por Dzerjinskii Jue Ene 27, 2011 4:13 pm
Por una asamblea constituyente que elabore las bases de una República Democrática
El pueblo tunecino ha logrado una espléndida victoria sobre el tirano, que ha huido del país en búsqueda de un refugio seguro. El Consejo Constitucional, obra de Ben Alí, ha anunciado rápidamente que Fuad Mbazaa, presidente del parlamento fantoche, asegurará la presidencia interinamente hasta que se celebren nuevas elecciones presidenciales en los próximos 45-60 días.
El Partido Comunista de los Obreros de Túnez (PCOT) saluda la victoria lograda por el pueblo, gracias a su firme voluntad, su resistencia histórica, y con el sacrificio y la sangre de sus mártires.
El PCOT afirma:
1. La victoria lograda es sólo parcial, no será completa más que cuando se concrete el deseado cambio democrático.
2. El cambio democrático no vendrá en ningún caso del mismo partido, de sus símbolos, sus instituciones, su aparato y su legislación, que han consagrado la dictadura y privado al pueblo de sus derechos elementales durante más de medio siglo, del cual 23 años bajo el régimen de Ben Alí.
3. Fuad Mbazaa, que asume la presidencia interinamente, es uno de los brazos de Ben Alí, presidente de una institución impuesta por Ben Alí, que en absoluto representa al pueblo. Un período de entre 45 y 60 días para organizar unas elecciones presidenciales es una treta para garantizar la continuidad del régimen dictatorial mediante uno de sus símbolos.
4. Actualmente, el peligro principal es el de que se expolie la victoria del pueblo, ocultando sus sacrificios, sus ambiciones legítimas de libertad y vida digna, para mantener el régimen de Ben Alí mediante un nuevo decorado democrático.
5. El cambio democrático, en toda su dimensión política, económica, social y cultural, exige la ruptura efectiva e inmediata con el régimen tiránico. Ello conlleva la constitución de un gobierno provisional u otra instancia ejecutiva que organice elecciones libres para designar una asamblea constituyente que cree los fundamentos de una verdadera República democrática, en la que el pueblo goce de libertad, de justicia social y de dignidad.
6. Las fuerzas políticas, sindicales, culturales, de defensa de los derechos humanos y todo el pueblo deben trazar conjuntamente el futuro de Túnez. Nadie puede arrogarse el derecho de negociar con el régimen en nombre de esas fuerzas, que han sido determinantes para derribar al dictador.
7. Es urgente que las fuerzas democráticas creen instancias nacionales unitarias en pos de un cambio democrático, cuyas prerrogativas serán asegurar la salvaguarda de los logros del pueblo y exigir la transferencia pacífica del poder a éste.
8. El conjunto de las fuerzas democráticas debe organizarse, por todo el país, en comités, comisiones o consejos a nivel de región, de localidades y de sectores, para organizar el movimiento popular y enfrentarse a las maniobras reaccionarias, a los actos de saqueo realizados por grupos sospechosos que tratan de aterrorizar a los ciudadanos y despertar su temor al cambio democrático para que abandonen y dejen todo en manos de los aparatos de represión.
9. El ejército, formado esencialmente por hijos del pueblo, está llamado a velar por nuestra seguridad y la del país. Debe respetar la elección del pueblo y su aspiración a la libertad, la dignidad, la justicia social, todo lo cual requiere que se levante rápidamente el Estado de sitio para que éste no sea un pretexto con el que impedir que el pueblo continúe su legítima lucha y logre sus ambiciones.
- Por un gobierno provisional.
- Por una asamblea constituyente.
- Por una república democrática.
Partido Comunista de los Obreros de Túnez
15 de enero de 2011