Aunque el hilo está evolucionando a comentarios más amplios, os diré que yo soy funcionario (de la Seguridad Social) y que no considero en absoluto compañeros a las fuerzas de represión, es más, el sindicato con el cual simpatizo, CGT-CAT, no admite en sus filas al personal de los cuerpos policiales, militares ni a guardias de prisiones o guardas privados de seguridad.
Las fuerzas de seguridad a veces nos apoyan puntualmente porque luchamos por cosas que les benefician, pero si tienen que liarse a palos, pues nos pegan sin contemplaciones; cuando algún compañero dice orgulloso "es que dejaron los cascos en el suelo en señal de apoyo", generalmente les digo que no se fíen, que no los tomen como verdaderos compañeros, muchos de ellos gozan pegando palos, a quien sea, pues los antidisturbios acostumbran a ser personas dadas a la violencia gratuita.
Está claro que entre las diferentes policías hay personas de todo tipo, unos son unos fachas redomados, otros buscaban un trabajo fijo y han acabado allí como podían estar en mi mesa de al lado, pero yo recelo de cualquiera que esté a las órdenes del gobierno ultracapitalista y que pegue cuando le digan que lo haga, además, los cuerpos policiales sólo defienden al ciudadano como algo meramente complementario, su labor primordial es defender la integridad del sistema y a quienes lo componen.
Entre trabajar para la empresa privada y ser funcionario, prefiero lo segundo, al fin y al cabo es mejor trabajar por la comunidad, eso sí, jamás pediría un destino en según qué organismo y, si por casualidad acabo en uno de ellos, haría lo posible por cambiar de lugar rápidamente; en la Seguridad Social no todo me gusta, sobretodo porque veo que la jerarquía hace todo lo posible por reconducir el sistema hacia lo privado y hacia formas de prescindir del personal público, en favor de medios privatizados, pero al menos gestionamos cosas de interés social y, cuando me toca gestionar algo que se recorta y perjudica a los más humildes, trato de dejarle muy claro al ciudadano quién es el culpable de todo ello y que tanto yo como muchos de mis compañeros estamos de su parte, asesorándoles en la medida de nuestras posibilidades sobre cómo sortear, si es posible, los obstáculos que nos imponen a todos desde arriba, todo ello sin hacer cosas ilegales, pero teniendo muy claro que mis jefes no son los capitalistas del gobierno, sino los ciudadanos que atiendo a diario.
Os diré que, aunque parezca una excusa, a mí me preocupan mucho más los recortes de derechos sociales que perder la extra de navidad, total, soy un ciudadano y también me atenderán peor si voy a un hospital público, con lo cual prefiero que la Sanidad funcione bien a tener una extra más o menos, aunque en cuestiones salariales llueve sobre mojado, me han congelado el sueldo infinidad de veces, raro es el año que no me suben por debajo del IPC (igualarlo es ya todo un logro), me rebajaron el sueldo en 2010, me aumentan la retención del IRPF, ahora me quitan la extra de navidad, me hacen trabajar más horas y más días al año (los "moscosos" eran un pago en especie por no aumentarnos salarios antiguos) y las perspectivas son de ir a peor.
Somos un "mal ejemplo" para los empresarios, ellos saben que tenemos derechos y que se nos respetan, que nadie nos prohibe hacer el mes entero de vacaciones o que nos cogemos los días que marca la ley por intervención de un familiar, cosa que les repatea en lo más hondo porque ellos no respetan esos derechos a los suyos, con lo cual desearían que se hiciera lo mismo con nosotros.
En resumen, que los privilegios que tenemos son el tener un trabajo que (por ahora) es estable y que se nos respetan más los derechos que marca la ley, pero ¿acaso eso es un privilegio?, ¿no deberíamos todos tener un trabajo estable y no deberíamos todos tener derecho a que nos dieran lo que marca la ley?; sé que es muy buena cosa tener trabajo en estos tiempos de depresión, pero yo no soy un enchufado, debí aprobar unas oposiciones y nadie me ha regalado nada, el problema no soy yo, el problema es el capitalismo salvaje, así que quien no tenga trabajo, que no me culpe a mí, que culpe al capitalismo, no nos peleemos entre trabajadores, es lo que quieren, los de aquí con los inmigrantes, los fijos con los eventuales, los funcionarios con los de la empresa privada, etc., etc., todo para que no veamos al verdadera enemigo.