Por la Huelga General y la unidad de la clase obrera
El Gobierno de España ha demostrado durante los últimos meses, más que
nunca, ser un perro fiel de los imperialismos estadounidense y alemán y
estar al servicio de los intereses de la oligarquía, los especuladores y
de todas las clases parasitarias que viven a costa de explotar a la clase
obrera. En lugar de plantar cara a quienes se benefician de la situación
de crisis económica que vive España, la facción del Partido del Capital
llamada PSOE ha querido contentar a la burguesía española y al
imperialismo atacando los derechos de los trabajadores y de la mayoría del
pueblo.
No tiene nada de extraño puesto que las "medidas" que se están aplicando
en todos los países son siempre las mismas. Variantes aparte, todas ellas,
las tomadas en Grecia, España, Portugal, Francia, Reino Unido u otros
países, tienden exclusivamente a hacer retroceder a la clase obrera en sus
derechos, en sus condiciones de vida y de trabajo, en empobrecer a las
amplias masas y concentrar el capital cada vez en menos manos, como lo
exige el dominio de los monopolios financiero-industriales.
Así vemos que los recortes afectan a los salarios de los trabajadores, a
sus derechos, a las pensiones de los trabajadores, a la edad de
jubilación, cada vez más lejana, etc., etc., todo lo cual nos llevará a
una venta de la fuerza de trabajo más ventajosa para el capital y más
gravosa para la clase obrera, a jornadas más largas, a una mayor
precariedad y maltrato... mientras los bancos son "salvados" entregándoles
el fruto costosamente labrado por la clase obrera, las cajas (que por su
carácter constituyen una excepción en el panorama financiero) son forzadas
a fusionarse mediante esa coerción económica llamada FROB... exactamente
lo que ocurría durante el fascismo.
Pero la necesidad de una huelga general ya era obvia hace dos años, cuando
los empresarios iniciaron miles de ERE, el paro comenzó a subir y el
pueblo trabajador empezó a perder poder adquisitivo con la subida de los
precios. Con los penúltimos recortes sociales llevados a cabo por Zapatero
y con una reforma laboral a la medida de la patronal, la huelga general,
más que una necesidad, es todo un clamor en los distintos sectores de la
clase trabajadora, de los pequeños productores y en el seno del pueblo en
general. Por eso no es posible esperar cuatro meses en el conjunto del
Estado, como pretenden las direcciones amarillas y claudicadoras de CCOO y
UGT. Nosotros apoyamos la convocatoria del 29 de septiembre porque es un
paso adelante en la lucha, pero llevarla a cabo tanto tiempo después de
que el Gobierno social-liberal apruebe una reforma laboral, lo único que
puede crear es confusión en el seno de la clase obrera, que no sabrá
exactamente por qué lucha llegado ese día.
Igual de absurda nos parece la obsesión que tienen los dirigentes de la
autodenominada mayoría sindical vasca con la organización de huelgas al
margen del resto de sindicatos, y por extensión de los trabajadores que no
se identifican con su discurso, y al margen también de los trabajadores
del resto del Estado. De esta manera lo único que se consigue es dividir a
la clase trabajadora y alejarla de la necesaria unidad en la lucha. El
próximo 29 de junio iremos a la huelga, y en este sentido consideramos
beneficioso que CCOO de Euskadi haya decidido convocar para ese día. De
todas formas, vuelve a ser un error no consensuar de manera unitaria las
movilizaciones que se van a llevar a cabo (al contrario, destacar a cada
paso que se trata de convocatorias excluyentes), lo que deja patente que
todas las direcciones sindicales existentes en las cuatro provincias o no
saben manejar los tiempos y dirigir la lucha, o saben perfectamente lo que
hacen, y por eso actúan directamente al margen de los intereses de la
clase obrera.
GKB-UJC Euskal Herria, por su parte, plenamente consciente de la
responsabilidad que le incumbe como organización marxista-leninista de la
juventud trabajadora y estudiante de Euskal Herria, en la situación
actual:
- Apoyará activamente la convocatoria de Huelga General en Euskal Herria
del 29-J, al tiempo que deplora la actitud de UGT, contraria a los
intereses reales de sus propios afiliados;
- Apoyará activamente la convocatoria de Huelga General en el Estado del
29-S, a la vez que llama a apoyarla a los sindicatos nacionalistas, que
tienen en ella una oportunidad de demostrar la sinceridad de sus actuales
posiciones;
- Llama a toda la juventud trabajadora y estudiante, y a toda la clase
obrera y demás trabajadores, a tomar parte en estas jornadas de lucha,
sobrepasando los límites impuestos por las cúpulas sindicales, cada una
por sus intereses particulares, y convirtiéndolas en una manifestación de
fuerza y unidad por encima de toda diferencia política, sindical, nacional
y de otro tipo.
La clase trabajadora debe superar de una vez las posiciones escisionistas
de los sindicatos y avanzar hacia la unidad de acción, e incluso orgánica,
en una organización sindical verdaderamente combativa, radical y de clase.
Asimismo, tal y como han demostrado los acontecimientos de los últimos
años, es imperiosa la necesidad que tienen los trabajadores de este país
de contar con un partido que represente sus intereses. Dicho partido no
puede ser otro que un Partido Comunista que base su actuación en el
marxismo-leninismo y garantice, en primer lugar, la independencia de la
clase obrera respecto a otras clases y la dirección de su lucha por sus
intereses concretos y por el socialismo.
--
Gazte Komunisten Batasuna
UJC-Euskal Herria
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
El Gobierno de España ha demostrado durante los últimos meses, más que
nunca, ser un perro fiel de los imperialismos estadounidense y alemán y
estar al servicio de los intereses de la oligarquía, los especuladores y
de todas las clases parasitarias que viven a costa de explotar a la clase
obrera. En lugar de plantar cara a quienes se benefician de la situación
de crisis económica que vive España, la facción del Partido del Capital
llamada PSOE ha querido contentar a la burguesía española y al
imperialismo atacando los derechos de los trabajadores y de la mayoría del
pueblo.
No tiene nada de extraño puesto que las "medidas" que se están aplicando
en todos los países son siempre las mismas. Variantes aparte, todas ellas,
las tomadas en Grecia, España, Portugal, Francia, Reino Unido u otros
países, tienden exclusivamente a hacer retroceder a la clase obrera en sus
derechos, en sus condiciones de vida y de trabajo, en empobrecer a las
amplias masas y concentrar el capital cada vez en menos manos, como lo
exige el dominio de los monopolios financiero-industriales.
Así vemos que los recortes afectan a los salarios de los trabajadores, a
sus derechos, a las pensiones de los trabajadores, a la edad de
jubilación, cada vez más lejana, etc., etc., todo lo cual nos llevará a
una venta de la fuerza de trabajo más ventajosa para el capital y más
gravosa para la clase obrera, a jornadas más largas, a una mayor
precariedad y maltrato... mientras los bancos son "salvados" entregándoles
el fruto costosamente labrado por la clase obrera, las cajas (que por su
carácter constituyen una excepción en el panorama financiero) son forzadas
a fusionarse mediante esa coerción económica llamada FROB... exactamente
lo que ocurría durante el fascismo.
Pero la necesidad de una huelga general ya era obvia hace dos años, cuando
los empresarios iniciaron miles de ERE, el paro comenzó a subir y el
pueblo trabajador empezó a perder poder adquisitivo con la subida de los
precios. Con los penúltimos recortes sociales llevados a cabo por Zapatero
y con una reforma laboral a la medida de la patronal, la huelga general,
más que una necesidad, es todo un clamor en los distintos sectores de la
clase trabajadora, de los pequeños productores y en el seno del pueblo en
general. Por eso no es posible esperar cuatro meses en el conjunto del
Estado, como pretenden las direcciones amarillas y claudicadoras de CCOO y
UGT. Nosotros apoyamos la convocatoria del 29 de septiembre porque es un
paso adelante en la lucha, pero llevarla a cabo tanto tiempo después de
que el Gobierno social-liberal apruebe una reforma laboral, lo único que
puede crear es confusión en el seno de la clase obrera, que no sabrá
exactamente por qué lucha llegado ese día.
Igual de absurda nos parece la obsesión que tienen los dirigentes de la
autodenominada mayoría sindical vasca con la organización de huelgas al
margen del resto de sindicatos, y por extensión de los trabajadores que no
se identifican con su discurso, y al margen también de los trabajadores
del resto del Estado. De esta manera lo único que se consigue es dividir a
la clase trabajadora y alejarla de la necesaria unidad en la lucha. El
próximo 29 de junio iremos a la huelga, y en este sentido consideramos
beneficioso que CCOO de Euskadi haya decidido convocar para ese día. De
todas formas, vuelve a ser un error no consensuar de manera unitaria las
movilizaciones que se van a llevar a cabo (al contrario, destacar a cada
paso que se trata de convocatorias excluyentes), lo que deja patente que
todas las direcciones sindicales existentes en las cuatro provincias o no
saben manejar los tiempos y dirigir la lucha, o saben perfectamente lo que
hacen, y por eso actúan directamente al margen de los intereses de la
clase obrera.
GKB-UJC Euskal Herria, por su parte, plenamente consciente de la
responsabilidad que le incumbe como organización marxista-leninista de la
juventud trabajadora y estudiante de Euskal Herria, en la situación
actual:
- Apoyará activamente la convocatoria de Huelga General en Euskal Herria
del 29-J, al tiempo que deplora la actitud de UGT, contraria a los
intereses reales de sus propios afiliados;
- Apoyará activamente la convocatoria de Huelga General en el Estado del
29-S, a la vez que llama a apoyarla a los sindicatos nacionalistas, que
tienen en ella una oportunidad de demostrar la sinceridad de sus actuales
posiciones;
- Llama a toda la juventud trabajadora y estudiante, y a toda la clase
obrera y demás trabajadores, a tomar parte en estas jornadas de lucha,
sobrepasando los límites impuestos por las cúpulas sindicales, cada una
por sus intereses particulares, y convirtiéndolas en una manifestación de
fuerza y unidad por encima de toda diferencia política, sindical, nacional
y de otro tipo.
La clase trabajadora debe superar de una vez las posiciones escisionistas
de los sindicatos y avanzar hacia la unidad de acción, e incluso orgánica,
en una organización sindical verdaderamente combativa, radical y de clase.
Asimismo, tal y como han demostrado los acontecimientos de los últimos
años, es imperiosa la necesidad que tienen los trabajadores de este país
de contar con un partido que represente sus intereses. Dicho partido no
puede ser otro que un Partido Comunista que base su actuación en el
marxismo-leninismo y garantice, en primer lugar, la independencia de la
clase obrera respecto a otras clases y la dirección de su lucha por sus
intereses concretos y por el socialismo.
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