por Karrask Lun Ene 28, 2013 2:00 pm
Desde mi punto de vista...
Todo esto viene desde que naces, hasta que creces, te haces adulto y mueres.
Pongamos un ejemplo. Una persona "x" nace, aprende a caminar, a hablar y asiste a la guardería. Ahí, a nuestra persona "x" se le enseña a tener buenos modales, a portarse bien con los compañeros y obedecer.
Luego, esta persona "x", asiste a la llamada Educación Infantil, donde le echará más horas y se ampliarán estas doctrinas de "portarse bien y obedecer". El compañero que se negará a seguir dibujando, que se porte mal con el profesor, o con otros compañeros se le castigará, levemente, y proporcionalmente con su edad y desarrollo.
Tras esto, "x" cursa Educación Primaria, o la acorde con los seis años de edad. En casa a nuestra persona "x" se le empezará a dar un ligero conocimiento del mundo en el que vive, papá y mamá trabajan para mantener a "x", a su hermana "y" y a su mascota. Llegaron hasta ahí obedeciendo y comportándose bien. Yendo a la guardería, siendo castigados por quitarle el juguete a la compañera, obedeciendo a todas las órdenes del profesor.
"X" se hace mayor, cumple los doce años y además de empezar el instituto, se adentra en el mundo de la adolescencia. Los castigos son más fuertes, expulsiones, amonestaciones...
Supongamos que nuestra persona "x" ya empieza a pensar por si misma, ¿Por qué asisto todos los días al instituto? ¿Por qué hago exámenes? ¿Cuál es el fin de todo esto?
Papá le dirá que es necesario para aprobar el instituto, salir a la universidad y encontrar un buen trabajo y así vivir bien y mantener a sí mismo y a los suyos. El profesor de Matemáticas le dirá porque los números, las ecuaciones, la trigonometría son esenciales para la vida. Pero papá trabaja en una cadena de montaje enlatando sardinas, y su patrón no lo exige calcular raíces, ni siquiera el desarrollo sintagmático de una oración simple.
Bien, si entendemos esto, podemos entender de dónde viene la ignorancia.
Desde que vamos a la guardería, hasta la universidad, siempre hacemos lo que nos dicen, lo que hay que hacer porque está preescrito. Voy al instituto porque mamá y la ley me lo dicen, no porque me interese la Ilustración, las fracciones y el francés. Caminamos de un lado para otro obligados, sin interés en nada, desde academias de estudios hasta el entrenamiento del equipo de fútbol.
No hay más interés que el de pasarlo bien el finde en la disco, en el parque o donde sea. El mundo en el que vivo no me interesa.
Veo una hoz y un martillo, oigo hablar de Fidel Castro, de la Guerra Civil, me suena de clase, pero eso no me proporciona diversión, no me evade de mis problemas de adolescente.
Las consecuencias de esto son muy simples. El ser muy manipulables. El papá de "x" siguió este camino, y está enlatando sardinas sin dereceho alguno a protestar por una subida de sueldo, o en lugar de trabajar doce horas hacerlo ocho. "x" seguirá este camino, y sus hijos, y los de estos y así sucesivamente.
Yo lo veo así.