de tratar de eliminarla al mínimo factible", afirmó.
La mayor de las Antillas aplica desde 1971, de forma gratuita, la estrategia recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el control del mal, conocida como Tratamiento de Observación Directa (DOTS, por sus siglas en inglés).
Los métodos de diagnóstico en la isla "desde el barrio" se hacen mediante baciloscopía, el examen y el cultivo de "esputo" del paciente, a los que se añade la biología molecular.
El descubrimiento del agente causal de la TB fue dado a conocer el 24 de marzo de 1882 por el médico alemán Robert Koch, galardonado con el Premio Nobel en 1905.
En 1982 "un siglo después del anuncio de Koch" se celebró el primer Día Mundial contra la Tuberculosis, patrocinado por la OMS y la Unión Internacional Contra la Tuberculosis y las Enfermedades Respiratorias (UICTER).
El contagio de esta dolencia es por vía aérea, al igual que el catarro común, cuando los gérmenes de la TB son liberados al aire por un enfermo al hablar, toser, estornudar, cantar, reír o escupir.
Los síntomas más frecuentes de esta afección que afecta los pulmones son una tos persistente por más de dos semanas, con expectoración, algunas veces con sangre, y también se puede presentar fiebre (regularmente en horas de la tarde), falta de apetito, cansancio fácil, pérdida de peso y sudoraciones nocturnas.
Entre los grupos vulnerables figuran los fumadores, alcohólicos, diabéticos, infectados con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y ancianos internados.
La OMS plantea que unos 2.000 millones de enfermos --un tercio de la población mundial-- se encuentran infectados por el bacilo de la TB.
Entre las enfermedades infecciosas, la TB se mantiene como la segunda causa principal de muerte en los adultos, a nivel mundial, con más de dos millones de decesos cada año.
Las naciones que tienen menos personas afectadas por la enfermedad actualmente en el planeta son Estados Unidos, Canadá, Cuba, Uruguay, Chile y Costa Rica, subrayó Marrero Figueroa.
El especialista puntualizó que no existe en la actualidad una vacuna eficiente para la prevención de la TB.
Explicó que la BCG que se aplica a los recién nacidos los protege durante dos años de las formas graves de esta enfermedad, pero no produce inmunidad de por vida.
Científicos internacionales indican que en la actualidad reemerge esta enfermedad infecciosa y que en 2015 al menos ocho millones tendrán una muerte que se podría evitar.
El galeno cubano enfatizó, no obstante, que el diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado conllevan a la cura de la tuberculosis, la cual es "prevenible y curable".
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