Las "Amas de Casa" son el grueso de la clase obrera vasca
Justo de la Cueva
Texto presente en el libro del mismo autor titulado: «Negación vasca radical del capitalismo mundial», Editorial VOSA S.L., Madrid 1996, pp. 237-244.
Aquella cuantificación que el documento de KAS hace del Pueblo Trabajador Vasco (alrededor del 90% de la población) y ese riguroso análisis de su alienación (que en el texto se completa y concreta con datos rotundos y reveladores) son ciertamente valiosos, pero es muy probable que lo que te resulte (a ti y a todos los lectores del documento de KAS) más sorprendente e inesperado sea el análisis de la composición del Pueblo Trabajador Vasco. El documento de KAS afirma que "la clase obrera es el grueso de la población vasca". Lo cual no es una novedad aunque la burguesía pretenda ahora desmentirlo utilizando definiciones de la clase obrera distorsionadas y bien diferentes de la rigurosa que emplea KAS en su documento. Lo que sí será una novedad y una sorpresa para muchos es la afirmación de KAS sobre cuáles son las dos fracciones más numerosas de la clase obrera vasca. Te leo los párrafos al respecto. Dice KAS en su documento que:
"El grueso de la clase obrera vasca son las 650.000 mujeres que con una media total de más de 9 horas/día, o parcial de más de 4 horas/día, sostienen gratuitamente la imprescindible recomposición psicosomática de la fuerza de trabajo social. Excluida Nafarroa por ausencia de datos, en Vascongadas se suman cuatro millones de horas/día no pagadas por el Capital e imprescindibles para él. Cuatro millones de horas/día que son el triple de las horas/día dedicadas a la industria. 4.000.000 de horas/día de las que el 92% son trabajadas por mujeres.
Las cifras generales estimativas para la economía capitalista hablan de que lo que se define como "trabajo doméstico" supondría oficialmente entre el 20 y el 45% del Producto Interior Bruto según el método de cálculo usado. Además, no debemos considerar sólo el escueto trabajo domiciliario, sino también el conjunto de atenciones familiares extradomiciliarias y el conjunto de "labores" sexo-afectivas implícitas a la explotación sexoeconómica. "Labores" necesarias para el rendimiento medio de la fuerza de trabajo social considerando los costos globales que se ahorran por las y en las rutinarias funciones sexo-afectivas de la mujer.
No nos extendemos aquí en las especiales condiciones de explotación de la fuerza de trabajo de la mujer asalariada, sea en el trabajo sumergido, precario, a domicilio, etc., como en las oficinas, talleres y fábricas. Forman una fracción especialmente castigada dentro de la clase obrera tanto por los puestos de trabajo que ocupan y los que tienen sistemáticamente prohibidos, como por el menor sueldo percibido que en Vascongadas es de un 21,6% inferior al de los hombres, como por las condiciones de acoso y agresión sexual e intimidación difusa o pública por parte de sus "compañeros" de explotación, que extraen inequívocos beneficios machistas.
Existe además una activa solidaridad patriarcalista entre patrones y obreros que se expresa más duramente en la indefensión de la mujer trabajadora en todos los sentidos, en especial al echarlas del trabajo. Los sindicatos defienden en su mayoría el corporativismo patriarcal."
Hazme un favor. Para aquí la cinta, vuelve atrás y escucha un par de veces esos cuatro párrafos del documento de KAS que acabo de leerte. Tengo la tentación de decirte que esos párrafos son, de todos los que vienes escuchándome en estas cintas, los que más pueden -si los entiendes y los asumes- variar tu comprensión de lo que el mundo es. Fíjate bien, repite conmigo el mensaje básico de esos párrafos de KAS: "Las "amas de casa" son el grueso, la fracción numéricamente más nutrida, de la clase obrera vasca". ¿Recuerdas cuantas veces en estas cintas te he insistido en que el capitalismo hace opaca a la sociedad? ¿Recuerdas los trozos que acabo de leerte hace un rato del documento de KAS referidos a los mecanismos de alienación capitalista que actúan sobre el Pueblo Trabajador Vasco? Pues quizás ningún otro caso como el de las "amas de casa" refleje y exprese los terribles efectos de la alienación capitalista y de su éxito al hacer opaca a la sociedad capitalista. Haz la prueba. Cuéntale a tu madre, a tu padre, a tus vecinos y amigos que acabas de enterarte de que las "amas de casa" constituyen el grupo más numeroso de la clase obrera vasca. Y comprueba el asombro y la sorpresa con la que recibirán tu afirmación de que las mujeres que realizan el trabajo doméstico son obreras y forman parte, por lo que hacen -ese trabajo doméstico- y por como lo hacen, de la clase obrera. De que realizan un trabajo productivo, que produce valor. Y de que, además, la expropiación que sufren de su plusvalía es máxima porque el Capital no les paga nada, les expropia todo el valor que producen.
Date cuenta: KAS HA PRESTADO UN INESTIMABLE SERVICIO AL PUEBLO TRABAJADOR VASCO CON ESOS PARRAFOS DE SU DOCUMENTO. Porque ayudarán al Pueblo Trabajador Vasco a quitarse de los ojos la telaraña embustera de la falsificación ideológica capitalista y a aprender que la definición "SUS LABORES" para la casilla de profesión del DNI o la casilla de la hoja del censo o del padrón, usada para las mujeres que realizan el trabajo doméstico, es una monstruosa falsificación. Probablemente la más rentable, para el Capital, de las innumerables falsificaciones que perpetra. No te digo a humo de pajas que es la más rentable. Recuerda que en el texto de KAS se señala que si se contabilizara el trabajo doméstico ahora no pagado y no contabilizado habría que aumentar el valor del Producto Interior Bruto actualmente contabilizado entre un 20 y un 45% de las cantidades actuales. Esa oscilación entre el 20 y el 45% depende del método de cálculo que se emplea.
El trabajo doméstico, el 92% del cual es realizado -recuerda- por mujeres, es el conjunto de actividades de mantenimiento requeridas para producir diariamente la fuerza de trabajo, incluyendo el trabajo de búsqueda, acopio y transformación de bienes (la comida, por ejemplo) en valores de uso para el consumo. Es esencial que entiendas que, como subraya KAS, ese trabajo de reproducción de la fuerza de trabajo ES IMPRESCINDIBLE para el funcionamiento del sistema, pero que el Capital NO PAGA NADA POR EL (lo roba todo) consiguiendo así una FANTASTICA DISMINUCION DEL PAGO de los costes reales de producción al hacer inexistente, escamoteada por el juego de manos ideológico del sexismo específico capitalista, la quizá más importante partida de estos costes (entre un 20 y un 45% del actual valor total de lo producido).
Lo que acaba de hacer KAS con esos párrafos de su documento es ponernos delante de los ojos, como no había hecho antes nunca ninguna fuerza política vasca, el problema fundamental encarnado por esos cientos de miles de mujeres vascas que sufren cada día el trabajo embrutecedor, repetitivo, siempre inacabado, de las "labores de la casa". Ese trabajo incómodo en el que ellas sufren todas las consecuencias de las agresiones capitalistas: la inadecuación de las viviendas, la falta de mercados y servicios sociales, la angustia de la escasez de dinero enfrentada a la brutal escalada de los precios. Y que supone la constante frustración de ser un "trabajo para nada", en el que, apenas se acaban de fregar los platos, se vuelven a ensuciar. Los obreros vascos varones han caído de bruces en la trampa ideológica del sistema capitalista que consiste en decir que eso no es trabajo.
Que las "labores de la casa" no son trabajo. Los obreros vascos varones no han acabado de (ni siquiera empezado a) entender que el trabajo que las mujeres hacen en casa es trabajo. Y trabajo que hacen gratis para los capitalistas. Trabajo que, te repito, los capitalistas explotan y expropian sin pagar un céntimo por él. Porque, te repito de nuevo, el trabajo que las mujeres hacen en sus casas, las "labores de la casa", es imprescindible para los capitalistas. Porque, te insisto, ese trabajo es necesario para la reproducción de la fuerza de trabajo empleada en las fábricas y en los tajos. Para que los obreros repongan las fuerzas gastadas cada día en la fábrica y en el taller, en las calles y en las oficinas, y puedan volver a tener fuerzas para gastarlas de nuevo allí al día siguiente, es vital que "alguien" haya peleado durante el día en el mercado haciendo la compra, en la cocina haciendo la comida, en la casa lavando, fregando, haciendo las camas. Es preciso que alguien tenga la mesa y la cama puestas para que el obrero reponga su fuerza de trabajo. Y el coño abierto para que descargue su irritación y su agresividad impotentes y contenidas en el tajo.
Y para que, cuando la edad y la explotación hayan agotado su fuerza de trabajo, haya otros portadores de fuerza de trabajo que le substituyan, los capitalistas necesitan que alguien se cuide de parir, de alimentar, de lavar, de vestir y de cuidar a LAS CRIAS DE NUEVOS OBREROS. Necesitan que alguien se cuide de reproducir obreros. Las "labores de la casa" son así trabajo al servicio de los capitalistas. Trabajo que tiene un producto muy concreto: reproducir en los obreros la fuerza de trabajo gastada cada día y reproducir los obreros mismos, duplicándoles en sus crías.
En la medida en que los obreros no son más que máquinas-herramientas que los capitalistas usan, en esa medida las "labores de la casa" son el trabajo necesario para reparar el desgaste diario de esas máquinas-herramientas y el trabajo necesario para ir preparando las máquinas-herramientas que les substituyan cuando se gasten del todo. Las "labores de la casa" son la forma de hacer el trabajo de reparar obreros y de fabricar nuevos obreros. Las "labores de la casa" son el trabajo gastado en la reproducción de la fuerza de trabajo. Sin esa reproducción el sistema capitalista no funcionaría. Déjame insistirte otra vez (porque es vital que lo entiendas bien) que lo que sucede es que los capitalistas han conseguido un éxito total en la fantástica operación de engaño consistente en disimular ese hecho fundamental. Han conseguido que los obreros se crean que esas "labores de la casa" no son trabajo. Y que es lógico por eso que los capitalistas no lo paguen. El éxito del engaño se completa porque las mujeres que hacen ese trabajo no entienden lo que hacen y por eso admiten que en su carnet de identidad les pongan, en vez de lo que son y hacen "reproductoras de fuerza de trabajo", esa mentira que dice "sin profesión" o "sus labores".
La mejor prueba de que "sus labores" son un trabajo que el sistema capitalista necesita que realicen para él las mujeres de las clases dominadas y explotadas es que las únicas mujeres que NO hacen SUS labores son las mujeres de la clase dominante y de sus clases de apoyo. Las labores de la casa no son propias de la mujer sino propias de las dominadas y explotadas. Hay mujeres, recuérdalo, que no las hacen: las de la clase dominante y de sus clases de apoyo. A quienes, significativamente, esas labores "de mujer" se las hacen muchas veces hombres dominados y explotados: criados, lacayos, cocineros, etc. etc.
Date cuenta de que los capitalistas han conseguido el difícil récord de tener un ejército de 650.000 esclavas en el Sur de Euskal Herria que realizan gratis para ellos la reproducción cotidiana de las fuerzas de trabajo gastadas por sus obreros y que además están continuamente fabricándoles y cuidándoles, también sin que les suelten un céntimo por ello, nuevos obreros para ellos.
La letal eficacia, la elegancia, la fascinante sutileza de esta organización creada por los capitalistas brilla con un fulgor deslumbrante si piensas en que los capitalistas no necesitan gastar nada en campos de concentración ni en guardianes para vigilar a esas 650.000 esclavas porque cada una de ellas está vigilada y controlada por el mismo individuo al que tienen que cuidar. Y las únicas alambradas que han tenido que colocar para que esas esclavas no se escapan y no huyan de su vida de trabajos forzados son las alambradas del matrimonio y de la familia. Y los únicos guardianes que se encargan de las alambradas son los curas y los obispos, los publicitarios que imaginan y diseñan spots y los periodistas que escriben y fotografían revistas "para la mujer" o "del hogar" o parlotean programas radiofónicos, unos grupos de canallas cuya tarea consiste en tener falsamente satisfechas o resignadas a las esclavas de los capitalistas.
Y de la misma forma que se preocupan de que sus vacas o sus ovejas no dejen de reproducir terneros o corderos para mantener siempre el volumen de sus rebaños, los capitalistas españoles que padecemos y sus cómplices los capitalistas vascos, se han preocupado durante decenios y decenios de tener prohibida la píldora o de hacerla cara y difícil de encontrar o de difundir mentiras sobre su peligrosidad y ahora los grotescos fachas del Gobierno de UPN en Navarra de dificultar la información sobre el preservativo y de promocionar la castidad como método preventivo contra el SIDA. Y naturalmente han estigmatizado, perseguido, condenado y castigado el aborto. Y cuando, tarde y mal, se ha legalizado el aborto en el Estado han utilizado y utilizan todo tipo de maniobras, legales, ilegales y alegales, para dificultar la efectiva aplicación de esa legislación corta, insuficiente y cojitranca. Porque en el sistema capitalista las mujeres son esclavas. Y lo mismo que el cuerpo de la vaca o de la oveja no son propiedad ni de la vaca ni de la oveja sino del dueño de las mismas que las emplea para producir terneros o corderos, el cuerpo de las mujeres en el sistema capitalista no es suyo ni pueden usarlo como y para lo que les guste. Su cuerpo es propiedad del Capital, su función es producir, parir, nuevos obreros. Y les está prohibido, les tiene que estar prohibido, joder para gozar. Sólo pueden hacerlo para fabricar nuevos obreros.
Te invito ahora a que contemples unos hechos significativos. El hecho de que en la MAL MENTIDA como "catolicísima" Navarra, en el territorio donde el sectario Opus Dei tiene hincada su ciudadela, las mujeres vascas navarras desobedezcan masivamente esas órdenes del Capital vehiculadas por la Iglesia y por el Opus y tengan un record europeo (que en este campo equivale a record mundial) de baja fecundidad, un Índice Sintético de Fecundidad en 1988 de 1,26. Sólo por encima del más bajo europeo marcado por la República Federal Alemana (cuando el índice de 2,1 hijos por mujer es el imprescindible para garantizar que se mantiene la población reemplazando los fallecidos con los nacidos). Y el hecho de que la natalidad navarra haya caído drásticamente de los 17,4 nacidos por cada mil habitantes en 1976 a los sólo 9,1 por mil de 1987. Ambos hechos son una muestra de que en algunos casos y en ciertas circunstancias la práctica de las masas puede desobedecer y contradecir los imperativos y las órdenes ideológicamente emitidas por el Capital.
Tomo también del documento de KAS ese ejemplo concreto del Índice Sintético de Fertilidad que acabo de comentarte. Nuestro presente, nuestro futuro, el documento de KAS, lo menciona como un ejemplo de la manipulación propagandística con la que el Estado español y sus cómplices vascos del PNV pretenden incrementar la alienación del Pueblo Trabajador Vasco. Te leo lo que dice el documento:
"Desde entonces (desde el Pacto de Ajuria Enea) y en especial desde finales de la década de los ochenta, Hegoalde padece una ofensiva antidemocrática, una involución autoritaria en la que la manipulación propagandística y la mentira llegan a todas partes.
Un ejemplo lo tenemos en la propaganda oficial que se vuelca en jalear el dato de que el 80% de navarros/as y vizcaínos/as digan creer en dios, dándole más importancia que al hecho aplastante de que las navarras ostentan en 1988 el segundo Índice Sintético de Fertilidad más bajo de Europa (1,26 hijos/mujer) mucho más bajo que el español de 1,43. Eso quiere decir que prácticamente las navarras desobedecen e incumplen los mandamientos de la Iglesia. Quiere decir que "pecan" con impresionante frecuencia tomando toda clase de anticonceptivos. Sin embargo, la prensa y los poderes que la sostienen se ciñen a estadísticas sacadas de encuestas manipuladas y apañadas para hablar de una supuesta religiosidad negada diariamente en la práctica.
Hoy se está produciendo en Hegoalde una feroz batalla entre y de valores sociales opuestos. Miles de vascos/as viven y deciden a diario entre dos grandes campos de valores antagónicamente enfrentados. Delatar a la policía a la militante de ETA o esconderla en casa. Ayudar y apoyar a la hija para que no se quede preñada o aborte si lo está o echarle de casa. Sabotear la cadena y el ritmo de trabajo e incordiar al patrón con justas reclamaciones o aceptar todas las explotaciones. Silbar a la bandera española y vitorear la ikurriña y el lema "bietan jarrai" o sentirse cómodo en "España". Acudir a los bares abertzales y boicotear las tiendas que tienen el horrible lacito azul. Aprender euskara o hablar en castellano. Denunciar públicamente a un chivato o callarse. Tener un ataque de "cuernos" o aceptar la libertad personal de la compañera/o.
Batalla feroz de valores, normas, modelos, proyectos cotidianos, que se está librando a diario con una intensidad tremenda y que repercute globalmente en todas y cada una de las situaciones sociales."
Quiero insistirte en que entiendas que uno de los más amargos frutos del capitalismo como sistema histórico es el sexismo. Son los padres, los maridos, los compañeros y los hijos de las mujeres, los que envenenados y alienados sus cerebros por el machismo capitalista actúan como capataces y controladores para que sus mujeres creen plusvalías para los propietarios del Capital que ni siquiera les pagan lo más mínimo por ello. Son esos padres, maridos, hijos quienes recitan el discurso del capitalismo afirmando que el trabajo doméstico de las mujeres no es tal trabajo, que son "amas de casa”.
Justo de la Cueva
Texto presente en el libro del mismo autor titulado: «Negación vasca radical del capitalismo mundial», Editorial VOSA S.L., Madrid 1996, pp. 237-244.
Aquella cuantificación que el documento de KAS hace del Pueblo Trabajador Vasco (alrededor del 90% de la población) y ese riguroso análisis de su alienación (que en el texto se completa y concreta con datos rotundos y reveladores) son ciertamente valiosos, pero es muy probable que lo que te resulte (a ti y a todos los lectores del documento de KAS) más sorprendente e inesperado sea el análisis de la composición del Pueblo Trabajador Vasco. El documento de KAS afirma que "la clase obrera es el grueso de la población vasca". Lo cual no es una novedad aunque la burguesía pretenda ahora desmentirlo utilizando definiciones de la clase obrera distorsionadas y bien diferentes de la rigurosa que emplea KAS en su documento. Lo que sí será una novedad y una sorpresa para muchos es la afirmación de KAS sobre cuáles son las dos fracciones más numerosas de la clase obrera vasca. Te leo los párrafos al respecto. Dice KAS en su documento que:
"El grueso de la clase obrera vasca son las 650.000 mujeres que con una media total de más de 9 horas/día, o parcial de más de 4 horas/día, sostienen gratuitamente la imprescindible recomposición psicosomática de la fuerza de trabajo social. Excluida Nafarroa por ausencia de datos, en Vascongadas se suman cuatro millones de horas/día no pagadas por el Capital e imprescindibles para él. Cuatro millones de horas/día que son el triple de las horas/día dedicadas a la industria. 4.000.000 de horas/día de las que el 92% son trabajadas por mujeres.
Las cifras generales estimativas para la economía capitalista hablan de que lo que se define como "trabajo doméstico" supondría oficialmente entre el 20 y el 45% del Producto Interior Bruto según el método de cálculo usado. Además, no debemos considerar sólo el escueto trabajo domiciliario, sino también el conjunto de atenciones familiares extradomiciliarias y el conjunto de "labores" sexo-afectivas implícitas a la explotación sexoeconómica. "Labores" necesarias para el rendimiento medio de la fuerza de trabajo social considerando los costos globales que se ahorran por las y en las rutinarias funciones sexo-afectivas de la mujer.
No nos extendemos aquí en las especiales condiciones de explotación de la fuerza de trabajo de la mujer asalariada, sea en el trabajo sumergido, precario, a domicilio, etc., como en las oficinas, talleres y fábricas. Forman una fracción especialmente castigada dentro de la clase obrera tanto por los puestos de trabajo que ocupan y los que tienen sistemáticamente prohibidos, como por el menor sueldo percibido que en Vascongadas es de un 21,6% inferior al de los hombres, como por las condiciones de acoso y agresión sexual e intimidación difusa o pública por parte de sus "compañeros" de explotación, que extraen inequívocos beneficios machistas.
Existe además una activa solidaridad patriarcalista entre patrones y obreros que se expresa más duramente en la indefensión de la mujer trabajadora en todos los sentidos, en especial al echarlas del trabajo. Los sindicatos defienden en su mayoría el corporativismo patriarcal."
Hazme un favor. Para aquí la cinta, vuelve atrás y escucha un par de veces esos cuatro párrafos del documento de KAS que acabo de leerte. Tengo la tentación de decirte que esos párrafos son, de todos los que vienes escuchándome en estas cintas, los que más pueden -si los entiendes y los asumes- variar tu comprensión de lo que el mundo es. Fíjate bien, repite conmigo el mensaje básico de esos párrafos de KAS: "Las "amas de casa" son el grueso, la fracción numéricamente más nutrida, de la clase obrera vasca". ¿Recuerdas cuantas veces en estas cintas te he insistido en que el capitalismo hace opaca a la sociedad? ¿Recuerdas los trozos que acabo de leerte hace un rato del documento de KAS referidos a los mecanismos de alienación capitalista que actúan sobre el Pueblo Trabajador Vasco? Pues quizás ningún otro caso como el de las "amas de casa" refleje y exprese los terribles efectos de la alienación capitalista y de su éxito al hacer opaca a la sociedad capitalista. Haz la prueba. Cuéntale a tu madre, a tu padre, a tus vecinos y amigos que acabas de enterarte de que las "amas de casa" constituyen el grupo más numeroso de la clase obrera vasca. Y comprueba el asombro y la sorpresa con la que recibirán tu afirmación de que las mujeres que realizan el trabajo doméstico son obreras y forman parte, por lo que hacen -ese trabajo doméstico- y por como lo hacen, de la clase obrera. De que realizan un trabajo productivo, que produce valor. Y de que, además, la expropiación que sufren de su plusvalía es máxima porque el Capital no les paga nada, les expropia todo el valor que producen.
Date cuenta: KAS HA PRESTADO UN INESTIMABLE SERVICIO AL PUEBLO TRABAJADOR VASCO CON ESOS PARRAFOS DE SU DOCUMENTO. Porque ayudarán al Pueblo Trabajador Vasco a quitarse de los ojos la telaraña embustera de la falsificación ideológica capitalista y a aprender que la definición "SUS LABORES" para la casilla de profesión del DNI o la casilla de la hoja del censo o del padrón, usada para las mujeres que realizan el trabajo doméstico, es una monstruosa falsificación. Probablemente la más rentable, para el Capital, de las innumerables falsificaciones que perpetra. No te digo a humo de pajas que es la más rentable. Recuerda que en el texto de KAS se señala que si se contabilizara el trabajo doméstico ahora no pagado y no contabilizado habría que aumentar el valor del Producto Interior Bruto actualmente contabilizado entre un 20 y un 45% de las cantidades actuales. Esa oscilación entre el 20 y el 45% depende del método de cálculo que se emplea.
El trabajo doméstico, el 92% del cual es realizado -recuerda- por mujeres, es el conjunto de actividades de mantenimiento requeridas para producir diariamente la fuerza de trabajo, incluyendo el trabajo de búsqueda, acopio y transformación de bienes (la comida, por ejemplo) en valores de uso para el consumo. Es esencial que entiendas que, como subraya KAS, ese trabajo de reproducción de la fuerza de trabajo ES IMPRESCINDIBLE para el funcionamiento del sistema, pero que el Capital NO PAGA NADA POR EL (lo roba todo) consiguiendo así una FANTASTICA DISMINUCION DEL PAGO de los costes reales de producción al hacer inexistente, escamoteada por el juego de manos ideológico del sexismo específico capitalista, la quizá más importante partida de estos costes (entre un 20 y un 45% del actual valor total de lo producido).
Lo que acaba de hacer KAS con esos párrafos de su documento es ponernos delante de los ojos, como no había hecho antes nunca ninguna fuerza política vasca, el problema fundamental encarnado por esos cientos de miles de mujeres vascas que sufren cada día el trabajo embrutecedor, repetitivo, siempre inacabado, de las "labores de la casa". Ese trabajo incómodo en el que ellas sufren todas las consecuencias de las agresiones capitalistas: la inadecuación de las viviendas, la falta de mercados y servicios sociales, la angustia de la escasez de dinero enfrentada a la brutal escalada de los precios. Y que supone la constante frustración de ser un "trabajo para nada", en el que, apenas se acaban de fregar los platos, se vuelven a ensuciar. Los obreros vascos varones han caído de bruces en la trampa ideológica del sistema capitalista que consiste en decir que eso no es trabajo.
Que las "labores de la casa" no son trabajo. Los obreros vascos varones no han acabado de (ni siquiera empezado a) entender que el trabajo que las mujeres hacen en casa es trabajo. Y trabajo que hacen gratis para los capitalistas. Trabajo que, te repito, los capitalistas explotan y expropian sin pagar un céntimo por él. Porque, te repito de nuevo, el trabajo que las mujeres hacen en sus casas, las "labores de la casa", es imprescindible para los capitalistas. Porque, te insisto, ese trabajo es necesario para la reproducción de la fuerza de trabajo empleada en las fábricas y en los tajos. Para que los obreros repongan las fuerzas gastadas cada día en la fábrica y en el taller, en las calles y en las oficinas, y puedan volver a tener fuerzas para gastarlas de nuevo allí al día siguiente, es vital que "alguien" haya peleado durante el día en el mercado haciendo la compra, en la cocina haciendo la comida, en la casa lavando, fregando, haciendo las camas. Es preciso que alguien tenga la mesa y la cama puestas para que el obrero reponga su fuerza de trabajo. Y el coño abierto para que descargue su irritación y su agresividad impotentes y contenidas en el tajo.
Y para que, cuando la edad y la explotación hayan agotado su fuerza de trabajo, haya otros portadores de fuerza de trabajo que le substituyan, los capitalistas necesitan que alguien se cuide de parir, de alimentar, de lavar, de vestir y de cuidar a LAS CRIAS DE NUEVOS OBREROS. Necesitan que alguien se cuide de reproducir obreros. Las "labores de la casa" son así trabajo al servicio de los capitalistas. Trabajo que tiene un producto muy concreto: reproducir en los obreros la fuerza de trabajo gastada cada día y reproducir los obreros mismos, duplicándoles en sus crías.
En la medida en que los obreros no son más que máquinas-herramientas que los capitalistas usan, en esa medida las "labores de la casa" son el trabajo necesario para reparar el desgaste diario de esas máquinas-herramientas y el trabajo necesario para ir preparando las máquinas-herramientas que les substituyan cuando se gasten del todo. Las "labores de la casa" son la forma de hacer el trabajo de reparar obreros y de fabricar nuevos obreros. Las "labores de la casa" son el trabajo gastado en la reproducción de la fuerza de trabajo. Sin esa reproducción el sistema capitalista no funcionaría. Déjame insistirte otra vez (porque es vital que lo entiendas bien) que lo que sucede es que los capitalistas han conseguido un éxito total en la fantástica operación de engaño consistente en disimular ese hecho fundamental. Han conseguido que los obreros se crean que esas "labores de la casa" no son trabajo. Y que es lógico por eso que los capitalistas no lo paguen. El éxito del engaño se completa porque las mujeres que hacen ese trabajo no entienden lo que hacen y por eso admiten que en su carnet de identidad les pongan, en vez de lo que son y hacen "reproductoras de fuerza de trabajo", esa mentira que dice "sin profesión" o "sus labores".
La mejor prueba de que "sus labores" son un trabajo que el sistema capitalista necesita que realicen para él las mujeres de las clases dominadas y explotadas es que las únicas mujeres que NO hacen SUS labores son las mujeres de la clase dominante y de sus clases de apoyo. Las labores de la casa no son propias de la mujer sino propias de las dominadas y explotadas. Hay mujeres, recuérdalo, que no las hacen: las de la clase dominante y de sus clases de apoyo. A quienes, significativamente, esas labores "de mujer" se las hacen muchas veces hombres dominados y explotados: criados, lacayos, cocineros, etc. etc.
Date cuenta de que los capitalistas han conseguido el difícil récord de tener un ejército de 650.000 esclavas en el Sur de Euskal Herria que realizan gratis para ellos la reproducción cotidiana de las fuerzas de trabajo gastadas por sus obreros y que además están continuamente fabricándoles y cuidándoles, también sin que les suelten un céntimo por ello, nuevos obreros para ellos.
La letal eficacia, la elegancia, la fascinante sutileza de esta organización creada por los capitalistas brilla con un fulgor deslumbrante si piensas en que los capitalistas no necesitan gastar nada en campos de concentración ni en guardianes para vigilar a esas 650.000 esclavas porque cada una de ellas está vigilada y controlada por el mismo individuo al que tienen que cuidar. Y las únicas alambradas que han tenido que colocar para que esas esclavas no se escapan y no huyan de su vida de trabajos forzados son las alambradas del matrimonio y de la familia. Y los únicos guardianes que se encargan de las alambradas son los curas y los obispos, los publicitarios que imaginan y diseñan spots y los periodistas que escriben y fotografían revistas "para la mujer" o "del hogar" o parlotean programas radiofónicos, unos grupos de canallas cuya tarea consiste en tener falsamente satisfechas o resignadas a las esclavas de los capitalistas.
Y de la misma forma que se preocupan de que sus vacas o sus ovejas no dejen de reproducir terneros o corderos para mantener siempre el volumen de sus rebaños, los capitalistas españoles que padecemos y sus cómplices los capitalistas vascos, se han preocupado durante decenios y decenios de tener prohibida la píldora o de hacerla cara y difícil de encontrar o de difundir mentiras sobre su peligrosidad y ahora los grotescos fachas del Gobierno de UPN en Navarra de dificultar la información sobre el preservativo y de promocionar la castidad como método preventivo contra el SIDA. Y naturalmente han estigmatizado, perseguido, condenado y castigado el aborto. Y cuando, tarde y mal, se ha legalizado el aborto en el Estado han utilizado y utilizan todo tipo de maniobras, legales, ilegales y alegales, para dificultar la efectiva aplicación de esa legislación corta, insuficiente y cojitranca. Porque en el sistema capitalista las mujeres son esclavas. Y lo mismo que el cuerpo de la vaca o de la oveja no son propiedad ni de la vaca ni de la oveja sino del dueño de las mismas que las emplea para producir terneros o corderos, el cuerpo de las mujeres en el sistema capitalista no es suyo ni pueden usarlo como y para lo que les guste. Su cuerpo es propiedad del Capital, su función es producir, parir, nuevos obreros. Y les está prohibido, les tiene que estar prohibido, joder para gozar. Sólo pueden hacerlo para fabricar nuevos obreros.
Te invito ahora a que contemples unos hechos significativos. El hecho de que en la MAL MENTIDA como "catolicísima" Navarra, en el territorio donde el sectario Opus Dei tiene hincada su ciudadela, las mujeres vascas navarras desobedezcan masivamente esas órdenes del Capital vehiculadas por la Iglesia y por el Opus y tengan un record europeo (que en este campo equivale a record mundial) de baja fecundidad, un Índice Sintético de Fecundidad en 1988 de 1,26. Sólo por encima del más bajo europeo marcado por la República Federal Alemana (cuando el índice de 2,1 hijos por mujer es el imprescindible para garantizar que se mantiene la población reemplazando los fallecidos con los nacidos). Y el hecho de que la natalidad navarra haya caído drásticamente de los 17,4 nacidos por cada mil habitantes en 1976 a los sólo 9,1 por mil de 1987. Ambos hechos son una muestra de que en algunos casos y en ciertas circunstancias la práctica de las masas puede desobedecer y contradecir los imperativos y las órdenes ideológicamente emitidas por el Capital.
Tomo también del documento de KAS ese ejemplo concreto del Índice Sintético de Fertilidad que acabo de comentarte. Nuestro presente, nuestro futuro, el documento de KAS, lo menciona como un ejemplo de la manipulación propagandística con la que el Estado español y sus cómplices vascos del PNV pretenden incrementar la alienación del Pueblo Trabajador Vasco. Te leo lo que dice el documento:
"Desde entonces (desde el Pacto de Ajuria Enea) y en especial desde finales de la década de los ochenta, Hegoalde padece una ofensiva antidemocrática, una involución autoritaria en la que la manipulación propagandística y la mentira llegan a todas partes.
Un ejemplo lo tenemos en la propaganda oficial que se vuelca en jalear el dato de que el 80% de navarros/as y vizcaínos/as digan creer en dios, dándole más importancia que al hecho aplastante de que las navarras ostentan en 1988 el segundo Índice Sintético de Fertilidad más bajo de Europa (1,26 hijos/mujer) mucho más bajo que el español de 1,43. Eso quiere decir que prácticamente las navarras desobedecen e incumplen los mandamientos de la Iglesia. Quiere decir que "pecan" con impresionante frecuencia tomando toda clase de anticonceptivos. Sin embargo, la prensa y los poderes que la sostienen se ciñen a estadísticas sacadas de encuestas manipuladas y apañadas para hablar de una supuesta religiosidad negada diariamente en la práctica.
Hoy se está produciendo en Hegoalde una feroz batalla entre y de valores sociales opuestos. Miles de vascos/as viven y deciden a diario entre dos grandes campos de valores antagónicamente enfrentados. Delatar a la policía a la militante de ETA o esconderla en casa. Ayudar y apoyar a la hija para que no se quede preñada o aborte si lo está o echarle de casa. Sabotear la cadena y el ritmo de trabajo e incordiar al patrón con justas reclamaciones o aceptar todas las explotaciones. Silbar a la bandera española y vitorear la ikurriña y el lema "bietan jarrai" o sentirse cómodo en "España". Acudir a los bares abertzales y boicotear las tiendas que tienen el horrible lacito azul. Aprender euskara o hablar en castellano. Denunciar públicamente a un chivato o callarse. Tener un ataque de "cuernos" o aceptar la libertad personal de la compañera/o.
Batalla feroz de valores, normas, modelos, proyectos cotidianos, que se está librando a diario con una intensidad tremenda y que repercute globalmente en todas y cada una de las situaciones sociales."
Quiero insistirte en que entiendas que uno de los más amargos frutos del capitalismo como sistema histórico es el sexismo. Son los padres, los maridos, los compañeros y los hijos de las mujeres, los que envenenados y alienados sus cerebros por el machismo capitalista actúan como capataces y controladores para que sus mujeres creen plusvalías para los propietarios del Capital que ni siquiera les pagan lo más mínimo por ello. Son esos padres, maridos, hijos quienes recitan el discurso del capitalismo afirmando que el trabajo doméstico de las mujeres no es tal trabajo, que son "amas de casa”.