Yo destacaría del texto de Iosu una serie de fragmentos que me resultan clarificadores acerca de lo que se está debatiendo en el presente hilo, y que expresan acertadamente la línea y estrategia a seguir para cualquier movimiento socialista o revolcuionario que quiera despegar minimanente del ghetto ideológico:
No abusar del rojo ni de la iconografía hoz y martillo*. El rojo-rojo está muy estigmatizado y desgastado, existen otros muchos colores que podemos usar y/o combinar sin complejo alguno, exhibiendo astucia y amplitud mental. La hoz y el martillo con fondo rojo fue la bandera de la URSS pasada, (no necesariamente de la URSS futura*), pero no de otros Estados socialistas como la RDA. Por ejemplo, es muy grato ver cómo el Socialismo cubano se apropió de la enseña nacional. Añadir que los camaradas cubanos siempre hablan de socialismo, nunca de comunismo. Ved tb. cómo Belarús ha eliminado el escudo de su bandera oficial, sin renunciar a sus principios. Por supuesto no se ha eliminado de otras enseñas y representaciones específicos.
Mencionar lo menos posible al camarada Stalin o al “estalinismo”* y sí referirse a “Unión Soviética”, “Socialismo soviético”, “Socialismo este-europeo”, “Socialismo Real”, “experiencias socialistas”, “Estado Socialista”, “Empresa socialista”, “economía socialista”, etc. *El estalinista más peligroso es el que no lo anuncia a los 4 vientos, yo mismo me considero un estalinista moderno. Por otra parte es un error completo asociar estalinismo con inmovilismo o nostalgia. Stalin fué cualquier cosa menos inmovilista o nostágico: Afrontaba problemas reales y actuales. Y que yo sepa, nunca se le vió con banderas de la Comuna de París.
El socialismo tiene cien formas y representaciones, también genes no necesariamente marxista-leninistas; estos genes pueden ser atávicos, religiosos, del acerbo local o nacional, etc. Así que no caigamos en el error de valorarlos con nuestras miopes gafas euro-sovietico-centristas. Y muchísimo menos tras la caída de la URSS, un poquito de por favor y humildad, que la OTAN-Bildelberg no se para en detalles para masacrar.
No solo no se para en detalles sino que los utiliza como contrainformación ultraizquierdosa de retaguardia: Ejemplos, “Sadam, Asad, Nasser, la revolución iraní, “asesinaron comunistas”. “Milosevic no era socialista”.
Por ejemplo el Socialismo genuino árabe se llama baasismo, nasserismo, yamahirismo, etc. Y hay en ese espacio sectas, (precisamente denominadas “comunistas”), claramente descastadas, antisocialistas y proimperialistas.
Sandinismo, bolivarianismo, son otros enunciados filo-socialistas nacionales o continentales. Imaginad a Chávez, haciendo alarde de “comunismo” con una bandera clásica: Jamás hubiese llegado al poder. Sirvan también como medida de nuestros prejuicios e intolerancia eurocentrista hacia ítems árabes como el baasismo. Añadir aquí que, frente al imperialismo, una de las más eficaces conjunciones es progresismo + socialismo + patriotismo + cultura nacional.
Por definición, las nuevas revoluciones habrán de abanderarse en nuevos símbolos, no en viejos. Recordar los flamantes y poderosos sustantivos “bolchevique” y “soviético” de la revolución rusa. Fueron eficaces precisamente por su novedad y frescura. (Me temo, sin estar seguro lo admito, me encantaría equivocarme, que el PCFR está cautivo de la iconografía del ciclo socialista anterior y tampoco dispone de un liderazgo Alfa que luche más allá del circo electoral, cosa estupenda para la OTAN, Mevdeved & Company
Por ello hay que reivindicar la realidad del Progresismo y Socialismo real, (tras toneladas y años de pseudoprogreismo, anticomunismo y troskismo esto debería ser de perogrullo, pero no lo es), en cualquiera de sus manifestaciones y porcentajes. (Más vale 30 % de empresa pública-nacional en Belarús o Irán que 100 % de “socialismo” o “progresismo” falsario-declarativo-onírico de sociatas, troskistas y ultracomunistas otánicos).