Como dice el autor, el libro es una indagación del pensamiento y la acción de quien fuera figura excluyente durante la construcción de la URSS entre los años mencionados. No se trata de volver a destacar su genialidad y ponderar su personalidad, sino más bien la de realizar una lectura que permita entender un hecho de enorme importancia jamás tenido en cuenta en la literatura del marxismo en relación a la revolución en Rusia: ¿Por qué no fue abolido el trabajo asalariado en la URSS? ¿Cómo explicar la construcción del socialismo sin que aquello que sostiene al capital fuera «demolido»? Y más aún: ¡que se mantuviera y expandiera! El debate de 1921 con los grupos opositores dentro del PCR durante el X Congreso del Partido, que destacamos, se muestra como revelador al respecto.
Al hacer una relectura de Lenin el Grande, como lo exaltara Pablo Neruda, lo que se intenta en el texto y que el lector lo advertirá de inmediato, es dejar que sea el propio Lenin quien «hable» y nos permita ir elaborando conclusiones a partir de sus propios pensamientos y de la materialización de los mismos en la ingente tarea que planteó la Revolución de octubre junto con el desafío gigantesco que significó enfrentar la construcción de una nueva sociedad, esto es, la apertura de una nueva etapa histórica de la humanidad, no otro es el sentido de tan largas transcripciones de los textos leninianos y que pudieran resultar fatigosos, pero que se ha considerado de necesidad absoluta para comprender el derrumbe de la URSS.