La burguesía, a través de sus medios de comunicación y sus partidos políticos, ha hecho una lectura optimista del resultado de los comicios vascuences y gallegos. Se afana en mostrar y afirmar que el Pueblo comprende la política realizada por el Gobierno del Estado, consistente en robarle a la clase trabajadora y demás clases populares para entregárselo a la oligarquía financiera, sirviéndoles de justificación el resultado de estos procesos electorales para seguir arremetiendo contra los trabajadores y profundizando en las políticas dictadas por los monopolios.
No obstante, estas elecciones, tanto vascas como gallegas, dejan unos datos objetivos que la burguesía y sus voceros omiten, como son:
Ø La opción mayoritaria elegida por gallegos y vascos ha sido la abstención, en torno al 35%.
Ø El censo ha disminuido, desde 2009, en 57.363 personas en el País Vasco y en 347.941 personas en Galicia, prueba inequívoca de los efectos de la crisis – precarización de las condiciones de vida, envejecimiento y los flujos migratorios que ésta ha provocado-. Reseñable es que el censo gallego se ha contraído desde 2009 en torno al 14%.
Ø El voto a candidatura en Galicia ha retrocedido de 1.662.904 votos en 2009 a 1.391.775 votos en 2012, o lo que es lo mismo, ha descendido un 16,3%. Ello acontece porque el sumatorio del voto nulo y el voto en blanco ha pasado de 43.294 en 2009 a 75.882 en 2012, lo que implica que se ha incrementado en un 75,27%. Todo ello a pesar de haber disminuido el censo. Por el contrario, en el País Vasco se ha reducido notablemente el voto nulo debido a que en 2012 la izquierda abertzale no estaba ilegalizada, es decir, el 25% de dicha nación, siendo absorbido ese voto nulo por la candidatura de EH-BILDU. Así, tenemos que el voto a candidatura en el País Vasco ha pasado de 1.036.196 votos en 2009 a 1.107.764 en 2012, es decir, se ha incrementado un 6,91%.
Ø Los dos partidos vencedores en las elecciones han bajado tanto en porcentaje como en número de votos. Así, en porcentaje, el PP en Galicia ha pasado del 46,68% del voto emitido a candidatura en 2009 al 45,72% de 2012, perdiendo en términos absolutos 135.493 votos, o lo que es lo mismo, perdiendo un 17,16% de votos con referencia a 2009. Por su parte, en el País Vasco el PNV ha pasado del 38,57% del voto emitido a candidatura en 2009 al 34,64% de 2012, perdiendo en términos absolutos 16.035 votos.
Estos cuatro puntos, ignorados por los voceros capitalistas, demuestran que una parte cada vez más creciente del Pueblo es consciente de lo que no quiere, rechazando al conjunto de partidos mediante la abstención, el voto en blanco o el voto nulo o redistribuyendo el sentido de su voto en otras fuerzas políticas – igual de imperialistas - distintas al binomio PP-PSOE que ha retrocedido 4 escaños en Galicia y 12 en el País Vasco dejando bien patente que van adquiriendo consciencia de lo que no quieren, dejando patente cierto alejamiento para con el sistema pero desconociendo lo que necesitan, el sistema que les corresponde.
A las altas tasas de abstención y al progresivo deslizamiento de voto del PP-PSOE hacia otras formaciones políticas, debemos sumar que estos resultados nos arrojan que la socialdemocracia española, al igual que sus homónimas de otros países europeos como Grecia o Italia, se halla en un proceso de descrédito y declive que se evidencia al perder 230.817 votos en Galicia y 106.173 votos en el País Vasco – lo que significa una contracción de su electorado del 44,01% en Galicia y del 33,37% en el País Vasco. De hecho, la mayoría del pueblo vasco no sólo ha rechazado abiertamente a las dos fuerzas más significativas de la oligarquía financiera, votando en clave nacional a fuerzas nacionalistas e independentistas que pretenden dar una salida a la cuestión nacional vasca dentro de un marco capitalista, el del bloque imperialista europeo, cuando es el propio capitalismo en su fase putrefacta, imperialista, la que le niega a la nación vasca, al igual que a la catalana, la resolución de la cuestión nacional. Sólo el socialismo, la toma del Poder por parte del proletariado, podrá dar solución a los Pueblos sobre aquéllos problemas que el capitalismo ha generado y que se ha manifestado incapaz de resolver: La cuestión nacional, la socialización de los medios de producción, la reforma agraria y la socialización de la tierra, etcétera.
Los partidos que han concurrido a las elecciones no tienen diferencias sustanciales, ya que asumen el orden imperialista y los dictados de la oligarquía. Todos ellos buscan una salida dentro del capitalismo, el cual no cuestionan sino que asumen y aceptan, ocultándole al Pueblo las causas de los males que padecen, que no es otra que el sistema capitalista que todos ellos defienden. Ante esta situación, el Pueblo responde con una creciente abstención y con el reciente rechazo a los partidos más representativos del sistema, PP-PSOE, pero poniéndose a los pies de los caballos entregando su apoyo al oportunismo en lugar de avanzar en el sentido contrario al sistema capitalista, causante de todos sus males, siendo este denortamiento fruto de la ausencia de un Partido revolucionario, firme en los principios, fuerte en militancia y con gran influencia entre los trabajadores, capaz de neutralizar las patrañas de la derecha, de descubrir a los oportunistas traidores de la falsa izquierda y de conducir a las clases populares hacia la transformación social, única vía que posibilita la superación de la crisis a favor de los trabajadores.
Por tales razones, estas elecciones nos suministran datos que confirman nuestra posición circunstancial ante ellas. El PCOE ha repetido en abundantes ocasiones que en modo alguno está en contra de la participación de los comunistas en unas elecciones al parlamento burgués y lo hará cuando considere que está en condiciones de llevar a cabo lo que Lenin propugnaba, utilizarlas junto con el parlamento como tribuna del pueblo. Sin embargo, observamos sobre la base de los argumentos que proporcionan los resultados obtenidos por fuerzas comunistas extraparlamentarias, que se exagera y vulgariza el sentido leninista de la utilización de las instituciones burguesas.
Dudamos mucho que las enseñanzas de Lenin sean absolutas y se interprete que los comunistas hayan de presentarse a las elecciones bajo cualquier condición. En cambio, los hay que así lo entienden y realizan juegos malabares..
El PCOE ratifica su opinión de que en estos momentos nuestras fuerzas, aún pequeñas, deben centrar su atención en consolidar nuestra política de masas, en desarrollarnos numéricamente, extendernos por más lugares y continuar con el proceso de acumulación de fuerzas. Luego estaremos en mejores condiciones de presentarnos allá donde tengamos militancia y un trabajo realizado para hacer de las elecciones el fruto del trabajo realizado cotidianamente, y no lo contrario.
PARTIDO COMUNISTA OBRERO ESPAÑOL (P.C.O.E.)