Saludos,
Galin.
¿les están tomando el pelo a los cubanos? ¿o les enseñan en este revisionismo? porque un cubano me dijo que si que les enseñan teoría marxista en Cuba. Entonces, no hay pues una autocrítica suficiente en el partido "comunista" de Cuba a mi entender, o estos son intransigentes y siguen la línea revisionista a toda costa.
No es oro todo lo que reluce, camarada; la situación en Cuba, y en general de la actualidad, debe tomarse
cum grano salis. Aparentemente, en la Unión Soviética de los años 60, 70, 80 y 90 también
se enseñaba la «teoría marxista»; yendo más lejos, incluso en las escuelas, institutos y universidades de alrededor del mundo
se eñsena la «teoría marxista». Aparte de la incongruencia de entender el estudio de la «teoría comunista» como el estudio de un objeto ahistórico concluido, acabado, hermético en si mismo, deben entenderse las limitaciones propias del «marxismo» dominante en el siglo pasado, en el último Ciclo Revolucionario. Aparte del revisionismo, como línea reaccionaria opuesta dialécticamente al marxismo como teoría de vanguardia, que pueda
enseñarse en Cuba, en la URSS o en cualquier otro lugar del mundo, la enseñanza del marxismo en su forma compacta y concreta del último Ciclo Revolucionario —la
ortodoxia soviética, si quiere llamarse así— tiene también sus carencias, sus errores, sus limitaciones. La teoría marxista, que no sólo especula sobre la
interpretación teórica del mundo sino que sirve para su
transformación, no es preexistente a la práctica, sino que se enriquece con ella, se desarrolla de acuerdo a las conclusiones que la práctica puede ofrecer y, por tanto, a base de ciclos en ascensión, eleva y pule su contenido. Así pues, debemos sintetizar en la teoría revolucionaria toda la práctica revolucionaria de las últimas décadas o siglo para situarla en un punto más adecuado, más alto, para la actualdiad (Balance). En la síntesis teórica de las experiencias pasadas, no sólo se deben
valorar los aciertos y las aportaciones a la causa proletaria mundial, sino que también se deben extraer
conocimientos útiles y aplicables de sus errores y limitaciones.
Con ésto quiero señalar que tanto la
enseñanza del revisionismo moderno como del marxismo ortodoxo del último Ciclo Revolucionario supone una «tomadura de pelo», según sus palabras. Deben superarse las posiciones dogmáticas según las cuales la
buena enseñanza es la correspondiente a la corriente teórica-práctica marxista de las últimas experiencias revolucionarias, en tanto el marxismo como una teoría inamovible, acabada, rígida, aislada de las experiencias prácticas y de las conclusiones que éstas pueden ofrecer para mejorar la teoría revolucionaria superando sus limitaciones, y la mala enseñanza es la correspondiente al revisionismo.
Por último, señalar que en Cuba, como país revisionista de tipo soviético basado en el capitalismo burocrático y monopolista de Estado en proceso de
actualización o
apertura, la configuración del sistema educativo y del sistema político-económico general se rige por la teoría revisionista.
Lo cual me lleva a pensar es si en Cuba se permitiría una escisión marxista leninista del actual partido comunista. ¿Usted que piensa?
La tarea actual, en el período de derrota total del comunismo —tanto en sus
plasmaciones históricas como
teoría de vanguardia—, consiste en, precisamente, reconstituir el comunismo en su lugar de teoría de vanguardia —reconstitución ideológica— y el Partido Comunista —reconstitución política—, recogiendo por tanto la síntesis teórica de las experiencias pasadas para poder presentar el marxismo con un vigor adhiente para la actualidad. Como se desprende de ésto, el primer paso consiste en la conquista o formación de la
vanguardia ideológica, del núcleo inicial de revolucionarios que asume la teoría marxista con su indisoluble balance sintético y la aplica para la actualidad concreta (Línea Política); de aquí puede pasarse a la conquista o formación de la
vanguardia práctica, de los elementos avanzados de las masas trabajadoras que constituyen el enlace o escalón intermedio entre el núcleo de revolucionarios o vanguardia ideológica y las amplias masas sin-partido. Con estas tareas o pasos se puede constituir el Partido Comunista, en tanto fusión social-dialéctica del socialismo científico con las masas que une el núcleo de revolucionarios con las masas sin-partido a través de un sistema de organizaciones o enlaces intermedios, en palabras de Lenin.
Así pues, en tanto el
marxismo dominante no incorpora en su desarrollo revolucionario la síntesis teórica de las experiencias revolucionarias, no pueden crearse escisiones masivas de Partidos revisionistas para formar genuinos partidos comunistas. Debe realizarse enteramente, desde zero, la reconstitución ideológica y política del comunismo, con la conquista o formación de la vanguardia ideológica como primer paso. En Cuba éste es también el proceso, y aún más acentuado por su situación; pero, en cierto sentido, en su mayor potencial de conocimiento del marxismo, podría desarrollarse más fácilmente, por ejemplo, a partir de elementos del mismo Partido Comunista de Cuba. En otras palabras, la forja de la vanguardia ideológica como primer paso para la reconstitución política del Partido Comunista, del partido revolucionario independiente del proletariado, puede ser más rápida o efectiva; pero el proceso y tareas son las mismas, en tanto necesaria reconstitución del marxismo. Por tanto, el partido comunista en Cuba no podrá constituirse a partir de una escisión masiva y automática del propio Partido Comunista de Cuba, sino a partir del proceso entero de reconstitución total del comunismo, en que efectivamente podría contarse con elementos del Partido Comunista (pero no en forma de escisión masiva y automática para formar el Partido, sino a lo largo de la formación de la
vanguardia ideológica y la
vanguardia práctica, etc.).
Saludos.