Los Colectivos de Jóvenes Comunistas acogemos con satisfacción la decisión tomada por la Juventud Comunista de Asturias (JCA), por la que solicitan el ingreso colectivo en los CJC y la unificación entre las dos organizaciones.
Este proceso no es una fusión artificial de siglas, sino que viene precedido por la coincidencia en el trabajo de las dos organizaciones en numerosos ámbitos: especialmente, el universitario, antiimperialista, antirracista, republicano y en la preparación de la Huelga General.
Siendo la JCA una organización madura y hermana, entendemos que sus militantes no deben pasar un periodo de pre-militancia en los CJC. Los consideramos desde este mismo momento como militantes de pleno derecho y con plena confianza.
Esto no quita para que a partir de ahora se abra un proceso conferencial que dote de contenido político a esta unidad de las y los jóvenes comunistas.
Al margen de que este proceso se haga bajo nuestras siglas, la unidad de los comunistas en el Estado Español es un elemento muy importante en la estrategia de recuperación y construcción del proyecto marxista-leninista.
Los CJC entendemos que en el Estado Español, tras la ruptura del PCE con el leninismo, ha habido dos formas distintas de entender el proyecto comunista: la estrategia de recuperación del marxismo-leninismo en el PCE y la unificación de los destacamentos leninistas al margen del PCE.
Los CJC formamos parte de la segunda estrategia, lo cuál no nos impide considerar como camaradas a aquellos que toman como marco de actuación cualquier otro referente diferente al nuestro.
En cualquier caso, la degeneración y descomposición del reformismo plantean de nuevo hoy el debate en términos de “reforma o revolución” y los CJC y el PCPE estamos fírmemente comprometidos con la segunda opción. El PCE no ofrece hoy un marco adecuado para construir el proyecto marxista-leninista, aunque, desde una posición alejada del sectarismo, en el proceso de reconstrucción del partido haya que contar con muchos camaradas que hoy militan bajo otras siglas, así como con la parte más consciente de la clase obrera, que es la mayor de las garantías para la construcción del Partido y la Juventud Comunista que nuestra lucha requiere.
Hoy, crear el partido de la revolución es aún una tarea pendiente, en la que la juventud jugamos un papel clave. Nos son ajenas las disputas que lleveron al fraccionamiento del proyecto comunista en anteriores generaciones. No es la historia, sino la lucha revolucionaria aquí y ahora el principal criterio a la hora de generar puntos de confluencia.
En el Estado Español, existen varios destacamentos leninistas, de los cuales, el PCPE y los CJC somos el mayor. Con el ingreso de la JCA, se demuestra que estamos en capacidad de integrar a muchos jóvenes comunistas a nuestro proyecto y, de esa forma, los CJC nos demostramos como un marco útil tanto para la unidad como para el avance del proyecto.
En Asturies, la unidad de la JCA y los CMC abre la puerta a la mayor organización de la juventud comunista en este territorio, con amplias expectativas de trabajo político, tanto por número de militantes como por capacidad política. No nos pondremos ninguna medalla por las expectativas que generemos, sino que asumimos el reto que nos corresponde.
Tenemos la posibilidad de crear una alternativa juvenil comunista seria, al margen de muchas de las lacras que han caracterizado a la izquierda de este país. Sabemos de cierta frustración en la labor política que la JCA desempeñaba bajo el marco del PCA. Podemos asegurar que nuestra organización no cometerá los mismos errores. Es muy sintomático que en otoño de 2010 y con más de 4 millones de parados, en otras organizaciones prácticamente sólo se escuche hablar de las elecciones de la próxima primavera. Nuestra alternativa es elevar la conciencia, la organización y la combatividad de la juventud estudiantil y trabajadora.
Finalmente, no podemos aislar este proceso de una confluencia general que se da a escala de todo el Estado. Una nueva generación de jóvenes comunistas está empezando a luchar en todo el Estado y, en la medida en que afrontamos con sinceridad revolucionaria los retos que la realidad nos impone, llegamos a conclusiones similares y a dinámicas parecidas. La práctica nos lo demuestra.
Esto facilita enormemente la unidad de los comunistas. Estamos ante un primer paso de un proceso que necesariamente tendrá que ser más amplio.
José Díaz, secretario general del PCE en los años 30, dijo “La unidad ha hecho posible nuestra resistencia. Con la unidad venceremos.”
Estamos de acuerdo con él, aunque hoy no hablamos de resistencia. La juventud está a la ofensiva.
Comunicado explicativo de la JCA
La Juventud Comunista de Asturias (JCA) celebró el pasado sábado una conferencia a la que convocó a todos y todas sus militantes. En la misma, analizamos cuál es la manera más eficar de organizarnos para continuar nuestro proyecto político de formación de cuadros leninistas. Tras un debate extenso -sin ningún voto en contra, con tan sólo dos abstenciones, y con tres posturas sobre como llevar a cabo la decisión tomada- la conferencia aprobó apostar por la unidad con los Colectivos de Jóvenes Comunistas en Asturias, lo que implica renunciar al PCE como referente partidario
Este importante debate se realizó con todas garantías: con un debate previo en los colectivos y tomando la decisión en el órgano democrático que corresponde. De esta manera, la JCA no desaparecemos ni los militantes que la conformamos nos damos de baja. Es una decisión colectiva por la cuál nuestro proyecto político marxista-leninista juvenil confluye con el los Colectivos de Jóvenes Comunistas.
En realidad, no variamos ni un ápice nuestro proyecto estratégico, sólo hemos encontrado un marco más adecuado para llevarlo a cabo. Desde nuestro nacimiento, la JCA nos integramos con independencia organizativa y autonomía política en el marco del Partido Comunista de Asturias. El motivo era que en él gozábamos de la posibilidad de forma cuadros en el marxismo-leninismo, así como apoyar las posiciones más revolucionarias dentro del Partido, frente a las posturas más institucionalistas y reformistas.
Entendemos que nuestra obligación es que los jóvenes con inquietudes revolucionarias que se acercan a la JCA puedan formarse en el trabajo externo y adquieran una formación marxista-leninista desde la que analizar la realidad que los rodea para así poder transformarla.
La JCA fuimos durante mucho tiempo una de las organizaciones de jóvenes comunistas del PCE a los que se nos excluyó de participar en su federación juvenil, la Unión de Jóvenes Comunistas de España (UJCE) debido a los procesos antidemocráticos de expulsión de 1998 y de 2002. Con el referente asturiano de esta organización y con el Comité Central la UJCE tenemos muy poco en común, confrontando en aspectos esenciales de nuestra práctica política.
La UJCE en Asturias nos da tristes ejemplos de las miserias del reformismo y del oportunismo. En universidad, por ejemplo, la UJCE se posicionó en repetidas ocasiones en favor de candidaturas del PP y del PSOE, en vez de apoyar al movimiento anti-Bolonia en el que nosotros participamos. Si nuestro proyecto busca formar cuadros leninistas, en el caso de la UJCE, la práctica nos enseña que muchos acaban liberados en Comisiones Obreras y otros ámbitos, donde sus posiciones no son en ningún caso de regeneración revolucionaria de estos referentes.
Nuestras profundas diferencias con el proyecto de la UJCE en Asturias y con su Comité Central hacen inviable un proceso de unificación en el que no se aseguren las suficientes garantías democráticas. En este sentido, la JCA aprobamos en nuestro congreso, como también se aprobó en los últimos congresos del PCE y del PCA, que la integración de todas las juventudes comunistas que estamos fuera de la UJCE debe ser un proceso federal con garantías democráticas.
Sin embargo, en los últimos meses, el núcleo de dirección del PCA comenzó, sin consensuarlo con la JCA, un proceso de acercamiento a la UJCE. El Secretario General del PCA aseguró en una reunión con la dirección de la UJCE, y confirmó en el mismísimo congreso del PCA, que la JCA y la UJCE “comeríamos las uvas integrados”. La dirección de la JCA planteamos orgánicamente nuestra preocupación a la dirección del Partido por este cambio de línea con respecto a juventud, e informamos de que estamos abiertos a discutir cualquier cambio de línea, pero que se haga de manera colectiva y se nos incluya en la discusión. Desde la dirección del PCA se nos informa de que no hay ningún cambio de línea, pero en la práctica hemos visto lo contrario.
En primer lugar se nos comunica que se nos informará de las medidas a que el Partido contempla tomar con respecto a la UJCE, pero no se consensuarán con nosotros.
En segundo lugar, los gestos de intransigencia de la UJCE hacia la JCA durante este pasado verano fueron premiados con la incorporación de su secretaria política a los órganos de dirección del PCA, como invitada permanente, con lo que se reconoce a la UJCE en Asturias a pesar de que la UJCE no hace ningún gesto constructivo hacia una solución democrática del problema de la juventud.
En tercer lugar, el PCA nos comunicó que se estaba elaborando una hoja de ruta para la integración de la JCA en la UJCE en Asturias.
Además, la hoja de ruta del PCA hacia la integración no era únicamente una propuesta política, sino que venía acompañada de movimientos para eliminar la independencia organizativa que establecen nuestros estatutos (aprobados por el Partido).
En la preparación del último congreso del PCE, el Secretario General del PCA nos propuso presentar una enmienda en la que se proponía que la juventud tiene que enmarcarse a todos los niveles en la línea política del Partido. Nos explicó que era intolerable que en universidad la UJCE estuviese votando a las candidaturas de los corruptos del PP y el PSOE, mientras que los camaradas de la JCA y el PCA apoyaban las candidaturas del movimiento estudiantil antibolonia. Nos puso el ejemplo de la actuación de la UJCE en los congresos de CCOO de Asturias, en los que no seguían la línea debatida en la comisión de MO del PCA (hay antiguos dirigentes de la UJCE muy bien colocados en puestinos en CCOO, como Adrián Redondo y Benjamín Gutierrez), o cómo a nivel federal hace un par de años la UJCE había apoyado a Enrique de Santiago, que se integró en la dirección de Gaspar Llamazares en IU, frente a las decisiones del CF del PCE. Debatimos esta enmienda, que nos parecía muy bien, y la apoyamos e incluso la defendimos en el congreso. Nuestra sorpresa es mayúscula cuando una vez aprobada el SG nos informa de que por ella entiende que la JCA pierde su autonomía organizativa e independencia política, porque cualquier decisión del partido (desde el esfuerzo que se ha de volcar en una mani hasta cualquier decisión ejecutiva sobre los rincones cubanos que ponemos conjuntamente) debe ser asumida directamente por la JCA. Esto es muy lógico en el caso de las organizaciones del Partido, que participan democrática y proporcionalmente en la elección de sus órganos de dirección, pero en el caso de la JCA, que es independiente en lo organizativo, no es exactamente así, puesto que su participación en los congresos puede ser establecida por un cupo elegido arbitrariamente (no en función de su número de militantes) o puede verde dispersa en estructuras territoriales sin posibilidad de presentar listas. Por lo tanto, la dirección de la JCA planteamos al la comisión de relaciones con la juventud del Partido que si se quiere cambiar el modelo de relación, en el que se discutían y acordaban las cosas entre la dirección de la juve y la del Partido, perfecto, pero en base a un debate, a argumentos, a debatirlo con nuestros militantes, etc… pero no a imponer los cambios de facto. Se nos responde de nuevo que no, que no hay ningún cambio ni nada que debatir.
En esta conferencia, hemos valorado las distintas opciones que se nos planteaban:
Consideramos un error integrarnos en la UJCE. No sólo nos separan diferencias políticas. Entendemos que la integración sin un proceso democrático (que el PCA no puede en ningún caso garantizar, puesto que sólo la dirección federal del PCE puede intervenir en la UJCE, que es una federación más del PCE) nos incapacitaría para continuar luchando externamente en una línea revolucionaria y para seguir organizando una formación m-l. Además es muy probable, viendo las actitudes de la UJCE en Asturias de los últimos meses y las experiencias anteriores, que se produjesen expulsiones.
Tampoco podemos mantenernos en nuestra posición actual: esto implica enfrentarnos a la UJCE y al núcleo de dirección del PCA. Implicaría consumir la mayoría de las fuerzas de la JCA en luchas internas, no en el trabajo en la calle y en la formación de los camaradas más jóvenes, que consideramos nuestra prioridad. Otra opción sería disolvernosos dentro del PCA para evitar integrarnos en la UJCE.
Esto desvertebraría el trabajo externo de y la posibilidad de recibir una formación marxista-leninista constante para la mayoría de los militantes, sobre todo los más jóvenes, y nos dejaría imbricados en agrupaciones por criterios territoriales, en algunas de las cuales gran parte de los debates versan sobre temática interna y cuya actividad externa es principalmente ejecutiva.
Por eso, nuestra opción ha sido continuar la lucha al margen del PCE. Siempre hemos afirmado que no estábamos en el PCE por ningún amor a unas siglas históricas, sino para formar cuadros que contribuyesen a transformarlo de nuevo en una herramienta útil para la clase obrera en la lucha contra el capitalismo.
Para continuar formando cuadros que sean útiles para la emancipación del proletariado, consideramos que nuestra mejor opción es abandonar el PCE y continuar nuestro trabajo con el otro destacamento juvenil marxista-leninista que existe en Asturias: los Colectivos de Jóvenes Comunistas. Con estos camaradas venimos coincidiendo en los frentes de masa en los que participamos desde hace años con líneas políticas muy similares.
Un ejemplo es el trabajo codo con codo en el movimiento estudiantil y en el movimiento obrero.
Por ello, consideramos que desde lo CJC es donde mejor podremos formar a los jóvenes asturianos que quieran luchar contra el sistema de explotación capitalista en el marxismo-leninismo. Todos los camaradas revolucionarios que luchan por la reconstrucción del PCE y que nos conocen saben que seguimos en la misma lucha, aunque desde distintas siglas.
La unidad entre todos los que buscamos construir un proyecto revolucionario sigue siendo una tarea pendiente. Hay que contar tanto con quienes lo venimos haciendo dentro del marco del PCE, como quienes lo hacen fuera. La JCA consideramos que las condiciones para seguir adelante con este proyecto dentro de las estructuras del PCE son insuficientes.
En la lucha seguiremos viendo a muchos camaradas que siguen en el PCA, a los que animamos en su lucha por la reconstrucción frente a las tendencias institucionalistas y revisionistas que aún dirigen el PCE. Les recomendamos que insistan en la importancia de la formación teórica y el trabajo externo por las luchas internas, porque como sabemos es el la práctica donde se demuestra la corrección de nuestras ideas.
Sabemos que entenderán nuestra decisión, puesto que muchos camaradas rechazan que la dirección federal les impornga una integración en Izquierda Xunida que no sea todos a la vez y con garantías democráticas, porque los proyectos políticos son distintos. De la misma manera, nosotros no podemos aceptar un proceso de unificación en el que no entremos todos, es decir, federal, y con las debidas garantías democráticas, que sólo puede establecer el PCE.
Igualmente desde el PCA todos hemos condenado que el nucleo duro de la dirección federal no consensuase con nosotros, que fuimos los estatutariamente excluidos, la forma de proceder con respecto a IX. De la misma manera la JCA no podemos entender que el núcleo duro de dirección del Partido rechazase alcanzar un consenso con nosotros, su juventud reconocida y antidemocráticamente excluida de la UJCE, sobre las acciones a emprender con respecto a la UJCE en Asturias.
Esperamos que los camaradas del PCA comprendan que nuestra prioridad debe ser la formación de cuadros, y que enfangados en una lucha interna en la UJCE no podríamos cumplirla. Saben que les deseamos la victoria en su batalla contra IX, porque durante muchos años también ha sido la nuestra.
Mientras tanto, los jóvenes comunistas hablaremos de crisis capitalista, hablaremos de revolución socialista y seguiremos formando jóvenes en el marxismo-leninismo donde creemos que podremos hacerlo de forma más eficaz, en los CJC, con el convencimiento de que en el futuro todos los revolucionarios, que ya compartimos un mismo proyecto, confluiremos en las mismas siglas.