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    Apoyo del PCE(r) al imperialismo ruso; Equipo de Bitácora (M-L), 2017

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    Apoyo del PCE(r) al imperialismo ruso; Equipo de Bitácora (M-L), 2017 Empty Apoyo del PCE(r) al imperialismo ruso; Equipo de Bitácora (M-L), 2017

    Mensaje por Enver19 Sáb Mayo 19, 2018 11:22 pm

    Apoyo del PCE(r) al imperialismo ruso; Equipo de Bitácora (M-L), 2017 4_010


    «Recomendamos dar un repaso con un poco de detenimiento a los documentos programáticos y demás materiales editados por nuestro partido que abordan esta cuestión. Comprobarán que no hay en ellos nada que se pueda prestar a esa torcida interpretación que habla de una vuelta atrás de Rusia a un pasado imperialista –ni siquiera en la forma moderna capitalista, monopolista». (Manuel Pérez Martínez, «Arenas»; ¿Sigue Actualmente Rusia una Política de Expansión Imperialista, 8 de agosto de 2014)

    El PCE (r) clama que Rusia no es un país imperialista, y lo dicen sin sonrojarse. Quizás el proceso de monopolización no le parece suficiente o no es capaz de verlo con sus gafas revisionistas. Hagamos un repaso para que el lector pueda ponerse al día de lo que es la Rusia actual.

    ¿Cuál es el nivel de monopolización en Rusia?:

    «En la lista Forbes de los monopolios más grandes del mundo 28 son rusos, entre los cuales destacan Gazprom, Lukoil, Rosneft y Sberbank. La economía rusa está altamente concentrada, en muchos sectores los niveles son más elevados que en los EE.UU. y Alemania. Por ejemplo, en 2006 la proporción que los 10 monopolios más grandes de Rusia aportaron al PIB fue del 28,9%, mientras que en los EE.UU. fue del 14,1%. La mayoría de los sectores de la economía como la energía, la ingeniería mecánica, el transporte y la producción de alimentos están monopolizados. En conclusión podemos decir que en Rusia lidiamos con un capitalismo monopolista, altamente concentrado, con una fuerte presencia del Estado. La fusión entre el capital financiero e industrial tuvo lugar con el paso del tiempo. Aunque el Sberbank es uno de los bancos más grandes del mundo, en la economía rusa también desempeñan un papel crucial el VTB-Bank, Alfa Bank y el Banco Raffeinse. En Rusia los grandes monopolios bancarios están estrechamente vinculados o pertenecen a los mismos monopolios industriales. Este es el caso de Gazprom Bank, Uralsib y el banco Promsvjas». (Mehmet İnce; Sobre el imperialismo ruso, 2015)

    ¿Cuál ha sido la tendencia de Rusia en torno a la exportación de capitales? ¿Le ha servido o no para aumentar su influencia geopolítica?

    «A partir del año 2000, la Inversión Extranjera Directa (IED) de los monopolios rusos creció exponencialmente, llegando a unos $406,2 millardos en el 2012 –para 2001 fue de apenas $ 44,2 millardos–. (...) El crecimiento sostenido de la economía nacional y el fortalecimiento relativo de las principales empresas nacionales ha contribuido al rápido aumento en el volumen de inversión, convirtiendo a Rusia en uno de los principales inversionistas internacionales –sin lugar a dudas uno de los primeros entre los países «emergentes»–. A través de la adquisición de empresas en otros países, los consorcios rusos acceden a nuevas fuentes de recursos, tecnología y mercados, aumentando su competitividad internacional. Una expansión que refuerza la influencia geopolítica de Rusia y refuerza su posición en la economía global. Según datos de la UNCTAD –Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, por sus siglas en inglés–, en la primera mitad de la década del 2000, la inversión extranjera directa aumentó de 3 a 4 veces en comparación con la década anterior, superando los 10 millardos de dólares al año, incrementándose 3 veces respecto al periodo anterior al 2011, donde la participación de capital y las utilidades reinvertidas se elevaron a más de $ 67,2 millardos. En los últimos 3 años, las empresas rusas han sido capaces de duplicar el tamaño de sus activos en el extranjero, así como aumentar el tamaño de sus ingresos más de dos veces y media que sus propios activos. Las empresas rusas emplean a más de 150.000 trabajadores en el extranjero, más del doble que en el 2000. Como resultado, la expansión global acelerada de las principales empresas rusas les ha llevado a asumir las características intrínsecas de las multinacionales globalizadas». (Mehmet İnce; Sobre el imperialismo ruso, 2015)

    Si a esto le añadimos algunos datos como el gasto militar de Rusia en años recientes:

    «Según el SIPRI en 2015 Rusia aumentó su gasto en defensa un 7,5% y el presupuesto del Ministerio de Defensa alcanzó los 66.400 millones de dólares. (...) Si se tiene en cuenta el porcentaje del PIB, Rusia es uno de los países que más gasta en defensa. Supone el 3,5% del PIB en EE UU y en China, el 2,1%, mientras que en Rusia alcanza el 4,5%. El porcentaje de Rusia se sitúa detrás de Arabia Saudí y los Emiratos Árabes, con un 10,4% y un 5,1%, respectivamente». (Rusia Beyond the Headlines; ¿Cuánto gasta Rusia en defensa y armamento?, 13 de abril de 2016)

    Rusia ha abierto negociaciones en los últimos tiempos para abrir más bases militares:

    «Rusia está negociando la suscripción de acuerdos sobre la instalación de sus bases militares en Cuba, Venezuela, Nicaragua, entre otros Estados, informó el ministro de Defensa ruso. De acuerdo con Serguéi Shoigú, el ministro de Defensa ruso, Rusia está negociando instalar sus bases militares con Cuba, Venezuela, Nicaragua, Seychelles, Singapur y otros Estados». (Actualidad Russia Today; Rusia puede abrir bases militares en Venezuela, Nicaragua y Cuba, 26 de febrero de 2014)

    En cuanto al carácter injerencista y militarista del imperialismo ruso veamos algunas de las operaciones militares y económicas que ya tiene establecidas desde los últimos tiempos:

    1) El caso Checheno es paradigmático en cuanto a la voluntad imperialista de Rusia, recordemos que conforme los principios básicos del marxismo-leninismo, las naciones tienen libre determinación soberana, así su integración o abandono del Estado en que se encuentran integrados está sujeto por completo a la voluntad del pueblo. No obstante, la Rusia de Yeltsin –mentor de Putin– abordó la independencia de Chechenia con la «Primera Guerra de Chechenia» de 1994-1996 basada en el desgaste, esta tenía como sustrato que esta república caucásica cuenta con importantes yacimientos petrolíferos, además de su excepcional localización geoestratégica. Vale decir que luego sería presentada como una guerra encuadrada en las religiones, pero lo cierto es que la radicalización religiosa surgió como efecto de la voluntad imperialista de Moscú. La «Segunda Guerra de Chechenia» 1999-2009, lanzada por Putin, tenía por objeto atar los cabos sueltos y «pacificar» de una vez por toda a la república. Vale decir que las fuerzas chechenas fueron fuertemente apoyadas por los imperialismos occidentales, lo que de hecho ubica este conflicto en una guerra de carácter interimperialista.

    2) En el caso de Tayikistán tenemos otro caso clásico: aquí la lucha de dos facciones de la burguesía, atizadas por elementos étnico-religiosos, se sumaron y dieron lugar a la guerra civil. Rusia entonces apoyó a uno de los bandos con vistas a instalar a un gobierno títere alineado con su política imperialista que le permitiera mantener atada a sus intereses a la república ex soviética. País en el cual mantiene una base militar y pone las miras en la integración económica del mismo en los organismos económicos dominados por el imperialismo ruso como la Unión Económica Euroasiática (UEE):

    «En primer lugar, en los tres casos, Rusia y sus socios abordaron problemas económicos y humanitarios, tanto en el marco de la Unión Económica Euroasiática (UEE), como a nivel bilateral con Tayikistán, que todavía no forma parte de la UEE pero que aspira a hacerlo. «Además, en todos los casos se abordaron asuntos de seguridad. En Tayikistán y Kirguistán hay bases militares rusas que desempeñan un papel fundamental a la hora de mantener la paz y la seguridad en toda la región centroasiática», afirma Rostisláv Ischenko». (Sputnik Mundo; Putin: la base rusa en Kirguistán garantiza la seguridad en Asia Central, 20 de junio de 2017)

    3) Misma tácticas adoptadas con los gobiernos corruptos en Kirguizistán y en otros países de la zona: apoyar a uno u otro líder burgués cercano a Moscú, sacrificarlo cuanto haga falta, y pronunciar mientras tanto de él loas de hombre cabal y antiimperialista, Rusia de momento debe apoyar al impopular mandatario Almazbek Atambáev para garantizar la existencia de la base militar rusa:

    «Hoy confirmamos el entendimiento de que la presencia de la base militar rusa en Kirguistán es un factor importante para garantizar la estabilidad y la seguridad en la región de Asia Central», dijo el líder ruso. Putin, al reunirse con Atambáev, destacó también que un componente clave de las relaciones entre Moscú y Biskek es la cooperación militar y técnico-militar. Por su parte, el presidente de Kirguistán, Almazbek Atambáev, agregó que el apoyo de Rusia a Kirguistán es de suma importancia y sin él es imposible el futuro de la república. «No me imagino el futuro de Kirguistán sin Rusia», dijo tras reunirse con el presidente ruso, Vladímir Putin. Señaló que esa opinión la comparten los representantes del Gobierno y de todas las facciones parlamentarias de la república». (Sputnik Mundo; El papel de Asia Central en la política internacional rusa, 3 de marzo de 2017)

    De nuevo Rusia demuestra con estas declaraciones que juega como Estados Unidos o China a ser los guardianes de la seguridad de los pueblos. ¿Cuántas bases militares cree Putin que son suficientes en Asia Central para garantizar la seguridad de los pueblos o la seguridad en la lucha contra el terrorismo?

    4) Los propios medios rusos ponen énfasis en que Rusia debe sacar partido a los países asiáticos y africanos más débiles, y reforzar allí sus posiciones sin arriesgarse a confrontar en zonas como Europa:

    «2.1.4 El Gran Oriente Medio y el Norte de África son regiones aún menos prometedoras económica y políticamente. Rusia no puede evitar ser arrastrada por las consecuencias de la primavera árabe, que ofrecen sólo beneficios pasajeros de política exterior. Occidente, que ha sido la principal fuente de crecimiento y modernización de Rusia, se estancará –a pesar de eso, seguirá siendo un socio económico y social clave de Rusia–, mientras que la situación en el sur de Rusia continuará deteriorándose. En estas condiciones, el Oriente puede y debe ser, tanto estratégica como tácticamente, la dirección central de la política de Rusia y el principal recurso exterior de su desarrollo en el futuro próximo. 2.1.5. Rusia debe aplicar una política más activa en Asia, con el fin de impulsar su desarrollo económico y adaptarse al mundo del siglo XXI, que está tomando forma ante nuestros propios ojos. Los mercados más prometedores se encuentran en Asia. En términos de seguridad, la falta de desarrollo de la zona de Trans-Baikal y el Lejano Oriente ruso y la fuga de población de esas regiones, inevitablemente –y al margen de las intenciones de actores internacionales– creará una sensación de que la región es vulnerable e incluso un vacío de seguridad. Esto también fomentará indirectamente la competencia por sus recursos, debilitando la posición internacional de Rusia y, potencialmente, su libertad de acción y soberanía real». (Valdai Discussion Club; De una potencia europea a un poder globalizado, 2012)

    5) El conflicto actual de Ucrania viene de lejos por el modelo neocolonial que Ucrania sufría de Rusia y otros imperialismos, siendo la usura en los precios y la deuda una soga al cuello del país. El presidente del país eslavo Yanukóvich, que constantemente coqueteo con la Unión Europea (UE) acabó pidiendo su entrada a fin de buscar acuerdos más beneficiosos. Su negativa a última hora y su acercamiento de nuevo hacia Putin precipitó que toda la oposición tuviera un pretexto para echarse encima: ya que con ese gesto la crisis industrial vislumbraba el panorama de seguir con el mismo modelo dependiente e improductivo enfocado hacia Moscú, eso sumado a la crisis de producción industrial que en 2013 cayó un 1,8% y aumentaba el saldo negativo del comercio exterior puso el terreno muy fácil a la oposición:

    «El entendimiento con Putin resulta fundamental para la ex república soviética de Ucrania, ya que hace dos semanas Yanukóvich renunció a la firma de un acuerdo de asociación con la Unión Europea debido a la dependencia que tiene el país de Rusia. El Gobierno ucraniano anunció que, en lugar de avanzar hacia Europa, va a esperar un tiempo para regularizar las relaciones comerciales con Rusia, que se habían deteriorado en los últimos meses debido al enfado de Moscú, que no ve con buenos ojos que un país de su antigua zona de influencia entre en la órbita de la UE. La situación económica de Ucrania es delicada. A día de hoy necesita 17.000 millones de dólares para refinanciar sus deudas y pagar las facturas del gas ruso. Según un acuerdo entre la ucraniana Naftogaz y la rusa Gazprom, el gas proporcionado este otoño se podrá pagar la próxima primavera. Los acuerdos firmados con China ayudarán al país en el futuro, pero no es probable que se puedan materializar a corto plazo. La decisión del Gobierno ucraniano de no firmar el acuerdo con la UE fue contestada inmediatamente por la oposición, que ha sacado a miles de sus seguidores a la calle. Unas 6.000 personas permanecen de forma permanente en la plaza central de Kíev, la Maidán. El pasado domingo se reunieron más de 100.000 manifestantes en la mayor protesta contra el poder desde la revolución naranja de 2004». (La Vanguardia; Yanukóvich visita a Putin para renegociar un acuerdo de colaboración, 6 de diciembre de 2013)

    El resto es historia y bien conocido por todos el ascenso de los grupos prooccidentales y filofascistas al poder, y el inicio de una guerra con las regiones separatistas prorusas en Donbass. El uso de Rusia de fuerzas militares en operaciones encubiertas y el referéndum para formalizar la anexión rusa de Crimea:

    «Todos los pueblos tienen derecho a decidir, de eso que no cabe ninguna duda, en ese sentido el referéndum es legal y legítimo. Lo cuestionable es que se desarrolla para ponerse bajo la órbita de uno de los imperialismos en pugna. La coyuntura está siendo aprovechada por Rusia para desarrollar su propio plan de acción, de hecho el referéndum no es para el nacimiento de una «Nación Crimea» –como ya comentamos–, sino para salir de la territorialidad soberana de Ucrania y entrar en la de Rusia, lo que a los ciudadanos de Crimea, o mejor dicho a sus trabajadores no va a suponer el fin de sus calamidades. Algo que no encuentra diferencia en otros casos de referéndums donde el territorio en cuestión acaba bajo la órbita de los imperialismos estadounidense y europeos». (Equipo de Bitácora (M-L); Crimea se «desgaja» de Ucrania [Recopilación Documental], 17 de marzo de 2014)

    6) En Bielorrusia las tensiones económicas referidas a cuestiones petrolíferas y de gas con Moscú debido de nuevo a sus prácticas de usura en los precios y la consiguiente creencia de que Bielorrusia debe una sumisión política a Rusia a la hora de ratificar y apoyar internacionalmente las aventuras de Putin. Esto ha llevado a un empeoramiento progresivo de las relaciones con su viejo y fiel aliado Alexandr Lukashenko que se ha acercado a Occidente, aunque parece que la sangre no llegará al rio:

    «Las relaciones entre Moscú y Minsk sufrieron un serio deterioro desde que Lukashenko decidió no reconocer la anexión de Crimea, se distanció de Putin en lo relativo al conflicto con Ucrania e inició un proceso de acercamiento a la UE que ha llevado ya a la supresión de los visados en visitas cortas. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, reconoció la semana pasada que «hay diferencias de matices respecto al proceso de integración eurasiática, y digamos que desacuerdos económicos en las relaciones bilaterales». El principal desacuerdo comercial son los precios de los carburantes, que Bielorrusia rechaza en redondo, de ahí la acumulación de deuda por impago. Minsk exige a Moscú un trato «preferente», ya que hay contrapartidas como la cooperación militar y la participación en una unión aduanera común. Precisamente por eso, Bielorrusia recrimina a su gran vecino el haber restablecido los controles fronterizos. Moscú a su vez defiende la medida como respuesta a la decisión de Minsk de no exigir visado a los ciudadanos de 80 países, entre ellos EE.UU. y todos los de la UE. Lukashenko considera que en el Kremlin hay «miedo» a que Bielorrusia «opte por Occidente». Pero el Gobierno ruso lo que más deplora es que Bielorrusia sea punto de tránsito de mercancías procedentes de Europa que están vetadas por las sanciones de respuesta de Moscú a Occidente. «Todas estas cosas deberían resolverse a un nivel inferior, sin que nosotros los presidentes tengamos que implicarnos», declaró este lunes Lukashenko». (ABC; El ataque de San Petersburgo propicia la reconciliación de Rusia y Bielorrusia, 3 de abril de 2017)

    7) Sobre la actuación rusa en cuestiones como la de Libia y Mali en la ONU hacemos una pregunta a los apologistas del imperialismo ruso ¿la abstención en el «Consejo de Seguridad de la ONU» en el caso Libia no han supuesto la intervención imperialista con la permisión rusa? Este es un caso dramático y uno de los más revelador respecto a la credibilidad de Rusia que de hecho desmonta el discurso de los revisionistas como Manuel que quieren vender la idea de que esta es una garantía para los pueblos que luchan por su independencia de los imperialismo: resulta, como ya hemos afirmado en otros documentos, que el régimen militar, religioso y revisionista de la Jamahiriya famoso por estimular y defender esa presunta «tercera vía» y el «no alineamiento», fue amigo preferencial de Rusia cuyos lazos se extienden hasta la época de la URSS socialimperialista. El asunto es que Gadafi fue abandonado por completo por esa Rusia «amiga» y Libia fue reducida a cenizas y repartida entre las potencias imperialistas rivales como botín de guerra. Lo cierto es que con esta maniobra Moscú estaba mandando un mensaje a sus aliados, y no es otro que: «ya está reconstituida y quiere la sumisión plena y completa de cada país en su órbita, y ello implica la exclusividad si quieren su apoyo». Recordemos como hecho previo la Libia de Gadafi estaba desarrollando enormes esfuerzos para acercarse, y tranzar alianzas, con los imperialismo estadounidense y europeos desde el derrumbe del «socialimperialismo soviético» gestión que le valió un asiendo en la «Comisión de Derechos Humanos de la ONU»; pero claro, Gadafi no suponía una garantía para ellos, más cuando este tenía serios enfrentamientos con los sionistas israelíes que con subterfugios imponen su agenda en Oriente Medio, y a causa de esa desconfianza prefirieron derrocarlo. El caso Mali es otra muestra, en este caso Rusia, en el Consejo de Seguridad de la ONU, votó a favor de la intervención imperialista francesa en el país africano, a sabiendas que tal intervención no operaba a favor del pueblo de Mali sino de los intereses imperialistas franceses.

    Cool Sobre Siria, ya nos pronunciamos:

    «El actual conflicto sirio, y la incursión de los dos bloques imperialistas –Estados Unidos y sus aliados-lacayos como Francia por un lado, y del otro Rusia e Irán; China de momento solo está dando apoyo nominal–, se origina en la negativa del gobierno sirio a que por sus suelo discurra el oleoducto trazado por Qatar-Exxon que partiría de ese país, y que pasaría por Arabia Saudí, Jordania, Altos del Golán y entraría al Mediterráneo a través de Siria, entre otras cosas debido al papel central de las «monarquías árabes fundamentalistas» en el refuerzo de los también fundamentalistas «Hermanos Musulmanes» en el Norte de África y Oriente Medio. No obstante, la idea de este oleoducto nace de acuerdos entre Francia y Qatar: el trasfondo del mismo, considerando que Bulgaria debido a las sanciones de los Estados Unidos y de la Unión Europea a Rusia rechazó la construcción del oleoducto ruso Burgas-Alexandrópolis que tomaba como puerta de entrada a Grecia para así superar los problemas de distribución que plantea el oleoducto actual a su paso por Ucrania, el objetivo del mismo es arrebatar a Rusia su principal herramienta a la hora de tratar los temas geopolíticos con los Estados Unidos y la Unión Europea, pues Rusia en este momento es la principal fuente de hidrocarburos de esta última; en tanto, el oleoducto se traduce en que EEUU y la Unión Europea se quedan con las manos libres para redibujar tanto el mapa geopolítico de Oriente Medio como el de Europa del Este. En otras palabras: es un proyecto que tiene como meta final el aislamiento de Rusia al tiempo que afectar su economía. (…) El imperialismo ruso, por el contrario, requiere que Bashar al-Asad mantenga el poder debido a que este es una garantía para seguir manteniendo el estatus actual, es decir, en Siria Rusia se juega el poder de negociación que posee en la actualidad, de perderlo ya no tendría un elemento económico disuasorio frente a la Unión Europea como lacayo de EEUU. Y es precisamente por esto que no ha intervenido militarmente en Ucrania –país que depende completamente de los combustibles fósiles ruso– y sí en Siria. Vale aclarar que Rusia ganó la «partida de Ucrania» –por llamarla de alguna manera– al quedarse con la joya ucraniana, Crimea; y lo hizo por ser esta una de las zonas de producción cerealera más importante del mundo, no por sus vínculos históricos, ni por la acción militar de las milicias gubernamentales y fascistas contra la población rusófona de Ucrania que aún sufre la embestida militar del nuevo gobierno de Kiev». (Bitácora (M-L); Breves apuntes sobre Siria y la intervención imperialista, 23 de noviembre de 2015)

    Cualquiera que lea estos datos, no tendría la vergüenza de decir que Rusia no persigue una política imperialista, pues cumple con todos los rasgos de la teoría imperialista anunciada por Lenin. Pero Arenas intenta amedrentarnos con el truco de siempre sacado del arsenal revisionista:

    «Identificar hoy a Rusia con un «imperio», y su política militar preventiva, defensiva, desarrollada en su propio territorio –y en territorios próximos a sus fronteras con mayoría de población rusa–, de política «agresiva» y «militarista», sólo puede servir a la propaganda imperialista de los EEUU y a su estrategia de dominación mundial». (Manuel Pérez Martínez, «Arenas»; ¿Sigue Actualmente Rusia una Política de Expansión Imperialista, 8 de agosto de 2014)

    Anteriormente vimos como Arenas en 1977 ladraba que denunciar la política del imperialismo estadounidense era «hacerle el juego a los revisionistas soviéticos», en 1978 le vimos como cambiaba de parecer y anunciaba que denunciar la política socialimperialista era «hacerle el juego al imperialismo estadounidense», ahora nos viene en 2007 con el mismo cuento diciendo que denunciar la política imperialista de la Rusia de Putin es «hacer el juego al imperialismo». Lleva 40 años utilizando la misma estrategia para justificar sus cambios de parecer. El PCE (r) ni siquiera se esfuerza en buscar otro eslogan revisionista menos desgastado que ese que es utilizado por todos los oportunistas de la historia. En la propaganda de cualquier partido revisionista se vende que no apoyar a cualquier régimen revisionista es «hacerle el juego al imperialismo». ¿Analizan la política de ese gobierno respecto a las masas trabajadoras? ¿Analizan acaso los vínculos de ese gobierno con los imperialismos con quién dice estar enfrentado? En absoluto, por eso ese eslogan es un uso indiscriminado del miedo para justificar cualquier barrabasada política de dicho gobierno.

    ¡También desde el PCE (r) se nos vende a un Putin en contra de los oligarcas!:

    «Putin ha iniciado una serie de cambios importantes, especialmente en el terreno económico. El 25 de julio Putin pidió al denominado «Club Stolypin» que preparara un plan de impulso económico porque para hacer frente a los imperialistas en todos los terrenos, hay que impulsar también el crecimiento económico y estrechar filas en el terreno político, lo cual no se puede hacer sin la depuración de los viejos cuadros y el nombramiento de nuevos equipos dirigentes. Lo mismo que Theresa May en Reino Unido, Putin quiere poner fin a las viejas políticas monetarias implementadas desde los ochenta, que nunca van más allá del corto plazo, la especulación, las burbujas y el enriquecimiento golfo de cuatro oligarcas. En Rusia estas políticas tienen un nombre, Alexei Kudrin, el antiguo ministro de Finanzas, ahora defenestrado». (Movimiento Político de Resistencia; Putin: La etapa de los compromisos internacionales ha pasado, 25 de septiembre de 2016)

    Claro, claro, claro, las relaciones de amistad y trapicheos con oligarcas conocidos mundialmente como: el famoso oligarca del petróleo Roman Abramovich dueño de Sibneft hasta su venta a Gazprom en 2005, pero también reconocido por ser dueño del Chelsea F.C. y Gobernador en Chukotka durante 2000-2008 por elección directa de Putin; Deripaska es el propietario de Basic Element Company la mayor empresa de aluminio del mundo; Mikhail Prokhorov propietario de MMC Norilsk Nickel quién lidera el mercado mundial del níquel; Vagit Alekperov dueño de la mayor empresa Petrolera de Rusia llamada LUKoil. Putin lejos de ser un consciente antioligarca concienciado de los peligros que suponen para la nación y el pueblo estar dominados por estas sanguijuelas, impulsa el que se sigan enriqueciendo y tengan controlados los aparatos del poder político, económico y judicial ruso. El gobierno de Putin ni siquiera llega a las políticas de «redistribución de la riqueza» en el capitalismo de los socialdemócratas. Cualquiera que entienda un poco de geopolítica entenderá que las pugnas de Putin con algunos de los oligarcas rusos son las mismas que mantienen todos los presidentes del gobierno de cualquier país burgués, pugnas interburguesas, en las cuales da apoya a unos mientras se defenestran a otros.

    Para mayor vergüenza de estos rusófilos aburguesados del PCE (r), el artículo como puede verse [aquí], es acompañado de un montaje de una foto de Stalin con la cara de Putin, dando a entender que Putin como fue en su día Stalin, lucha en favor de los trabajadores frente a la avaricia y abuso de los explotadores. ¿Puede haber mayor oprobio?

    Pero las actuaciones de nuestro payaso Arenas y su circo no acaban aquí. Faltan sus malabares sobre el carácter de Putin. Sin duda pretende no dejar de hacernos reír, y lo conseguiría de no ser por lo serio del asunto:

    «Por lo demás, calificar a un nacionalista burgués, como sin ninguna duda lo es Putin, de «déspota», «fascista» o simplemente de «reaccionario», no creemos que pueda contribuir a esclarecer la verdad sobre lo que está sucediendo realmente en Rusia. Un nacionalista cuyo origen es la clase obrera, que, según la misma prensa burguesa «tiene el corazón dividido entre la Rusia imperial y la extinta URSS»; que metió en la cárcel a los oligarcas mafiosos, próceres del capitalismo salvaje de los primeros años, tras hundirse la URSS; que llamaba «traidores» a quienes desertaron en la época soviética; que puso fin a la miseria generalizada en que estaba sumido el país cuando alcanzó la presidencia a primeros del año 2000; que en 2005 declaró ante el Parlamento ruso que la desaparición de la Unión Soviética fue «la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX». (...) En fin, no parece que este nacionalista pueda estar muy sujeto a los intereses oligárquicos ni pueda tener muy arraigadas las ideas y los sentimientos burgueses. (...) Como si no hubiera existido en Rusia más de 70 años de régimen socialista». (Manuel Pérez Martínez, «Arenas»; ¿Sigue Actualmente Rusia una Política de Expansión Imperialista, 8 de agosto de 2014)

    ¿Habrá tenido Arenas en cuenta los datos sobre la militarización de la economía, o la monopolización de los medios de producción para beneficio de la burguesía?

    Suponemos que para Arenas y su círculo de aduladores la prueba definitiva del progresismo de Putin ha sido el reciente apoyo público y encubierto que dio al ultrarreacionario Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016 –nótese la ironía–. He ahí los últimos sonados casos que evidencian los vínculos entre el gobierno de Putin y los círculos de Trump para que este último ganase las elecciones. El director del FBI James Comey denunció estos contactos mientras anunciaba evidencias en su investigación en especial por los vínculos del ex asesor de seguridad nacional Michael Flynn con agentes rusos, por lo cual Trump decidió presionar a Comey para cerrar la investigación, y ante la negativa de este, se procedió a relevarlo del puesto. Pero los escándalos siguen, y hace poco Comey habló públicamente en el Senado sobre las conversaciones y presiones de Trump. Dentro de poco se sabrá más de los contactos entre estos dos imperialistas Putin y Trump, temporalmente amigos, y la influencia del primero en la llegada al poder del segundo. Recordemos que las mismas presiones de Nixon al FBI para tapar sus tramas en el caso Watergate supusieron a la postre, su final político.

    No hablemos ya de la última ley introducida en Rusia por Putin en febrero de 2017 que legitima la violencia doméstica en casos en que «solo» sean una vez año y no dejen lesiones, bajo la asquerosa excusa burguesa y clerical de «proteger a la familia frente a su disgregación». Bajo esta ley el agresor solo puede ser condenado si reincide y si la víctima denuncia y demuestra estos hechos –lo que es bastante complicado cuando la víctima vive en un clima de terror y la justicia es profundamente machista–, de otra manera la justicia no actuará de oficio, y en caso de que el agresor sea condenado, la pena asciende a trabajos sociales y sanciones, cuando anteriormente se podía castigar al agresor con penas de cárcel. Así bajo la máxima de una vuelta a los «valores tradicionales» y con intención de mantener la familia patriarcal y creyente idealizada por Putin, la mujer rusa es condenada al desamparo legal. Todo ello en un país en donde las mujeres tienen un 2,5 más riesgo de ser asesinadas por sus parejas que las mujeres de Estados Unidos y hasta cinco veces más que una mujer de la Unión Europea. El hondo «progresismo» de Putin volvió a las páginas de todos los medios de comunicación del mundo cuando en la entrevista concedida a Oliver Stone, soltó la frase de que «yo no tengo días malos porque no soy mujer», un comentario a la altura del humor de los ministros del PP, y por supuesto comentarios que los medios del PCE (r) no recogieron para no hacer publicidad negativa de su ídolo imperialista, cuando siempre que pueden denuncian ese mismo machismo imperante que existen en las filas del PP; esa es la doble moral del individuo sentimentalista.

    ¿Sabrá Arenas, triste personaje proruso, que Putin ha hecho todo lo que ha estado a su alcance para reducir la presencia de la simbología comunista en todo lo concerniente a las celebraciones que conmemoran el Día de la Victoria sobre el nazi-fascismo, el 9 de mayo de 1945? Y es que recientemente se ha introducido de extranjis como condecoración de la Gran Guerra Patria la cinta de San Jorge de la época zarista en los retratos de Stalin o de Lenin, algo impensable sobre todo cuando las tropas de Krasnov del único General que desertó a los nazis llevaban en su uniforme dicha insignia mientras combatían al Ejército Rojo. Este año además por orden del gobierno se han empezado a sustituir en las celebraciones la orden de la «Gran Guerra Patria» por otra en la que aparece «San Jorge» dentro de la estrella roja, algo que elude todo sentido cuando durante aquellos sangrientos años de guerra el único grupo involucrado en el conflicto que llevaba tal insignia eran las «SS Sturmbrigade RONA», que para quién no lo sepa eran la unidades rusas colaboracionistas con los invasores en los territorios ocupados por el Ejército Nazi Alemán. Suponemos que para Arenas no es prueba suficiente para demostrar el sentimiento burgués y reaccionario de Putin.

    Efectivamente Putin tiene el corazón partido, pero no entre la vieja URSS de Lenin y Stalin y la actual Rusia, sino entre la Rusia zarista y la URSS socialimperialista de Jruschov y Brézhnev. No hace mucho acusaba a Lenin con epítetos que parecían sacados de un zarista chovinista diciendo que Lenin traicionó Rusia por sacarla de la Primera Guerra Mundial y aportar el derecho de autodeterminación a los pueblos bajo el imperio zarista. Tanto cariño tiene al comunismo que en Rusia conocida es su parafernalia sobre Stalin con propaganda goebbeliana que tanto le gusta a los liberales occidentales, por no citar el bochornoso espectáculo de inaugurar junto a obispos y con dinero público, un monumento a las «víctimas del comunismo» en el monasterio de Sretinski, es decir un monumento a la calaña contrarrevolucionaria y parásita de todo tipo contra la que lucharon los bolcheviques, empezando por la propia iglesia ortodoxa a la cual Putin rinde pleitesía en todos estos juegos anticomunistas por la gran labor de idiotización que realizan.

    Arenas, este nostálgico de los años brezhnevista de la URSS nos quiere convencer que en ella hubo socialismo durante 70 años, que no hubo ningún cambio cualitativo en los años 50 con la llegada de Jruschov, ni tampoco después con las reformas de Brézhnev. Para él poco menos que la «gran conciencia cultural» individualista, chovinista, militarista de la vieja URSS socialimperialista ha calado en los actuales dirigentes de Rusia y les hace mágicamente progresistas; algo aún más ridículos si hablamos de elementos como Putin, un ex agente del KGB, miembro y parte de la nomenclatura parásita del régimen decadente de aquel entonces.

    Toda esta herencia de una idealizada URSS revisionista por Arenas hace que a su modo de ver Rusia presuntamente no sea un país dominado por los monopolios, un país imperialista, que Putin no sea reaccionario ni esté sujeto a los intereses de la oligarquía, ¡que sea un nacionalista pero «sin sentimientos burgueses»! (sic). Habíamos leído estupideces de los afines al imperialismo ruso, pero como estas ninguna. Sigamos, el show todavía no ha acabado:

    «Por el contrario, en base a todo ello, habría que considerar hoy día a Rusia, no como el «eslabón débil», sino como el eslabón principal a partir del cual podría comenzar de nuevo a desarrollarse con fuerza el movimiento antiimperialista y revolucionario a nivel mundial». (Manuel Pérez Martínez, «Arenas»; ¿Sigue Actualmente Rusia una Política de Expansión Imperialista, 8 de agosto de 2014)

    Ojo a la cita sobre Rusia que tiene miga, de ella dice que podría ser: «el eslabón principal a partir del cual podría comenzar de nuevo a desarrollarse con fuerza el movimiento antiimperialista y revolucionario a nivel mundial». ¿Quién iba a liderar ese movimiento: el socialimperialista Ziugánov o el imperialista Putin? Ciertamente desde el PCE (r) lo creen así, por eso piensan realmente que los gastos militares de Rusia, las intervenciones militares abiertas y encubiertos de Rusia cumplen un papel antiimperialista. De nuevo insistimos: ¡suponemos que la alianza Putin-Trump para el PCE (r) es todo un ejemplo de frente antiimperialista! Quizás si los admiradores de Putin como la ultraderechista de Le Pen o el derechista británico Nigel Farage llegan al poder, Putin pueda ampliar ese «frente antiimperialista» –nótese la ironía–. Salvo los castristas y chavistas pocos se habían atrevido a escribir algo tan lacayuno y servicial sobre Rusia. Las declaraciones de Arenas sobre Rusia las podría haber firmado cualquier partido revisionista de herencia brezhnevista, aunque ni siquiera el PCOE o el PCPE dicen actualmente esas barbaridades. Fuera de España el Partido Comunista de Cuba (PCC) o cualquier ideólogo revisionista en general como el economista Manuel Sutherland, formador de las juventudes del Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV) y del Partido Comunista de Venezuela (PCV) si podrían firmar las declaraciones de Arenas. ¡Véase como está el nivel del PCE (r), a la altura de los chavistas! Triste pero cierto:

    «Los reaccionarios la utilizaron para calificar tanto a Marx, como a Lenin, de teóricos, sin tomar para nada en cuenta que sus utopías inspiraron a Rusia y a China, los dos países llamados a encabezar un mundo nuevo que permitiría la supervivencia humana si el imperialismo no desata antes una criminal y exterminadora guerra. (...) El aporte que Rusia y China pueden hacer en la ciencia, la tecnología y el desarrollo económico de Suramérica y el Caribe es decisivo». (Fidel Castro; Es hora de conocer un poco más la realidad, 21 de julio de 2014)

    Cuando habla de la posibilidad de nuevas guerras, el dirigente cubano comenta que existen dos bloques más o menos diferenciados al que hace mención –Rusia y China de una parte, y Estados Unidos y la Unión Europea de la otra–, ambos con sus respectivos países lacayos y aliados, pero no es verdad lo que quiere hacernos creer que solo un bloque imperialista –el estadounidense– supone una amenaza contra los pueblos para su independencia estatal, para su soberanía económica y una amenaza para la paz mundial. Los países líderes de estos bloques no albergan contradicciones antagónicas entre un bloque imperialista y otro antiimperialista, sino que se trata de contradicciones interimperialistas entre bloques imperialistas competidores. Aunque como decimos tampoco es que el líder cubano haya mostrado alguna vez tener los conocimientos teóricos como para saber discernir tal cuestión. Fidel Castro en el siglo pasado fue el gramófono del socialimperialismo soviético al que estaba ligado económicamente cuando éste se encontraba en pugna contra el otro bloque imperialista liderado por los Estados Unidos; y ahora lo es de los países imperialistas a los que está atado igualmente, no deberíamos molestarnos en saber si Fidel Castro realmente se da cuenta o no del carácter imperialista de los países a los que hace propaganda, sino que nos basta con el hecho de que comete tal felonía. Además, el mensaje de los revisionistas cubanos significa una arenga al proletariado mundial a basar sus esperanzas de mantener la paz en la dirección de las clases burguesas de los países imperialistas competidores del imperialismo estadounidense, algo erróneo a todas luces que haya un paralelismo repugnante con las tesis de la «Segunda Internacional»:

    «Sólo cuando hayamos derribado, cuando hayamos vencido y expropiado definitivamente a la burguesía en todo el mundo, y no sólo en un país, serán imposibles las guerras». (Vladimir Ilich Uliánov; El programa militar de la revolución proletaria, 1916)

    Mientras tanto, todo país gobernado por los monopolios es un foco de guerra o posibles guerras, chantajes, sobornos, agresiones encubiertas, etc.

    José Antonio Egido, licenciado en Ciencia Política y Sociología, es considerado en el mundo revisionista como un eminente politólogo, se le puede ver en diversos medios de China, Rusia, Venezuela, Cuba y demás; defendiendo y definiendo al bloque sino-ruso, y a los países que estos neocolonizan, como un bloque «antiimperialista». Recientemente nos decía:

    «Quiero comentar el nuevo rol mundial que ejerce la Federación Rusa, a raíz de los conflictos y de las nuevas correlaciones que se están creando. Hay quién dice que Rusia es un nuevo imperialismo, que solo interviene en política internacional buscando sus intereses. No cabe duda que Rusia que no estamos ante la política exterior de la URSS que buscaba el triunfo mundial del socialismo. Pero es mentira que Rusia es un país imperialista, es un país que hoy cumple una función importantísima para equilibrar la política mundial, para frenar la expansión terrorista de los Estados Unidos y sus aliados, para abrir una solución pacífica a los conflictos. Sabiendo además que Rusia se siente agredida, acosada precisamente por la política imperialista, las autoridades rusas, hubieran querido otro tipo de relación con los EE.UU. (...) Rusia tiene el derecho legítimo de defenderse, y se defiende en varios escenarios, esa defensa es muy útil para los pueblos del mundo, como por ejemplo para el pueblo sirio, que sin la defensa activa de Rusia hoy estaría viviendo el mismo drama espantoso que Libia. (...) Hablamos la otra vez de la cuestión kurda, el otro día se ha celebrado en Moscú un importante congreso pankurdo, lo cual es significativo y positivo, muy positivo que no haya sido en EE.UU., porque sería una manifestación de la voluntad estadounidense de manipular a los kurdos contra los árabes, los turcos, los persas .(...) Rusia cumple, insisto una función positiva. (...) En Venezuela también Rusia cumple un papel positivo, siendo solidaria con el pueblo venezolano, atacado por los que quieren controlar omnímodamente el petróleo, el gas, el mineral de hierro, el oro, la bauxita del pueblo venezolano. Tiene que haber claridad en torno al rol geoestratégico progresista de Rusia, abandonar la teoría del interimperialismo, que acusa a Rusia de ser un nuevo imperialismo. Es sin duda un país capitalista que tiene la memoria muy fresca de 75 años de socialismo». (Annur TV; Entrevista a José Antonio Egido, 17 de febrero de 2017)

    Como veremos, este discurso, no se diferencia en nada al que propone el PCE (r), que ha descendido hasta coincidir con los discursos de los chavistas sobre Rusia.

    El concepto de Rusia del PCE (r) le ha hecho más recientemente cometer vergonzosos actos de seguidismo a la línea rusa en la cuestión de Crimea y Donbass. Esto ha sido la tónica de los revisionistas prorusos, donde se llega a apoyar a grupos fascistas rusos como antifascistas; a pasar en silencio sobre los revisionistas del Partido Comunista de Ucrania (PCU) en su nefasta política legalista y parlamentarista que ha condenado a sus militantes de base a los linchamientos; a saludar a cualquiera de los nacionalistas prorusos como «unos luchadores que quiere restaurar la URSS de Lenin y Stalin», aunque en la práctica luchan por restaurar la socialimperialista de Jruschov y Brézhnev. Si Reconstrucción Comunista (RC) ha llegado a decir que en Rojava se construía el socialismo, las declaraciones de la gente del PCE (r) sobre Donbass van por el mismo lado. En vez de analizar todas las fuerzas, se ha seguido la propaganda de terceros. Pero esta gente es así, prefiere perder el tiempo en otros menesteres que en analizar lo que van a apoyar. Total como acostumbra decir Olarieta: «¡¡¡¿Para qué?!!!». (Equipo de Bitácora (M-L); Estudio histórico sobre los bandazos políticos oportunistas del PCE (r) y las prácticas terroristas de los GRAPO, 2017)


    http://bitacoramarxistaleninista.blogspot.com.es/2017/09/apoyo-del-pcer-al-imperialismo-ruso.html


    Última edición por Enver19 el Miér Mayo 23, 2018 8:29 am, editado 1 vez
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    Mensaje por etxedei Miér Mayo 23, 2018 1:53 am

    El imperialismo está en los PCs desde que Jruchev convirtió al partido en un órgano al servicio de la reacción...La izquierda es una baza del imperialismo que deja sin argumentos a la oposición,que espera de ella posicionamiento radical contra él ,y se encuentra que su crítica es formal ,pero que en realidad su acción lo favorece o le ayuda directamente....Vean como muchos que se autollaman sin rubor m-l,apoyaron como antifascismo la ocupación de parte de Ucrania por los rusos blancos.......Sólo el nacionalismo democrático está respondiendo y defendiéndose...,pero claro,le falta ....lo que le falta
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    Mensaje por Enver19 Dom Mayo 27, 2018 9:18 am

    Voy a utilizar este post para hacer una recopilación sobre el revisionismo del PCE(r) para que así esté todo junto y no se pierdan los análisis.

    1- El apoyo del PCE(r) al imperialismo ruso
    2- El apoyo del PCE(r) a las bandas terroristas
    3- El apoyo del PCE(r) a modelos de partido brezhnevistas-tercermundistas


    Última edición por Enver19 el Dom Mayo 27, 2018 9:26 am, editado 2 veces
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    Mensaje por Enver19 Dom Mayo 27, 2018 9:21 am

    Apoyo del PCE(r) al imperialismo ruso; Equipo de Bitácora (M-L), 2017 8_010


    «Precisamente, la RAF en Alemania declaraba sentirse inspirada en los Tupamaros. La RAF era aliada de los GRAPO, pese a sus leves divergencias siempre mantuvieron grandes relaciones, y como los GRAPO reconocían era un grupo con el que se sentían identificados. ¡Faltaría más!:

    «¿Qué tipo de relaciones mantienen con otras organizaciones europeas como el IRA o la RAF de Alemania?

    Bueno, los medios de comunicación han estado especulando durante estos años sobre las supuestas relaciones de los GRAPO con otras organizaciones revolucionarias de Europa. ¿Qué podemos decir sobre estas especulaciones? Con el IRA no mantenemos ningún tipo de relaciones, aunque comprendemos y apoyamos su justa lucha nacional. ¿Con la RAF y otras organizaciones antifascistas e internacionalistas? pues que nos sentimos mucho más identificados, no hay por qué negarlo». (Entrevista a miembros de los GRAPO, 1990)

    La RAF fue otro grupo denunciado por los marxista-leninistas alemanes por cometer las mismas desviaciones típicas de «bandas armadas»:

    «Como comenzó todo esto es bien conocido. En la Alemania Occidental de 1972 querían comenzar la lucha armada, fiel a sus modelos a seguir: «Mao, Fidel, Giáp, Marighella», siendo la mayoría de ellos intelectuales provenientes en su mayoría del movimiento estudiantil revolucionario de finales de los años 60 que albergaban un odio justificado al imperialismo, los crímenes de guerra del imperialismo estadounidense en Vietnam y la dominación brutal del capitalismo. Se veían a sí mismos como una élite revolucionaria, que propagaba la guerrilla urbana según el modelo de América Latina –en ausencia de una situación revolucionario y negando estar bajo dirección de un partido marxista-leninista– por lo que estaban fracasando antes de empezar a luchar. Esto no dice nada de su valentía personal, de su compromiso revolucionario pero sí de su juicio político. (...) Desde el principio, el partido –contrariamente a lo que a propósito mentirosamente ha difundido la prensa de Alemania Occidental– se ha distanciado de la RAF, por sus llamadas teorías: del uso del terrorismo expresado en intentos de asesinatos políticos sin conexión, de forma ajena con la lucha revolucionaria de las masas; de su blanquismo, que espera que la abolición para la humanidad de la esclavitud asalariada con la lucha de clase del proletariado es a través de la conspiración de una pequeña minoría de intelectuales; de su teoría del «impulso externo», la pequeña rueda de intelectuales revolucionarios que impulsa a la rueda grande, la clase obrera, para que funcione el engranaje; que establece que la clase obrera y los demás trabajadores, ya que son incapaces de elevarse a la lucha revolucionaria deben ser estimulados a través de acciones espectaculares; de su negación de la necesidad del partido marxista-leninista de vanguardia del proletariado y otras teorías oportunistas más. (…) El límite entre un revolucionario pequeño burgués y un contrarrevolucionario pequeño burgués obviamente se alcanza, cuando sus acciones, sus ataques, su terror, se vuelven contra el pueblo. (...) La historia de la RAF es un ejemplo clásico de la desesperanza de terrorismo pequeño burgués, como su principio revolucionario acaba en acciones contrarrevolucionarias». (Equipo de Bitácora (M-L); Recopilación de citas de Ernst Aust sobre la cuestión alemana y sobre el revisionismo alemán, 15 de enero de 2016)

    ¿Por qué teorías se caracterizaban las RAF? Sabemos que tenían una visión tercermundista de la lucha internacional. Una de las organizaciones maoístas españolas, que admiran a las RAF, reconoce:

    «La RAF tiene claro que el frente de batalla está entre las metrópolis y las periferias, entre los países imperialistas y los países imperializados –el llamado Tercer mundo–. En su concepción, son los habitantes de las periferias y no los de los centros quienes están llamados a llevar a cabo la revolución proletaria mundial y a terminar con el sistema de intercambio imperialista saqueador de plusvalía. Los combatientes de la RAF se ven a sí mismos únicamente como partisanos «que operan tras las líneas enemigas». (Iniciativa Comunista; La fracción del Ejército Rojo, 2016)

    ¿Y en qué capa de la sociedad fijaba sus esperanzas como vanguardia de la revolución? En un alegato maoísta de la época de la Revolución Cultural, decían:

    «En la República Federal y Berlín Occidental, corresponde al movimiento estudiantil: su lucha en las calles, sus incendios, su uso de la violencia, su entusiasmo, también, por lo tanto, sus exageraciones y su ignorancia, en definitiva: su praxis, reconstruir el marxismo-leninismo como teoría política, al menos en la conciencia de la intelectualidad, sin la cual no se pueden aprehender los hechos políticos, económicos e ideológicos y el modo en que aparecen, sin la cual no se pueden describir sus conexiones internas y externas». (Fracción del Ejército Rojo (RAF); Concepción de la guerrilla urbana, 1971)

    Niegan así el papel predominante del proletariado en nuestra época. Precisamente suponemos que para los admiradores de las RAF el hecho de que estos intelectuales, pequeño burgueses y lumpens, fuesen seguidores de una de las corrientes revisionistas del momento como la Escuela de Frankfurt, conocidos por su negación de las leyes objetivas y de la previsión del futuro. O que fueran afines a tesis como las de Herbert Marcuse que negaban el proletariado en pro del estudiantado, es un «detalle» sin más relevancia. Igual que se tome como referentes el foquismo de Guevara, el propio guevarismo urbano de Marighella o el guerrillerismo espotaneista de Débray como estrategia militar, tampoco parece importarle mucho a los defensores de las RAF. «¡Total pegan tiros, al menos hacen algo! ¿Al menos no son pacifistas verdad?» Ese es la línea de defensa de estos pobres diablos.

    Entre las RAF también eran famosos por figuras como el guevarista-maoísta Ulrike Meinhof, conocida por sus comentarios antistalinistas que le hacían el juego a la URSS socialimperialista a la que apoyaban:

    «Lo poquísimo que habían conseguido los intentos stalinistas de politización mediante la agitación y la propaganda. La ingenuidad con la cual se hablaba antes de la invasión de un socialismo democrático de nuevo tipo, de compromiso con la Iglesia, de política antiimperialista, de una nueva formulación del marxismo, sin decir material y exactamente en qué pensaba (...) Es probablemente un producto de la despolitización masiva por obra de la política stalinista». (Ulrike Meinhof; Der Schock muß aufgearbeitet werden; Publicado en «Konkret», 10/1968)

    ¿Que opinara el castro-maoísta de Hasél cuando se entere de estas declaraciones de su musa? Callará o desviará el tema como acostumbra cuando le dejan en evidencia.

    ¿Quién era el culpable de la degeneración del Partido Comunista Checoslovaco y la invasión socialimperialista de la Unión Soviética de Brézhnev, y sus satélites, de 1968? ¡Por supuesto de Stalin que había fallecido en 1953! [Nótese el sarcasmo]. Esta crítica en realidad se nota de lejos que es una reproducción de la que hicieron en su momento los autores de la Escuela de Frankfurt, que acusaban a los regímenes capitalistas como socialistas de poner la técnica por delante de los ideales, de obsesionarse con los fines sin preguntarse si los medios son lícitos, de no prestar atención a la educación en valores humanistas, o de dar una educación en pro del pragmatismo. Por supuesto eso evidencia que «no conocían nada» de la teoría marxista sobre cómo concibe este la cultura, el trabajo, el humanismo, y demás cuestiones en las cuales el marxismo está muy lejos de un frio pensamiento insensible, de un modelo de sociedad de productores autómatas sin ideales e intereses, precisamente al socialismo no le beneficia ese tipo de modelo con ese tipo de personas porque unos trabajadores sin inclinaciones e intereses, sin cultura, sin la vigilancia revolucionaria no pueden sostener el democratismo proletario, es presa fácil de la influencia ideológica de la vieja sociedad y de la presión ideológica del exterior. En la URSS de Stalin, que es la figura que más demoniza esta pandilla de demagogos, se hizo hincapié en conocer de forma profunda los fundamentos de la economía más allá de superficialidades para que la propiedad colectiva no sufra robos ni sea usurpada. Instó a que los productores se implicaran en la vida política y pusieran en su sitio a los burócratas, a que se los criticase y se condenara su mala gestión y se votara en su contra incluso si eran miembros del partido comunista. Exhortó a condenar la vanidad y el intelectualismo teniendo paciencia con la gente que no sabía emitir una crítica completa e implacable por miedo, ausencia de conocimiento o falta de costumbre, aclarando que debe rescatarse la esencia positiva de la crítica camaraderil, y animarles a que siga hablando y señalando errores por el bien de todos. Otro caso que demuestra ese carácter del marxismo-leninismo es el de Albania; en esta experiencia socialista sus líderes comunistas se interesaban por la cuestión medioambiental desde la óptica marxista, pero también de la necesidad de eliminar el formalismo y el compadrazgo en las reuniones y tomas de decisiones, de acabar con la herencia patriarcal o el misticismo religioso, amortiguar la desigualdad entre las diferentes regiones del país, entre el campo y ciudad, de promover que el intelectual y el gobernante no se quedasen anquilosados en sus tareas y ayudasen en labores de la producción físicas durante al menos una temporada una vez al año, había una preocupación y se actuaba en consecuencia para no caer en la desproporcionada diferencia entre salarios que crease una capa de privilegiados separados del resto, donde se fustigaba el desinterés y el espíritu de delegar en terceros las cuestiones políticas que te incumben a ti y tú familia; reminiscencias heredadas de la sociedad anterior. Esto demuestra que lo que han propagado los intelectuales pseudomarxistas de estas escuelas aburguesadas no tiene nada que ver con la realidad.

    Otra cosa muy diferente es lo que ocurría en los países revisionistas-capitalistas donde la propiedad sobre los medios de producción fue establecida o restablecida, donde las diferencias salariales y de clase se ahondaban, donde la diferencia entre trabajo físico e intelectual se ampliaban, donde el burocratismo abarcaba todo el sistema, en cuya cultura el egoísmo, la avaricia, el indiferentismo, el idealismo religioso, la cultura decadente y las drogas se propagaban como la peste, en especial entre la juventud. Muchos de los autores de la Escuela de Frankfurt al evaluar la URSS no hacen diferencia entre la época de Lenin y Stalin, y la época de Jruschov y Brézhnev, ni sus sucesores lo hacen a la hora de evaluar la Albania de Enver Hoxha a la etapa final con Ramiz Alia, no ven un cambio cualitativo de un periodo a otro, sino que lo tratan como un todo uniforme, algo que precisamente hace casi cualquier historiador burgués para endosar errores de la etapa revisionista-capitalista a la etapa socialista, esa es una de las razones por las que sus críticas son desechables desde ese momento y por completo.

    ¿A qué nos recuerdan estas declaraciones de Ulrike? ¿Y las declaraciones de la banda trotsko-guevaristas del MIR de Chile?

    «Nació en pleno periodo stalinista, cuando las libertades se hacían aparecer como antagónicas con el socialismo, cuando se reducía el socialismo a la planificación de la economía y al aumento de la producción en toneladas de acero, cuando ejercía el poder una capa de funcionarios y militares, la burocracia y no la clase obrera y el campesinado». (MIR; El MIR y los sucesos en Checoslovaquia, 1968)

    ¿No nos suena estas palabras a Mao Zedong, a Jruschov, a Tito?

    ¿Era acaso esto verdad? ¿Los «stalinistas» checoslovacos no proporcionaron una formación ideológica a su partido y su población? Tal parece que estos zopencos no han leído ningún texto de los «stalinistas» de la época como Klement Gottwald, Josef Horn, Alexej Čepička o Václav Kopecký para permitirse afirmar esas barbaridades, ni mucho menos los materiales del Partido Comunista de Checoslovaquia (PCCh) de aquel momento. ¿No será más bien culpa de los antistalinistas como Gustáv Husák, Ludvík Svoboda que habían sido expulsados o degradados del partido y luego readmitidos por los jruschovistas checoslovacos tras la muerte de Gottwald? ¿No fueron los jruschovistas los que eliminaron cualquier línea de demarcación entre sus teorías políticas, económicas y culturales revisionistas con las de la socialdemocracia?

    A los maoístas, trotskistas, anarquistas, castro-guevaristas eso les da igual, la culpa siempre será de Stalin, para nosotros mejor, pues traza una línea objetiva entre marxista-leninistas de los farsantes:

    «A pesar de todas las disputas y desacuerdos los revisionistas de distintas especies coinciden en desacreditar y calumniar a Stalin, desde los soviéticos, eurocomunistas, titoistas, maoístas, trotskistas, anarquistas, espontaneistas, etc. Encontramos en ello aquí un frente común con los imperialistas, los fascistas y la reacción mundial. En este sentido, la actitud en torno a Stalin es una cuestión fundamental, un criterio, una línea de demarcación que separa a los verdaderos marxista-leninistas de los revisionistas y oportunistas de todos los matices, los verdaderos revolucionarios de los contrarrevolucionarios. Si defendemos a Stalin, defendemos al marxismo-leninismo, las tradiciones revolucionarias del Octubre Rojo de 1917 y la experiencia del primer Estado socialista fundado por Lenin y Stalin de hace 30 años. Nuestro compromiso con el Camarada Stalin no debe ser sólo un servicio de palabra. Honremos mejor a Stalin, aprendiendo de él. Aprendiendo de sus ricas experiencias sobre la lucha de clases, su espíritu revolucionario de lucha, su compromiso marxista-leninista, sus métodos de trabajo, etc. Adquiramos su capacidad de mirar al marxismo-leninismo no como dogma sino como guía de acción». (Equipo de Bitácora (M-L); Recopilación de citas de Ernst Aust sobre la cuestión alemana y sobre el revisionismo alemán, 15 de enero de 2016)». (Equipo de Bitácora (M-L); Estudio histórico sobre los bandazos políticos oportunistas del PCE (r) y las prácticas terroristas de los GRAPO, 2017)


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    Mensaje por Enver19 Dom Mayo 27, 2018 9:28 am

    Apoyo del PCE(r) al imperialismo ruso; Equipo de Bitácora (M-L), 2017 Sin-ty10


    «En otros países, como ha quedado expresado, las organizaciones guerrilleras cumplen la función de destacamento avanzado de lucha, pero también a través de ellas se intenta la formación del partido proletariado. (...) En el curso de la lucha armada, o tras su culminación con la toma de poder –casos de Cuba, Angola y Nicaragua– se ha construido el partido marxista-leninista». (Partido Comunista de España (reconstituido); Temas de formación marxista-leninista, 1989)

    He aquí las simpatías y apoyo del PCE (r) a régimen tercermundistas que posaron de socialistas. ¿Acaso Cuba, Angola o Nicaragua crearon el partido marxista-leninista o es que sencillamente se lo sacaron de la chistera? Para empezar pongamos en contexto al lector, como era el actuar de los revisionistas en estos países que llegaban al poder sin un partido de nuevo tipo.

    El prototipo del partido prosoviético en dichos países eran directamente partidos burgueses y pequeño burgueses presentados desde el exterior como afines al socialismo –como el Partido Baath [ó Baaz] en Irak, Siria o Egipto–. También encontramos la aglomeración de varias organizaciones y clases en un frente, y el establecimiento de este frente como presunta plataforma desde la que nace el partido marxista-leninista o que asumirá el papel de vanguardia concerniente a un partido proletario –véase el Frente Sandinista de Liberación Nacional en Nicaragua o el Movimiento Popular para la Liberación de Angola en Angola–. Se denuncia que la dirigencia de un partido que se considere marxista-leninista –como unión de los elementos más conscientes y avanzados del proletariado–, no puede tener en su máxima dirección a elementos que de la noche a la mañana dicen estudiar y aceptar el marxismo-leninismo –véase Fidel Castro en Cuba, Daniel Ortega en Nicaragua o António Agostinho Neto en Angola–. Añádase la variante de formar partidos a partir de los golpes de Estado en el ejército –véase el Partido de los Trabajadores de Etiopía, la Unión Socialista Árabe en Libia, el Partido Democrático Popular de Afganistán, o el caso de Burkina Faso en donde nunca se llegó siquiera a fundar un partido, siendo comandado el proceso por una junta militar–.

    Entonces ¿Cómo fue la conformación del Partido Comunista de Cuba?:

    «Para empezar, lejos de existir un partido comunista en Cuba, se fusionaron distintos partidos antimarxistas para conformar un pseudopartido comunista. Veamos, oficialmente se fundó el actual Partido Comunista de Cuba en 1965, o lo que es lo mismo, seis años después de la toma de poder por la guerrilla del Movimiento 26 de julio; y éste partido vino a ser la unión del: Movimiento 26 de julio de Fidel, del Partido Socialista Popular de Blas Roca, y el Directorio Revolucionario 13 de marzo de Faure Chomón. Cierto es que de estas tres organizaciones, al triunfo de la revolución cubana de 1959, solo se reivindicaba como «comunista» el Partido Socialista Popular, quién había desarrollado una más que discutible «lucha» contra Fulgencio Batista, a quién coyunturalmente habían apoyado o combatido, tal partido ideológicamente naufragaba entre el revisionismo browderista y el revisionismo jruschovista en auge por entonces. Posteriormente, con el partido conformado y unificado, hubo una purga contra gran parte de los viejos elementos del Partido Socialista Popular pero no significaba que el partido de la nada se convirtiera por ello en marxista-leninista, ni siquiera que se deshiciera de la influencia jruschovista que el propio Fidel Castro llevaría a sus espaldas toda su vida. Queda claro por tanto, que no pudo existir ni existe una base marxista-leninista en tal partido; que bajo tal eclecticismo no ha existido ni existe una sólida unidad ideológica en el Partido Comunista de Cuba que además ha incubado múltiples tendencias de corte reformista-socialdemócrata, trotskista, anarquista, etc., facciones que se han permitido y permiten siempre que no cuestionen a la dirección en sí, una táctica muy clásica de los revisionistas que persigue obtener el apoyo de quién sea y como sea si tales individuos sirven para el propósito indicado». (Equipo de Bitácora (M-L); El revisionismo del «socialismo del siglo XXI», 1 de septiembre de 2013)

    Efectivamente para 1989 el PCE (r) seguía a pies puntillas las tesis tardías de los revisionistas soviéticos sobre el partido. Un modelo flexible donde era el todo vale. Estas recetas fueron tomadas como modelo de partido de los países de «orientación socialista» donde incluían precisamente a Angola y Nicaragua.

    ¿Por qué se caracterizaban estos partidos?

    Primero. La creencia de que el partido debe partir de un frente:

    «Además, algunos partidos políticos de «orientación socialista» se han formado como resultado de la reorganización interna de los frentes antiimperialistas, otros sobre la base de la colaboración y los acuerdos entre los demócratas revolucionarios y los llamados comunistas, es decir que estos partidos se han formado como resultado de la transformación de los frentes antiimperialistas en partidos, o como resultado de la coalición de diversas corrientes. Es evidente, según esto, que ninguno de ellos se ha formado, constituido ni funciona sobre bases ideológicas y organizativas marxista-leninistas. Estos partidos como antes el frente antiimperialista, están integrados por individuos de diversas ideologías y que representan fuerzas políticas y sociales distintas». (Nesti Karaguni; La esencia reaccionaria de la teoría revisionista soviética de la «orientación socialista», 1984)

    Segundo. La creencia que sus líderes pese a no albergar conocimientos sobre marxismo-leninismo podían dirigir un partido que se pretendía marxista-leninista:

    «Los hegemonistas soviéticos no escatiman los elogios más desenfrenados a los gobernantes de los nuevos Estados nacionales que de una u otra forma están atados al carro de la política de la Unión Soviética. Llegan al extremo de considerar a estos gobernantes como: «Revolucionarios destacados». (Vaprosi fillosoti; Nº.2, 1983) Que: «Se esfuerzan por asimilar la teoría del socialismo científico». (Vaprosi fillosoti; Nº.2, 1983) ¡Como si la revolución pasara por enseñar el marxismo leninismo a su líder!». (Nesti Karaguni; La esencia reaccionaria de la teoría revisionista soviética de la «orientación socialista», 1984)


    Tercero. La creencia que la burguesía nacional u otras fuerzas pueden ser los dirigentes de estos movimientos:

    «Al mismo tiempo tratan de «probar» que la preparación de las premisas y la «transición gradual al socialismo» de los países, calificados de «orientación socialista» será obra no del proletariado y bajo su dirección, sino de aquellas fuerzas –frentes– que dirigieron la lucha por la liberación y la independencia nacionales, o de aquellas fuerzas que actualmente se encuentran en el poder, sin que sea necesario un nuevo alineamiento de las fuerzas de clase y sin dirigir el rigor del combate y los golpes revolucionarios contra la burguesía, porque, según los revisionistas soviéticos, una parte considerable de la burguesía de estos países habría asumido tendencias socialistas, habría abrazado la «vía del desarrollo socialista» y tendría la posibilidad de desempeñar también el papel dirigente en este importante proceso de desarrollo y progreso. (...) El marxismo-leninismo nos enseña y la práctica ha confirmado plenamente que la burguesía, al estar relacionada con la explotación capitalista y siendo la protagonista de esta explotación, no solo no puede tener ni tiene tendencia socialista alguna, por lo que no puede ser tratada como fuerza motriz del proceso de transición al socialismo y mucho menos como fuerza dirigente de este proceso, sino que además, objetivamente se alinea al frente de los enemigos de la revolución y del socialismo, inclusive a lo largo del desarrollo de la revolución de liberación, democrática y antiimperialista, debido a sus propias posiciones económicas y de clase. Se caracteriza por sus vacilaciones y sus compromisos con el imperialismo y la reacción interna, y por lo tanto no está en condiciones de llevarla hasta el fin. Tampoco pueden jugar el papel dirigente de la revolución las capas de la pequeña burguesía, puesto que tienen exigencias limitadas, individualistas, están bajo la influencia de la ideología anticientífica y dan bandazos ora a la «derecha», ora a la «izquierda», deslizándose hacia el oportunismo y el aventurerismo. Tampoco las capas de la intelectualidad pueden ser una fuerza independiente, porque proceden de diversas clases, por naturaleza son vacilantes política e ideológicamente y tampoco pueden desempeñar un papel dirigente en la revolución». (Nesti Karaguni; La esencia reaccionaria de la teoría revisionista soviética de la «orientación socialista», 1984)

    Suponemos que para el PCE (r) la solicitud del gobierno del MPLA en Angola de ser parte del FMI desde 1987; o la satisfacción del FSLN porque el FMI evalué y de visto bueno a su economía neoliberal, es una confirmación de que tras el poder de estas guerrillas se conformaron verdaderos partidos «marxista-leninistas».

    El PCE (r) como los chavistas, prorusos y demás fauna proimperialista, trata de convencernos que el gobierno sirio es antiimperialista:

    «Bachar al-Assad fue durante mucho tiempo unos de los líderes más populares del Medio Oriente. Su marcado antiimperialismo, su apoyo a las decenas de miles de palestinos que viven en su territorio y la ayuda prestada a los millones de iraquíes expulsados de su país le granjearon gran popularidad». (Movimiento Político de Resistencia; La agresión imperialista contra Siria paso a paso, 24 de julio de 2015)

    Nosotros ya refutamos toda esa propaganda:

    «El gobierno de Bashar al-Asad no es ni antiimperialista ni revolucionario y mucho menos socialista. De hecho es el heredero del gobierno de Hafez al-Asad quién alcanzó el poder en 1970 a través de un golpe de Estado, dando continuidad a la serie de golpes militares de las décadas anteriores. Este nuevo régimen se apoyaría fuertemente en el socialimperialismo soviético, a cambio los revisionistas soviéticos siempre englobaban orgullosos a la Siria baazista dentro de la lista de «países en vía de desarrollo no capitalista» y de «orientación socialista» o también del llamado «socialismo árabe», es decir hablamos del clásico país dependiente de la Unión Soviética con fuertes lazos en lo económico, político y militar, que pivotaba en torno a la receta de la «economía mixta» y que permitía varios partidos burgueses y pequeño burgueses siempre que no pusieran en tela de juicio al partido prosoviético oficial, entre estos aliados sumisos estaría el triste Partido Comunista Sirio (PCS) que venía manteniendo actitudes jruschovistas y de apoyo a los líderes nacionalistas pseudomarxistas de la región como Nasser. (...) Tras la caída de la Unión Soviética en 1991 y su bloque revisionista-capitalista, el gobierno sirio asilado sin su principal aliado ahora debilitado empieza a desarrollar una serie de reformas liberales y se apoya cada vez más en Occidente en todos los ámbitos pero sin dejar de mirar a Rusia –como hacía la Libia de Gadafi–, es decir intentaba «sentarse en dos sillas» como se dice popularmente. En 2003 se volvería a demostrar el falso «antiimperialismo» de Siria cuando dicho país permitió el paso de tropas estadounidenses para atacar al Irak baazista de Saddam Hussein. En esta época, el nivel de deuda exterior, de desempleo alcanzan cuotas muy elevadas. En esta época los niveles de inversión de capital extranjero en el país por parte de Occidente aumentaron enormemente.

    Ya con Bashar al-Ásad en el poder, y a raíz de los problemas que Siria siempre ha arrastrado desde su independencia, y sumado al espoleo de la llamada «Primavera árabe» se dan disturbios en varias de las ciudades sirias, que incluyen los primeros brotes de enfrentamientos armados que se organizan bajo el Ejército Libre Sirio. Con Bashar al-Ásad sucedería lo mismo que en su día con Saddam Hussein, de considerado un amigo en Oriente para Estados Unidos y la Unión Europea, pasa a ser vilipendiado en los medios de comunicación occidentales, preparando el terreno para una intervención directa o indirecta. Se pasa rápidamente de otorgar créditos al régimen a pasar a financiar, entrenar y apoyar a una oposición.

    El gobierno sirio para intentar calmar los ánimos en el interior y en el exterior –en este caso intentando buscar la aprobación de las democracias burguesas occidentales– impulsa unas reformas políticas liberales, que se refleja en quitarse todos los disfraces y fraseologías «socialistas» y promueve la reforma de la constitución de 1973 creando una nueva constitución en 2012 inspirada en las democracias burguesas occidentales –aunque en la práctica deja fuera a la oposición que se ha levantado en armas y es apoyada por Occidente– donde se apuesta por los principios liberales del «pluralismo político» que amplían el marco de partidos e participar y se deroga el rol que aseguraba al Partido Baaz el liderazgo del país. Al verse presionado y agredido con la financiación de una oposición de mano de las grandes potencias occidentales, Siria vuelve a apoyarse fuertemente en los viejos aliados rusos e iraníes para contener la ola de opositores de distinto color –incluyendo a ramas de Al Qaeda como Frente Al-Nusra– y usa a estos dos países como as en la manga frente a las potencias occidentales. Desde entonces en medio de una guerra civil, su propaganda se ha apoyado en: 1) la injerencia de los imperialismos occidentales –con quienes desde inicios de los 90 había reanudado buenos lazos económicos-políticos– quienes han consolidación la oposición siria; 2) la lucha contra el Estado islámico quién ha ocupado territorios sirios –y la tibia postura contra él de Estados Unidos y compañía–; y 3) la cuestión de los territorios sirios ocupados por Israel –quien también apoya y financia a la mayoría de los grupos de la oposición–». (Bitácora (M-L); Breves apuntes sobre Siria y la intervención imperialista, 23 de noviembre de 2015)». (Equipo de Bitácora (M-L); Estudio histórico sobre los bandazos políticos oportunistas del PCE (r) y las prácticas terroristas de los GRAPO, 2017)


    http://bitacoramarxistaleninista.blogspot.com.es/2017/09/apoyo-del-pcer-modelos-de-partido.html
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    Apoyo del PCE(r) al imperialismo ruso; Equipo de Bitácora (M-L), 2017 Empty El apoyo del PCE(r) a los nacionalismos pequeño burgueses; Equipo de Bitácora (M-L), 2017

    Mensaje por Enver19 Dom Mayo 27, 2018 10:03 am

    Apoyo del PCE(r) al imperialismo ruso; Equipo de Bitácora (M-L), 2017 Sin-ty12


    «ETA cumplía el rasgo de ser una banda terrorista de visión nacionalista pequeño burguesa. Aquí el PCE (r) también mantuvo una postura basada en el seguidismo total, incluso llegando a pedir el voto por sus organizaciones legales:

    «A raíz de la detención de la Mesa Nacional de Herri Batasuna, surgió entre nosotros la propuesta de apoyar en las próximas elecciones a dicha coalición a fin de mostrar la solidaridad activa de la clase obrera respecto al MLNV y poder contrarrestar al mismo tiempo, en la medida de nuestras posibilidades, la nueva ofensiva terrorista emprendida por el Estado español contra el pueblo vasco. Pues bien, de todos es conocida cuál es la posición del PCE (r) respecto a las elecciones organizadas por el régimen, nuestra táctica boicoteísta, encaminada a aislarlo todavía más; ahora bien, en unas circunstancias como las que acabo de describir, el voto favorable a H. B. contribuiría a ese aislamiento y a una mayor confluencia de las fuerzas populares. (...) Ateniéndonos, además, al hecho de que el MLNV no suele hacer una utilización oportunista de su participación en las instituciones, nosotros deberíamos apoyarles, y hacerlo, además, de manera consecuente, sin poner por nuestra parte ninguna condición». (Informe Político presentado por el camarada M.P.M. (Arenas) al Pleno del Comité Central, junio de 1997, publicado en Resistencia núm. 36, junio de 1997)

    ¡Por supuesto Herri Batasuna no utilizaba las elecciones con propósitos oportunistas, claro que no! Un grupo infecto de ideas tercermundistas, nacionalistas, chovinistas, y socialdemócratas solo intentaba concertar mezquinas alianzas con la derecha nacionalista y católica del Partido Nacionalista Vasco (PNV) el cual había demostrado ser un traidor a los intereses del proletariado vasco desde hacía décadas:

    «El que Herri Batasuna esté promoviendo una alianza o algo semejante con el PNV y otras fuerzas políticas de la gran burguesía vasca, no ha de llevarnos a regatearle ningún apoyo». (Informe Político presentado por el camarada M.P.M. (Arenas) al Pleno del Comité Central, junio de 1997, publicado en Resistencia núm. 36, junio de 1997)

    La postura del PCE (r) sobre ETA no es sino el resultado de su incapacidad de aunar fuerzas y apoyos en Euskadi, por lo cual creyeron que no podían hacer otra cosa que actuar como comparsa para ganar simpatías. Por supuesto para el PCE (r) hubiera sido una labor muy tenaz y angustiosa realizar su propio análisis respecto a ETA y tomar una postura marxista al respecto, pero comprendedles, ellos son más de seguidismo a ultranza, por eso no son marxista-leninistas sino sujetos que creen ser marxista-leninistas; y en efecto, son otra cosa: maoístas para ser exactos. Los desarrollos de ETA y su partido afín Herri Batasuna son bien conocidos, yendo a la deriva en programas irreales y sin una conexión real con las masas, finalmente los restos de estas organizaciones derrotadas se han ido integrando en partidos como Bildu y Sortu, de aún mayor calado reformista y oportunista que las de entonces, y que andan lejos de haber logrado la hegemonía en Euskadi pese al mayor número de concesiones.

    ¿No es esta la misma situación que se ve hoy repetida en Cataluña donde el PCE (r) y sus apologistas apoyan públicamente a la Candidatura d'Unitat Popular (CUP) y al proceso en que resulta de aliado con los restos de Convergència i Unió (CiU), partido corrupto de la burguesía catalana nacionalista conocido por sus medidas antipopulares y por traficar con los intereses nacionales? Claro que es lo mismo. Repiten el mismo error que cometieron en los 80 con Herri Batasuna.

    Hagamos unas breves anotaciones sobre el actual proceso soberanista de Cataluña, conocido en Cataluña como «procés».

    Los nacionalistas españoles por un lado niegan las características intrínsecas de Cataluña: desprecian su cultura y sus costumbres, desconocen la antigüedad de su idioma y las pruebas antiquísimas de sus primeros escritos formales del siglo XI, negando su época de auge y esplendor en el siglo XV, atreviéndose a calificarlo algunos como un «dialectico vulgar y exagerado» del castellano; desconocen las claras diferencias histórico-económicas de Cataluña respecto al desarrollo de Castilla, las sucesivas luchas campesinas que crearon una Cataluña casi libre del latifundio y muchos pequeños propietarios que contrasta con zonas del resto de España con grandes extensiones de latifundio y terratenientes como Extremadura o Andalucía; y niegan su zona territorial histórica la cual gran parte ha sido usada como moneda de cambio para pagar a los países extranjeros como fue el caso del Rosellón o ha sido integrada en Aragón y Valencia.

    Como tantos otros nacionalismos forjados durante siglos y consolidados al albor del siglo XIX el nacionalismo catalán nació bajo una idea romántica de una larga tradición e historia heroica, con el concepto de nación como una «comunidad de destinos» de todos sus ciudadanos.

    La zona de Cataluña y sus instituciones de los llamados Condados Catalanes –dentro del cual el más importante fue el Condado de Barcelona– surgen en el siglo IX dependiendo de la llamada Marca Hispánica: territorios fronterizos con los árabes dependientes del imperio carolingio, para entender de donde nace las actuales banderas de Cataluña, tanto la oficial como las independentistas que son derivaciones, según la leyenda de las cuatro barras de sangre, recogida en la obra de Beuter en 1551, se supone que Wilfredo el Velloso conde de Barcelona después de ser herido en una batalla contra los normandos, el rey Carlos «el Calvo» de los francos posando sus manos de sangre sobre el escudo del conde dijo «Estas serán vuestras armas, conde», lo que indica la dependencia de otro reino.

    Cuando los distintos Condados Catalanes se independizan de la tutela franca pronto se ligaron voluntariamente a la Corona de Aragón por medio de vínculos matrimoniales en el siglo XII llamándose su primer rey como «Rey de Aragón y del condado de Barcelona» aunque cada zona mantuvo una autonomía y propias instituciones dentro de la llamada la «monarquía pactista» que es como se denominó a la monarquía donde la nobleza obtenía grandes privilegios sobre los monarcas, a diferencia de la castellana donde pronto el monarca se erigió sobre la nobleza.

    Muchos de los Condados Catalanes serían absorbidos a la postre por la zona administrativa-política del Reino de Aragón durante las conquistas y reconquistas aprovechando los reyes aragoneses de las guerras con los musulmanes o tratos matrimoniales –como ocurriría con el Condado de Urgel o el Condado de Ampurias–. La «Corona de Aragón-Cataluña» se unió de forma pacífica por vía matrimonial a la Corona de Castilla en el siglo XIV con la cual había batallado al igual que el resto de reinos cristianos –lo que indica el mito de la llamada «Reconquista» creado después–. Desde entonces la zona de Cataluña se beneficiaría desde el principio de las riquezas de otros pueblos siendo participe de la colonización en África, Italia, América, Grecia y demás bajo la marca «España», y tendría una posición privilegiada en el imperio español colonial. Desde entonces si bien el Reino de Castilla intentó consolidar un Estado moderno castellanizando al resto de zonas de la península aplicando un paulatino centralismo y exigiendo una uniformidad a todos los reinos a las leyes y deberes de Castilla –como impuestos y hombres–, política que tuvo éxito en ciertas partes pero en zonas como Cataluña no sería lograría viéndose su reflejo en las tiranteces sucesivas como la de 1632 y en las rebeliones como la de 1640 –donde Cataluña pidió la ayuda de Francia contra España–, Cataluña no logró finalmente la independencia estatal pero tampoco perdió sus fueros y privilegios una vez reintegrada dentro de España.

    Hay que decir que el nacionalismo catalán ha distorsionando la propia historia catalana llegando al punto de hacer suyo como símbolo identitario a la «Guerra de Sucesión» monárquica de 1701-1715 en la cual los catalanes apoyaron al pretendiente de la distancia de los Habsburgo la cual había gobernado España desde el siglo XIV y cuyo origen no era ni castellano ni catalán. Finalmente triunfó la dinastía de los Borbones en la guerra y la tomaría por la fuerza Barcelona el 11 de septiembre de 1714 y el resto de las zonas colindantes. Como represaría los borbones implantaron los Decreto de Nueva Planta contra aquellas zonas que habían apoyado a los Habsburgo. A Cataluña se le castigó retirándose los privilegios fiscales, más la autonomía política y lingüística que hasta entonces mantenía –siendo algunas de las mismas cuestiones que propiciaron la revuelta catalana de 1640–, aunque se le permitió mantener el derecho civil y seguir exenta del servicio militar obligatorio a diferencia de los otros territorios represaliados que no tuvieron tanta suerte, en cambio otras zonas que habían apoyado a los Borbones como el Reino de Navarra mantuvieron sus fueros como recompensa. Estos sucesos se toman en la época moderna desde los independentistas catalanes como un símbolo soberanista y hasta de republicanismo en lo que se conoce como la Diada o Día de Cataluña que recuerda este hecho, aunque la verdad dista bastante de ser como la pintan como se ve. En el resto del siglo XVIII la dos mayores tendencias catalanas reivindicarían una república federal –como se declararía luego en Cataluña durante la Primera Republica de 1873–, o la vuelta de los fueros y el estatus anterior a 1715. Pese a la represión nacional no impidió que fuese un siglo de gran expansión demográfica y económica.

    Hay que anotar que durante el siglo XIX las fuerzas políticas de Cataluña fueron presa de la demagogia y los movimientos reaccionarios, ya que la ideología reaccionaria se ligaba muchas veces al catalanismo mediante la vuelta de los fueros, apoyando cualquier tendencia que se decidiese cumplir tal empresa. En 1827 Cataluña fue el foco de apoyo de los absolutistas en la Guerra de los Agraviados que entre otras cosas reclamaban la vuelta de la Inquisición y en contra de todo conato liberal. De igual forma Cataluña fue uno de los centros de apoyo al carlismo en las tres guerras por su promesa de restaurar el fuero de Cataluña; el carlismo era una corriente monárquica absolutista de marcado carácter católico y ultrarreacionario en general que combatía tanto a liberales-monárquicos, marxistas, como liberales-republicanos. La prueba de que la burguesía catalana hegemonizaba estos movimientos fue por ejemplo la insurrección de 1842 en contra de las políticas liberales comerciales, que suponían a la postre, una reducción de las ganancias de la industria algodonera catalana. Esto indica que la burguesía y la iglesia catalanas siempre han mirado por sus intereses y ha clamado por la cuestión de Cataluña mientras ha por otro lado sido una de las más reaccionarias en las diversas cuestiones políticas y sociales.

    Como dijimos desde inicios de la época moderna se notó el poderío comercial e industrial de la zona catalana a diferencia de partes de la vieja Castilla, en franca decadencia como se comprobó con la rebelión comunera de 1520 que reclamaba mayor reparto del peso fiscal en toda España y mayor atención económica. La derrota de los comuneros y las indemnizaciones a pagar frustró parte de la extensión de una industria en la zona central peninsular. Tiempo después durante la primera y segunda revolución industrial del siglo XIX y XX lejos de nuclearse todo en torno a la capital se programó que el tejido industrial se fijara en Madrid pero también en zonas portuarias comerciales o de cercanos minerales y materias necesarias, de ahí que tanto Cataluña como Euskadi se beneficiasen de tal régimen de industrialización. Cataluña sería testigo de la primera huelga general obrera en 1855, y presenciaría en las próximas décadas un auge del sindicalismo y los movimientos obreros. La pérdida de las últimas colonias del imperio español en 1898 como Cuba, Filipinas o Guam coincide con la crisis industrial y comercial que supuso para la burguesía catalana y la consolidación de su nacionalismo y la aglutinación de fuerzas de esa corriente en lo político. Otra prueba del peso de Cataluña en la economía española está también en el gran éxodo rural precisamente hacia esas zonas en los años 60 del anterior siglo XX, viéndose una despoblación y empobrecimiento de grandes partes de la vieja Castilla. En la época de la Primo de Rivera y la Segunda República el nacionalismo catalán llega a consolidar sus fieles en torno a partidos que abogan por mayor autonomía pero siempre dentro de España, a ejemplo de esto está la declaración del gobierno catalán de 1931 con Macià y la de 1934 con Compayns de declararse independiente pero dentro de España.

    Tras el fin del franquismo se llegó a la aprobación del Estatuto de Cataluña de 1979 que venía a ser la restitución del Estatuto obtenido durante de la II República de 1931-1936. Durante el gobierno tripartito 2003-2010 del PSOE-ERC-ICV-EUiA el Parlament de Cataluña aprobó en 2005 un nuevo Estatuto, refrendado por Madrid. En 2006 CIU y PSOE encabezaron una nueva reforma del Estatuto de Autonomía, de nuevo con la aprobación masiva del Parlament. En 2010 a propuesta del PP y con el apoyo de otros grupos, el Tribunal Constitucional Sentenciaba que el Estatuto de Autonomía de Cataluña de 2006 era inconstitucional, anulándolo. Como respuesta, los grupos independentistas celebraron consultas no oficiales sobre la independencia de Cataluña. A partir de entonces en Cataluña se lucha por ver quién lleva la batuta del independentismo. En 2017 el Presidente Puigdemont ha anunciado que el 1 de octubre de 2017 tiene intención de que se celebre el referéndum bajo la pregunta si se desea un Estado catalán independiente y republicano.

    Queda claro que lo que Cataluña ha sufrido desde hace siglos por ende de su propia consolidación identitaria como nación pese a la dominación castellana y los intentos de asimilación, es una opresión nacional pero no colonial, que se ha visto más agudizada en periodos históricos con la irrupción de los borbones, con Primo de Rivera o durante el franquismo, pero jamás ha sido nada parecido a una colonia, es más la burguesía catalana ha colaborado en estrecha coordinación con la española para sacar tajada incluso en estos periodos de mayor represión, y las pugnas con ella ha sido sobre cuestiones más económicas y fiscales de que otra índole. La diferencia entre una opresión nacional y colonial no es un asunto baladí a la hora de plantear la cuestión. Confundir una opresión colonial de una opresión nacional, no saber identificar un país imperialista de uno capitalista y altamente dependiente, no saber diferenciar un estatus colonial de uno neocolonial, lleva a fallar en las conclusiones del tema a tratar.

    Los Estados multinacionales son comunes en Europa solo hay que ver el caso del surgimiento de Suiza o Bélgica; como se ve en la actualidad en el primero como dijo Lenin la cuestión nacional se ha resuelto sin demasiado problema, respetándose la cuestión étnica y lingüística, pero en donde en el segundo caso la cuestión nacional sigue de candente actualidad.

    Actualmente el nacionalismo catalán busca el derecho de autodeterminación pero a diferencia del de antaño se define mayoritariamente como independentista. ¿Pero quiénes de esas fuerzas actuales lideran el proceso independentista?

    Su principal fuerza es la antigua «Convergència i Unió» (CIU) una fuerza que se fundó siendo soberanista pero no independentista, dirigida desde la «Transición» por el nacionalista liberal Jordi Pujol, quién jugó un papel determinante en mantenimiento de la estabilidad de la joven democracia burguesa española posfranquista. Sería solamente ya en los recientes sucesos y bajo el liderazgo del también famoso corrupto Artur Mas que CIU empezaría a hablar de independencia. El cambio repentino de CIU en la cuestión de apoyar un regionalismo a un independentismo corresponde al oportunismo puro y duro, un as en la manga para desviar las atenciones de las gestiones gubernamentales de CIU y la burguesía catalana. Los casos de corrupción son incontables: Banca Catalana, Caso ITV, Caso Palau, Caso 3%, Operación Clotilde, etc. Tras los fiascos electorales y estos sonados casos de corrupción recientes de Pujol-Mas el partido se refundó en 2016 bajo la denominación Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT), siendo aún oficialmente Artus Mas el líder de la formación, mientras que el actual Presidente de Cataluña es otro militante: Carles Puigdemont. Eso indica que el PDeCAT no quiere deshacerse de sus cadáveres ni aunque le suponga autoperjudicarse.

    La aliada pero rival del PDeCAT por liderar el proceso independentista es Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que ha sido siempre una fuerza nacionalista y pequeño burguesa que reivindicaba el derecho de autodeterminación y que contó con algunos méritos históricos progresistas durante los años 30 y 40, pero que en lo sucesivo de la posguerra demostró verse nucleado y liderado ya totalmente por elementos de la propia burguesía catalana. En las últimas décadas la ERC del oportunista Josep-Lluís Carod-Rovira ha sido la mejor muleta tanto para el PSOE como para CIU en los diversos gobiernos catalanes en coalición, responsable directo pues, de la política capitalista catalana y de sus fraudes. Desde 2015 ERC se agrupa con CIU –actualmente PDeCAT– y otras organizaciones en la coalición nacionalista e independentista «Junts pel Sí», obteniendo un 39,9% en las elecciones al Parlament de 2015. Su actual líder es Oriol Junqueras famoso por sus vínculos con el Vaticano, figura que no desmerece nada a la política oportunista de sus predecesores como Rovira.

    Desde los 80 contamos con la Candidatura de Unidad Popular (CUP) dirigida por David Fernández, que ha venido a ocupar la bandera pequeño burguesa abandonada por ERC, de fuertes rasgos nacionalistas que apuestan por un separatismo a ultranza, en los últimos cinco años ha tenido mayor presencia electoral obteniendo un 8,21% en las elecciones al Parlament de 2015. La CUP rechazó ir en coalición con Junts pel Sí. Más tarde cedió dos de sus votos para que la coalición Junts pel Sí aprobase sus presupuestos, en palabras de sus dirigentes «Es un sí condicionado. Es un sí al referéndum».

    El proceso capitaneado por el PDeCAT/ERC-CUP aspira a dos objetivos según el escenario: por un lado, en caso de éxito, a la independencia y a la estructuración de un Estado burgués; por el otro, el caso de fracaso, a la no independencia, pero conquistando mayores competencias para el gobierno autonómico, especialmente en materia fiscal –dada las actuaciones creemos que este es el objetivo primario–. El nacionalismo español actúa impidiendo la consulta, su objetivo es que no se lleve a cabo para no verse obligado a: o bien tener que dar concesiones al gobierno autonómico como último «soborno»; o bien tener que llamar a una consulta vinculante para decidir la independencia o no de Cataluña de España, lo cual de consumarse «le costaría un ojo de la cara».

    El nacionalismo catalán en desarrollo que se ha tornado en independentista, que es de mayoritario carácter burgués, imperialista, resulta tan peligroso y supremacista como el nacionalismo español burgués que no quiere tal independencia por motivos económicos obvios de una región tan productiva y de alto valor industrial y terciario. Para ello el nacionalismo español piensa no permitir nunca la celebración del referéndum independentista o hacer de forma global consultando a todo el conjunto de la población española, no solo a la catalana, intentando asegurarse mediante una propaganda un mayoritario no.

    Ambos nacionalismos son responsables directos del deterioro en materia de derechos civiles, laborales y sociales sufridos por la clase obrera catalana y española dado el caso; por ejemplo: la policía autonómica fue enviada por los independentistas de derecha burguesa en la Generalitat a reprimir a los independentistas pequeño burgueses de «izquierda» que ocupaban las plazas, también está el caso de los suicidados en los CIE's catalanes, además del vaciamiento de contenido de la Seguridad Social por los entes autonómicos; en materia de relaciones internacionales cada uno se ha aproximado a Estados imperialistas para respaldar sus intereses: los nacionalistas españoles se aproximaron a los EE. UU. y los nacionalistas catalanes se han aproximado a Israel con quién han firmado convenios de cooperación en materia militar y educativa pretendiendo obtener el apoyo estadounidense vía sionismo, y por cuanto «tapándose la nariz y los ojos» ante los apestosos y horribles crímenes que sufren los palestinos, tampoco podemos pasar por alto que uno de los factores y marcas de los nacionalistas catalanes: el Fútbol Club Barcelona, tiene relación comercial publicitaria con la monarquía árabe absolutista feudal de Qatar involucrada en el origen y expansión de la guerra en Oriente Medio, y tristemente célebre por sus ataques contra los derechos humanos fundamentales especialmente de los foráneos. Vale recordar que el nacionalismo catalán tiene un comportamiento que de tan frecuente es un cliché, según sus intereses borra toda contradicción, y es así como vemos a la derecha burguesa de CIU entablando unidad con la izquierda burguesa de ERC de cara a los comicios; en ese sentido no podemos olvidar que en el pasado el nacionalismo catalán de derecha burguesa jugó un papel determinante en la construcción del Estado español posfranquista, y en tales hechos fue determinante en la aceptación de parte de la herencia de la jurisprudencia franquista en todo lo concerniente al Estado: así como en la imposición de la monarquía parlamentaria, dicho de otro modo: el Estado español actual es una construcción de todos los nacionalistas españoles incluido el nacionalismo catalán y vasco.

    Efectivamente como decía el marxista-leninista catalán Joan Comorera no se puede ser «demócrata en el interior y neofascista en el exterior», no se puede resolver ni el problema nacional ni resolver las tareas democrático-burguesas ni socialistas «si se está a su vez al servicio de los imperialismos» que «pretenden dominar y esclavizar al mundo entero», es decir no se pueden conseguir estas tareas de la revolución en el ámbito nacional «si no se lucha a muerte contra la fuerza que sostiene y prolonga su vida miserable: el imperialismo». Como hemos declarado mil veces; la línea en la política exterior es el reflejo de la política interior, y tienen una interconexión dialéctica innegable, por tanto un partido que en su línea exterior apoya al imperialismo no tiene capacidad teórica –por que no entiende el carácter del imperialismo ni cómo combatirlo– ni práctica de recuperar la soberanía del país y mucho menos de construir el socialismo –porque dicha fuerza política seguirá sometido a los imperialismos o se tendrá un mismo proyecto imperialista–.

    La CUP, como otros colectivos, se presenta bajo el esquema «independencia, socialismo, feminismo» y a veces hasta reivindican el marxismo. No obstante, aquí hay dos eslóganes que evidencia que no estamos ante una organización marxista, y en el eslogan que acierta no se atienden a los que entienden los marxistas por ese concepto. Echemos un ojo con profundidad.

    1) Anteponer la independencia a toda costa y bajo cualquier tipo de condiciones y alianzas, incluso por encima de la emancipación social y los intereses de clase, es una desviación clásica de nacionalismo. Los marxistas no abogan en sus programas por el derecho de secesión sin más como hace la CUP, sino por el derecho de igualdad entre las naciones, en contra de los privilegios de cualquier nación y por el derecho de autodeterminación que pueden incluir la secesión o la integración voluntaria con otras naciones en un Estado. Alejarse de esto es incurrir en errores que hacen el juego al nacionalismo burgués que en este caso es «Junts pel Sí». ¿Cuál es la posición marxista en la cuestión?:

    «Es progresivo el despertar de las masas después del letargo feudal; es progresiva su lucha contra toda opresión nacional, su lucha por la soberanía del pueblo, por la soberanía nacional. (…) El proletariado no puede apoyar el nacionalismo más allá de ese límite, pues más allá empieza la actividad «positiva» de la burguesía en su empeño por consolidar el nacionalismo. Una obligación indiscutible del proletariado como fuerza democrática es poner fin a toda opresión feudal, a toda opresión de las naciones y a todo privilegio para una de las naciones o para uno de los idiomas; en ello están los intereses indiscutibles de la lucha de clase del proletariado, lucha ensombrecida y entorpecida por las discordias nacionales. Pero apoyar el nacionalismo burgués más allá de estas fronteras, firmemente delimitadas y encuadradas en un determinado marco histórico, significa traicionar al proletariado y pasarse al lado de la burguesía. Aquí hay un límite, a menudo muy sutil, del que se olvidan por completo los socialnacionalistas». (Vladimir Ilich Uliánov, Lenin; Notas críticas sobre el problema nacional, 1913)

    Como se ve el leninismo presupone ante todo la unión de los proletarios de todas las naciones –de un mismo Estado–, dentro de esta posición que reconoce el derecho de las naciones a la autodeterminación, pero no descarta que pueda estar en contra del acto mismo de la separación de una nación para formar su Estado independiente:

    «El hecho de que los marxistas de toda Rusia y, en primer término, los rusos, reconozcan el derecho de las naciones a la separación no descarta en lo más mínimo la agitación contra la separación por parte de los marxistas de esta o la otra nación oprimida, del mismo modo que el reconocer el derecho al divorcio no descarta la agitación contra el divorcio en este o el otro caso. (…) Aprecia y coloca por encima de todo la unión de los proletarios de todas las naciones, evalúa toda reivindicación nacional y toda separación nacional con la mira puesta en la lucha de clase de los obreros». (Vladimir Ilich Uliánov, Lenin; Las naciones y el derecho de autodeterminación, 1914)

    El PCE (r) y sus representantes públicos vuelven a demostrar un desconocimiento sobre marxismo, y en este caso sobre la cuestión nacional, cuando realizan seguidismo acrítico al proyecto independentista burgués que hoy acontece en Cataluña –unos porque sus miembros no se han desligado de la influencia nacionalista y otros para ver si pescan algo en río revuelto–. Abogando por la independencia de Cataluña, es decir por la separación sin más como hace la CUP misma. Un miembro del PCE (r) diría en 2015:

    «Ante la posibilidad de poder celebrar en Cataluña, o cualquier otra nacionalidad, un referéndum de autodeterminación, los comunistas deben llamar al voto por la independencia y la formación de un Estado propio». (Lucio García Blanco; El derecho a la autodeterminación de Cataluña, 27 de septiembre de 2015)

    Olarieta comentaría sobre esta cuestión:

    «La clase obrera dentro y fuera de Catalunya debe defender la lucha por la independencia». (Juan Manuel Olarieta; La lucha contra la opresión nacional es una parte de la lucha contra el imperialismo, 1 de septiembre de 2015)

    En el mismo sentido: ¡hemos visto al apologista del PCE (r), Pablo Hasél, pidiendo el voto por la CUP en las elecciones de 2015! Perorando que:

    «No son un partido absorbido por el régimen como Podemos o IU». (Pablo Hasél; ¿Por qué nos interesa la independencia?, 16 de septiembre de 2015)

    ¡Por supuesto! Tan solo hay que ver el apoyo «crítico» dado durante estos dos años a varios de las medidas de CIU/ERC, tragadas muchas de ellas para «no interrumpir y quebrar la unidad del proceso soberanista». Tampoco parece conocer o importarle a Hasél que la CUP sea un partido infecto de trotskistas, hippies y anarquistas, teorías nacionalistas y hasta chovinistas, un socialismo pequeño burgués que lejos de favorecer la concienciación de clase obrera en el marxismo desvía a la clase obrera en teorías nacionalistas bañadas en conceptos utópicos anarquistas. Esto hace que nos preguntemos, ¿por qué Hasél se queja de que Podemos crea falsa conciencia, desorganiza a la clase obrera y crea ilusiones reformistas y no habla del mismo rol reformista y además nacionalista de las CUP? ¿Quizás porque su bajo nivel de formación no le permite ver esto, porque no se ha molestado en leer o escuchar a la CUP o porque simplemente los planteamientos de la CUP y los suyos son casi iguales? ¿Qué podemos esperar de Hasél si el mismo se autodenomina anarco-comunista en sus entrevistas? Pues tonterías y contradicciones como estas.

    Uno de los sofismas utilizados por Hasél para apoyar a la CUP y su «proyecto soberanista» fue que:

    «Apoyamos lo que puede beneficiar a la clase trabajadora y la independencia de Catalunya en este contexto, sería positiva por varios motivos. A la clase obrera de Catalunya nos conviene porque a la burguesía catalana se le acabaría la excusa de echar toda la culpa al Estado español cuando ellos también son culpables directos de la dramática situación que vivimos. En caso de conseguir la independencia, mucha clase trabajadora que va a votar a representantes de la burguesía catalana –Convergència y ERC– se daría cuenta de que con ellos seguiremos sufriendo recortes, paro, explotación, represión, etc. Entonces se posicionarían en su contra y con un trabajo de lucha comunista detrás, los sumaríamos a nuestra causa». (Pablo Hasél; ¿Por qué nos interesa la independencia?, 16 de septiembre de 2015)

    ¿Visto el factor subjetivo de los marxista-leninistas en Cataluña qué ocurriría realmente en mente de las capas populares con la independencia y la consiguiente decepción de la población en los primeros meses de gobierno? Ilusos como Hasél creen que será el escenario perfecto para que la clase obrera vaya a despertar automáticamente de su largo letargo de alineación y que verán por fin que el problema no es estar dentro o fuera de España sino el capitalismo. Solamente un pobre necio como Hasél creería eso sin tomar en cuenta el nivel de fuerzas real de los «comunistas» para pelear por hegemonizar ese descontento. Cuando no existe organizaciones sindicales ni mucho menos un partido comunista real, y cuando los falsos comunistas como Hasél apoyan a la CUP sin criticar todas y cada una de las desviaciones que albergan, cuando se aspira a ser el aliado «crítico» de estos chavistas catalanes y se refuerza el mantener y alimentar las ideas nacionalistas, trotskistas, anarquistas y socialdemócratas entre las masas, no hay un cambio de mentalidad posible, no habrá ningún grado de revolucionarización en el pensamiento de las masas por más que se desee. Aunque nos duela no existe ninguna labor comunista de peso que realice un trabajo entre las masas catalanas, de otra forma no nos encontraríamos con una población robotizada que confía en «Junts Pel Sí», Ciudadanos, PSOE y la CUP en ese orden, donde la burguesía ha logrado polarizar a la población y reducir los problemas a independencia sí o independencia no, mientras se asiste a unos recortes que rivalizan con los del PP. Sin un partido pertrechado por una verdadera doctrina científica que dote de un análisis de la situación y de unas directrices claras y autónomas, sin un trabajo de masas real que explique y desmonte los defectos y limitaciones que adolecen estas organizaciones capitalistas, sin nadie que proporcione a las capas con niveles de concienciación más atrasados una posición real sobre el derecho de autodeterminación, la lucha de clases, sobre cómo luchar por sus intereses y superar el capitalismo; sin todo esto, el hipotético descontento de un futuro gobierno nacionalista catalán bajo un Estado propio catalán sería hegemonizado por las fuerzas que tienen presencia y medios, es decir alguna de las diversas fuerzas burguesas, muy seguramente por aquellos que dirán para entonces que «con España no estábamos así» y los catalanes depositaran su confianza, como ya lo están haciendo, en los demagogos de turno llámese: «Junts Pel Sí», en Ciudadanos, PP, PSOE, cuando no a otras nuevas fuerzas nacionalistas que saldrán como hongos para disputarle el liderazgo a «Junts Pel Sí» y la CUP, es más también está la posibilidad de que se extienda la idea de que Cataluña no se puede mantener económicamente de forma autónoma y que la independencia ha sido una aventura que no puede volver a suceder, sin que haya una fuerza política con suficiente influencia y credibilidad para demostrar lo contrario.

    Pensar que sucederá otra cosa, que los autodenominados «comunistas» como el PCE (r) o el PCOE recibirán automáticamente la confianza de las masas después de haber estado lamiendo las botas a la CUP y a sus conceptos sobre la cuestión nacional y social es hacerse ilusiones en base a deseos idealistas. Lejos de eso, los verdaderos marxista-leninistas catalanes deberían realizar un análisis concreto, y un trabajo que tumbe la demagogia de la burguesía catalana y española, así como las utopías conciliadoras pequeño burguesas, no pretendiendo ser el furgón de cola de la CUP, ni de nadie, como hacen los revisionistas. De otra forma seguir esa fórmula oportunista conduce como hemos visto en Venezuela, Argentina, Brasil y otros países con aquellos partidos «comunistas» que han dado su apoyo «crítico» a los gobiernos del «socialismo del siglo XXI», a que esos partido se conviertan finalmente en organizaciones seguidistas, muletas del enfermo régimen populista, que forzados a apoyar medidas impopulares acaban borrando a ojos de las masas la línea diferenciadora entre los que gobiernan y los que apoyan a los que gobiernan, acaban aún más aislados y despreciados por los trabajadores. La tarea apremiante de la clase obrera catalana es organizarse y llevar una labor de clarificación contra estas fuerzas burgueses y pequeño burgueses, anticomunistas, revisionistas y nacionalistas; y no entrar en teorías thälmannianas y fatalistas de «cuanto más crisis mejor», cuando ni siquiera existe una fuerza política independiente que guíe, organice y explique a las masas los acontecimientos, para que sea recolector de los productos del descontento útil para los trabajadores.

    ¿Acaso el resto de España que sufre la misma ausencia de un partido comunista le beneficiaria una crisis del gobierno a causa de la independencia de Cataluña? Tampoco se cumple con esa premisa actualmente. Seguramente el gobierno de Mariano Rajoy aplicaría un reajuste basado en una subida de impuestos que la clase obrera lejos de poder rechazar, sin sindicatos ni partidos de clase, se vería obligada a aceptar a regañadientes bajo la traición de la aristocracia obrera que hoy domina. Cierto es que los análisis de Hasél son fantasiosos, y nos resultarían hasta graciosos si no fuera porque se autodenomina comunista manchando la reputación de su doctrina con su constante verborrea, y apuesta por el seguidismo al nacionalismo pequeño burgués. Como decía Comorera hay que barrer esta psicología de la aristocracia obrera de venderse a la oligarquía nacionalista por unas migajas y conformarse con un par de cambios superficiales que pretendan decir que luchan por la soberanía nacional, hay que apartar a los monaguillos revisionistas que van haciendo publicidad de las asociaciones oportunistas, pseudopatrióticas y proimperialistas.

    Observamos además como sectores que se pretenden de «izquierda» e incluso marxistas, sin ninguna idea clara de lo que estas fuerzas nacionalistas persiguen, apuestan por mostrarse como aliados y defensores de un proyecto burgués capitaneado por la burguesía catalana –Junts pel Sí– y la pequeña burguesía catalana –la CUP– que anhelan un Estado igual o más capitalista y represivo que el español, algo que se puede identificar en los actuales rasgos de la Generalitat en: 1) la brutalidad represiva de la policía autonómica –«Mossos d'Esquadra»–, y la protección de esos cuerpos por la justicia; 2) los muertos sistemáticos en los Centro de Internamiento de Extranjeros en los últimos años; 3) los centros de vigilancia electrónica y ciudadana; 4) los convenios firmados con el Estado de Israel, especialmente en materia de educación y militar; 5) el vaciamiento de contenido de la Seguridad Social; 6) la privatización de servicios públicos como el agua, así como de las redes viales; 7) el gobierno catalán y sus ideólogos mantienen una destinación formal al aranés lengua cooficial de 40.000 euros pero sobre todas las cosas se ríen y niegan el derecho a decidir al Valle de Arán en un hipotético caso de con quién desea formar lazos político-administrativos; Cool los elevadísimos salarios de los funcionarios electos y camarilla cooptada, incluso superior a la del Estado español, etc.

    Actualmente debido a las fuerzas que lideran el proceso soberanista, y a las que lo niegan, asistimos a una lucha de dos formas de nacionalismo, ambos expresiones del nacionalismo burgués. O lo que es lo mismo, se debe a contradicciones no antagónicas; obsérvese que mientras mantienen diferencias sobre la idea de una Catalunya independientemente o no, ambas expresiones gubernamentales mantienen una estrecha colaboración en el vaciamiento de contenido de los derechos laborales, sociales, políticos, etc.

    En ambos casos se apela al amarillismo político para manipular la conciencia colectiva, e incluso se hace una lectura interesada y sesgada de la historia respecto a Cataluña.

    Hay que dejar claro que ante el hipotético caso de la independencia de Cataluña ésta hoy sería indudablemente hegemonizada por la burguesía catalana concentrada en Junts Pel Sí, y en segundo lugar a bastante distancia, por la pequeña burguesía de la CUP. Cuando las fuerzas hegemónicas del «procés» son Junts Pel Sí/CUP, no hay nada positivo para la clase obrera catalana en la creación de un nuevo Estado que estará gobernado por los mismos que gobiernan en la Generalitat, dotará a Cataluña de la misma forma política, económica y cultural burguesa que tiene el actual gobierno autonómico catalán. No habrá una emancipación social ni nacional real. Quién apuesta por defender este proceso en estas circunstancias no entiende nada de marxismo y comete un error ciertamente muy común entre los pseudomarxistas:

    «Los conceptos «antiimperialismo», «independencia nacional», «autodeterminación de las naciones», «movimientos de liberación nacional» y otros similares, surgen en las cabezas de estos pseudomarxistas cada vez que hay una gran potencia involucrada en algún evento trascendente en alguna parte del mundo, sin importarles las características y las condiciones que se presentan. Ahora se encuentran con que esa «parte del mundo» es precisamente una de las grandes potencias, con larga historia de agresión y sojuzgamiento de pueblos, y baten palmas de emoción porque casi sin darse cuenta ha tomado cuerpo un «movimiento de liberación nacional» en Escocia, que no puede menos que debilitar a su vecina Inglaterra, el socio principal del imperialismo más agresivo y rapaz del mundo, Estados Unidos. El escenario está pintado para darle un carácter progresivo a la «lucha» de Escocia contra el imperialismo inglés, que supuestamente la tiene sometida y oprimida. Y si a esto se le añade el aura de la lucha de William Wallace, mucho mejor, sobre todo si tenemos en mente las épicas escenas de «Braveheart». Mas la historia es otra. Escocia no es Irlanda que ha sufrido hasta tiempos actuales la opresión del imperialismo inglés. El capitalismo se estableció en Escocia antes de que entrara a formar parte de la Unión –de la que quieren «independizarla»– y entró en calidad de socio para beneficiarse de la expansión colonial e imperialista de Inglaterra, donde las huestes bajo la bandera de San Andrés, jugaron un papel fundamental, de la mano de las huestes de San Jorge. La economía escocesa y su burguesía monopolista se encuentran completamente integradas con la economía y la burguesía monopolista inglesas, están entrelazadas por miles de vínculos históricos, sociales, económicos y políticos, desde hace siglos Por otro lado, en Escocia se encuentra una sección combativa del proletariado británico, el sector más golpeado por la explotación capitalista y por la actual crisis que el capital monopólico está haciendo pagar a los obreros». (José Gabriel Roldán; Apuntes sobre Lenin y la autodeterminación de las naciones, 2014)

    Precisamente el PCE (r) intentó en los 70 adueñarse de la figura del marxista-leninista catalán Joan Comorera cuando como otras corrientes revisionistas empezaban a reivindicarlo de nuevo tras haber escupido sobre su legado. Pero el PCE (r) y el resto de falsos aduladores de Comorera jamás leyeron ni comprendieron sus escritos al respecto de la cuestión nacional, yendo en contra de lo que promulgaba. Y es que el actual vacío ideológico marxista y las nulas perspectivas de clase por parte de los actuales partidos catalanes y españoles sobre la cuestión nacional pueden ser contraargumentadas fácilmente por los clásicos del marxismo.
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    Apoyo del PCE(r) al imperialismo ruso; Equipo de Bitácora (M-L), 2017 Empty El apoyo del PCE(r) a los nacionalismos pequeño burgueses; Equipo de Bitácora (M-L), 2017

    Mensaje por Enver19 Dom Mayo 27, 2018 10:05 am

    Primero de todo hay que entender que la cuestión nacional está insertada en la actual época capitalista de los monopolios, en su etapa imperialista:

    «De manera general, los marxistas establecen una diferencia cuando hablan de la cuestión nacional según si corresponde a la época del capitalismo ascensional, cuando la burguesía todavía cumplía un papel revolucionario, o si corresponde a la época del imperialismo, cuando la burguesía es reaccionaria. En la época del capitalismo ascensional, los clásicos enseñaron a establecer una diferencia entre «naciones reaccionarias» y «naciones progresistas»; en la época del imperialismo, entre naciones opresoras y oprimidas. El objetivo al resolver de la cuestión nacional es la «paz nacional», según el término empleado por Lenin y Stalin, es decir, la convivencia basada en la igualdad de las naciones en el marco de un Estado único –y en caso de no ser posible esto, la separación de las naciones en Estados independientes–. Esta «paz nacional» fue alcanzada durante el capitalismo ascensional por los principales países capitalistas desarrollados, que formaron su Estado nacional independiente». (José Gabriel Roldán; Apuntes sobre Lenin y la autodeterminación de las naciones, 2014)

    Por supuesto, se ha de contar con el hecho de que en la España imperialista, de continuar instalada la burguesía en los poderes del Estado, es bastante improbable que esta permita un proceso de autodeterminación:

    «El problema nacional y colonial ha sido resuelto en la práctica y constitucionalmente en la Unión Soviética. Esta solución no ha sido debida a un pacto con la burguesía. Ha sido la consecuencia obligada del triunfo de la Revolución Socialista de Octubre. Sin la victoria y consolidación de la Revolución de Octubre, el problema nacional y colonial no habría sido resuelto. (...) El imperialismo, forma superior del capitalismo, no puede resolver los problemas nacionales y coloniales, como el capitalismo no puede suprimir la explotación del hombre por el hombre. El imperialismo necesariamente debe alimentarse con el sometimiento y la opresión de los pueblos y naciones coloniales y dependientes, que la libertad de esta sería su fin; lo mismo que el capitalismo necesariamente se nutre del dolor, de la miseria y de la esclavitud de las masas trabajadoras, porque su emancipación sería su fin. (...) Nos dice Lenin que la separación de una nación oprimida, es decir, el libre ejercicio del derecho de autodeterminación, sin excluir la decisión de constituirse en Estado independiente, no puede «darse» y «realizarse» antes del socialismo más que en el uno por mil de los casos. En la historia contemporánea, que es la historia de los Estados y naciones existentes hoy, con su cortejo de pueblos y naciones dependientes y coloniales, sólo conocemos un caso de separación voluntaria antes del socialismo: el de Noruega. El caso de Irlanda no es igual, toda vez que su autonomía política de hoy fue consecuencia de un largo y cruento periodo de lucha armada». (Joan Comorera; El problema de las nacionalidades de España, 1942)

    Segundo, hay que entender el rol de la burguesía nacional en dicho conflicto, siendo una cuestión especulativa, ora a favor frente a la burguesía opresora ora en contra sin llegar hasta el final del ejercicio soberanista:

    «El problema nacional no es una abstracción, no es una entidad aislada. El problema nacional es parte indisoluble del problema general de la revolución. Hemos, pues, de verlo a la luz de la lucha de clases, de su desarrollo y de su objetivo histórico. Estamos ahora en la fase superior y última del capitalismo, la fase imperialista. La lucha de clases se agudiza y la burguesía se convierte en extra y antinacional. El interés de clase prima por encima de cualquier otro interés. Y todos los elementos que intervienen en la vida colectiva son utilizados con el objetivo único de asegurar el dominio de clase, el monopolio del Estado, instrumento de la clase dominante. Para la burguesía el problema nacional, allí donde éste existe, es materia especulativa; se sirve de ella si así conviene momentáneamente a su interés de clase o se reniega de ella cuando lo pone en peligro. Y como el interés de clase capitalista es incompatible con el interés nacional la burguesía termina siempre por traicionar a la nación». (Joan Comorera; Carta abierta a Reyes Bertal, 1948)

    En el caso catalán «Junts per Sí» que es la marca por excelencia de la burguesía catalana se ha incorporado a la fiesta independentista desde hace relativamente poco, antes solo buscaba ventajas políticas, económicas y culturales autónomas. ERC hace largo tiempo que está corrompida por la misma burguesía catalana que ha especulado con la cuestión nacional aliándose con nacionalistas españoles y catalanes, y ha sido cómplice en los diversos gobiernos de quienes han hundido a las masas trabajadoras en la miseria y la progresiva pauperización de su nivel de vida primando enriquecerse a mantener una postura a favor de los trabajadores. La CUP como representante de la pequeña burguesía, es inestable y cobarde como para que hegemonice un proceso real de soberanía nacional en lo político-económico.

    Tercero. El nacionalismo y las teorías con las que se arropa la burguesía son un arma para sus intereses de clase no una garantía para los trabajadores de resolver el problema nacional. Es más, sobre todo están fabricadas para desviar a las clases explotadas de su emancipación social. Tampoco los caminos intermedios y las ideas conciliadoras de la pequeña burguesía sirven para los fines perseguidos por la clase obrera en la cuestión nacional y social:

    «¿Y cómo reaccionan la gran burguesía y las castas tradicionales en estos países? Como clase y castas gobernantes que continúan la tradición de la guerra: para mantener sus privilegios han convertido en moneda de cambio la independencia y la soberanía nacional. Y como políticos e «ideólogos» inventan filosofías y teorías, cuyo único objetivo es sembrar la confusión en las masas populares, dividir la clase obrera y movilizar a la opinión contra los partidos comunistas. (...) Con las patrañas hipócritas de las terceras fuerzas y principios puros y conductas impuras no se va más que al deshonor y a nuevas derrotas». (Joan Comorera; Carta abierta a Reyes Bertal, 1948)

    El proletariado de la nación oprimida debe luchar por sus derechos pero sin olvidar que el objetivo de la burguesía nacional es arrastrar al proletariado sin el cual no puede triunfar e imprimir siempre al movimiento su carácter burgués intentando reconciliar al proletariado con ella, intentando que con la formación de un nuevo Estado se llegue a una concordación de intereses comunes, es decir que se olvide el proletariado de la cuestión de clase y se haga un ente nacionalista:

    «Por lo expuesto se ve claramente que, bajo el capitalismo ascensional, la lucha nacional es una lucha entre las clases burguesas. A veces, la burguesía consigue arrastrar al proletariado al movimiento nacional, y entonces exteriormente parece que en la lucha nacional participa «todo el pueblo», pero eso sólo exteriormente. En su esencia, esta lucha sigue siendo siempre una lucha burguesa, conveniente y grata principalmente para la burguesía. Pero de aquí no se desprende, ni mucho menos, que el proletariado no deba luchar contra la política de opresión de las nacionalidades. La restricción de la libertad de movimiento, la privación de derechos electorales, las trabas al idioma, la reducción de las escuelas y otras medidas represivas afectan a los obreros en grado no menor, si no es mayor, que a la burguesía. Esta situación no puede por menos de frenar el libre desarrollo de las fuerzas espirituales del proletariado de las naciones sometidas. No se puede hablar seriamente del pleno desarrollo de las facultades espirituales del obrero tártaro o judío, cuando no se le permite servirse de su lengua materna en las asambleas o en las conferencias y cuando se le cierran las escuelas. La política de represión nacionalista es también peligrosa en otro aspecto para la causa del proletariado. Esta política desvía la atención de extensas capas del mismo de las cuestiones sociales, de las cuestiones de la lucha de clases hacia las cuestiones nacionales, hacia las cuestiones «comunes» al proletariado y a la burguesía. Y esto crea un terreno favorable para las prédicas mentirosas sobre la «armonía de intereses», para velar los intereses de clase del proletariado, para esclavizar moralmente a los obreros». (Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, Stalin; El marxismo y la cuestión nacional, 1913)

    Cuarto. La idea a ultranza de apoyar cualquier separación de una nación oprimida sin analizar más cuestiones no es marxista:

    «Los marxistas no están a favor de la autodeterminación de las naciones, a su separación y formación de un Estado nacional independiente, de manera incondicional. La cuestión nacional debe ser abordada considerando no solo las características particulares de las naciones bajo estudio sino también atendiendo a que las condiciones y las relaciones entre esas naciones cambian con el tiempo, al igual que cambia también el contexto internacional en el que se desenvuelven. Cuando el marxismo dice que la cuestión nacional debe ser analizada tomando en cuenta las condiciones histórico-concretas está diciendo que la cuestión nacional no es inmutable, porque las relaciones entre las naciones cambian, la correlación de fuerzas cambia, las condiciones socioeconómicas sobre las que se desenvuelven cambian, y, en consecuencia, la actitud y las tareas del proletariado al respecto deben cambiar». (José Gabriel Roldán; Apuntes sobre Lenin y la autodeterminación de las naciones, 2014)

    Lenin fustigó enormemente las pretendidas posiciones marxistas que abogaban por un mayor practicismo en la cuestión nacional:

    «En el problema nacional, toda burguesía desea o privilegios para su nación o ventajas exclusivas para ésta; precisamente eso es lo que se llama «práctico». El proletariado está en contra de toda clase de privilegios, en contra de todo exclusivismo. Exigirle «practicismo» significa ir a remolque de la burguesía, caer en el oportunismo. (...) En aras del «practicismo» de sus reivindicaciones, la burguesía de las naciones oprimidas llamará al proletariado a apoyar incondicionalmente sus aspiraciones. ¡Lo más práctico es decir un «sí» categórico a la separación de tal o cual nación, y no al derecho de todas las naciones, cualesquiera que sean, a la separación! El proletariado se opone a semejante practicismo: al reconocer la igualdad de derechos y el derecho igual a formar un Estado nacional, aprecia y coloca por encima de todo la unión de los proletarios de todas las naciones, evalúa toda reivindicación nacional y toda separación nacional con la mira puesta en la lucha de clase de los obreros. La consigna de practicismo no es, en realidad, sino la de adoptar sin crítica las aspiraciones burguesas. (...) Sería apartarse de las tareas de la política proletaria y someter a los obreros a la política de la burguesía, tanto el que los socialdemócratas se pusieran a negar el derecho a la autodeterminación, es decir, el derecho de las naciones oprimidas a separarse, como el que se pusieran a apoyar todas las reivindicaciones nacionales de la burguesía de las naciones oprimidas». (Vladimir Ilich Uliánov, Lenin; Las naciones y el derecho de autodeterminación, 1914)

    Stalin habló de forma similar:

    «La nación tiene derecho a organizarse sobre la base de la autonomía. Tiene derecho incluso a separarse. Pero eso no significa que deba hacerlo bajo cualesquier condiciones, que la autonomía o la separación sean siempre y en todas partes ventajosas para la nación, es decir, para la mayoría de ella, es decir, para las capas trabajadoras. Los tártaros de la Transcaucasia, como nación, pueden reunirse, supongamos, en su Dieta, y, sometiéndose a la influencia de sus beys y mulhas, restaurar en su país el viejo orden de cosas, decidir su separación del Estado. Conforme al punto de la autodeterminación, tienen perfecto derecho a hacerlo. Pero ¿iría esto en interés de las capas trabajadoras de la nación tártara? ¿Podrían los socialdemócratas contemplar indiferentes como los beys y los mulhas arrastraban consigo a las masas en la solución de la cuestión nacional?». (Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, Stalin; El marxismo y la cuestión nacional, 1913)

    De igual forma y a iguales conclusiones llegó Comorera en su excelente trabajo sobre la cuestión nacional en España:

    «No siempre la defensa de la nación imperialista o no soberana coincide con los intereses fundamentales de la clase obrera. En este caso, compañeros, y esto debe quedar bien claro, prima siempre el derecho de la clase obrera. Para Marx no ofrecía ninguna duda esta subordinación del problema nacional al problema obrero. Olvidar esto nos llevaría fácilmente al campo del nacionalismo pequeño burgués, a la aceptación de la tesis de la «comunidad de destino», tesis apreciada por los nacionalistas y por muchos sectores socialdemócratas. No existe una «comunidad de destino» en la nación, ya sea esta soberana o dependiente. Puede existir una coincidencia momentánea para la consecución de un objetivo común. Pero, nada más, pues «en cada nación moderna hay dos naciones», nos ha dicho Lenin. La nación burguesa que históricamente desaparecerá y la nación proletaria que históricamente debe ascender al poder político y económico, el ejercicio de su propia dictadura para forjar el mundo nuevo en el que sí que habrá una «comunidad de destino». La burguesía de cada país se basó en el problema nacional con el fin de engañar a los obreros, para embrutecer a los campesinos, para envenenar a la pequeña burguesía. La clase obrera de cada país se basa en el problema nacional para llevar adelante la revolución, para resolver conjuntamente con el problema nacional el de su dictadura. (…) Es natural y necesario, pues, que el derecho de la clase obrera tenga preferencia sobre el derecho nacional, cuando la opción nos sea planteada de manera objetiva y concreta». (Joan Comorera; Carta abierta a Reyes Bertal, 1948)

    No resuelve el problema de la soberanía nacional ni la emancipación social de la nación oprimida:

    «Cataluña tiene derecho a la separación. El reconocimiento del derecho, sin embargo, no supone la aplicación automática, obligatoria. En nuestra situación, el ejercicio mecánico del derecho de separación no resolvería el problema nacional, pues no lo podemos ni debemos desatarlo del problema general de la revolución democrática española. Además, la separación por la separación es una idea reaccionaria ya que en nuestro caso concreto, Cataluña, constituyéndose en Estado independiente, saldría de una órbita de explotación nacional para caer dentro de otra igual o peor. Una tal «genial solución» ya ha sacado la oreja varias veces». (Joan Comorera; Carta abierta a Reyes Bertal, 1948)

    Y es que en realidad la independencia estatal de Cataluña tampoco resolvería la cuestión nacional en su totalidad porque se imprimiría desde el nuevo Estado la misma política, economía y cultura catalana burguesa, no sería un proceso soberanista como cacarean:

    «¿Dónde está la soberanía, cuando los órganos elegidos del pueblo, representantes de la soberanía nacional, realizan, no una política nacional, de respeto a la voluntad popular, sino una política dictada por la oligarquía financiera, por un núcleo de oligarquías que tiene en sus manos la riqueza nacional e imperial? (…) La soberanía nacional y el capitalismo monopolista son incompatibles». (Joan Comorera; La nación en la nueva etapa histórica, 15 de junio de 1944)

    Efectivamente la actual Cataluña saldría de una opresión nacional para caer en otra dependencia económica neocolonialista, muy seguramente como la mayoría de nuevos Estados de Europa del siglo XXI se endeudarían hasta las cejas para financiar el proyecto y adecuar sus estructuras, vendiéndole a las masas trabajadoras el cuento de que deben apretarse el cinturón bajo la idea de que «debe hacerse este sacrificio por la libertad de Cataluña». La idea de un futuro boicot de los empresarios españoles a una Cataluña independiente es un bluf proveniente del nacionalismo español y su propaganda altisonante, pues no tiene que ser así como tal, ya que hemos visto a empresas españolas colocar sus organismos en países con pretendidas malas relaciones con el gobierno español; la burguesía suele atender a las «razones de su bolsillo» pese a su perorata patriótica. En cambio si es cierto que ante ciertas pérdidas de capital y para compensar alguna falta de diversidad económica Cataluña muy seguramente tendría que valerse de una fuerte inyección de capital extranjero, de multinacionales que vinieran a proveer de la necesaria tecnología y que dejasen aunque sea las migajas a la burguesía catalana por explotar los recursos. Inclusive, no estaría descartada la idea de una Cataluña independiente en lo estatal pero dependiente en lo económico de España, aunque seguramente a Cataluña no le faltarán los pretendientes, en realidad España ciertamente no podrá mantener su dominación económica en la futura Cataluña independiente si otras potencias imperialistas más fuertes se interesan en ella como ya están haciendo brotándose las manos.

    En caso de lograrse la independencia estatal de Cataluña existiría otro nuevo problema. Debido al alto grado de la burguesía catalana, a todas luces sería una burguesía en el poder imperialista, aunque inferior al potencial de la española. En este hipotético pero posible caso mientras en España y Cataluña dominase la burguesía, ambas burguesías nacionalistas e imperialistas, rivalizarían por reivindicar políticamente diversos territorios y pugnar por mercados económicos cercanos, territorios donde el movimiento catalán independentista empieza a tener tímidamente algo de protagonismo en partes de Valencia, Baleares y Aragón, así como se ve en sus intentos de extenderse a otras zonas reivindicadas como el Rosellón en los Pirineos Occidentales de Francia, Carche en Murcia, o Alguer en Cerdeña, entre otros. Esta nueva cuestión sería una mercancía más con la que traficar y hacer demagogia entre todas estas burguesías en pugna. Dándose el caso de ver como la burguesía catalana intenta penetrar política y económica o incluso militarmente en territorios en los que al menos actualmente no se sienten parte de su proyecto nacionalista de «Països Catalans» –Países Catalanes–, e incluso donde hay movimientos nacionalistas autónomos de otra índole como las zonas ya citadas pretendidas por los nacionalistas catalanes por reivindicaciones históricas de ciertos periodos. Por supuesto la burguesía catalana tendrá que medirse con otras burguesías más veteranas y más potentes como la española, francesa o italiana si desease adquirir estos territorios, la riña y la cizaña estará garantizada, también las posibles alianzas de la burguesía catalana con otras burguesías imperialistas más potentes militarmente como la estadounidense o israelí –algunas de ellas ya materializadas– que sería una de sus mejores bazas para competir.

    Los pequeño burgueses catalanes incluso se atreven a decir que gracias a este proyecto independentista que podría tener el éxito pronto, la cultura catalana podrá «florecer», que la identidad catalana se reforzará hasta límites insospechados. Pero esto es un espejismo, primero porque la cultura catalana ya se ha desarrollado casi todo lo que podía en materia artística, literaria y lingüística dentro de la propia España en los límites que le ofrece ser producida en su mayoría bajo mandato burgués, segundo porque mientras sea la burguesía catalana o española la que detente el Estado y domine los territorios catalanes, la cultura que se irradiaría, el modelo económico que se seguiría, y la forma política que habría más o menos puramente catalana pero burguesa en su esencia. El caso milagroso de que los utópicos pequeño burgueses de la CUP llegasen al poder no cambiaría esto, ya que no se saldrían de ese mismo marco debido a sus constantes contradicciones ideológicas y filosofía idealista, que no está en disposición de superar sino de perpetuar el capitalismo y hacerle un favor a la burguesía catalana y su nacionalismo ramplón.

    Quinto. Los catalanes no deben aislar su lucha nacional y social de la del resto de pueblos hispánicos. La cuestión nacional solamente será resuelta por completo cuando en España y Cataluña haya un verdadero poder popular dirigido por la clase obrera. Solamente bajo ella Cataluña y España establecerán una relación productiva y amistosa: bien juntas en una República Popular Federal, o separadas si así lo decide el pueblo catalán pero confraternizando bajo el ejercicio común del internacionalismo proletario. De otra forma el problema siempre estará latente:

    «Cataluña es una nación. Pero Cataluña no puede aislarse. La tesis de que Cataluña puede resolver su problema nacional como un caso particular, desentendiéndose y hasta en oposición al problema general del imperialismo y de la lucha del proletariado, es reaccionaria. Por este camino se va a la exageración negativa de las peculiaridades nacionales, a un nacionalismo local obtuso. ¡Por este camino no se va hacia la liberación social y nacional, sino a una mayor opresión y vejación! (...) Por tanto, camaradas, el camino a seguir para Cataluña no ofrece dudas. Únicamente la República Popular de España dirigida por la clase obrera permitirá a Cataluña el pleno y libre ejercicio de su derecho de autodeterminación. Únicamente la República Popular de España dirigida por la clase obrera, garantizará el respeto estricto y absoluto a la expresión de su voluntad soberana. (…) Y esta República Popular dirigida por la clase obrera, sólo la podrá conseguir Cataluña luchando en fraternal unión con los otros pueblos hispánicos». (Joan Comorera; Contra la guerra imperialista y por la liberación social y nacional de Cataluña, 1940)

    De nuevo el leninismo no deja lugar a dudas:

    «Los intereses de la clase obrera y de su lucha contra el capitalismo exigen una completa solidaridad y la más estrecha unión de los obreros de todas las naciones, exigen que se rechace la política nacionalista de la burguesía de cualquier nación. Por ello sería apartarse de las tareas de la política proletaria y someter a los obreros a la política de la burguesía, tanto el que los socialdemócratas se pusieran a negar el derecho a la autodeterminación, es decir, el derecho de las naciones oprimidas a separarse, como el que se pusieran a apoyar todas las reivindicaciones nacionales de la burguesía de las naciones oprimidas». (Vladimir Ilich Uliánov, Lenin; Las naciones y el derecho de autodeterminación, 1914)

    2) La CUP habla de socialismo. ¿Pero por qué socialismo aboga la CUP?:

    «–Entrevistador ¿Qué es el socialismo para la CUP?

    –D. F.: Una, la definición histórica de la izquierda independentista. Dos la CUP viene de toda la tradición obrera de este el país de la CNT, de Seguí, de Federica Montseny. (...) Hablemos del modelo poscapitalista. (...) La democracia cooperativista, que combina sector público, cooperativista y privado.

    –Entrevistador: ¿Dejarían espacio para el sector privado?

    –Sí, pero con marca social.

    –Entrevistador: Mare de deu (Risas).

    –D.F.: Marca social es la primera función de la economía. Saltar de la economía financiera a la economía productiva.

    –Entrevistador: ¿Pero todo eso sería controlado desde el Estado? Porque el marxismo apuesta por eso.

    –D.F.: No, cuando he dicho intencionado venidos de la tradición obrera de la CNT. Aquí hablamos de la economía ecológica, economía libertaria.

    –Entrevistador: A ver si van a tener una amalgama que ni vosotros la entendéis vuestro ideario.

    –D.F.: No, no, no. (...) Es el socialismo que yo veo, eh. La cooperación del trabajo. Gestionar democráticamente el trabajo, gestionar democráticamente la riqueza que trabajamos, y trasladarla del territorio a nuestras personas.

    –Entrevistador: Pero eso es socialismo utópico no es socialismo marxista, donde al final el Estado controla todas las líneas de producción.

    –D.F.: Nosotros somos desde una óptica liberal, estatistas, apostamos por el sector público, apostamos por los sectores estratégicos: salud, educación y cultura no los tocamos. (...) No hacer negocios con ellos.

    –Entrevistador: ¿Y quién decide si se promueve el sector público o el sector privado? ¿El Estado también?

    –D.F. La lógica democrática de la sociedad». (David Fernández; David Fernández al programa «Al cap del dia», 12 de diciembre de 2012)

    He aquí como David Fernández mete en su coctelera una mezcla de anarco-sindicalismo, socialdemocracia, eurocomunismo, chavismo, ecologismo y lo que se quiera meter. Las declaraciones de este tipo son comunes, en una ocasión más reciente, Isabel Vallet, dijo que el modelo «alternativo al capitalismo» de la CUP no solo era el castrismo o el chavismo al que tanto adoran, sino que va más allá y se retrotraen a revisionismos más añejos:

    «Isabel Vallet: Este apriorismo de: una alternativo al capitalismo sería reeditar Cuba, Venezuela, es muy simple. Primero porque de sociedades alternativas no solo ha habido estas, sino el ejemplo autogestionario yugoslavo y otros». (TV3; Tertulia, 7 de noviembre de 2014)

    Vemos de hecho, que los líderes de la CUP insisten mucho en sus intervenciones en conceptos económicos como la «autogestión», algo muy cacareado precisamente entre los líderes del revisionismo yugoslavo, nicaragüense, cubano o el actual socialismo del siglo XXI, un concepto anarquista ampliamente refutado por el marxismo-leninismo en la teoría y la práctica:

    «También se recurre a tesis del revisionismo yugoslavo, quién a su vez copió en su día las tesis del anarco-sindicalismo para convencer a las masas que la propiedad estatal es una forma «indirecta de la propiedad colectiva», ergo dicen que la forma directa sería la autogestión empresarial, la cual reniega abiertamente de cualquier plan centralizado a escala nacional y no hace distinción entre las capas trabajadoras, negando una vez más el papel protagónico a la clase obrera. (...) La autogestión puede definirse como la evasión de la propiedad estatal en las empresas y la búsqueda de auto regirse, por tanto niega el poner dicha empresa en propiedad y a disposición del bienestar general de todas las clases trabajadoras, es decir, es la perpetuación de la propiedad privada. Estas empresas no dependían ni se organizaban bajo ninguna pauta lógica, sino que estaban a merced del «libre arbitrio» de sus nuevos propietarios y del mercado anárquico no planificado. En lo referente a la planificación y organización, significaba una descentralización de las empresas que sumado al tema anterior de la propiedad, conducía a la competencia entre las diferentes empresas, ya que no tenían ningún impedimento en decidir a qué productos dedicar la fábrica, cuando y cuanto vender, y a qué precio, ya que no se regían bajo un mismo plan nacional estatal y centralizado». (Equipo de Bitácora (M-L); El revisionismo del «socialismo del siglo XXI», 1 de septiembre de 2013)

    ¿Qué consecuencias trajo la aplicación de ideas anarco-sindicalistas a Yugoslavia? Veamos algunos datos de los últimos años de vida de Tito y de los últimos años del moribundo régimen que son contrastables por cualquier fuente favorable o desfavorable. En 1978 había más de un millón de personas sin trabajo era una tasa de desempleo de cerca del 12%, una que en 1984 ascendía ya al 15%. Para 1980 había una deuda respecto a los imperialismos occidentales de cerca de de 20.000 millones con un 21% de los ingresos destinados a la deuda, siempre siguiendo fielmente los consejos y las reformas pedidas por el FMI. Al llegar el año 1984 el nivel de inflación alcanzado fue del 64%, que en 1989 alcanzaría la insoportable cifra de más de 350%. El número de huelgas que en 1980 asoló el país fue de 247, afectando a unos 13.000 trabajadores, para 1988 ascenderían a 1.851 afectando aproximadamente a unos 386.000 trabajadores. El nivel de emigración sobre todo destinada a países occidentales llegó en 1978 a 1,3 millones de personas, siendo más del 50% de ellos menores de 30 años. En la cuestión nacional, quizás la piedra angular de la propaganda titoista, estaba lejos de solucionarse, existiendo un desequilibrio brutal entre regiones como Serbia y Eslovenia respecto a Macedonia, Bosnia o Kosovo en materia de desempleo, industrialización, analfabetismo, etc., un modelo basado en una competencia feroz entre repúblicas sazonadas de un nacionalismo rampante, todo este cóctel fue lo que derivó en la famosa Guerra de los Balcanes de los 90.

    En los hitos sociales y políticos de resistencia al titoismo estuvieron las protestas, huelgas y absentismo laboral de 1948-1950 como métodos de resistencia al titoismo y como reacción a las Resoluciones de los partidos comunistas de la Kominform que se oponían al camino antimarxista del titoismo siendo además de secundadas por gran parte de la población, apoyadas directamente por algunos elementos del partido yugoslavo hasta que fueron purgados por significarse a favor de la Kominform. Después estuvieron las famosas protestas estudiantiles de 1968 por la situación económica y la situación en la educación. No menos relevantes fueron las variadas revueltas de los albaneses en Kosovo, entre las que cabe mencionar la de 1981 y 1989 debido a la fuerte opresión nacional y económica que sufrían. Toda esta resistencia al titoismo acabaría con la intervención de las fuerzas represivas, con castigos como la reducción del salario, las vacaciones, la cartilla de racionamiento a los trabajadores, pero también en el encarcelamiento y asesinato de infinidad de estos patriotas y comunistas yugoslavos.

    ¿Este es el modelo exitoso que pretenden adoptar de los pequeño burgueses y con el cual pretender seducir a las masas?

    Desde la CUP, aparte de la «autogestión titoista», se cita como medidas alternativas al socialismo la siguiente receta reformista:

    «Isabel Vallet: Es obvio que cuando hablamos de redistribución de la riqueza lo hablamos a todos los efectos. Y si tu cambias el arco impositivo e intentas controlar al máximo el fraude fiscal y sobre todo tomas propiedad de aquello que ya es posesión tuya porque la has pagado con tu dinero, como por ejemplo buena parte de la banca». (TV3; Tertulia, 7 de noviembre de 2014)

    Es decir, el antiguo lenguaje de cualquier líder keynesiano o tercermundista de un «mayor reparto de la riqueza» y «promover la intervención estatal para corregir los desajustes del mercado». Los marxistas ya refutaron estas reformas que se presentaban como sinónimo de medidas socializantes:

    «El marxismo-leninismo nos enseña que el contenido del sector del Estado en la economía depende directamente de la naturaleza del poder político. Este sector sirve a los intereses de las fuerzas de clase en el poder. En los países dónde domina la burguesía nacional, el sector del Estado representa una forma de ejercicio de la propiedad capitalista sobre los medios de producción. Vemos actuar allí todas las leyes y todas las relaciones capitalistas de producción y de reparto de los bienes materiales, la opresión y de explotación de las masas trabajadoras. No puede aportar ningún cambio al lugar que ocupan las clases en el sistema de la producción social. Al contrario, tiene por objetivo el fortalecimiento de las posiciones de clase políticas y económicas de la burguesía. El Estado burgués (…) en sus condiciones de profundo retraso, y de debilidad de la burguesía local, interviene en tanto como factor que ayuda a acumular y concentrar los medios financieros necesarios y las reservas materiales útiles para el desarrollo de las ramas de la economía que claman de un porcentaje de capitales mayor, ramas que no pueden ser abastecidas por capitalistas particulares. Ayuda a aumentar las inversiones, a intensificar la explotación de la mano de obra y obtener más beneficios. Esto también aparece en el hecho de que el Estado efectúa inversiones en determinados sectores, susceptibles de sostener y estimular el desarrollo del capital privado, por ejemplo en el ámbito energético, los productos químicos que sirven de materias primas, de la metalurgia, los transportes, así como el dominio bancario y el comercio exterior. De hecho en todos los países dónde existe el sector del Estado vemos crecer las empresas y reforzarse el sector capitalista privado que goza de derechos ilimitados. (…) Con su demagogia sobre el sector del Estado, los revisionistas y los partidos políticos burgueses locales tienen como objetivo disimular y ocultar la opresión y la explotación de las masas trabajadoras, queriendo crear ilusiones sobre la supuesta creación de una «nueva sociedad» a través de la integración pacífica al «socialismo». Estas proclamas tienen el fin de ahogar el espíritu combatiente de la clase proletaria e intentar que renuncie a la lucha revolucionarias». (Llambro Filo; La «vía no capitalista de desarrollo» y la «orientación socialista», «teorías», que sabotean la revolución y abren las vías a la expansión neocolonialista, 1985)

    Queda claro que concepción de socialismo tiene la CUP:

    «En los países donde se ha desarrollado la civilización moderna, se ha formado –y, como parte complementaria de la sociedad burguesa, sigue formándose sin cesar – una nueva clase de pequeños burgueses que oscila entre el proletariado y la burguesía. (...) Aplicasen a su crítica del régimen burgués el rasero del pequeño burgués y del pequeño campesino, y defendiesen la causa obrera desde el punto de vista de la pequeña burguesía. Así se formo el socialismo pequeño burgués. (...) Este socialismo analizó con mucha sagacidad las contradicciones a las modernas relaciones de producción. Puso al desnudo las hipócritas apologías de los economistas. Demostró de una manera irrefutable los efectos destructores del maquinismo y de la división del trabajo, la concentración de los capitales y de la propiedad territorial, la superproducción, las crisis, la inevitable ruina de los pequeños burgueses y de los campesinos, la miseria del proletariado, la anarquía en la producción, la escandalosa desigualdad en la distribución de las riquezas, la exterminadora guerra industrial de las naciones entre sí, la disolución de las viejas costumbres, de las antiguas relaciones familiares, de las viejas nacionalidades. Sin embargo, el contenido positivo de ese socialismo consiste, bien en su anhelo de restablecer los antiguos medios de producción y de cambio, y con ellos las antiguas relaciones de propiedad y toda la sociedad antigua, bien en querer encajar por la fuerza los medios modernos de producción y de cambio en el marco estrecho de las antiguas relaciones de propiedad, que ya fueron rotas, que fatalmente debían ser rotas por ellos. En uno y otro caso, este socialismo es a la vez reaccionario y utópico.». (Karl Marx y Friedrich Engels; Manifiesto Comunista, 1848)

    ¿Puede haber algo más nefasto para el movimiento marxista-leninista internacional que propagar estas ilusiones cuando estamos hartos que cualquier nacionalista-burgués o pequeño burgués etiquete su régimen de socialista a ojos de las masas trabajadoras? ¿No es acaso nuestro deber propagar las ideas de lo que es una verdadera revolución socialista contra el concepto de pseudorevolución de los nacionalistas y revisionistas?:

    «La claridad en esta cuestión y el establecimiento de una neta línea de demarcación entre el socialismo auténtico y el pseudosocialismo, revisten una importancia capital para el desarrollo con éxito de la lucha de la clase obrera y de las masas trabajadoras. Sin tener una clara imagen de la sociedad socialista y sin atenerse a sus principios y leyes generales, la revolución se queda a mitad de camino. Es posible llevar a cabo la revolución, pero cuando falta la verdadera perspectiva socialista, puede desviarse y resultar inútiles la lucha y los sacrificios realizados por su triunfo. (…) La liberación de la conciencia del proletariado y de los pueblos de las influencias paralizantes del revisionismo, la difusión del marxismo-leninismo, que señala el único camino correcto para la lucha y la victoria, es hoy una tarea primordial para impulsar el proceso revolucionario en cada país y a escala mundial». (Enver Hoxha; Informe en el VIIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania, 1 de noviembre de 1981)

    Para finalizar su oda al eclecticismo, el líder de las CUP David Fernández nos dice:

    «–D.F. Yo reivindico el comunismo, el socialismo, el anarquismo.

    –Entrevistador: No son movimientos compatibles». (David Fernández; David Fernàndez al programa «Al cap del dia», 12 de diciembre de 2012)

    Veamos lo que dice Vallet sobre cómo debe construirse su idea de socialismo y en qué modelos debemos fijarnos para evitar errores:

    «A mí me gusta recordar uno de los discursos que Chávez dio en el último Consejo de Ministros donde decía que el socialismo no se decreta. (…) Vemos como referentes políticos a Cuba, que la hemos visto siempre, y ahora a Venezuela». (Isabel Vallet; Independencia y socialismo en los Països Catalans, 2015)

    Aquí nos habla de que no se puede «decretar el socialismo» y cita a Chávez como ejemplo a seguir para no caer en este error. Precisamente el chavismo es un ejemplo de pseudosocialismo basado en decretazos para proclamar que existe socialismo donde no lo hay. ¿Ejemplo clarificativo? Llaman a sus productos producidos en las empresas públicas «productos socialistas», pero lo cierto es que las empresas públicas –o estatales como se quieran decir– no han cambiado sus relaciones de producción, siguen basándose en las leyes de producción capitalistas, de hecho en las empresas públicas chavistas la ley del valor –ley de la oferta y la demanda– sigue operando como eje central, la rentabilidad por tanto rige los salarios, los fondos de inversión y el destino de esos productos –de ahí la especulación y el mercado negro en Venezuela–. Es un capitalismo de Estado como el que opera en las empresas públicas de España, Alemania, Francia, el mismo que ha imperado siempre en los países capitalistas desde su nacimiento. No hablemos ya de la promoción de Chávez y Maduro de la abierta propiedad privada nacional y extranjera, que en sus discursos saluda como beneficiosas y necesarias. El chavismo no es ejemplo de lucha de clases sino de conciliación de clases, no es un ejemplo de una «alternativa económica al capitalismo» –como dice la CUP–, sino de capitalismo disfrazado de ropajes socialistas. Tampoco es ejemplo de antiimperialismo como dicen, sino de modelo neocolonial, tampoco lo es Cuba, a la cual toman como modelo económico a seguir. Si Cataluña sigue este modelo revisionista le espera el monocultivo, las deudas, el turismo de lujo como pilar para intentar equilibrar una balanza comercial negativa, mendigar inversiones extranjeras rebajando las condiciones en su legislación vendiendo la soberanía cada vez más.

    No hace falta hablar mucho más sobre las palabras de Vallet, el socialismo del que ella habla ambiguamente en el resto de su discurso es un «socialismo» abstracto, de corte pequeño burgués, que no analiza las cosas desde un ángulo de clase proletario. En lo político deja todo a merced de una estrategia togliatista/chavista de «lucha dentro de las instituciones» –que es como ella llama a las herramientas de dominación política de la burguesía como el parlamento–, para que en el hipotético caso de poder llegar al poder seguir un modelo económico chavista-castrista –economía mixta basada en lineamientos titoistas y bujarinistas que no acaba con el trabajo asalariado ni la competencia entre empresas, ni con el desequilibrio entre regiones, ni con la precariedad–, todo esto por supuesto bajo una visión del problema nacional y la cultura bajo mentiras históricas clásicas del nacionalismo que causan el rechazo de catalanes y no catalanes.

    La CUP hace bandera de una amalgama de ideas pseudosocialistas pequeño burguesas y burguesas, antimarxistas al fin y al cabo, y la CUP –que como cualquier partido socialdemócrata permite mil tendencias ideológicas y mil grupos internos– no puede ser portador de la teoría revolucionaria de la clase obrera, de ahí sus riñas actuales.

    El PCE (r) no ha dedicado un solo minuto a refutar todas estas teorías, no ha dedicado un solo artículo en sus medios para desmontar todo esto, eso sí, mientras tanto, varios de sus representantes llaman a votar por ella. ¡Magnífico trabajo de concienciación realizáis!

    3) La CUP utiliza el término feminismo sin un carácter de clase proletario. Hay que decir que el término feminismo es ampliamente reivindicado por el feminismo burgués del siglo XX, pues los marxistas jamás utilizaron ese término refiriéndose generalmente a ello como la cuestión de género o cuestión femenina. Por supuesto la CUP cuando habla de referentes en esta cuestión aluden a famosos representantes del feminismo burgués y pequeño burgués, así en su artículo «Genealogía» citan como referentes a Clara Campoamor o Simone de Beauvoir.

    Precisamente figuras mitificadas por la burguesía y autoras de graves distorsiones en la cuestión de género contra las que han tenido que luchar durante décadas los marxista-leninistas:

    «Lo gracioso es que entre la juventud, los estudiantes y los intelectuales sobre todo de los 60 y 70 estuvo muy de moda –y ahora en algunos parece que también– presentarse como «marxista» y admirador de este bastardo nacido de las más negras entrañas del capitalismo. Sartre, con el existencialismo daba a sus seguidores un conocido antisovietismo y antistalinismo latente, cumplía el papel de inoculador de la desesperanza, la desesperación, el egoísmo, el individualismo, los vicios, y la apatía en la masas populares, y siempre una visión de la vida idealista y metafísica, en resumen una ideología anticientífica y degeneradora en el modo de vida que en lo sucesivo frenaba y desviaba la lucha de clases. (...) Sartre mantuvo una pareja muy famosa: Simone Beauvoir, conocida también por ser afín al existencialismo y por ser icono de las feministas burguesas. Como a su marido, los medios de comunicación la encumbrarían pese a que su obra no solo carece del más mínimo rigor científico, sino que supone un propio atentado sobre cómo toman los marxistas y la cuestión de género». (Equipo de Bitácora (M-L); El existencialismo, Jean-Paul Sartre, y su pluma al servicio de la cultura burguesa, 23 de junio de 2015)

    Por supuesto la gente de la CUP y los que apoyan a la CUP, suelen ser existencialistas, copian un modo de vida y pensamiento aburguesado». (Equipo de Bitácora (M-L); Estudio histórico sobre los bandazos políticos oportunistas del PCE (r) y las prácticas terroristas de los GRAPO, 2017)


    http://bitacoramarxistaleninista.blogspot.com.es/2017/09/el-apoyo-del-pcer-los-nacionalismos.html
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    Apoyo del PCE(r) al imperialismo ruso; Equipo de Bitácora (M-L), 2017 Empty Ataque del PCE (r) a los marxista-leninistas que combatían el mito del maoísmo; Equipo de Bitácora (M-L), 2017

    Mensaje por Enver19 Dom Mayo 27, 2018 10:08 am

    Apoyo del PCE(r) al imperialismo ruso; Equipo de Bitácora (M-L), 2017 6_010


    «Hoy resulta muy fácil ponerse a atacar el Pensamiento Mao Zedong como lo hacen por poner otro ejemplo, los albaneses. Es más difícil, y sobre todo más comprometido, ponerse a defender la verdad. (...) El imperialismo, la Iglesia y la reacción en general de los países capitalistas tratan de explotar a su favor las contradicciones que existen dentro del campo socialista y del Movimiento Comunista Internacional, pero eso no va a alterar el carácter científico, proletario y revolucionario del Pensamiento Mao Zedong; tampoco va a impedir que los comunistas salgamos en su defensa». (Partido Comunista de España (reconstituido); Temas de formación marxista-leninista, 1989)

    Por supuesto que para finales de los 80 resultaba «muy fácil» atacar al maoísmo, y es que existían multitud de documentación disponible, oficial y no oficial, de primera mano y de terceros, para estudiar la obra teórica y práctica de Mao Zedong. Claro que, para partidos como el PCE (r) que habían construido su partido en torno a la ideología maoísta, preferían seguir mirando hacia otro lado haciendo como que nada había pasado.

    El PCE (r) ha cubierto de vergonzosas calumnias al Partido Comunista de España (marxista-leninista) liderado por Elena Ódena, el infame Arenas se atrevió a publicar un artículo bajo el nombre: «La dirección falangista del llamado PCE (m-l) al descubierto», Bandera Roja, núm. 26, agosto de 1977. Es una ignominia que se evidencia con el hecho de que la OMLE no levantó una sola célula en España hasta 1970, que mientras el PCE (m-l) llevaba nada más y nada menos que once años a la vanguardia de la lucha contra el franquismo y el carrillismo, cuando el mismo año en que sus militantes eran asesinados bajo el frente del FRAP, el PCE (r) se constituía como partido. ¿A este personaje es el que los actuales revisionistas modernos piden «respeto» cuando él se pasó su juventud difamando a los veteranos marxista-leninistas? Arenas ha sido un poliagente gratuito de los diversos imperialismos y revisionismos modernos. Nadie en su sano juicio guardaría respeto a tal calaña.

    El PCE (r) a nivel internacional también ha profesado un odio visceral a los marxista-leninistas albaneses del Partido del Trabajo de Albania (PTA) por ser los responsables de echar abajo a su ídolo de barro, el revisionista chino Mao Zedong.

    ¿Pero fue fácil desenmascarar al maoísmo? Llevó su tiempo. Si bien los primeros textos de los marxista-leninistas soviéticos o de la Komintern pueden servirnos para entender los inicios del revisionismo chino, pero en esta época el revisionismo chino no salió abiertamente con sus eslóganes ni sus actos más antimarxistas, digamos que era la época en que más se camuflaba, por su miedo a ser denunciado como el titoismo, como Mao Zedong confesaría en 1956 ante la delegación yugoslava en el VIIº Congreso del PCCh de 1956. Cuando el revisionismo chino empezó a mostrarse más abiertamente fue tras la muerte de Stalin en marzo de 1953, ahí los chinos se mostraron sin pudor tanto en su teoría como en sus actos. ¿Hubo errores a la hora de destapar el maoísmo? ¿Pudo hacerse antes? Sin dudas:

    «Tampoco podemos pasar por alto que hecho de que muchos partidos marxista-leninistas incluido el Partido del Trabajo de Albania tuvieron demasiada paciencia e hicieron demasiadas concesiones durante el proceso cuando ya conocían varios de estos hechos. En el caso de los marxista-leninistas soviéticos y albaneses, el hecho de haber detectado algunas desviaciones –aunque no todas– desde un inicio tan temprano, tendrían que haberles puesto en alerta y ser más cautos y duros –como luego fueron los albaneses en su etapa final cuando eran conscientes de muchas más cosas–. En general muchas figuras y partidos marxista-leninistas pecaron claramente de regalar hacia los revisionistas chinos en sus reuniones entre delegaciones, cartas entre partidos y declaraciones de felicitaciones en ocasiones aniversarios, epítetos de un carácter exaltado, exagerado y formal donde se daba una idea distorsionada del partido y la dirección china, lo que ayudaba a los revisionistas chinos en sus fines propagandísticos de país socialista e internacionalista, de «gran partido marxista-leninista», y de Mao Zedong y sus actos como una «gran figura marxista-leninista». Incluso cuando se colaboraba en esto dejándose llevar por los formalismos de la diplomacia no tiene justificación alguna; los marxista-leninistas deben ser conscientes en todo momento de qué dicen y hacia quién. Al igual que cuando se hacía esto en gran parte de las veces sin conocer –o al menos muy poco– la realidad que se decía exaltar, tampoco sirve para estar libre de error; pues un marxista-leninista no emite conclusiones precipitadas sin estar enterado de lo que habla. En resumidas cuentas los marxista-leninistas no se deben precipitar nunca y dejarse llevar regalando este tipo de epítetos, mucho menos al conocer ya ciertas desviaciones en una figura o partido; no se debe elevar nunca por los cielos lo que no se conoce bajo términos generales, sino solo hablar de lo concreto que se conocen y con total seguridad La propaganda y la historiografía revisionista ya ha tipificado dentro del comunismo a suficientes figuras, países y partidos históricos antimarxistas, los marxista-leninistas no debemos engordar la lista de falsos mitos, sino sopesar las cosas sabiendo donde se pisa. Los marxista-leninistas de la época deberían haber investigado más a fondo la historia del Partido Comunista de China (PCCh), sus actos recientes, y deberían haber valorado a sus figuras y a su país en su justa medida, jamás por encima, para luego tener que arrepentirse de lo escrito o dicho. Estos errores –mezcla de seguidismo, formalismo, sentimentalismo, cobardía, etc.– fueron unos errores colectivos de todos los individuos y partidos marxista-leninistas que costó muy caro a todo el movimiento marxista-leninista internacional, ya que dio alas y tiempo al revisionismo chino a consolidar su influencia e influenció gravemente a los partidos marxista-leninistas, e incluso como ya sabemos, su tardía exposición hizo que muchos partidos no pudieran superar ya los defectos de esta herencia, y acabaran naufragando. ¡¡Que grandes beneficios hubiera tenido el movimiento marxista-leninista si el revisionismo chino hubiera sido investigado y expuesto desde los epítetos mencheviques, browderistas y proestadounidenses de Mao Zedong en los años 30!!». (Equipo de Bitácora (M-L); Las luchas de los marxista-leninistas contra el maoísmo: el caballo de Troya del revisionismo durante los 60 y 70 en el movimiento marxista-leninista, 1 de noviembre de 2016)

    E incluso pese a sufrir estos mismos errores en el análisis del maoísmo en sus inicios, quienes mejor aprovecharon esto y realizaron un análisis completo y exacto del origen y evolución del revisionismo chino fueron los marxista-leninistas albaneses, que avanzaron de forma dialéctica sus criticas hasta reunir suficiente material y hechos para concluir que el maoísmo era una variante más del revisionismo moderno. Tanto en el inicio de las críticas en los años 60 como en el final de la exposición del revisionismo chino a nivel mundial en los años 80, los marxista-leninistas albaneses fueron los que más méritos cosecharon tanto por número de materiales como por su calidad. En especial hay que decir que las obras de Enver Hoxha fueron de una relevancia especial, fundamental, para desmontar al revisionismo chino a escala mundial:

    «La publicación del libro: «El imperialismo y la revolución» de 1978, así como otras como: «Reflexiones sobre China» de 1979, estuvieron determinadas por la directa aparición en escena de una peligrosa variante de revisionismo, el revisionismo chino. (...) La publicación del libro: «El imperialismo y la revolución» tuvo un gran eco en la opinión pública mundial. Dicho libro se convirtió en objeto de cientos de comentarios y conoció de numerosas publicaciones en diversos países y variadas lenguas del mundo. Fue altamente apreciado por los auténticos marxista-leninistas de todos los continentes, por varias organizaciones y movimientos revolucionarios, especialmente en América Latina, África y Asia. Junto algunas otras obras del camarada Enver Hoxha y otros documentos de nuestro partido, el libro: «El imperialismo y la revolución» jugó un rol primordial, en tanto que base ideológica y teórica de la nueva diferenciación que se operó entre las filas del comunismo mundial y revolucionario tras la aparición abierta del revisionismo chino y su denuncia. Esta diferenciación condujo a la creación de nuevos partidos marxista-leninistas y a la purificación de las influencias negativas del maoísmo entre los ya existentes. A este respecto, el libro del camarada Enver Hoxha fue especialmente importante para disipar las ilusiones difundidas por los revisionistas chinos en torno al «pensamiento Mao Zedong», al que supuestamente denominaron el marxismo-leninismo de nuestro tiempo y la fase superior de su desarrollo». (Agim Popa; Obra de gran valor todavía actual para la causa de la clase obrera y de los pueblos amantes de la libertad; A ocasión del décimo aniversario de la publicación del libro del camarada Enver Hoxha «El imperialismo y la revolución», 1985)

    En efecto, los partidos marxista-leninistas que estudiaron la línea de China y las obras de Mao, y que además tuvieron acceso a los análisis del Partido de Albania, sacaron sus conclusiones:

    «Hubo otros partidos que son el ejemplo perfecto de cómo se debía realizar la completa autocrítica de los errores pasados influenciados por el revisionismo chino, ejemplos de una predisposición para analizar a dicha corriente revisionista para solventar las posibles reminiscencias. Así fue el caso del Partido Comunista de Alemania/Marxista-Leninista liderado por Ernst Aust, quién en su VIº Congreso de 1978 hizo un análisis exhaustivo del maoísmo como corriente revisionismo y su influencia en el partido y en el panorama exterior de la lucha de clases. Esto hizo que la dirección exigiera un examen de conciencia a todos los miembros del partido incluidos los del Comité Central, para vislumbrar en qué grado se había estado influenciado por esta corriente, para ver qué directivas del partido habían sido infectadas por este revisionismo, e incluso para analizar y debatir si la línea ideológica del partido con la que se fundó el partido estuvo fundada sobre bases sanas o no, en definitiva un trabajo profundo de autocrítica para reconocer y llevar a cabo sin miedo alguno las rectificaciones pertinentes en caso de ser necesarias, como exige el marxismo-leninismo». (Equipo de Bitácora (M-L); Las luchas de los marxista-leninistas contra el maoísmo: el caballo de Troya del revisionismo durante los 60 y 70 en el movimiento marxista-leninista, 1 de noviembre de 2016)

    Algunos maoístas creen de manera realmente estúpida y antihistórica que la crítica del Partido del Trabajo de Albania (PTA) al Partido Comunista de China (PCCh) sale de la nada tras la muerte de Mao en 1976. Acusan a Hoxha de «oportunismo». Pero nada más lejos de la realidad, hay varias pruebas documentadas de la postura crítica de Albania respecto a China. Expongamos algunos ejemplos:

    1) En las primeras visitas y entrevistas entre chinos y albaneses en los años 50, los primeros inciden continuamente en los llamados errores de Stalin, basándose en los esquemas jruschovistas o inventándose otros propios para exaltar la figura de Mao. Además exigen la rehabilitación del titoismo precisamente bajo la idea de que Stalin se equivocó, los albaneses se niegan a aceptar tal pensamiento. Así mismo se rechazan conceptos liberales de los chinos como «que se abran cien flores y compitan cien escuelas de pensamiento».

    2) En junio de 1962 Albania criticaría el concepto oportunista de China sobre formar un «frente antiimperialista» con el revisionismo soviético contra el imperialismo estadounidense. Se señalaría que una dirección que no cumplía un rol progresista en el interior no era garantía de poder hacerlo en el exterior, precisamente esa idea era inútil cuando el jruschovismo había presentado el acercamiento al imperialismo como eje de su política exterior.

    3) En la Carta del CC del PTA al CC del PCCh del 10 de septiembre de 1964 se advierte el error de presentar reivindicaciones territoriales en la lucha ideológica contra el revisionismo soviético. Los albaneses pedían centrarse en derrotar a las camarillas que habían usurpado el poder.

    4) El 14 de octubre de 1964 tras la caída de Jruschov, la dirección china manda una delegación a Moscú para reconciliarse con la nueva dirección encabezada por Brézhnev. Chou En-lai invita el 29 de octubre a Albania a que se sume a la fiesta, pero Tirana se niega y afirma que con la caída de Jruschov no se han liquidado la línea, la política, las raíces socio-económicas del revisionismo, como se refleja en la Carta del CC del PTA al CC del PCCh del 5 de noviembre de 1964.


    5) En la visita de Chou En-lai en nombre de la delegación china a Albania en mayo de 1966, intentó convencer a los albaneses de la teoría de que en el socialismo «persisten aún las clases explotadoras». Los albaneses rechazaron tal concepto, y explicaron que eso podría ocurrir en su país pero que en Albania las clases explotadoras habían perdido los medios de producción y habían desaparecido objetivamente como tal en tanto que clase, que otra cosa distinta era el legado ideológico subjetivo que aún quedaba.

    6) En general durante los años 60 y la llamada «Revolución Cultural» en China, los albaneses dedicaron fuertes críticas como muestra el informe de Enver Hoxha: «Algunas opiniones previas sobre la «Revolución Cultural Proletaria» China», del Tomo IV de sus Obras Escogidas. Esta obra consta precisamente de un informe de Enver Hoxha presentado ante el XVIIIº Pleno del Comité Central del Partido del Trabajo de Albania el 14 de octubre de 1966 para estudiar y poner de preaviso al partido de los errores en la línea china y tomar precauciones para no cometer los mismos errores que los revisionistas chinos.

    7) Enver Hoxha en el informe en el Vº Congreso del Partido del Trabajo de Albania» del 1 de noviembre de 1966 se va en contra de la política de la Revolución Cultural que rechaza el rol del partido comunista y da la hegemonía a la juventud. De igual modo se niegan a adoptar la postura china de hacer tabla rasa con toda la vieja cultura progresista del país y de otras naciones. Se tipificó una vez más que Albania había construido el socialismo tanto en la ciudad como en el campo, que las clases explotadoras no existían como tal, que la lucha de clases seguía siendo la fuerza motriz de la sociedad aunque ahora adoptase otras formas y tareas, y que esta se manifestaba en el interior y el exterior.

    Cool Durante 1968 el PTA rechaza la idea de Chou En-lai de elaborar un plan de defensa conjunta entre Albania junto a Rumanía y Yugoslavia. Los albaneses argumentan que no pueden delegar la esperanza de su defensa en los designios de unas camarillas revisionistas volubles y conectadas precisamente con el imperialismo y el socialimperialismo.

    9) En la Carta del CC del PTA al CC del PCCh del 6 de agosto de 1971 se advierte sobre las consecuencias de la reconciliación del revisionismo chino con el imperialismo estadounidense. Advierte que esa posición solo puede causar confusión entre los revolucionarios y dar armas a los revisionistas soviéticos para su falso antiimperialismo. Los medios internacionales de todo el mundo se hicieron eco de las divergencias sino-albanesas.

    10) Enver Hoxha en el informe en el Informe en el VIIº Congreso del Partido del Trabajo de Albania» del 1 de noviembre de 1976 se oponía a la visión china de la teoría de los «tres mundos» y la desviación de tomar a los países del «tercer mundo» como «fuerza motriz de la época» y otros conceptos pequeño burgueses.

    11) Finalmente la publicación en 1977 del Tomo V de Obras Escogidas de Mao Zedong que abarca escritos de 1949-1957, ayudaría en gran medida a clarificar para los albaneses el porqué de las posiciones de los chinos durante los últimos años, y entender que estos errores no eran coyunturales, producto del difícil contexto, de un proceso de aprendizaje o de simple desconocimiento, sino que eran posiciones arraigadas en un pensamiento que claramente revisaba todos y cada uno de los axiomas del marxismo-leninismo y tenía unas raíces claramente incompatibles con el marxismo-leninismo.

    12) En la Carta del CC del PTA al CC del PCCh del 29 de julio de 1978 se hace un resumen del desarrollo de las divergencias sino-albanesas y se exponen los sabotajes económicos chinos recientes desde inicio de los 70 a causa de la no aceptación de la política exterior china.

    En todas estas cartas se ve como de modo camaraderil los albaneses van desbrozando el camino oportunista que los chinos estaban tomando, pero los revisionistas chinos jamás respondieron a las cartas y las críticas, y conforme a ello, y la continuación de políticas oportunistas, los marxista-leninistas fueron sacando conclusiones más que obvias dado el discurrir de los hecho.

    13) Precisamente gran parte de la evolución de las críticas de los marxista-leninistas albaneses a los revisionistas chinos, quedaría registrado en la obra de Enver Hoxha: «El imperialismo y la revolución» de 1978 donde tiene un capítulo entero para exponer el «Pensamiento Mao Zedong», y es a su vez una mezcla de viejos escritos sumados a nuevos datos, reflexiones y nuevas conclusiones. Por otro lado la obra: «Reflexiones sobre China», publicada en 1979, obra de dos Tomos que contienen reflexiones del albanés: el primero sobre 1962-1972 y el segundo sobre 1972-1977 expondría toda la evolución de la política interna y externa china. Estas reflexiones respecto a China, incluían tanto posiciones de la dirigencia china de cara al interior como al exterior, y aunque se nota el carácter casual, en caliente e «informal» de muchos de los análisis, debe ser considerado como una de las mayores fuentes para estudiar el revisionismo chino durante esos años. Los marxista-leninistas albaneses así pues estaban extrayendo y concluyendo las lecciones pertinentes.

    Algunos metafísicos fanáticos de Mao no conocen o no entienden todos los sucesos y factores en la evolución de la crítica de Hoxha sobre Mao, es más, creen que refutan la crítica que Hoxha dedica a Mao mostrándonos viejos documentos donde se tiene una postura positiva de Mao, y te exponen luego otros posteriores donde se cambia de opinión y se reniega de Mao. Creen sin más análisis, que eso supone una muestra de oportunismo de Hoxha. Ignoran de forma fortuita o adrede las críticas previas del PTA al PCCh en vida de Mao y los factores a tener en cuenta como la no publicación de las obras de Mao que hicieron que se tardase tiempo en entender en toda su expresión el carácter revisionista del maoísmo. Ni siquiera se detienen a analizar y reflexionar si la crítica final de 1978 del PTA sobre Mao es correcta, solo utilizan sofismas antidialécticos que vienen a decir que porque en un momento determinado el PTA guardase esperanzas sobre el carácter de Mao mientras se le criticase, no se puede renegar de él a posteriori una vez recopilada más información y constatado sus revisiones teórico-practicas del marxismo-leninismo.

    ¿Y el PCE (r) que postura mantuvo en la abierta polémica sino-albanesa? Obviamente no hubo sorpresas, la postura esperada viendo sus precedentes, se posicionó y se caracterizó por la fe ciega y el pragmatismo a la hora de evaluar este fenómeno como sucedió con otros partidos:

    «Partidos como el Partido Comunista de Italia (marxista-leninista) de Dinucci o el Partido Comunista Francés Marxista-Leninista de Jurquet, estaban plagados de líderes oportunistas en la dirección de este tipo, a la denuncia internacional del maoísmo se adhirieron a las posiciones de Pekín por mero oportunismo, miedo y/o seguidismo. Estos partidos al seguir a una corriente ecléctica y pragmática por las razones que tuviera cada uno, se metieron en un cenagal, ya que en lo sucesivo el cambio de políticas de la dirección china o simplemente el descaro de sus políticas –del todo incompatibles con una apariencia mínimamente revolucionaria–, hacía que fomentara las riñas en las ya de por sí variadas facciones internas de cada partido». (Equipo de Bitácora (M-L); Las luchas de los marxista-leninistas contra el maoísmo: el caballo de Troya del revisionismo durante los 60 y 70 en el movimiento marxista-leninista, 1 de noviembre de 2016)

    Como a estas alturas conocerá cualquiera que haya estudiado algo la obra teórica y práctica de Mao Zedong, una de las características del revisionismo chino fue su eclecticismo:

    «El «pensamiento Mao Zedong» es una amalgama de concepciones que mezcla ideas y tesis tomadas de prestado del marxismo con otros principias filosóficos, idealistas, pragmáticos y revisionistas. (…) Cuando se habla del «pensamiento Mao Zedong», es difícil definir una línea única y clara del mismo, porque, como decíamos al principio, es una amalgama de ideologías, comenzando por el anarquismo, el trotskismo, el revisionismo moderno titoista, jruschovista, «eurocomunista», y acabando por el empleo de algunas frases marxistas. En toda esta amalgama, un lugar de honor ocupan las viejas ideas de Confucio, de Mencio y de los otros filósofos chinos, los cuales han influido directamente en la formación de las ideas de Mao Zedong, en su desarrollo cultural y teórico. Incluso algunos aspectos de las concepciones de Mao Zedong, que aparecen bajo la forma de un marxismo-leninismo desnaturalizado, llevan el sello y presentan las particularidades de un cierto «asio-comunismo» con fuertes dosis nacionalistas, xenófobas y hasta religiosas, budistas, que cualquier día se opondrán abiertamente al marxismo-leninismo». (Enver Hoxha; El imperialismo y la revolución, 1978)

    Son conocidos los variados intentos de los revisionistas de hacer pasar el maoísmo como marxismo-leninismo a fin de neutralizar este último. Algo en lo que el PCE (r) tiene gran experiencia:

    «Las citas de Mao estarán al orden del día, porque son pensamientos de un dirigente oportunista, pseudocomunista, pragmático, soñador e idealista. Los puntos de vista de Mao han sido bautizados «pensamiento Mao Zedong», y la propaganda china, de forma intencionada, creó la fórmula «marxismo-leninismo igual a pensamiento Mao Zedong». Estamos ante una fórmula antimarxista, tanto en lo teórico como en lo práctico, porque el «pensamiento Mao Zedong» no sólo no es el marxismo-leninismo, sino que además está en oposición a el en muchas cuestiones teóricas fundamentales y en su aplicación práctica. ¿Por qué se hacía esto? Se hacía para combatir el marxismo-leninismo como teoría y práctica revolucionaria, para conservarlo como una fórmula muerta, a imagen y semejanza de lo que hacen los revisionistas modernos. En su lugar, los chinos sacaron el «pensamiento Mao Zedong», que es una teoría y una práctica no revolucionaria. Esta forma de actuar es antimarxista, contrarrevolucionaria y revisionista. (...) La derecha conservará el «pensamiento Mao Zedong» para propagar el anticomunismo por el mundo». (Enver Hoxha; Una dirección inestable; Reflexiones sobre China, Tomo II, 6 de diciembre de 1976)

    ¿Qué supuso la corriente del revisionismo chino, una corriente tan camaleónica y ecléctica, para la unidad de los marxista-leninistas? Un duro trabajo, por ser una doctrina que lo mismo utilizaba unas frases disfrazadas de marxismo que unas frases que sonaban a anarquismo, lo que le viniera bien:

    «Mao Zedong y el «maoísmo» se han convertido en uno de los obstáculos más serios para la unidad del proletariado mundial y de los nuevos partidos comunistas y obreros marxista-leninistas. Por eso, a este nuevo mal camuflado es preciso oponerle en toda la línea nuestra infalible teoría, el marxismo-leninismo». (Enver Hoxha; El «Pensamiento Mao Zedong»; Reflexiones sobre China, Tomo II, 28 de mayo de 1976)

    Otro ejemplo que define bien esto:

    «El «Pensamiento Mao Zedong» es contrarrevolucionario, esquirol, ha asumido la tarea de escindir el movimiento revolucionario marxista-leninista que apareció y se consolidó en la lucha contra el moderno revisionismo jruschovista y los otros partidos revisionistas, y trabaja activamente por conseguirlo. Las divergencias entre los jruschovistas y los maoístas no son de principios; ambas corrientes son antimarxistas, revisionistas. Las divergencias que tienen su raíz en estos puntos de vista, se basan en las rivalidades entre dos grandes potencias imperialistas, una formada y la otra en ascenso. De la misma forma que desenmascaramos a los revisionistas jruschovistas, debemos desenmascarar a los maoístas». (Enver Hoxha; La teoría del «tercer mundo» ignora la lucha de clases; Reflexiones sobre China: Tomo II, 26 de enero de 1976)

    El PCE (r) por mucho que se esforzase en defender al Pensamiento Mao Zedong, ya había sido destapado. De ahí en adelante, quién siguiese manteniendo esa bandera demostraba que no tenía ningún conocimiento marxista-leninista, por miedo a hacer autocrítica de su pasado, por cuestiones pragmáticas de buscar simpatías en la gente influenciada por su mito o la ayuda de Pekín.

    La posición prochina del PCE (r) le constó un buen escarnio político durante estos tiempos, ya que al existir el PCE (m-l) y otros grupos a nivel internacional que desenmascaraban cada vez más el mito del maoísmo, su línea política era cada vez más difícil de sostener sin sufrir deserciones y descrédito. Con la degeneración progresiva de la mayoría de partidos revolucionarios como el PC ML de Colombia, el PCE (M-L) de Ecuador, el PC de Alemania ML, el PC de Portugal (r) y otros, y la propia caída de la Albania Socialista en la misma época, el maoísmo volvería a tener en los 90 vía libre para inocular de nuevo sus mitos sin problema. En España, la degeneración del PCE (m-l) a finales de los 80, materializada en su autoliquidación en 1992, hizo que el PCE (r) pudiera rehabilitar el maoísmo sin problemas, posibilitaba además, que con su verborrea y su revisionismo armado, pudiera crear la idea de que había sido «el verdadero partido antirevisionista de estas décadas», intentando de paso, hacer pasar su revisionismo armado terrorista como una «prueba e su compromiso marxista-leninista» frente a los partidos revisionistas de tipo reformista como el PCE, PCOE, PCPE que negaban cualquier tipo de lucha armada. A falta de nadie que le contradijese con autoridad, podía crear tal cuento. El resurgimiento del maoísmo a nivel mundial a inicios de los 90 debido al derrumbe de los partidos marxista-leninistas en la década anterior es una traición y una tragedia de dimensiones comparables a la de la degeneración de los partidos marxista-leninistas de los años 50; el triunfo del jruschovismo, que tuvo como resultado la reactivación del trotskismo en los años 60, y la degeneración de los partidos marxistas-leninistas en los 80 llevó a la rehabilitación del revisionismo chino en todas sus variantes –a veces incluso llevándose esa rehabilitación dentro de partidos que hasta hacía poco eran los adalides de la lucha antimaoísta–, lo que en muchas ocasiones llevó a la liquidación directa de la organización, véase el caso del PCB en Brasil, BR en Venezuela, o el nuevo PCE (m-l) de España refundado en 2006 sobre posiciones prochinas. Esto es algo normal, pues sin un factor subjetivo –materializado en un partido– y unos cuadros con un nivel teórico sólido, el triunfo del revisionismo en la batalla ideológica está asegurado. He ahí la importancia de clarificar los mitos de la historiografía revisionista y deslindar los límites entre ellos y nosotros.

    El PCE (r) no es el único medio revisionista desde el cual lanzan ataques a Enver Hoxha, tiene discípulos y no solo dentro del campo maoísta nacional. Los maoístas «críticos» de Odio de Clase y los viejos listerianos del PCOE también hacen migas en España para bastardear el marxismo-leninismo y emitir entrevistas pactadas donde insultan a Enver Hoxha mientras ponen por las nubes al revisionismo cubano y al revisionismo chavista:

    «El «exotismo» aparece y, por ello, se sobrevalora a Albania y a Enver Hoxha, que no ha aportado absolutamente nada teóricamente a la ciencia marxista-leninista y cuyo comportamiento, en nuestra opinión, era el propio de una veleta donde siempre en virtud al aire que soplara en pos de los intereses de Hoxha se posicionaba con unos u otros. Para el PCOE Hoxha no es referente alguno. (...) Observando la situación en Venezuela, comprobamos que la Revolución Bolivariana se halla en un momento crítico, momento en el que o da pasos hacia adelante o será devorada por el imperialismo, el cual ha crecido por no haber sido lo suficientemente reprimida la oligarquía venezolana, por no haber dado pasos hacia el socialismo. No hemos de olvidar que la Revolución cubana no nació como una Revolución Socialista, no obstante, para abrirse camino tuvo que hacerse socialista cuando en un principio no lo era. En Venezuela la revolución nació sin partido, al igual que en Cuba, sin embargo en Cuba se fue mucho más contundente desde el principio con la burguesía que en Venezuela. En Cuba, gracias a la existencia del campo socialista y de la URSS, viró relativamente rápida la revolución hacia el socialismo, se construyó el PCC después de 1959». (Entrevista al Partido Comunista Obrero Español por Odio de Clase, 31 de enero de 2017)

    El PCOE lo primero que debe de hacer es quitarse su chaqueta ecléctica de contentar a todos, porque durante los últimos años han publicado las obras de Enver Hoxha en su web, lo han reivindicado en sus documentos como han venido haciendo por moda muchos revisionistas durante los últimos años. Pero parece que desde la escisión que hubo en su juventud –la Organización Comunista del Trabajo de España (OCTE)– se han aclarado en su posición sobre el albanés, declarándose enemigos. Nosotros estamos contentos que por fin salgan al paso como los oportunistas que son y se posicionen junto a otros voceros del revisionismo para atacar a Enver Hoxha públicamente. Esto les desenmascara más fácilmente.

    Para el PCOE el mero hecho de desmontar a las diferente variantes del revisionismo –yugoslavo, soviético, eurocomunista, chino, coreano, etc.– no le parece «haber aportado nada», que se diga esto desde un partido que no ha sabido ni siquiera mantener los principios más básicos del marxismo-leninismo causa bastantes carcajadas. Suponemos que en el plano interno la industrialización, la colectivización y la creación de granjas estatales, las campañas culturales contra la herencia patriarcal y religiosa en las condiciones del que era el país más pobre de Europa y a partir de finales los 50 bajo el cerco imperialista-revisionista, no es una experiencia reseñable ni interesante para estos señores, prefieren el modelo de monocultivo del azúcar de la división «socialista» internacional del trabajo que adoptó Cuba en los 60, o el cuentapropismo, el turismo de hoteles de lujo y la inversión de capital extranjero del actual modelo cubano. El Partido del Trabajo de Albania (PTA) lejos de seguir una línea incoherente y cobarde, fue coherente y altamente valiente cuando podría haber hecho como la mayoría y poner en práctica un oportunismo seguidista, en cambio el PCOE nace de forma tardía porque Enrique Líster fue el delfín de Carrillo hasta los 70, y a partir de ahí siempre se arrejuntó con los revisionismos locales e internacionales, incluyendo los sepultureros de la obra de Stalin, por no citar que entre tanto bandazo llevó al PCOE a la fusión con el también brezhnevista PCPE en el año 2000 en una ridícula amalgama de nostálgicos del revisionismo soviético. La historia de oportunismo del PCOE llega hasta el punto patético que el PCOE en materia internacional llegó a apoyar, igual que hizo el PCE (r), a la Perestroika de Gorbachov como una «reforma de mejora del socialismo», hecho que ocultan por vergüenza ambos partidos. Por supuesto sobre historia y coherencia no están en condiciones de dar lecciones.

    En realidad esta cruzada revisionista contra Enver Hoxha no sorprende, no ha sido nueva, el PCE (r) simplemente siempre ha sido el abanderado de este frente. La actual alianza interrevisionista ODC-PCOE es del todo normal: desde que denunciamos el «maoísmo crítico» de ODC hemos visto cómo se han arrejuntado con todo tipo de colectivos «no dogmáticos» y muy simpáticos –léase revisionistas simpáticos que no denuncian tú oportunismo mientras tú no lo hagas con el suyo– para buscar reconocimiento y apoyos: Reconstrucción Comunista, Civilización Socialista, los maoístas indios, el Partido Comunista de Chile (Acción Proletaria), Kimetz, Alejandro Cao de Benos, y un infinito etcétera. Hace tiempo que se ha visto la bancarrota de su pensamiento ecléctico. Y el PCOE solamente con su historia listeriana de «perro faldero» del revisionismo soviético, y su actual apoyo a los revisionistas cubanos, y sus esperanzas en el «socialismo del siglo XXI», ya dice bastante de su añejo cariz revisionista. El PCE (r) ha encontrados nuevos amigos para su frente antimarxista-leninista.

    Ante esto recordemos el porqué de estas uniones entre revisionistas:

    «Mientras los revisionistas se unen entre sí de modo formal y coyuntural sobre todo para atacar a los marxista-leninistas, su unión nunca llega lejos por la disparidad de planteamientos ideológicos y por su propia moral aburguesada que solo mira por el interés personal. En cambio la unidad de los marxista-leninistas es sólida como el acero, ya que parten de un tronco de un sistema científico que les garantiza una unidad en calidad de voluntad, necesidad y comprensión en lo que se unen, eso añadido a su moral proletaria que mira por el devenir del colectivo, suma un todo armonioso». (Equipo de Bitácora (M-L); Un repaso histórico a las posiciones ultraoportunistas de Bandera Roja, y una exégesis sobre la deserción del MVTC y su disolución en Bandera Roja, 1 de enero de 2017)

    Por ello el PCE (r) coincide con todo tipo de fauna revisionista enlodando a los verdaderos marxista-leninistas, y no es casualidad sino necesidad de escarbar entre las filas de estos colectivos a ver si recogen algo entre tanta basura revisionista». (Equipo de Bitácora (M-L); Estudio histórico sobre los bandazos políticos oportunistas del PCE (r) y las prácticas terroristas de los GRAPO, 2017)


    http://bitacoramarxistaleninista.blogspot.com.es/2017/08/ataque-del-pce-r-los-marxista.html
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    Mensaje por El diccionario rojo Dom Mayo 27, 2018 10:18 am

    Vas a ser de Foro Comunista un apéndice de bitácora M-L, macho. Sintetiza, o al menos resume y deja el enlace para el que le interese.

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    Mensaje por Enver19 Dom Mayo 27, 2018 10:46 am

    El diccionario rojo escribió:Vas a ser de Foro Comunista un apéndice de bitácora M-L, macho. Sintetiza, o al menos resume y deja el enlace para el que le interese.


    Habrá gente que le guste leer más de una línea y no solo ver memes, hay que hacer que la gente nueva se acostumbre a leer cosas largas y que le sirva para algo, creo que no estoy rompiendo ninguna regla por eso los recopilo todos en un mismo post, el enlace esta abajo del todo para el que le interese.

    En el foro se puede poner cualquier cosa siempre que tenga que ver con el comunismo sea para bien o para mal, como si quiere venir un maoísta o un trotskista a dejar sus análisis mientras aporte algo interesante puede colgarlo.
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    Mensaje por JoseKRK Dom Mayo 27, 2018 11:59 am

    Enver19 escribió:
    Habrá gente que le guste leer más de una línea y no solo ver memes, hay que hacer que la gente nueva se acostumbre a leer cosas largas y que le sirva para algo, creo que no estoy rompiendo ninguna regla por eso los recopilo todos en un mismo post, el enlace esta abajo del todo para el que le interese.

    En el foro se puede poner cualquier cosa siempre que tenga que ver con el comunismo sea para bien o para mal, como si quiere venir un maoísta o un trotskista a dejar sus análisis mientras aporte algo interesante puede colgarlo.


    No se trata de eso, Enver19. Aquí somos muchos los foreros que gustamos de leer y de aportar análisis muy largos, profundos y elaborados. Y El diccionario rojo es uno de ellos, precisamente.

    Se trata de, como ya ta ha dicho el Administrador y Moderador, SS-18, que está bien aportar textos, noticias y lo que quieras DENTRO DE UN TEMA, UN ANÁLISIS Y/O UN DEBATE que ya está en marcha, abierto o que abres tú, a los que puedes enriquecer aportando lo que consideres conveniente.

    Lo que tú estás haciendo en la práctia, aunque ignoro si esa sea tu intención, es abrir hilos directamente con copia-pega de un blog con el que comulgas ideológicamente, sembrando con ellos diversas secciones del foro; y eso, amigo, es actividad de SPAM, prohibida en el foro por razones más que obvias.

    Entiende que esto es un foro generalista sobre Comunismo, y no una plataforma para que quien quiera se ponga a difundir, abriendo hilos e hilos sólo para ello, la línea que defienda. Puedes enriquecer y aportar a los temas que desees, fomentando debates y análisis que, si deseas y te sientes capaz, puedes incluso abrir tú, por supuesto. Pero abre debates o participa en debates y análisis ya abiertos, argumenta y secunda, complementa o rebate lo que desees aportando los materiales adicionales que consideres conveniente.

    Y eso es muy diferente de lo que estás haciendo.

    No desvirtúes el foro, por favor, por muy buenas que sean tus intenciones y asume que estás invitado en un sitio que tiene sus propias normas colectivas de funcionamiento.

    Un saludo y asume que algo estás haciendo mal en el foro. Ya van dos toques de atención que te han dado. Y con el mío, tres. Algo se te escapa con respecto al funcionamiento de este sitio, me parece. Rectifica y en paz; todos contentos y a seguir con el foro. Si es muy fácil.
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    Mensaje por Enver19 Dom Mayo 27, 2018 1:31 pm

    JoseKRK escribió:
    Enver19 escribió:
    Habrá gente que le guste leer más de una línea y no solo ver memes, hay que hacer que la gente nueva se acostumbre a leer cosas largas y que le sirva para algo, creo que no estoy rompiendo ninguna regla por eso los recopilo todos en un mismo post, el enlace esta abajo del todo para el que le interese.

    En el foro se puede poner cualquier cosa siempre que tenga que ver con el comunismo sea para bien o para mal, como si quiere venir un maoísta o un trotskista a dejar sus análisis mientras aporte algo interesante puede colgarlo.


    No se trata de eso, Enver19. Aquí somos muchos los foreros que gustamos de leer y de aportar análisis muy largos, profundos y elaborados. Y El diccionario rojo es uno de ellos, precisamente.

    Se trata de, como ya ta ha dicho el Administrador y Moderador, SS-18, que está bien aportar textos, noticias y lo que quieras DENTRO DE UN TEMA, UN ANÁLISIS Y/O UN DEBATE que ya está en marcha, abierto o que abres tú, a los que puedes enriquecer aportando lo que consideres conveniente.

    Lo que tú estás haciendo en la práctia, aunque ignoro si esa sea tu intención, es abrir hilos directamente con copia-pega de un blog con el que comulgas ideológicamente, sembrando con ellos diversas secciones del foro; y eso, amigo, es actividad de SPAM, prohibida en el foro por razones más que obvias.

    Entiende que esto es un foro generalista sobre Comunismo, y no una plataforma para que quien quiera se ponga a difundir, abriendo hilos e hilos sólo para ello, la línea que defienda. Puedes enriquecer y aportar a los temas que desees, fomentando debates y análisis que, si deseas y te sientes capaz, puedes incluso abrir tú, por supuesto. Pero abre debates o participa en debates y análisis ya abiertos, argumenta y secunda, complementa o rebate lo que desees aportando los materiales adicionales que consideres conveniente.

    Y eso es muy diferente de lo que estás haciendo.

    No desvirtúes el foro, por favor, por muy buenas que sean tus intenciones y asume que estás invitado en un sitio que tiene sus propias normas colectivas de funcionamiento.

    Un saludo y asume que algo estás haciendo mal en el foro. Ya van dos toques de atención que te han dado. Y con el mío, tres. Algo se te escapa con respecto al funcionamiento de este sitio, me parece. Rectifica y en paz; todos contentos y a seguir con el foro. Si es muy fácil.

    Si alguien se ha sentido identificado con eso de "post largos y profundos" pido disculpas, no me referia a nadie del foro en particular ni lo decía por "Diccionario rojo" ya que yo no se que sube o deja de subir porque no vigilo sus mensajes. Me referia con eso es que si vas por las redes sociales o sitios parecidos muchos comunistas están mas preocupados por hacer memes sobre tal o cual cosa que interesarse en formarse o leer textos interesantes, por eso dije que hay que acostumbrar a la gente a que lea post largos de vez en cuando, hay que fomentarlo porque o sino podemos caer en la apatía, a todos nos puedes pasar.

    El compañero SS18 me ha dicho "es posible abrir un hilo por ejemplo, que pueda englobar mas noticias, opiniones, analisis sobre un tema central." Con esto yo entendí que me quería decir que si quiero colgar una opinión que a mi me parezca interesante sobre un tema concreto lo concentre todo en un solo post que yo mismo abra, que es lo que estoy haciendo aquí con el PCE(r), hice autocritica conmigo y le di la razón a SS18 ya que estaba abriendo posts sobre Podemos cuando no es necesario hacer cientos de ellos si los puedo recopilar todos en una y colgar opiniones que yo crea interesantes. Hice caso a SS18 y borre otros post que puse de Podemos y he dejado solo ese en el que me hablo para asi si quiero subir otro sobre ese tema en concreto lo subo allí para no llenar el foro.

    Al fin y al cabo cuando uno da su opinión, sube una noticia o critica esta haciendo propagada, si yo escribo una critica contra el trotskismo estoy haciendo propaganda anti-trotskista, si yo en una red social defiendo al comunismo de un anticomunista por A o por B estoy haciendo agitación a favor de algo afin a mi que es el comunismo.

    Pero es verdad tienes razón en el sentido de que puede que este cometiendo algunos fallos como el que me señalo SS18, lo pensé y rectifique ahora si hablo de Podemos lo hare solo en un post y no creare cientos de post criticando a Podemos. Tomare tu critica y hare otra vez autocritica, es verdad que algún post que otro tampoco es que sea de vital importancia y sea super necesario subirlo como algunos que he subido en la sección de arte, pasare a borrar esos ya que tampoco son textos que aporten algo significativo y hay que ser selectivos a la hora de subir cosas, tambien a lo mejor en las criticas a China y Mao debería de borrarlos y recopilarlos todos en un solo post para que estén todos bien juntos y no todos separados por trozos para que la gente no se pierda ninguna de ellas y saquen una conclusión clara de ese líder de barro, en estos días pasare a hacer eso, asi que gracias por tu critica.

    Pero en cambio si hay otros post que he subido que me parecen muy importante e interesantes y que al gustarme tanto sienta la necesidad de compartirlo y que otros comunistas la lean y puedan servirle en la formación y hacer una labor fructífera:

    Por ejemplo este articulo hablando sobre el peronismo me parece de vital importancia y no podía resistirme subirlo, es muy importante que los Argentinos y todos los marxistas lo lean, porque es un tema importante, asi que quería compartirlo con la gente:

    www.forocomunista.com/t40101-peronismo-la-quintaesencia-del-populismo-el-falso-antiimperialismo-y-del-anticomunismo-por-antonomasia-equipo-de-bitacora-m-l-2018

    Estos tres post hablando sobre Molotov, Malenkov y Beria en la sección de la URSS también me parecían de vital importancia ya que son tres personajes en el que no se suele tener tanta información como nos gustaría y se hablan en ellos derribando el mito. Asi que quiero que mas comunistas lean esos análisis para tener una visión mas clara de esos tres personajes ya que es de vital importancia estudiar eso:

    www.forocomunista.com/t40154-sobre-molotov-equipo-de-bitacora-m-l-2017

    www.forocomunista.com/t40153-sobre-malenkov-equipo-de-bitacora-m-l-2017

    www.forocomunista.com/t40143-sobre-beria-equipo-de-bitacora-m-l-2017

    También este sobre el ecologismo lo veía necesario subirlo ya que es un tema en el que hay que profundizar en el marxismo, me parecía interesante y no un tema insulso sin chicha:

    http://www.forocomunista.com/t40100-el-negacionismo-del-cambio-climatico-y-la-influencia-del-hombre-en-el-equipo-de-bitacora-m-l-2017

    Luego en la sección de antifascismo he colgado este análisis comparando a la democracia burguesa y el fascismo ya que hay muchos comunistas que caen en el error de llamar a España estado fascista asi que ese análisis en concreto también en parece de gran importancia para que la gente nueva al entrar en esa sección lean esa critica y se formen de forma adecuada:

    www.forocomunista.com/t40103-aclaraciones-sobre-el-fascismo-desde-un-autentico-punto-de-vista-marxista-leninista-equipo-de-bitacora-m-l-2017

    Este post del PCE(r) desmontándolos y bajarles del pedestal que le tienen algunos también me parece de vital importancia en el movimiento comunista, mucha gente idealiza a las bandas terroristas y eso no creo que se pueda permitir asi que me parecía importante subir un post concreto criticándoles ya que el tema del terrorismo es algo de actualidad y urge criticas a estos actas antimarxistas:

    http://bitacoramarxistaleninista.blogspot.com.es/2017/09/el-apoyo-del-pcer-las-bandas.html

    Y no se, esos post son los primeros que se me han venido a la cabeza y que creo que aportan mucho a la formación.

    Como ya he dicho es verdad que algún que otro post debería borrarlo como el de la sección del arte que son comentarios muy cortos sin mucho que aportar. y los post criticando a Mao debería recopilarlos para que no estén dispersos. Y en cambio esos post que te he mostrado son importantes, asi que esta vez sere aun mas selectivo si cabe y si hablo ya se de RC, del PCE(r) o de Podemos será todos en un solo post y no los dispersare, que es lo que hacia antes de que me dijera eso SS18, ahora se como organizarlo mejor sin saturar el foro, asi si alguien quiere ver criticas a estos solo tendrá que entrar a uno y no a cientos de posts.

    O sea que a mi lo que me parecería mal es que me dedicase a subir cientos de post criticando a Podemos cuando los puedo recopilar todo en un post que es lo que estoy haciendo aquí con el PCE(r) ya que estaría haciendo spam y saturando el foro y eso estaría mal para los nuevos y no tan nuevos.

    Entiendo que tu critica seria que sea mas selectivo y suba solo lo que considero de vital importancia y lo concentre todo en los menos post posibles para que asi a la gente le sea mas fácil encontrar ese tema en concreto
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    Mensaje por JoseKRK Dom Mayo 27, 2018 3:09 pm

    Ok. Gracias, Enver19 por hacer ese esfuerzo, porque la verdad es que aunque estoy ideológicamente muy distante de la línea que defiendes, hay posts que traes aquí que me resultan enriquecedores e interesantes, y que los traigas de una manera mejor ordenada, facilita mucho las cosas y el orden de temas del foro, ya de por sí muy complejo. De todos modos, lo mío era un consejo de compañero de foro, pues yo no formo parte del equipo de moderación. Me parece más bonito y que hace más accesible la comprensión de la línea que cada uno defendemos, el desarrollarla de una manera más "personal", por uno mismo y complementarla con materiales que la respalden.

    Y también es verdad que no me parece correcto ni beneficioso para el foro, el que prácticamente te limites el traer "a trocitos" los contenidos del blog de "Bitácora M-L", o de cualquier otro. Si quieres promocionarlo, bastaría con abrir un hilo para darlo a conocer y recomendar visitarlo, detallando que trata infinidad de temas sobre el Comunismo desde la perspectiva de la línea conocida como "Hoxhismo", por ejemplo. O, abriendo un hilo dedicado a "Bitácora m-l", que cuelgues ahí todos los contenidos suyos que desees; y así, además, entrará a conocer los análisis del blog quien lo desee o los considere valiosos. O enlazar contenidos suyos en hilos ya abiertos, como ejemplos de promocionar la línea y el blog que defiendes. Y recuerda que son sólo sugerencias personales que te hago.

    Imagina el maremágnum que se formaría en el foro si todos cuantos defendemos una línea concreta o una determinada organización de comunistas, hiciéramos lo mismo que tú estás haciendo, trayendo en infinidad de hilos, a trocitos, los sitios web que recojan contenidos de esa línea o de esa organización, en vez de darla a conocer y, eventualmente, desarrollarla en el foro, dentro del desarrollo de debates y análisis concretos...

    Un saludo.


    Última edición por JoseKRK el Dom Mayo 27, 2018 3:55 pm, editado 2 veces
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    Mensaje por Enver19 Dom Mayo 27, 2018 3:33 pm

    JoseKRK escribió:
    Ok. Gracias, Enver19 por hacer ese esfuerzo, porque la verdad es que aunque estoy ideológicamente muy distante de la línea que defiendes, hay posts que traes aquí que me resultan enriquecedores e interesantes, y que los traigas de una manera mejor ordenada, facilita mucho las cosas y el orden de temas del foro, ya de por sí muy complejo. De todos modos, lo mío era un consejo de compañero de foro, pues yo no formo parte del equipo de moderación. Me parece más bonito y que hace más accesible la comprensión de la línea que cada uno defendemos, el desarrollarla de una manera más "personal", por uno mismo y complementarla con materiales que la respalden.

    Un saludo.

    Un saludo JoseKRK un placer haber hablado contigo, tomaré nota con lo del orden. Yo tampoco tengo ni mucho menos tus mismas posiciones pero de todas formas pareces una persona con el que se puede hablar bien y veo que tienes buenos comentarios por el foro que valen la pena leerlos.
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    Mensaje por JoseKRK Dom Mayo 27, 2018 3:36 pm

    Edité y amplié algo ese mensaje, me temo que mientras estabas respondiendo, sin saberlo. Lo siento, Enver19. Mis disculpas por ello. No obstante, reitero mi intención constructiva con mis sugerencias.

    Un saludo.
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    Mensaje por Enver19 Dom Mayo 27, 2018 4:10 pm

    JoseKRK escribió:Edité y amplié algo ese mensaje, me temo que mientras estabas respondiendo, sin saberlo. Lo siento, Enver19. Mis disculpas por ello. No obstante, reitero mi intención constructiva con mis sugerencias.

    Un saludo.

    Respondiendo al trozo que has editado:


    Soy nuevo en el foro, por el momento es verdad que la mayoría de mis mensajes son textos sobre un blog que tiene mis mismos puntos de vista, he comentado y debatido en algún que otro post pero de forma breve, pero como digo, cuando quiera comentar y entrar en un debate sobre algo lo hare cuando lo crea necesario, no quiero sentirme presionado y tener que entrar por ejemplo en la sección de feminismo y hablar de mi opinión sobre esta ideología, tengo una opinión formada sobre ella pero no quiero sentirme obligado a darlo si o si para "compensar" y que todos mis comentarios no sean sobre bitácora.

    Mi intención no es crear un post dedicado a bitácora ya que yo no quiero estar subiendo los textos que vayan subiendo cada dos o tres días. Solo sacare los textos que me parezcan mas importantes como el peronismo, sobre ecologismo y fascismo. Prefiero que estos temas estén en su sección correspondiente y no juntarlo todos cuando no tienen nada que ver entre si. Me parece mejor que el peronismo este en la sección de "Argentina" porque los argentinos donde mas entraran supongo que será ese sitio y quiero que vean ese texto. Un chico nuevo que se meta al foro y quiera saber sobre el antifascismo se meterá en la sección de "antifascismo" no en el post de bitácora, yo lo que quiero es que ese nuevo al entrar en la sección de antifascismo encuentre ese análisis que hay sobre la democracia burguesa y el fascismo. Si me dedicara a crear solo un post dedicado a bitácora a ese chico le costara mas encontrar ese texto especifico.

    Dudo que los de bitácora se consideren hoxhistas, son marxistas-leninistas y si fuese asi creo que no hubiesen puesto a su blog "Bitacora marxista-leninista" sino "Bitacora Hoxhista" jajaja. Yo no tampoco me considero hoxhista ni stalinista, sino leninista, aunque soy consciente de que mucha gente utiliza estos términos de forma habitual, asi que no me molestan los calificativos "hoxhista" o "stalinista" bueno eso ahora da igual.

    Entiendo lo que dices, hay que ser mas selectivos a la hora de subir un post ya que o sino saturarias el foro y al final la gente nueva nunca se podría formar adecuadamente, por eso subo y seguire subiendo temas concretos que me parezcan muy importantes para la formación, como ecología, feminismo, peronismo y demás cosas.

    O sea entiendo que si todos nos pusiéramos a poner miles de post de todos los textos que nos guste se saturaría el foro, por eso estoy haciendo esto de recopliar todo lo del pce (r) en un solo post para que no estén dispersados
    Un saludo
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    Apoyo del PCE(r) al imperialismo ruso; Equipo de Bitácora (M-L), 2017 Empty Como el PCE (r) hizo suyo el mito de Thälmann y con sus tesis terminó en el aislacionismo; Equipo de Bitácora (M-L), 2017

    Mensaje por Enver19 Sáb Jun 02, 2018 6:36 pm

    Como el PCE (r) hizo suyo el mito de Thälmann y con sus tesis terminó en el aislacionismo; Equipo de Bitácora (M-L), 2017


    Apoyo del PCE(r) al imperialismo ruso; Equipo de Bitácora (M-L), 2017 2_010



    «El PCE (r) como ya hemos visto se traga sin masticar todos las figuras mitificadas por el revisionismo. No es de aquellos que realizan una labor de investigación y análisis, sino de aquellos que primero apoyan y luego si acaso más adelante se enteran de a quién han estado apoyando.

    En su posición sobre Ernst Thälmann, dirían que su postura antifascista fue correcta, que sus tácticas no tenían nada de lo que pueda objetarse, que el ascenso del nazismo fue culpa exclusiva de la socialdemocracia:

    «En 1923 participó en la sublevación de Hamburgo. La represión que se desató le obligó a desarrollar su actividad revolucionaria desde la clandestinidad hasta que, en 1932, en las elecciones presidenciales, el Partido Comunista le presentó como candidato; pero la traición de la socialdemocracia, al prestar su apoyo al partido nazi, facilitó la victoria de Hitler». (Amnistía Presos Políticos; Imprescindible Thälmann, 16 de abril de 2017)

    Resumir la actividad de Thälmann de esa forma es lo mismo que haber ido a Wikipedia y hacer un copia y pega. Más allá de la propaganda, ¿quién fue Ernst Thälmann y qué hizo especialmente durante los años 30 que tengamos que tener en cuenta los marxistas?

    «Ernst Thälmann, líder del Partido Comunista Alemán de los años 30 quién heredaría la vena espontaneísta, idealista y anarquista de Rosa Luxemburgo a la hora de analizar los fenómenos sociológicos. Ernst Thälmann sería de aquellos líderes que en los años 30 serían conocidos por sus variadas tesis absurdas sobre el carácter del fascismo y como combatirlo, sus tácticas antifascistas fueron desastrosas para el proletariado alemán, entre ellas encontramos que según sus miras: a) no había diferencia cualitativa entre la democracia burguesa y la abierta dictadura terrorista fascista; b) que el advenimiento del fascismo solo significaba que la revolución proletaria estaba a las puertas; c) que el gobierno de democracia burguesa como el de Brüning, Papen o Schleicher era ya gobiernos fascistas creando confusión en el proletariado sobre lo que es y no es fascismo; d) que en pleno proceso de fascistización del Estado la socialdemocracia suponía el mayor peligro para el proletariado alemán; e) que era un error crear un contraste entre los fascistas y los socialfascistas –como denominaban a la mayoría de socialdemócratas– y que los socialfascistas eran los principales causantes del fascismo y a quienes había que dirigir el principal golpe». (Equipo de Bitácora (M-L); Las invenciones del thälmanniano Wolfgang Eggers sobre el VIIº Congreso de la Komintern, 5 de agosto de 2015)

    Por si al lector no le ha quedado claro, expondremos un ejemplo sencillo de la línea sectaria que abogaba Ernst Thälmann. El alemán Wilhelm Pieck sería de los pocos valientes que se atrevería a realizar una autocrítica de la línea del Partido Comunista de Alemania (PCA) bajo las teorizaciones erradas de Ernst Thälmann como las ya citadas. En el famoso VIIº Congreso de la Komintern de 1935, diría:

    «En Alemania, fue solamente después de la llegada de Hitler, que los comunistas defendieron la clara consigna de defensa de los sindicatos libres, seguido de los lemas de restaurar los sindicatos libres. (...) Por otra parte, un error igualmente grave como la subestimación del peligro fascista fue el hecho de ver fascismo donde no existía. Este error se debió a que una serie de escritores comunistas dieron una interpretación mecánica de la declaración del VIº Congreso de la Komintern de 1928 donde se decía que la burguesía se veía obligada cada vez más a recurrir al fascismo.  En Alemania, los comunistas durante mucho tiempo mantuvieron el punto de vista que el gobierno socialdemócrata de Hermann Müller estaba trabajando para la fascistización, que el gobierno de Brüning ya era un gobierno de dictadura fascista. Por otra parte, subestimaron el movimiento de Hitler, bajo la suposición de que en un país como Alemania, donde la clase obrera estaba tan altamente organizada, los hitlerianos no podrían hacerse con el poder y que las masas pequeño burguesas que viraron espontáneamente a acudir en masa hacia los hitlerianos, pronto se apartarían de ellos. (...) Estos errores se debieron a la absolutamente falsa concepción de que todos los partidos burgueses son fascistas, que «no hay dos métodos de dominación burguesa» [democracia burguesa y abierta dictadura terrorista fascista - Anotación de Bitácora (M-L)], y que era indecoroso para los comunistas la defensa de la democracia burguesa. Mientras no podamos sustituir la democracia burguesa por la democracia proletaria, por la dictadura del proletariado, el proletariado está interesado en defender todos los derechos de la democracia burguesa para que puedan ser utilizados para preparar a las masas en el derrocamiento del poder capitalismo y lograr la democracia proletaria». (Wilhelm Pieck; Las actividades del Comité Ejecutivo de la Komintern; Informe en el VIIº Congreso de la Komintern, 26 de julio de 1935)

    Estamos seguros que muchos oportunistas dirán: «¡Pero Thälmann también tuvo méritos como combatir a las desviaciones derechistas y ultraizquierdistas en los años 20!». Efectivamente, y muchos conocidas figuras que fueron revisionistas toda su vida tienen en su historial actos progresistas memorables, e incluso marxistas que a la postre fueron renegados tuvieron aportes considerables al panorama de entonces. Pero hay que hacer cómputo final de cada figura. Además el tipo de errores que cometió Thälmann no son errores menores, sino muy gravísimos e incompatibles con los axiomas más básicos del marxismo, además no consta que al final de su vida rectificara todas estas posiciones, labor que le tocó a otros comunistas alemanes y del extranjero». (Equipo de Bitácora (M-L); Estudio histórico sobre los bandazos políticos oportunistas del PCE (r) y las prácticas terroristas de los GRAPO, 2017)

    Anotación de Bitácora (M-L):

    Las tesis de Thälmann han penetrado profundamente en los dirigentes del PCE (r) y ha sido una de las muchas razones del aislacionismo de este partido respecto a las masas. ¿Cómo influenciaron esas tesis al desarrollo de estrategia política y su trabajo de masas?:

    «La falta de libertades auténticamente democráticas y el control policíaco que ejerce la oligarquía sobre la clase obrera y los pueblos de España, imposibilitan una acumulación de fuerzas revolucionarias a través de los procedimientos pacíficos y legales de lucha». (Manuel Pérez Martínez, «Arenas»; ¿Adónde ir, qué camino debemos tomar?; Informe presentado por Manuel Pérez Martínez, camarada Arenas, al Comité Central del PCE(r), en Septiembre de 1984)

    Con ello, sentenciaban que:

    «Apoyándonos en estas tesis, absolutamente científicas, hemos venido durante años denunciando en solitario el carácter fascista de la reforma, hemos propugnado el boicot a todas las mascaradas electorales». (Partido Comunista de España (Reconstituido); Declaración del Comité Central del PCE (r), 1984)

    El PCE (r) cree que con decir que «España es un país fascista», se puede contentar con el hecho de no participar en las formas legales existentes. Por supuesto lo que contraponen a este trabajo de masas son los atentados terroristas. ¡Menudos marxistas están hechos! Como sabemos España no es un país fascista. Pero en caso de serlo, esto tampoco sería excusa para proclamar el pasar de brazos cruzados en el trabajo de masas creyendo que los atentados terroristas concienciaran a la población del porqué de la revolución y se sumaran masivamente a la «guerrilla urbana»:

    «La experiencia nos enseña que el creer que en los países de la dictadura fascista es absolutamente imposible actuar de un modo legal o semilegal es perjudicial y falso. Aferrarse a este punto de vista, significa caer en la pasividad, renunciar por completo a un verdadero trabajo de masas en general. (...) Estas organizaciones de masas del fascismo pueden y deben ser nuestro campo legal o semilegal de operaciones desde el cual entraremos en contacto con las masas. Pueden y deben ser para nosotros un punto de partida legal o semilegal para la defensa de los intereses cotidianos de las masas. Para aprovechar estas posibilidades, los comunistas deberán luchar por conseguir puestos electivos en las organizaciones fascistas de masas, para mantener contacto con las masas, y tienen que liberarse, de una vez para siempre, del prejuicio de que esta labor es inapropiada e indigna de un obrero revolucionario». (Georgi Dimitrov; La clase obrera contra el fascismo; Informe en el VIIº Congreso de la Komintern, 2 de agosto de 1935)

    ¿Dónde estuvo y donde está la presencia del PCE (r)/GRAPO en los sindicatos que llama «fascistas» y «socialfascista»? En ningún lado porque nunca llegó a tener influencia alguna en los círculos sindicales, ni en las universidades, ni en ningún lugar donde estuvieran las masas. Ha sido siempre un grupo conspirativo que junto a sus pocos seguidores ha emitido desde su torre de marfil análisis y acciones armadas totalmente alejadas de la realidad.

    El PCE (r) con sus actitudes ha hecho gala de un fiel thälamannismo. Esto no es casual, las tesis de Thälmann son patrimonio del PCE (r) en España, nadie como ellos las practica tan fielmente. El PCE (r) está muy cerca del thälamannismo, el anarquismo, e incluso del premarxismo. Los marxista-leninistas búlgaros criticaban así este tipo de  herencia en el seno del movimiento obrero:

    «El socialismo «estrecho» transformó una serie de enseñanzas marxistas en un dogma, como resultado de la cual el partido cayó en el sectarismo e hizo sus contactos con las amplias masas más difícil. Así, por ejemplo, aplicando una política de lucha sin cuartel contra la clase burguesía correcta, se opuso a las diversas coaliciones electorales con partidos burgueses, y el trabajo legislativo «constructivo» del parlamento burgués, el partido dio la vuelta al concepto de organización de clase independiente y lo moldeo como un dogma, negando en general, y en todas las condiciones la conveniencia de un acuerdo con otros grupos sociales y políticos y, por tanto, como de hecho sucedió, se aisló. La actitud de nuestro partido no tenía nada en común con la doctrina leninista en cuanto a los compromisos revolucionarios, sin los cuales el partido revolucionario no puede luchar con éxito y avanzar. El partido procedió a crear una organización militar propia, dedicada a la propaganda considerable y organización activa entre los soldados, también comenzó a armar a las masas». (Georgi Dimitrov; Informe en el Vº Congreso del Partido Obrero (Comunista) Búlgaro, del 25 de diciembre de 1948)

    Por ello se combatió estas ideas y se propagó la idea de aprovechar todos los métodos de lucha. Precisamente los marxista-leninistas no cesaron de insistir en la necesidades apremiantes de desmontar al sistema burgués en todas sus expresiones, que se fuese a impulsar las luchas cotidianas para dar a conocer al partido y así ganarse el título de vanguardia del proletariado:

    «El partido también aprobó, en principio, los métodos de la lucha clandestina y su combinación con el mayor uso de todas las posibilidades legales para la lucha, como eran el parlamento y los consejos municipales y de condado. (...) Al mismo tiempo, el partido lanzó una lucha de masas para transformar los municipios que eran los instrumentos de la opresión, el despojo y la explotación, en organizaciones que sirvieran a los intereses del pueblo trabajador. Una serie de ciudades importante y varios consejos de aldea pasaron a manos del partido comunista. Así, en 1920 tuvimos 22 ciudades y 65 aldeas con municipios comunistas. Su política económica y cultural iban en favor de los intereses de la clase obrera y el pueblo trabajador en general, naturalmente, esto no podía más que encontrase con la feroz resistencia de la burguesía y de las autoridades centrales. (…) A menos que el proletariado, dirigido por su partido, tomara el poder por completo en todas las esferas, estas comunas estarían obligadas a ser de corta duración, y efectivamente como pasó al final, fueron destruidos por la burguesía de una en una. Pero la lucha de masas trabajadoras bajo la dirección de nuestro partido para capturar todo estos municipios contribuyó mucho a la unificación de las masas en la lucha contra los explotadores y fue algo que elevó considerablemente el prestigio del partido». (Georgi Dimitrov; Informe en el Vº Congreso del Partido Obrero (Comunista) Búlgaro, del 25 de diciembre de 1948)

    Tras el golpe fascista de 1923. Los marxista-leninistas búlgaros sabían que incluso bajo las condiciones del monarco-fascismo, era necesario aprovechar todos los resquicios legales para trabajar con las masas, y que esos métodos iban a contribuir a tomar el pulso al poder fascista y aunar a los revolucionarios en la lucha antifascista:

    «El país se enfrentaba a la perspectiva de las nuevas luchas por el derrocamiento del gobierno fascista y la creación de un gobierno obrero-campesino. Los resultados de las elecciones parlamentarias de noviembre de 1923 confirman esta estimación de la dirección del partido, que coincidía con la misma interpretación de los hechos por la Komintern. Se mostró que la oposición contra el gobierno fascista, representada por el Partido Comunista Búlgaro y la Unión Agraria, era bastante fuerte. La conclusión fue que la indignación de las masas era grande y que estaban dispuestas a continuar luchando por el derrocamiento del gobierno fascista». (Georgi Dimitrov; Informe en el Vº Congreso del Partido Obrero (Comunista) Búlgaro, del 25 de diciembre de 1948)


    ¡Qué poco leyeron los thälmannianos del PCE (r) a Dimitrov!

    Para suerte de ellos, este error es común en muchas organizaciones. Como ejemplo complementario tenemos a la homóloga Reconstrucción Comunista (RC), de la cual hemos documentado como ha copiado gran parte de las tesis thälamannianas del PCE (r) sobre la participación en organizaciones de masas. ¿Realiza dicha organización algún tipo de política de masas en frentes? ¡Sí por supuesto! Participan en aquellos «frentes de masas» donde solo militan sus propios militantes (¿?):

    «Así mismo, esto provoca una errónea concepción de la separación partido-frentes, pretendiendo hegemonizar los frentes, principalmente de carácter económico, mediante la participación de gran número de camaradas en ellos. A su vez, unido a una mala práctica en el seno de los mismo, nos ha llevado no pocas veces a «sectarizarnos», a crear frentes en los que acabamos trabajando prácticamente con nosotros mismos, por lo que dejan de ser frentes «de masas» para convertirse, indirectamente, en apéndices bien del partido, bien de la juventud. No citaré ejemplos concretos por seguridad, pero basta pensar en los principales frentes donde se trabaja en Madrid, por ejemplo, para constatar esto claramente». (P. R., exmiembro de Reconstrucción Comunista; Carta de cese a la militancia, 29 de octubre de 2015)

    Como vemos con el innovador y mejorado método de trabajo de masas «robertista», ahora los marxista-leninistas deberíamos fijarnos en sus métodos y trabajar en frentes donde nuestra labor es ir a convencernos a nosotros mismos (sic). ¿¿¡Se puede ser más estúpido!??

    Felipe, ex Secretario de Organización, que nadie negara que algo debía saber del estado real de la organización en la cuestión del trabajo de masas, en su carta denunciando a la los defectos de RC, dejó constancia de este penoso fenómeno, pero claro, esta carta jamás llegó a la militancia y el Comité Central se la guardó para que nadie viese sus defectos:

    «La militancia no está preparada para llevar una estrategia clara en los distintos frentes, al menos fuera de Madrid. Esto tiene varios puntos, uno el anterior nombrado, la falta de aplicación de esa formación teórica, y el otro la falta de análisis de esta secretaría a la hora de hacer las estrategias en cada frente, esto es igual culpa del secretario por no plantearlo así, como de los militantes de base por no hacer los documentos como deberían hacerse, así entre el desconocimiento de cómo van los frentes en cada territorio como por la pasividad de los militantes que en ellos trabajan estamos cada vez con menos fuerza en los frentes, ya que a día de hoy y en esto igual me equivoco, pero hasta donde tengo constancia solo tenemos hegemonizados y ni eso y no todos, los frentes que nosotros mismos hemos creado. Con esto creo que deberíamos de empezar a trabajar en frentes más profesionalizados y ver la fuerza real que tenemos en ellos, donde los partidos reaccionarios tienen la hegemonía, perder el complejo, pero ir nosotros donde anden las masas y no esperar a que vengan». (Felipe; exmiembro de Reconstrucción Comunista; Carta de crítica al Comité Central, 16 de octubre de 2015)

    Sin palabras. ¿No es este defecto una reminiscencia muy vieja que arrastra el movimiento marxista-leninista internacional?:

    «¿En qué radica la fuerza de la socialdemocracia en los países occidentales? En qué se apoya en los sindicatos.  ¿En qué radica la debilidad de nuestros partidos comunistas en los países occidentales? En que no se han compenetrado todavía íntimamente con los sindicatos y algunos elementos de estos partidos comunistas no quieren compenetrarse íntimamente con ellos. Por esta razón la tarea principal de los partidos comunistas de los países occidentales consiste, en el momento actual, en desarrollar y llevar a término la campaña por la unidad del movimiento sindical en hacer que todos los comunistas, sin excepción, entren en los sindicatos, en desplegar dentro de ellos una labor sistemática y paciente para lograr la cohesión de la clase obrera contra el capital, y en conseguir de este modo que los partidos comunistas puedan apoyarse en los sindicatos». (Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, Stalin; Balance de los trabajos de la IXVº Conferencia del Partido Comunista (bolchevique) de Rusia, 13 de mayo de 1925)

    Entre la camarilla de Roberto, su mano derecha Adrián llegó a cocinar la teoría de que «No se puede trabajar en los sindicatos porque son muy reaccionarios y se niegan a seguir la línea del partido». De ahí que RC haya cesado todo intento de trabajo en los sindicatos. Increíble pero cierto:

    «Felipe: Al principio de entrar a Reconstrucción Comunista (RC) se trabajaba con el Coordinador Sindical de Clase (CSC), un sindicato residual sin ningún tipo de fuerza en Madrid más allá de aparecer en dos manifestaciones al año. Hubo un tiempo en que sí se trabajaba más activamente, pero por edad y situación solo podía trabajar en él Javier. Una vez que él dejó de acudir a las reuniones, se dejó de hacer cualquier tipo de trabajo sindical, algo lógico si planteamos que en lo que era la organización menos de un 5% sabía lo que era trabajar y ese mismo porcentaje aproximadamente sería el que estaba en edad activa. Cuando Javier se fue del partido ya se dejó directamente ni de plantearse trabajar en ningún sindicato. Digo que se dejó de plantear ya que todo se tenía que hacer exclusivamente en Madrid, donde el porcentaje de gente que diera un perfil mínimo para trabajar en un sindicato bajaba de ese ridículo 5%.

    En mi última época solicité, por necesidad laboral, entrar en un sindicato. Después de estudiar los distintos sindicatos de Valencia, el único en el que se podía hacer trabajo político y social era la CGT, con lo cual pedí permiso al secretario de Frente de Masas y una hoja de ruta de cómo plantear el trabajo en dicho sindicato. La respuesta de Adrián, la persona supuestamente más cualificada para liderar el trabajo de frente de masas fue «No, no trabajamos en sindicatos porque ninguno sigue la línea de nuestro partido, espérate a que creemos nuestro propio sindicato». No es broma (Risas). Un grupo que no tenía más de 100 militantes y con una media de edad de 19 años, sin abogados y sin experiencia laboral, iba a formar un sindicato de clase y combativo, esta y muchas otras cosas las quería tratar en el central ampliado del 13 de febrero de 2016, donde iba a presentar mi dimisión de todos los cargos por diferentes motivos. Este central jamás se llegó a celebrar a causa de las detenciones del 27 de enero de 2016.

    Todo esto puede parecer una locura a simple vista y visto desde fuera, pero no lo es. Era la forma de actuar de Roberto Vaquero –de ahí mismo nace RC, de no poder mandar ni en la UJCE ni en CJC–. En RC, el trabajo de masas consistía en que si no puedes entrar en un frente porque estás vetado de dicho espacio –una realidad sobretodo palpable en Madrid– o no lo logras hegemonizar, crea el tuyo propio con tus propios militantes, de ahí que siempre sean los mismos colectivos los que firman los comunicados y manifestaciones marginales. Lenin decía que debía haber un militante delegado en cada frente. Quizá esa cita la copió al revés y entendió que era un frente –o más, pues casi todos militan en varios frentes– por militante.

    En el ámbito universitario hubo una época en que sí se era fuerte en Madrid, mientras manejaba todo ello Rubén, el cual supo llevar lo que era el trabajo de masas dentro de los centros de estudio. En realidad el secreto del éxito era que trabajaba como él veía sin hacer caso a Roberto, ya que Rubén sabía lo que era trabajar al pie del cañón, cosa que Roberto nunca supo. Al irse Rubén y quedarse en manos de Pablo el trabajo en la universidad fue aguantando ese éxito, pero todo se volvió de nuevo residual al encargarse Adrián, no porque el chaval no supiera manejar la situación ya que tenía buenas ideas, pero se fue todo al garete al ser un títere de Roberto y no confrontar con él para nada, gente así era la que quería Roberto para su dirección, pero esto lo trataremos más adelante. Desde entonces, entre intentos de «cacicadas» dentro de los sindicatos estudiantiles, robos de material a los mismos y conflictos de género, tengo entendido que ya no pueden ni aparecer por las universidades en Madrid. Donde ahora parece que están creciendo es en Valencia, pero muy a la cola de sindicatos universitarios realmente grandes, esto de Valencia es algo totalmente pasajero, ya que se han aprovechado de la falsa plataforma de apoyo a los detenidos del 27E y de su falsa concepción del conflicto de género, y todo esto tarde o temprano acaba saliendo. También influye el hecho de ser grupos –círculos de amistad– de chavales de entre 18 y 22 años, algunos de los cuales han entrado en masa y medianamente organizados a las mismas facultades y carreras, llevándose así consigo a chavales marginales hacia su terreno, todo esto cuando se empiecen a distanciar dentro de la misma universidad se verá el resultado, ya que técnicamente no tienen nada más que las directrices de Madrid». (Equipo de Bitácora (M-L); Entrevista a dos exmiembros del Comité Central de Reconstrucción Comunista sobre su experiencia en dicha organización, 25 de junio de 2017)

    ¿Cómo no va a conducir a RC a una política sectaria y aislacionista bajo estas absurdas tesis? ¡¡¡He aquí nuestros líderes de Reconstrucción Comunista (RC), no solo intentan emular a Tito, a Jruschov, a Mao, a Trotski, sino también a semianarquistas como Pannekoek!!! Venir a siquiera teorizar esto es volver a la época de las catacumbas, a las ideas del premarxismo, desviarse hacia el anarquismo:

    «Pero la lucha contra «la aristocracia obrera» la sostenemos en nombre de las masas obreras y para ponerlas de nuestra parte; la lucha contra los jefes oportunistas y socialchovinistas la sostenemos para ganarnos a la clase obrera. Sería estúpido olvidar esta verdad elementalísima y más que evidente. Pero tal es, precisamente, la estupidez en que incurren los comunistas alemanes «de izquierda», los cuales deducen del carácter reaccionario y contrarrevolucionario de los cabecillas sindicales la conclusión de que es preciso ¡salir de los sindicatos!, ¡renunciar a actuar en ellos!, ¡crear formas de organización obrera nuevas, inventadas! Una estupidez tan imperdonable que equivale al mejor servicio que los comunistas pueden prestar a la burguesía. (...) No actuar en los sindicatos reaccionarios significa abandonar a las masas obreras insuficientemente desarrolladas o atrasadas a la influencia de los líderes reaccionarios, de los agentes de la burguesía, de los obreros aristócratas u «obreros aburguesados». (...) Precisamente la absurda «teoría» de la no participación de los comunistas en los sindicatos reaccionarios prueba del modo más patente con qué irreflexión abordan estos comunistas «de izquierda» el problema de la influencia entre «las masas» y cómo abusan de su griterío acerca de éstas. Para saber ayudar a «las masas» y conquistar su simpatía, su adhesión y su apoyo no hay que temer las dificultades, las cicaterías, las zancadillas, los insultos y las persecuciones por «los jefes» –que, siendo oportunistas y socialchovinistas, están en la mayor parte de los casos relacionados directa o indirectamente con la burguesía y la policía– y se debe actuar sin falta allá donde estén las masas. Hay que saber hacer toda clase de sacrificios y vencer los mayores obstáculos para efectuar una propaganda y una agitación sistemáticas, tenaces, perseverantes y pacientes precisamente en las instituciones, sociedades y asociaciones, por reaccionarias que sean, donde haya masas proletarias o semiproletarias. Y los sindicatos y las cooperativas obreras –estas últimas, por lo menos, en algunos casos– son cabalmente las organizaciones donde están las masas». (Vladimir Ilich Uliánov, Lenin; La enfermedad infantil del «izquierdismo» en el comunismo, 1920)

    La política de RC es una herencia de los métodos de trabajo premarxistas, que bajo el conformismo y la holgazanería justificaban su inoperancia, o más recientemente, es una copia de las ideas thälmmanianas, que justificaba el no trabajar en los sindicatos bajo la excusa de que son reaccionarios e inoculan ideas capitalistas en la mente de los trabajadores. ¡Normal! Es lo que ocurre cuando dejas que la burguesía hegemonice una organización de masas, un error que muchos marxistas aprendieron a la fuerza viendo sus nefastas consecuencias:

    «En el otoño de 1932, el XIIº Pleno del Comité Ejecutivo de la Komintern condenó la idea bastante generalizada de que «los sindicatos  son una escuela del capitalismo». Fue solo en el otoño de 1932 que el Partido Comunista de Alemania publicó a los comunistas el lema de la defensa de las organizaciones laborales y su propiedad, lo cual ayudó a despertar el fuerte simpatía por los comunistas entre todos los miembros de los sindicatos, las cooperativas operarios y el Partido Socialdemócrata». (Wilhelm Pieck; Las actividades del Comité Ejecutivo de la Komintern; Informe en el VIIº Congreso de la Komintern, 26 de julio de 1935)

    Visto esto, se puede entender porque estas pequeñas sectas como el PCE (r) o RC no pasan del folclore de una propia historia inventada, pero jamás llegan a tener una incidencia real en las luchas políticas.


    http://bitacoramarxistaleninista.blogspot.com/2017/10/la-relacion-entre-las-tesis-del-pce-r-y.html
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    Apoyo del PCE(r) al imperialismo ruso; Equipo de Bitácora (M-L), 2017 Empty Apoyo a la base idealista y metafísica de la filosofía maoísta [por el PCE(r)]; Equipo de Bitácora (M-L), 2017

    Mensaje por Enver19 Dom Jul 22, 2018 8:24 am

    Apoyo a la base idealista y metafísica de la filosofía maoísta [por el PCE(r)]; Equipo de Bitácora (M-L), 2017



    Apoyo del PCE(r) al imperialismo ruso; Equipo de Bitácora (M-L), 2017 610



    «La base de los cambios y el desarrollo no pueden ser los ciclos, sino la contradicción o contradicciones fundamentales, es decir, las causas internas. Esta es la verdadera concepción dialéctica defendida por Lenin en su escrito Sobre la dialéctica» y por Mao Zedong en su trabajo «Sobre la contradicción». (Partido Comunista de España (reconstituido); Problemas filosóficos de las ciencias modernas, 1989)

    Pasemos a analizar la zafia podredumbre filosófica de la pseudodialéctica maoísta en la que se basa la vieja y nueva filosofía del PCE (r).

    a) ¿Cómo concibe Mao el proceso del conocimiento?

    «En la etapa inferior, el conocimiento se manifiesta como conocimiento sensorial y, en la etapa superior, como conocimiento lógico, pero ambas son etapas de un proceso cognoscitivo único. (...) La sensación sólo resuelve el problema de las apariencias; únicamente la teoría puede resolver el problema de la esencia». (...) La expresión de la Crónica de los tres reinos: «Frunció el entrecejo y le vino a la mente una estratagema», o la del lenguaje corriente: «Déjeme reflexionar», significan que el hombre, empleando conceptos en el cerebro, procede al juicio y al razonamiento. Esta es la segunda etapa del conocimiento». (Mao Zedong; Sobre la práctica, 1937)

    Aquí hay una falsificación de la noción marxista-leninista de proceso del conocimiento, volviendo al modelo premarxista de dos etapas divididas entre sí; la primera etapa; donde separa la percepción y las sensaciones de la razón. Y la segunda; donde presumidamente ya entra en juego la razón. El paso de una etapa a otra, de lo sensible a lo racional, según él, se produciría por un «salto» totalmente metafísico, al que se le añade el idealismo de creer que es producido por acumulación cuantitativa del conocimiento:

    «Como fenómeno social, el conocimiento es un proceso complejo que comprende numerosos eslabones y grados, y se desarrolla constantemente haciéndose más profundo. El conocimiento se granjea a través de las relaciones orgánicas establecidas entre sus elementos sensibles y racionales. Así, los sentidos y la razón trabajan juntos en el curso de este proceso exprimiendo mucho más la diferencia entre las sensaciones y las percepciones humanas y las animales. Cuando el hombre recibe estímulos por la percepción, su razón no pasa inactiva en el proceso. Por otra parte, cuando razona, el hombre piensa a partir de los datos abastecidos por sus órganos sensitivos. Sobre esta base y gracias a la práctica, el conocimiento se profundiza gradualmente, y del conocimiento empírico viene el conocimiento teórico, enriqueciendo las teorías existentes y creando las nuevas teorías. Dividir el único proceso del conocimiento en empirismo y racionalismo, es decir en el hecho de considerar unilateralmente como absolutos los datos de los sentidos o los del pensamiento abstraído en el curso de este proceso, constituye una característica clásica de la filosofía premarxista. Los fundadores de la filosofía marxista-leninista trataron de manera materialista-dialéctica el proceso único del conocimiento, criticando los conceptos idealistas y metafísicos. (...) Precisamente es porque el hombre obra con la razón que puede comprender las cosas, los objetos o los fenómenos que siente y percibe. Los datos que le abastecen sus órganos sensitivos constituyen el contenido de saberes de diferentes niveles. Así, el concepto materialista-dialéctico no escinde el proceso único del conocimiento en conocimiento sensible de una parte, donde la razón estaría ausente, y en pensamiento abstracto por otra parte, de donde lo sensible sería excluido. Esto no significa que con la existencia de grados de conocimiento, los niveles de conocimiento se nieguen. El saber va haciéndose más profundo y ensanchándose sin cesar. No hay que confundir pues el proceso único del conocimiento con el nivel del saber alcanzado en un momento dado o una etapa determinada de este proceso. Para Mao Zedong al contrario, la unicidad del proceso del conocimiento es formal, ya que para él de hecho en su primera fase inferior, el conocimiento solo es sensible, y se vuelve racional solo en su segunda fase superior». (Vasillaq Kureta; La esencia antimarxista de las concepciones filosóficas del pensamiento Mao Zedong, 1984)

    Es más:

    «La escisión metafísica y mecanicista del proceso único del conocimiento conduce a Mao Zedong a que lo considere como un proceso por saltos. De hecho, él mismo confunde la cuestión de la fuente del saber y el problema del proceso del conocimiento. Es verdad que la sensación y la percepción, las formas del reflejo sensible, difieren de formas del reflejo racional, tales como los conceptos, los juicios y el raciocinio. Pero el conocimiento es un proceso que no puede realizarse separando las formas del reflejo sensible en sí de las formas del reflejo racional. Cuando el proceso del conocimiento se hace más profundo, el conocimiento sufre cambios cualitativos, se enriquece del contenido del saber y de las verdades objetivas, las viejas teorías desaparecen y se crea una teoría nueva. En el proceso del conocimiento, los saberes se vuelven siempre más profundos y más completos. Pero este saber no puede granjearse bajo formas del reflejo sensible separadas de las formas del reflejo racional y no directamente atadas a la práctica. El concepto maoísta elimina la base, el fundamento, la fuente del conocimiento, la fuerza que lo provoca y la empuja a seguir sin más adelante: la práctica. En la concepción maoísta, el yo sensible, el pensamiento abstracto y la práctica se separan. El hecho es por lo tanto, negar los elementos que realizan el conocimiento sensible y racional con la práctica como base. Pese a que es así como se realiza el conocimiento, que se verifica el saber, que se alcanza la verdad objetiva. La verdad, dice Lenin, es un proceso. De la idea subjetiva el hombre alcanza la verdad objetiva por medio de la práctica. Pero precisamente, la separación de manera metafísica y mecanicista lo sensible de lo racional, las formas del reflejo sensible de las formas del reflejo racional, el fenómeno de la esencia, conduce a que Mao Zedong separe el conocimiento de la práctica. Cuando Mao Zedong llama primer grado del conocimiento al grado de las sensaciones deja en el olvido la práctica. La separación del proceso del conocimiento efectuado por Mao Zedong se posiciona irreversiblemente en contradicción con la tesis de la filosofía marxista-leninista sobre la práctica como la base del conocimiento». (Vasillaq Kureta; La esencia antimarxista de las concepciones filosóficas del pensamiento Mao Zedong, 1984)

    b) ¿Cómo considera Mao la práctica y de la unidad teoría-práctica?

    «Practicar, conocer, practicar otra vez y conocer de nuevo. Esta forma se repite en infinitos ciclos». (Mao Zedong; Sobre la práctica, 1937)

    De nuevo dejemos las acertadas críticas del filósofo albanés:

    «El conocimiento no puede obtenerse aparte de la práctica, mientras que Mao Zedong opone el uno al otro y niega el lazo dialéctico entre ellos. (...) Para Mao Zedong, la práctica es una acción operada por la voluntad humana. Reduce la práctica a la experiencia personal del hombre, a la actividad individual, denegándole así todo carácter objetivo y social en sí. Este concepto concibe primero la práctica como una actividad subjetiva del hombre, es decir, como para Hegel, la realización de la idea. Identificando práctica y experiencia personal e individual, Mao Zedong contempla la práctica como una actividad individual, como una actividad subjetiva, como la realización de las ideas humanas y de la voluntad. Esta opinión constituye una negación abierta del carácter objetivo, material y social de la práctica. Para Mao Zedong, en el curso del proceso del conocimiento, todo está bajo la dependencia de la experiencia personal y es la experiencia personal e individual la que sirve de base para conocer, para alcanzar la verdad, «para volverse revolucionaria». Aun cuando a partir de los contenidos de la práctica menciona la actividad productiva, la actividad política y la experimentación científica social, Mao Zedong reduce la práctica a una acción particular, a una experiencia personal de un individuo o a una acción definida de un grupo particular. El hombre o el grupo determinado son concebidos en este caso de manera abstracta, el hombre no es visto como un ser social, como miembro de una sociedad y de una clase determinada. El hombre social que actúa sobre la realidad objetiva adquiere una experiencia individual. Esto no puede ser negado, pero el hombre es ante todo un ser social, un portador de relaciones sociales determinadas. En la sociedad dividida en clases no hay hombre que se sitúe por encima de las clases o aparte de las clases. De ese modo, la práctica es la actividad material y social de hombres y de las clases determinados para transformar la naturaleza y la sociedad». (Vasillaq Kureta; La esencia antimarxista de las concepciones filosóficas del pensamiento Mao Zedong, 1984)

    c) ¿Cómo toma en cuenta Mao Zedong el desarrollo dialéctico?

    «Es preciso «prender fuego» en forma periódica. ¿Cómo proceder en adelante? ¿Prefieren ustedes encender el fuego cada año o cada tres años? A mi juicio, debemos hacerlo por lo menos dos veces durante cada plan quinquenal, a semejanza de lo que ocurre con el mes intercalar que en los años bisiestos del calendario lunar se repite una vez al tercer año y otra al quinto». (Mao Zedong, Rechazar la ofensiva de los derechistas burgueses, 8 de julio de 1957)

    Como decía un camarada nuestro ante esta cita del líder chino: «Mao, mal cocinero, peor astrónomo y paupérrimo marxista». Este tipo de comentarios aparte de ser ejemplos surrealistas carecen de sentido rompen filosóficamente con el marxismo y su materialismo dialéctico:

    «En los escritos de Mao Zedong se habla frecuentemente del papel de las revoluciones en el proceso del desarrollo de la sociedad, pero en esencia él se atiene a una concepción metafísica, evolucionista. Contrariamente a la dialéctica materialista, que argumenta el desarrollo progresivo en forma de espiral, Mao Zedong predica el desarrollo en forma cíclica, giratoria, como un proceso ondulatorio que pasa del equilibrio al desequilibrio y nuevamente al equilibrio, del movimiento a la inmovilidad y de nuevo al movimiento, del ascenso al descenso y del descenso al ascenso, de la progresión a la regresión y seguidamente a la progresión, etc. Así pues, al igual que los viejos astrólogos, obtiene del calendario lunar la ley sobre el encendido periódico del fuego, sobre el desarrollo que va de la «gran armonía» al «gran desorden» y de nuevo a la «gran armonía», y así los ciclos se repiten periódicamente». (Enver Hoxha; El imperialismo y la revolución, 1978)

    De este modo se opone a la concepción materialista-dialéctica sobre el desarrollo que, como dice Lenin:

    «Nos proporciona la clave del «automovimiento» de todo lo existente; nos da la clave de los «saltos», la «ruptura de la continuidad», la «transformación en el contrario», la «destrucción de lo viejo y el surgimiento de lo nuevo». (Vladimir Ilich Uliánov, Lenin; En torno a la cuestión de la dialéctica, 1915)

    d) ¿Cómo toma Mao el criterio de la verdad?

    «Aplicar la teoría a la práctica y ver si conduce a los objetivos planteados. (...) Estas ideas, teorías, planes o proyectos a la práctica del mismo proceso objetivo alcanzan los objetivos planteados». (Mao Zedong; Sobre la práctica, 1937)

    Mao Zedong utiliza para saber si su pensamiento coincide con la realidad, la regla de si ese pensamiento ha sido útil o no al propósito, una estupidez pragmática muy característica de este revisionismo, algo fuera de todo debate, algo que vuelve a desnudar su escaso conocimiento del marxismo, ya que unas: ideas, teorías, planes o proyectos determinados pueden ser deseables y útiles para un hombre determinado o un extracto social determinado y no ser verdad ni tener un carácter objetivo. De igual modo que una teoría verdadera puede no dar a lugar en un punto a resultado útil para un hombre o una clase determinada, y aun así esto no probaría que los conocimientos, teorías, y demás seguidos no hubieran coincidido con la realidad objetiva».

    El marxista-leninista Vasillaq Kureta diría sobre esto:

    «Mao Zedong deforma también la tesis de la filosofía marxista-leninista sobre la práctica como el criterio objetivo de la verdad. En su obra: «Sobre la práctica» de 1937, recuerda que la práctica es el criterio de la verdad, pero solamente hay que subrayar que Mao Zedong aprecia esta cuestión a partir de posiciones pragmáticas. Para él, la realidad concreta es siempre tal como el hombre la produce, para él, la realidad está sometida a la voluntad, a la fuerza humana. Por otra parte, como criterio destinado a probar si el saber es la verdad o no, si coincide con la realidad objetiva o no, Mao Zedong utiliza para este fin: el provecho, la utilidad, el éxito. Este punto de vista maoísta es idéntico al del pragmático estadounidense William James que decía que: «la verdad es lo que es útil». Así, según Mao Zedong, para distinguir la verdad de la no verdad, hace falta. (...) Afirma que si logramos el éxito que esperábamos –independientemente del hecho de que los conocimientos fueran verdaderos o no–, las ideas, teorías, planes o proyectos etc. entonces eran ciertos, verdad. Pero, unas ideas, teorías, planes o proyectos determinados pueden ser deseables y útiles para un hombre determinado o un extracto social determinado y no ser verdad ni tener un carácter objetivo. De igual modo que una teoría verdadera puede no dar a lugar en un punto a resultado útil para un hombre o una clase determinada, y aun así esto no probaría que los conocimientos, teorías, y demás seguidos no hubieran coincidido con la realidad objetiva. Esto puede ser probado por la práctica. Por todo esto la lógica pragmática de Mao Zedong es una forma de justificación para sus «teorizaciones», así como también por otro lado, de sus prácticas contrarrevolucionarias frente a las clases explotadoras. Esto se encuentran en su política oportunista y pragmática seguida por él y que hoy en día es seguida aún por la dirección revisionista china». (Vasillaq Kureta; La esencia antimarxista de las concepciones filosóficas del pensamiento Mao Zedong, 1984)

    e) ¿Tiene en cuenta Mao la ley de de la transformación de lo cuantitativo en cualitativo o la ley de la «negación de la negación»?

    En la obra de Mao Zedong «Sobre la contradicción» de 1937 que tanto le gusta al PCE (r), Mao no hace en ninguna parte referencia a «la negación de la negación» y al «paso de la cantidad a la calidad». Da distintos rodeos sobre la distinción entre «contradicción principal y contradicción secundaria» y «aspecto principal y aspecto secundario de la contradicción», pero no comenta nada de lo otro, siendo una dialéctica cíclica, común entre los premarxistas como Heráclito y otros.

    El maoísta francés Alain Badiou recuperaría los textos inéditos en Occidente, ¡donde Mao llega a decir que él «no cree» en la ley del cambio cuantitativo en cualitativo ni en la ley de la negación de la negación! En una reunión informal en la que se encontraba Chen Boda, Lu Ping y Kang Sheng, ante la pregunta de este último «sobre el problema de las tres categorías», Mao respondió:

    «Engels habló de tres categorías, pero en lo que a mí se refiere, hay dos de estas categorías en las cuales no creo. La unidad de los contrarios es la ley más fundamental. La transformación de la calidad en cantidad, y a la inversa, no es nada más que la unidad de la calidad y de la cantidad consideradas como su contrario. En cuanto a la negación de la negación, esto no existe en absoluto. La yuxtaposición sobre el mismo plan de la transformación de la calidad en cantidad y a la inversa, de la negación de la negación, y de la ley de la unidad de lo contrario, es de «triplismo», esto no es el monismo. (...) No existe nada tal como la negación de la negación. Afirmación, negación, afirmación, negación. (...) En el desarrollo de las cosas: cada eslabón en la cadena de los acontecimientos es a la vez afirmación y negación». (Mao Zedong; Comentarios filosóficos, 18 de agosto de 1964)

    De la ley de la transformación de la cantidad en calidad y viceversa dice que es una ilusión, porque está supuestamente contenida en otra ley, refiriéndose a la unidad de los contrarios, y por otro lado directamente niega la ley de la negación de la negación, ni que exista nada parecido.

    ¿Acaso es verdad que la ley de unidad y lucha de los contrarios sustituye a la del trueque del desarrollo cuantitativo en cualitativo? No. Siguiendo la razón que alude Mao, «que cuantitativo y cualitativo son contrarios unidos», etc. y que en cierto modo luchan porque uno sustituye al otro, la ley de unidad y lucha de los contrarios no explica cómo se opera el desarrollo de los fenómenos, sino su por qué. ¿Es que explica esta ley dialéctica por qué los fenómenos sufren cambios imperceptibles que, tras acumularse lo suficiente, desembocan en un cambio súbito y revolucionario, cualitativo? No. No lo explica. Entonces, esta ley dialéctica, como ley aparte, constituye una realidad evidente una ley que opera independiente.

    Esto es el resultados de que un filósofo pigmeo intenta superar a un gigante saltándole por encima: así el pigmeo-Mao intentando saltar por encima del gigante-Marx acaba dando de bruces contra el suelo.

    ¿Y qué pasa con la negación de la negación? Decir que no existe esta ley dialéctica equivale a sustituir el desarrollo en espiral o acumulativo de la materia por el desarrollo cíclico-metafísico. Los clásicos lucharon contra esta última idea toda su vida. Sus investigaciones confirmaban, la historia lo ha hecho, y la vida sigue confirmando que el desarrollo de la materia presupone que no se vuelva al punto inicial sino que este evolucione. Está claro. Y si miramos detenidamente el proceso del desarrollo, vemos cómo las fases «tesis-antítesis-síntesis» se cumplen en todos los niveles de observación: micro, meso y macro.

    Tomemos la historia. ¿No está claro que sigue un esquema de negación de la negación? Veamos:

    «En la antigüedad se llamaba dialéctica a la capacidad de descubrir la verdad dejando en evidencia las contradicciones en el discurso y argumentación del contendiente. Tiempo más tardes se denominó así a un método de estudio y comprensión que se basa en la confrontación de las características de una situación o sistema a las contradicciones que este genera a su interior. El contenido dialéctico de alguno de los filosóficos anteriores nunca pudo alcanzar este estricto rigor científico hasta la aparición del marxismo, que conjugaba junto al método dialéctico, el método materialista de análisis. El marxismo tenía su método materialista-dialéctico, que contemplaba a la naturaleza como un mundo interconectado, en el explica que hay un proceso continuo de pugnas y renovación; del mismo modo considera a la naturaleza como algo sujeto a constantes cambios, siempre en movimiento; observa su desarrollo desde el criterio de que las transformaciones parten de la acumulación de unos cambios cualitativos –inadvertidos y graduales–, a cambios radicales, cualitativos, la cantidad así se transforma en calidad; que los objetos y fenómenos siempre cuentan con su lado de caducidad y de desarrollo progresivo–. Todo esto que tiene la intencionalidad de explicar el continuo movimiento de los procesos históricos desde una metodología científica; una de las leyes fundamentales de la dialéctica marxista es la que expone que siempre hay una tesis –afirmación– y la antítesis –negación– para superar las contradicciones establecidas entre ellas mediante la obtención de una «síntesis superadora», lo que ha venido a denominarse como «negación de la negación» de las viejas contradicciones de la realidad, esta nueva síntesis establecerá a su vez nuevas contradicciones, una nueva tesis que habrá de ser superada mediante el mismo método; por ejemplo: para que el capitalismo exista necesita de una tesis –burguesía, clase explotadora propietaria de los medios de producción que se apropia de la plusvalía– y de una antítesis –proletariado, que vende su fuerza de trabajo y a la que extraen la plusvalía–; el resultado de la confrontación de estos dos elementos dará lugar a una síntesis superadora –el socialismo que presupone la toma de poder del proletariado, eliminará las clases explotadoras y pondrá fin a la explotación asalariada, quedando solo los trabajadores en un nuevo modelo económico de propiedad social–, esta síntesis convertida en nueva tesis tendrá que ser confrontada por una antítesis –las contradicciones que el socialismo genere, por ejemplo la herencia de la anterior sociedad como la diferencia entre el campo y la ciudad, la vieja y nueva burocracia, la concepción patriarcal o el misticismo, la presión exterior y otros temas– que deberá ser superados para así obtener una nueva síntesis superadora: el comunismo, que presupone el fin de todas las clases sociales y que ahora si puede dar satisfacción material a todas las exigencias de la sociedad tras haber superado las reminiscencias económicas-culturales de la vieja sociedad». (Bitácora (M-L); Terminológico, 2013)

    Por tanto es una obviedad. Y siendo tan obvio, ¿a qué viene el negacionismo maoísta? A confirmar su carácter reaccionario. Pues si se niega esta ley dialéctica, se niega que el comunismo sea una necesidad del desarrollo histórico, y se niega por tanto la fase de transición entre el Estado capitalista y el comunismo que no es otro que la «dictadura revolucionaria del proletariado». Las teorías y prácticas capitalistas del maoísmo en relación con la promoción del capitalismo en la fase de transición, la alianza «en el seno del pueblo» con la burguesía nacional, etc. no vienen más que a confirmar nuestra aserción.

    Con todo esto, queda por completo claro que los marxista-leninistas no podemos entender la filosofía materialista dialéctica e histórica, ni por supuesto el propio desarrollo humano, sin esta ley que el renegado Mao niega:

    «Las leyes de la dialéctica se abstraen, por tanto, de la historia de la naturaleza y de la historia de la sociedad humana. Dichas leyes no son, en efecto otra cosa que las leyes más generales de estas dos fases del desarrollo histórico y del mismo pensamiento. Y se reducen en lo fundamental a tres: ley del trueque de la cantidad en cualidad y viceversa; ley de la penetración de los contrarios; ley de la negación de la negación». (Friedrich Engels; Dialéctica de la naturaleza, 1886)

    Lenin explicando la relevancia de los aportes de Marx, explicó que la evolución y desarrollo no se produce ni según un círculo cíclico, ni según una línea recta, sino en espiral:

    «En nuestro tiempo, la idea del desarrollo, de la evolución, ha penetrado casi en su integridad en la conciencia social, pero no a través de la filosofía de Hegel, sino por otros caminos. Sin embargo, esta idea, tal como la formularon Marx y Engels, apoyándose en Hegel, es mucho más completa, mucho más rica en contenido que la teoría de la evolución al uso. Es un desarrollo que, al parecer, repite etapas ya recorridas, pero de otro modo, sobre una base más alta –«negación de la negación»–, un desarrollo, por decirlo así, en espiral y no en línea recta; un desarrollo que se opera en forma de saltos, a través de cataclismos y revoluciones, que significan «interrupciones de la gradualidad»; un desarrollo que es trasformación de la cantidad en calidad, impulsos internos de desarrollo originados por la contradicción, por el choque de las diversas fuerzas y tendencias, que actúan sobre determinado cuerpo, o dentro de los límites de un fenómeno dado o en el seno de una sociedad dada; interdependencia íntima e indisoluble concatenación de todos los aspectos de cada fenómeno –con la particularidad de que la historia pone constantemente al descubierto nuevos aspectos–, concatenación que ofrece un proceso de movimiento único, universal y sujeto a leyes; tales son algunos rasgos de la dialéctica, teoría mucho más empapada de contenido que la –habitual– doctrina de la evolución». (Vladimir Ilich Uliánov, Lenin; Karl Marx, 1913)

    Stalin volvió a la misma idea al insistir también en la ruptura con los viejos diseños circulares de la vieja dialéctica:

    «Por eso, el método dialéctico entiende que el proceso de desarrollo debe concebirse no como movimiento circular, no como una simple repetición del camino ya recorrido, sino como un movimiento progresivo, como un movimiento en línea ascensional como el tránsito del viejo estado cualitativo a un nuevo estado cualitativo, como el desarrollo de lo simple a lo complejo, de lo inferior a lo superior». (Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, Stalin; Materialismo dialéctico y el materialismo histórico, 1938)

    En su momento Dühring se reía de la ley de la «negación de la negación» diciendo que solamente eran «pamplinas hegelianas». He aquí cómo Engels le responde irónicamente:

    «Pero ¿qué es esa terrible negación de la negación que tanto amarga la vida al señor Dühring, hasta el punto de desempeñar para él el mismo papel que en el cristianismo el pecado contra el Espíritu Santo? Es un procedimiento sencillísimo, que se ejecuta en todas partes y cotidianamente y que puede entender un niño. (...) Pensemos en un grano de cebada. Billones de tales granos se muelen, se hierven y fermentan, y luego se consumen. Pero si un tal grano de cebada encuentra las condiciones que le son normales, si cae en un suelo favorable, se produce en el, bajo la influencia del calor y de la humedad, una transformación característica: germina; el grano perece como tal, es negado, y en su lugar aparece la planta nacida de él, la negación del grano. Pero ¿cuál es el curso normal de la vida de esa planta? La planta crece, florece, se fecunda y produce finalmente otros granos de cebada, y en cuanto que éstos han madurado muere el tallo, es negado a su vez. Como resultado de esta negación de la negación tenemos de nuevo el inicial grano de cebada, pero no simplemente reproducido, sino multiplicado por diez, veinte o treinta». (Friedrich Engels; Anti-Dühring, 1878)

    El mismo Marx aseguraba en: «Manuscritos económicos y filosóficos» de 1844 que la «negación de la negación» no era un anteojo cóncavo a través del cual observaba una realidad deformada por «adecuarla a un prejuicio hegeliano». Por el contrario, concluía que era un resultado del previo proceso de observación de la realidad. Entender las «triadas hegelianas» –tesis-antítesis-síntesis– como se entienden en la dialéctica idealista de Hegel es un error. Pero esto no quiere decir que la experiencia no confirmase otro tipo de triadas; aquéllas derivadas del análisis materialista dialéctico de la realidad.

    Así pues, los que durante décadas llevan apoyando la risible idea de que Mao es un genio de la filosofía materialista dialéctica deberían repasar más sus escritos, contrastarlos con los fundamentos más básicos del mismo, para conocer la realidad de este farsante antimarxista.

    f) ¿Qué consideraba el PCE (r) que significaban los textos filosóficos de Mao?

    En sus palabras una nueva etapa en la era de la filosofía donde tomando en cuenta las aberraciones de Mao deberíamos empezar a hablar según ellos del «marxismo-leninismo-maoísmo», ¡¡¡o de «una tercera etapa en el desarrollo del marxismo»!!!:

    «Así llegamos a la tercera etapa del desarrollo del marxismo, a la etapa actual maoísta. Con las aportaciones de Mao a la teoría y a la práctica del marxismo-leninismo se puede decir que, efectivamente, éste devino en marxismo-leninismo-maoísmo». (Partido Comunista de España (Reconstituido); Escrito en diciembre de 1993 Publicado en Mao y la Revolución China marzo de 1994)

    Esta misma barbaridad de tomar a una corriente del revisionismo moderno como el maoísmo como el súmmum del marxismo se escribía en el año 1994, para que tiempo después, en 2007, Arenas nos viniera con el cuento de que ellos nunca fueron maoístas. Pero la historia no miente.

    g) ¿Qué acaba ocurriendo siempre con las teorías revisionistas que se presentan como adaptación y poco después como superación del marxismo?

    «El estudio y posterior reelaboración de la dialéctica por Lenin, y más recientemente por Mao Zedong, brinda enormes posibilidades teóricas y prácticas que todo científico materialista debería no sólo conocer, sino también estudiar y aplicar conscientemente, uniendo las verdades más universales del materialismo dialéctico con su ciencia particular». (Partido Comunista de España (reconstituido); Problemas filosóficos de las ciencias modernas, 1989)

    Esto expone que el núcleo fundamental de la filosofía del PCE (r) ha sido el maoísmo mientras intentaban pasarla a su vez como «leninista», pero no se puede ser leninista y maoísta al mismo tiempo, pues materialismo dialéctico e idealismo y metafísica no son conjugables. El tronco central de la filosofía maoísta está podrido, pues desde sus inicios estuvo infectado de la filosofía reaccionaria, a la que Mao dio su propio toque.

    Pero esas desviaciones oportunistas van más allá de lo imaginable, así nos encontramos que en un intento de alabar a Lenin el PCE (r) cae en un error brutal al afirmar que Lenin elaboró una «nueva dialéctica». ¿De qué reelaboración de la dialéctica hecha por Lenin hablan? Dejemos que Stalin nos explique la filosofía de Lenin y su conexión con el marxismo:

    «Considero que Lenin no ha añadido ningún «nuevo principio» al marxismo, ni que haya abolido alguno de los «viejos» principios del marxismo. Lenin fue, y sigue siendo, el más leal y consistente pupilo de Marx y Engels, y siempre se basó completamente en los principios del marxismo. Pero Lenin no solamente llevó a cabo las enseñanzas de Marx y Engels. Él fue, al mismo tiempo, el continuador de sus enseñanzas. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que él desarrolló más allá las enseñanzas de Marx y Engels en conformidad con las nuevas condiciones de desarrollo, con la nueva fase del capitalismo con el imperialismo. Quiere decir que al llevar más allá las enseñanzas de Marx en las nuevas condiciones de la lucha de clases, Lenin contribuyó con algo nuevo al tesoro general del marxismo en comparación con lo que fue creado por Marx y Engels: con lo que pudo ser creado en el periodo preimperialista del capitalismo. Al mismo tiempo la nueva contribución de Lenin al tesoro del marxismo está completamente basada en los principios sentados por Marx y Engels. Es en este sentido que hablamos de leninismo como marxismo de la era del imperialismo y de las relaciones proletarias». (Iósif Vissariónovich Dzhugashvili, Stalin; Entrevista con la primera delegación americana de trabajo, 15 de septiembre de 1927)

    Estos bobos del PCE (r) hasta cuando intentan ensalzar a Lenin para aparentar ser leninistas caen en un ridículo teórico extremo, demostrando que no saben nada de la obra del bolchevique, en consecuencia no saben nada de marxismo-leninismo.

    El aplicar un método y unos axiomas no es lo mismo que actualizar o descubrir la existencia de unos nuevos, esa confusión es una de las constantes en los revisionismos para alegar que estamos ante una revolución filosófica, ante una nueva etapa dentro del marxismo. Además cuando esa confusión se suma a otra donde se pone por encima de la metodología y los axiomas del marxismo las neoteorías antimarxistas de algunos filósofos baratos del revisionismo, proclamando que se quiera o no estos nuevos autores han superado a los viejos clásicos del marxismo con estos descubrimientos, con lo que acaban inventando todo tipo de «pensamientos» y de «etapas superiores» al marxismo mientras juran que aún así estemos tranquilos porque si bien lo más importante son las nuevas aportaciones de estos gurús, la base de su pensamiento es lo poco que no consideran obsoleto del marxismo, o mejor dicho, lo que aún no les ha dado tiempo de sustituir con nuevas teorías pseudocientíficas. He ahí que las figuras más famosas del maoísmo como los dementes o fantasiosos «Presidente Gonzalo» y «Camarada Arenas», cada uno en un lado del Atlántico, ¡¡¡proclaman que han hecho nuevos aportes al marxismo y descubierto nuevas leyes dialécticas y exigen que nos genuflexionemos ante sus aberraciones y les rindamos pleitesía!!! Así Arenas en trabajos suyos con títulos comerciales como «¿Una nueva ley dialéctica» de 2017 nos encontramos con una introducción en donde nos promete que encontraremos una «profundización de la ley de la negación de la negación». Estos hombrecillos olvidan que la dialéctica es una ley fundamental del desarrollo histórico y como tal es una constante que persiste.

    Por tanto, cuando revisionistas como Arenas se ponen a revisar el marxismo –sean sus conceptos o sus axiomas– lo hacen no porque se necesite «actualizar el marxismo» de acuerdo a los nuevos procesos contemporáneos, sino para transformar la doctrina revolucionaria del marxismo-leninismo en una doctrina pseudorevolucionaria e inútil para la emancipación de las clases trabajadoras, despojada por completo de sus fundamentos:

    «La revisión de los principios del marxismo, con independencia de su orientación y la época histórica, subvierte las bases científicas del marxismo y se convierte a éste en un conjunto dogmático de pensamientos y citas de textos sagrados, es decir, convierte a este sistema del pensamiento científico a una forma de doctrina religiosa, que supera la superestructura del sistema revisionista. De ser la ideología de las masas explotadas, este marxismo hueco se convierte en una herramienta de explotación. Llegados a este punto, el marxismo revisionista, antimarxista, en esencia, se puede dividir en diferentes herejías, en diferentes interpretaciones de lo que se convirtió en una especie de sagradas escrituras, ya que esas interpretaciones dejan de ser científicas y se moldea para adaptarse a las necesidades e idiosincrasia de las nuevas clases dominantes o a los que sirven a las viejas clases dominantes, de acuerdo con la situación histórica concreta». (Rafael Martínez; Sobre el Manual de Economía Política de Shanghái, 2004)». (Equipo de Bitácora (M-L); Estudio histórico sobre los bandazos políticos oportunistas del PCE (r) y las prácticas terroristas de los GRAPO, 2017)


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