por giron Lun Jun 25, 2012 10:27 pm
Algunos apuntes y lecciones que nos están dejando las luchas de los mineros
http://agitacion.org/diario/opinion/2180--algunos-apuntes-y-lecciones-que-nos-estan-dejando-las-luchas-de-los-mineros.html
Alejandro M. R.*. La lucha que los mineros están llevando en las cuencas desde hace más de un mes está dejando una rica experiencia de lucha y un sinfín de lecciones que es necesario poner de relieve. Cuestiones que, sin acabarse aquí, es interesante tener en cuenta.
La lucha de la minería es la lucha de toda la clase obrera. Las movilizaciones que están librando los mineros están sirviendo para que grandes sectores de la clase trabajadora despierten. Numerosas manifestaciones y adhesiones de solidaridad con los mineros, tanto a nivel estatal como internacional, están dando lugar a un repunte de la solidaridad obrera y, cada vez más gente, se da cuenta de que el pivote de todas las luchas es la lucha obrera, eje fundamental en el marco de en una sociedad divida en clases.
Los mineros son trabajadores como tú, no son otra cosa, simplemente les distingue la decisión consciente de organizarse en defensa de su futuro y la rica experiencia de lucha que tienen a sus espaldas para responder a los ataques del gobierno y las grandes empresas eléctricas. El conflicto minero vuelve a traer a primera línea la necesidad de la organización y la lucha de los trabajadores y trabajadoras frente a los ataques del capital y sus gestores.
La lucha en defensa del carbón está desnudando el carácter de clase del Estado y los partidos del sistema que lo gestionan. Un sistema que destina cientos de miles de millones de euros recaudados de los bolsillos de las mayorías trabajadoras para salvar a los bancos de unos pocos, mientras desahucia a miles de personas (de diversas formas). “Hay dinero para Bankia pero no para los mineros”, se repite día a día en las cuencas mineras. Se demuestra como en el actual sistema solo se gobierna a favor de los intereses de la banca y los grandes empresarios (de la energía, construcción, etc…).
Cada día se vislumbra más a las claras que el gobierno en el capitalismo sirve para imponer los intereses de estos grandes empresarios, y para ello no duda en recurrir a la violencia del Estado. La resistencia minera nos demuestra que la peor violencia es la que ejerce el sistema de dos formas principales. Una, más directa y visible, en forma de antidisturbios golpeando a trabajadores y trabajadoras, estudiantes, ancianos o vecinos y vecinas en general. Y otra, mucho más dura, dolorosa e invisible que es la condena a miles de trabajadores y a comarcas enteras al paro y a la despoblación.
La lucha de la minería pone el acento en un debate que estaba resurgiendo en los últimos tiempos, la lucha por la soberanía nacional frente a los intereses del capital. En este caso la soberanía energética frente a los intereses de las grandes eléctricas y sus representantes. La soberanía que la troika (FMI, BCE y UE) está arrebatando a los países muestra la esencia de la UE: servir a los intereses de las grandes multinacionales, especialmente francesas y alemanas. A su vez en el plano interno nos resalta aun más el carácter del PP y el oportunismo del PSOE, quien pudo durante muchos años salvar a la minería y llevar a cabo otro tipo de políticas en otros sectores que ahora critica. PP y PSOE, dos caras de la misma moneda: el capital.El silencio informativo y la manipulación a la que se está viendo sometida el conflicto minero dejan a las claras una cuestión importantísima y que a veces se nos escapa: los medios de comunicación son empresas privadas y, como tales, defienden los intereses de su clase, la de los empresarios. Los capitalistas no están interesados en mostrar la lucha organizada y consciente de los trabajadores para defender de forma decidida sus puestos de trabajo.
Se demuestra así como este sistema está caduco, ya no tiene nada que ofrecer al progreso de la sociedad. Un sistema en el que se cierran sectores productivos necesarios y de interés general por las luchas de intereses entre distintas burguesías, en este caso entre los monopolistas franco-alemanas y la burguesía española del sector eléctrico.
La lucha minera ha evidenciado la necesidad de la planificación de la economía en base a los intereses generales de los trabajadores y trabajadoras y de las clases populares. La nacionalización de la minería, del sector eléctrico y de otros sectores estratégicos de la economía se torna cada vez más necesaria.
Así mismo demuestra la centralidad de la industria y del sector productivo como generadores de riqueza, frente a la especulación y otros sectores como el turismo o la construcción que, por su esencia, son inestables, temporales y no generan un fuerte tejido económico estable a su alrededor.
Ligado a lo anterior podemos extraer otra consideración. La capacidad e importancia de la clase obrera industrial, por su número y organización, para hacer frente a los ataques del capital contra el conjunto de los trabajadores y trabajadoras, como se ha demostrado en las últimas huelgas generales.
Pero sobre todo la lucha de los mineros nos deja una cosa clara: la lucha es el único camino para resistir y acumular fuerzas en cada pequeña batalla y hacia la victoria. Porque la barricada cierra la calle y la autopista pero abre el camino. Y ese camino es por el que los trabajadores y trabajadoras debemos transitar. Un camino no exento de dificultades pero también de ilusión y esperanza, un camino que nos conduzca a que los que producimos la riqueza con nuestro trabajo, decidamos qué, porqué y para quién se produce, en base a una planificación que se base en los intereses de la mayoría trabajadora. Ese es el camino hacia la República Socialista y el Comunismo.
* Alejandro M. R. es Secretario Político de las Juventudes Comunistas en Castilla y León.