por Universal Mar Nov 16, 2010 2:36 pm
El problema es pensar que la homosexualidad es una categoría socio-política. Mirad, en Chueca el PP tiene casi el doble de votos que el PSOE. Eso no ocurre prácticamente en ningún municipio de Madrid ¿porqué? La clase de los transmaribolleros de chueca es la burguesía conservadora, por muy incoherente que pueda parecerles a los genios del marketing político progresista. Porque los homosexuales no son una clase, y por lo tanto dirigirse a ellos como tal es un error. En Chueca votan no en base a su sexualidad, sino en base a sus intereses de clase: quieren impuestos bajos, facilidades empresariales, promoción del barrio, etc. Luego todos y todas se apuntan a las caravanas, a los conciertos, a las reivindicaciones, pero COMO UN ASUNTO MENOR QUE EL INTERÉS CLASISTA. Y eso, que lo entienden ellos, no lo entienden los "progres", incapaces de asumir que un homosexual es todo y es nada, es decir: es tan diferente o tan igual como cualquier otro trabajador, es tan diferente o tan igual como otro empresario. La lucha por sus derechos civiles no es una prioridad para "ellos" porque no existe un "ellos", no existe una "clase homosexual", no existe un conjunto homogéneo de homosexuales. Por poner un ejemplo, el mayor número de homosexuales en la tierra no está en una caravana del orgullo ni en un barrio pijo como Chueca, sino en una institución tan conservadora como la Iglesia Católica.
Los derechos civiles de los homosexuales o de los transexuales no es una cuestión "de izquierdas" ni progresista. De hecho uno de los países con una legislación más avanzada en cuanto a la transexualidad es Irán ( http://moralesdeurioste.blogspot.com/2010/09/transexualidad-en-iran.html ), después de Tailandia.
En Europa la burguesía progrecapitalista se cree sus propios clichés, sus propias definiciones, pero están lejos de ser ciertas. En mi barrio los "homosexuales" no son tales, del mismo modo que los "heterosexuales" no somos nadie. Somos todos trabajadores y es la condición de clase la que nos define, no la tendencia sexual. Ningún empresario (hetero u homo) pide un carnet de sexualidad para ver si te explota más o menos en función de tu sexualidad. Todos somos la misma clase obrera y dirigirse a las personas según cuestiones y categorías de ese tipo es una estupidez demencial, propia del postmodernismo que subdivide a las personas en base a mil y un topicazos tal y como hace el capital para crear distintos submercados, subtendencias, submodas y así ampliar el consumo, al mismo tiempo que divide a la sociedad en base a gustos subjetivos y asimilaciones extrañas.
Y creo, por último, que hay que dejar ya la estúpida coletilla de tener que decir que uno no es homófobo para hablar sobre la homosexualidad, porque creo que es obvio que entre comunistas no hay ese problema, y el simple hecho de tener que decirlo cada vez es una muestra de la ridiculez en la que se está envolviendo la lucha por sus derechos CIVILES (esa es la categoría y no otra). Todos apoyamos sus luchas por sus derechos civiles sin fisuras, pero hay que tener una actitud MUY crítica con la forma en la que se les trata: como a una división aparte, como una singularidad hecha clase.
No, me niego. Nativa o extranjera, gay o hetero, todos somos la misma clase obrera.