¿Cómo ocupar el Espacio Progresista-Socialista, expulsando de él a sociatas y anarko-troskistas, deshaciendo así tanto el estigma anticomunista como el pseudo-progresismo otánico?:
El capitalismo-imperialismo ha gastado ingentes recursos, (en un esfuerzo de décadas), para demonizar al Socialismo, a los socialistas y a sus símbolos. Y ha ocupado dicho espacio con sociaterío y troskismo, expulsándonos, (en Occidente al menos), al averno del “comunismo” y el “estalinismo”. El troskismo sirve para completar la ocupación hasta el extremo izquierdo y es usado como mangual contra el Socialismo Internacional y los socialistas nacionales mediante genuino terrorismo intelectual: Opotunista, ambivalente, bipolar o esquizoide, según convenga.
También se vale, (el capital-imperialismo), de los espejismos creados por grupúsculos sectarios ultraortodoxos, para caracterizarnos como fósiles negados a la crítica, adaptación y evolución. Tb. para criminalizar “desde el comunismo más puro”, a diversos países-target.
Nosotros debemos escapar de tan letal trampa de la manera más simple y eficaz: Renunciando sin complejos a la simbología y palabras estigmatizadas, (envoltorio), pero conservando la esencia de nuestro proyecto civilizatorio, (contenido).
*No solo eso; en Occidente deberíamos estudiar y sumar a nuestro arsenal la tecnología keynesiana de reciclaje de capital, arrebatándosela a sociatas y tobineros imperialistas.
También hay que respetar en grado sumo e incorporar a progresistas y humanistas honestos, aunque no sean de nuestra “misma cuerda”. Y es que existen por ahí afuera algunas personas tanto o más válidas que determinados “comunistas” de adentro. Y no digamos que los de la cuarta dimensión.
Las claves serían:
1.- Evitar emplear la palabra “comunismo o comunista/s” sustituyéndola por “socialismo o socialista/s”. U otras excluyentes como “camarada”, por hermano, amigo, estimado, etc.
2.- No abusar del rojo ni de la iconografía hoz y martillo*. El rojo-rojo está muy estigmatizado y desgastado, existen otros muchos colores que podemos usar y/o combinar sin complejo alguno, exhibiendo astucia y amplitud mental. La hoz y el martillo con fondo rojo fue la bandera de la URSS pasada, (no necesariamente de la URSS futura*), pero no de otros Estados socialistas como la RDA. Por ejemplo, es muy grato ver cómo el Socialismo cubano se apropió de la enseña nacional. Añadir que los camaradas cubanos siempre hablan de socialismo, nunca de comunismo. Ved tb. cómo Belarús ha eliminado el escudo de su bandera oficial, sin renunciar a sus principios. Por supuesto no se ha eliminado de otras enseñas y representaciones específicos. (Apuntar aquí algo importantísimo: El exceso de propaganda produce el efecto contrario al deseado, hastiando al “consumidor”).
3.- Mencionar lo menos posible al camarada Stalin o al “estalinismo”* y sí referirse a “Unión Soviética”, “Socialismo soviético”, “Socialismo este-europeo”, “Socialismo Real”, “experiencias socialistas”, “Estado Socialista”, “Empresa socialista”, “economía socialista”, etc. *El estalinista más peligroso es el que no lo manifiesta, yo mismo me considero un estalinista moderno. Por otra parte es un error completo asociar estalinismo con inmovilismo o nostalgia. Stalin fué cualquier cosa menos inmovilista o nostágico: Afrontaba problemas reales y actuales. Y que yo sepa, nunca se le vió con banderas de la Comuna de París.
4.- Procurar evitar disquisiciones y divisiones viscerales entre “Estalinismo”, “Breznevismo”, “Maoísmo”, “Titismo”, “Hoxismo”, etc, considerando la experiencia socialista, (real), como un todo, realidad plástica y plural. Referirse a Kruschev, (y a otros dirigentes del Socialismo Real que no sean de nuestro entero agrado), no como alimañas sino como políticos meramente destituidos en el marco de la democracia popular. (Esto por supuesto no es aplicable a enemigos o traidores netos como Trosky o Gorbachov. O a fanáticos como Pol Pot, sin obviar los salvajes bombardeos estadounidenses sobre el pueblo Kmer como coadyuvantes de su ceguera vengativa).
Valorar las discrepancias o conflictos internacionales en el seno de la, (multinacional), civilización socialista como parejos a los del lado capitalista, o la vida misma, sin cuestionar por ello la naturaleza socialista de tal o cual país, ni tomar partido per sé.
En este sentido, nunca promover ni defender una cultura de la eliminación física en el seno de la Civilización Socialista, (no solo por ética civilizatoria, sino tb. para contrarrestar lo que es un letal estereotipo imperialista). Nuestra Civilización dispone de una justicia graduada, progresiva y acorde con el grado de los errores, delitos o faltas cometidas. Lo que no quita para que nuestra Justicia deba endurecerse, (siendo implacable y ejemplarizante), en circunstancias de emergencia, sedición o guerra.
Si hacemos un esfuerzo por obviar desencuentros pasados, (en el espacio socialista quiero decir, fuera quedan sociatas, troskistas + sectas asociales y parapoliciales), tendremos más cerca la unidad operativa. Y la superación de filias-fobias simbólicas y de mero enunciado despeja el camino.
5.- El socialismo tiene cien formas y representaciones, también genes no necesariamente marxista-leninistas; estos genes pueden ser atávicos, religiosos, del acerbo local o nacional, etc. Así que no caigamos en el error de valorarlos con nuestras miopes gafas euro-sovietico-centristas. Y muchísimo menos tras la caída de la URSS, un poquito de por favor y humildad, que la OTAN-Bildelberg no se para en detalles para masacrar.
No solo no se para en detalles sino que los utiliza como contrainformación ultraizquierdosa de retaguardia: Ejemplos, “Sadam, Asad, Nasser, la revolución iraní, “asesinaron comunistas”. “Milosevic no era socialista”.
Por ejemplo el Socialismo genuino árabe se llama baasismo, nasserismo, yamahirismo, etc. Y hay en ese espacio sectas, (precisamente denominadas “comunistas”), claramente descastadas, antisocialistas y proimperialistas.
Sandinismo, bolivarianismo, son otros enunciados filo-socialistas nacionales o continentales. Imaginad a Chávez, haciendo alarde de “comunismo” con una bandera clásica: Jamás hubiese llegado al poder. Sirvan también como medida de nuestros prejuicios e intolerancia eurocentrista hacia ítems árabes como el baasismo. Añadir aquí que, frente al imperialismo, una de las más eficaces conjunciones es progresismo + socialismo + patriotismo + cultura nacional.
6.- Es esencial defender la cultura “pro” frente a la cultura “anti” o “nini” de los nihilistas, cínicos y opositores, (impotentes), otánicos “de izquierda”. También frente al reaccionario “tona”, (todo o nada), de las sectas y clanes ultraortodoxos.
Por ello hay que reivindicar la realidad del Progresismo y Socialismo real, (tras toneladas y años de pseudoprogreismo, anticomunismo y troskismo esto debería ser de perogrullo, pero no lo es), en cualquiera de sus manifestaciones y porcentajes. (Más vale 30 % de empresa pública-nacional en Belarús o Irán que 100 % de “socialismo” o “progresismo” falsario-declarativo-onírico de sociatas, troskistas y ultracomunistas otánicos).
En este sentido hay que pasar olímpicamente del concepto “izquierda” pues es un galimatías de irresponsabilidad opositora, humanitarismo hipócrita y buenismo bienpensante occidental.
(Más vale la dignidad de 1 Noriega, secuestrado en EEUU y luego en Francia, que la indignidad y claudicación de 1000 izquierdososunidos).
7.- Llamar siempre sociatas a los “socialistas”. A los troskistas, “troskonazis”,“terroristas intelectuales”, “nihilistas nini”, “niniNatos”, “mangüales”, “tobineros”, “sociata-tobineros”, “socialistas de la 4ª dimensión”, etc. A ver quién idea conceptos realmente gráficos, con mucho veneno expresivo, sociatas para “socialistas” me parece genial. Y para los troskistas, si ellos nos llaman SIEMPRE “estalinistas”, la correspondencia exacta sería “troskonazis” otánicos o fascistas
8.- Por definición, las nuevas revoluciones habrán de abanderarse en nuevos símbolos, no en viejos. Recordar los flamantes y poderosos sustantivos “bolchevique” y “soviético” de la revolución rusa. Fueron eficaces precisamente por su novedad y frescura. (Me temo, sin estar seguro lo admito, me encantaría equivocarme, que el PCFR está cautivo de la iconografía del ciclo socialista anterior y tampoco dispone de un liderazgo Alfa que luche más allá del circo electoral, cosa estupenda para la OTAN, Mevdeved & Company).
9.- Retales, restos de serie, en decadencia irreversible: PCF, etc.
P.D.: Sé que a muchos hermanos tal renuncia simbólica les producirá fiebre y calambres estomacales pero se sentirán mucho mejor cuando sientan lo bien que marcha su nuevo vehículo con su nueva motorización.
Resumiendo...
a) ¿Si el rojo sangre es nuestro único color, estamos dejando todo el espectro restante al capitalismo?. ¡¡ Pero mira que somos gilipollas ¡¡
b) "La hoz y el martillo" es un poderoso logo histórico pero, por razones obvias, muy poco funcional para el futuro.