Ante la gravísima situación de crisis que atraviesa el conjunto de las clase obrera y capas populares castellanas, junto con la publicación oficial de las nuevas condiciones que impone el estado español para que las candidaturas sin representación parlamentaria puedan concurrir a las elecciones del próximo 20-N, y tras el debate que las organizaciones del PCPC hemos realizado, los y las comunistas de esta organización, hemos llegado a las siguientes conclusiones:
Expresamos unánimemente nuestra opinión de que el cambio en las condiciones para presentar candidaturas de las opciones extraparlamentarias, además de ser un nuevo retroceso en los derechos democráticos de los y las ciudadanas, significa un paso coherente del estado postfranquista español en imponer a los Pueblos y las clases subalternas su dictadura de clase, de género y de opresión nacional.
A más inri, la perversidad de la leycondiciona el apoyo a una determinada candidatura al de cualquier otra. El efecto es anular de facto, el “secreto” garantizado por el ordenamiento jurídico, del apoyo que los ciudadanos y ciudadanas, pueden otorgar a tal o cual propuesta política.
Se elaborarán así, verdaderas “listas negras” de ciudadanos y ciudadanas que con sus datos personales, proclaman públicamente su apoyo a una determinada opción electoral, aunque este apoyo no signifique la obligatoriedad de voto a la misma. Esta marca indeleble en el “expediente” político de cada persona que haya decidido apoyar una candidatura puede ser utilizada por el Estado español en determinados momentos para ejercer una represión selectiva, desde la imposibilidad de conseguir un empleo, una ayuda oficial o la represión más brutal y directa en caso de una situación que considere peligrosa para su dominación hegemónica. Pero esta vez, se le ofrece voluntariamente una información facilitadora.
Por otra parte la crisis capitalista que está azotando gravemente a la Clase Obrera y el descrédito de los profesionales de la política que gestionan el sistema, debe situarnos en unas claves de ofensiva política, más allá de dedicar tiempo y recursos a una convocatoria electoral prediseñada para garantizar la alternancia en el poder de los partidos del sistema, y la oxigenación de opciones que autodenominándose de izquierdas, apuntalan con su práctica política los pilares del capitalismo español.
Sin duda, la proverbial deslegitimación de la llamada “clase política”, que nosotros y nosotras preferimos denominar burocracia al servicio de los intereses de la oligarquía española, pero que en el incipiente despertar a la conciencia política de miles de personas, no puede aún sino llamarse así, “clase”, porque aparece separada y en contradicción con los intereses de las mayorías, en esa deslegitimación, decimos, se abre un marco propicio para el ataque político al conjunto del sistema de poder.
No ocultamos que ante cualquier convocatoria electoral, siempre se ha discutido en nuestra organización, sobre la oportunidad de concurrir a las elecciones, puesto que siempre hemos entendido que la batalla electoral no es crucial en sí misma, sino que lo importante es cómo dicha batalla puede ayudar a avanzar en las posiciones obrera y popular.
Seguimos pensando que el uso político de las elecciones, en un estado dictatorial como el español, debiera ser más expresión de una correlación de fuerzas favorable que de un apriorismo producto de una supuesta cuestión de principios. En este contexto la búsqueda de acuerdos unitarios sustentados en el debate y colaboración de los hombres y mujeres de la izquierda transformadora y anticapitalista debería contemplarse como una necesidad, por encima de la autoafirmación de las siglas de cada cual para la obtención de unos magros resultados.
No puede ser una cuestión de principio presentarse o no a unas elecciones, sino producto de una reflexión colectiva y adaptativa a la coyuntura de la lucha de clases.
Entendemos que esta coyuntura, en el estado-prisión de Pueblos que es el español, es ahora muy desfavorable para las legítimas aspiraciones del Pueblo Trabajador Castellano y para la clase trabajadora de los Pueblos de España.
Hemos llevado un trabajo de sondeo durante los últimos meses a fin de conocer la opinión de nuestros amigos y amigas y simpatizantes en el marco de nuestros frentes de lucha y esa opinión ha sido prácticamente unánime: boicotear de una u otra manera el proceso electoral a fin de deslegitimar aún más, el poder político y a sus representantes orgánicos.
Estos esfuerzos se verían fuertemente condicionados ante el doble reto de conseguir la presentación de una candidatura del Partido que, por otra parte y por más esfuerzos que realizáramos en nuestro entorno, no dejaría de aparecer como un signo de incoherencia política en esta coyuntura.
Por todo ello, el conjunto de los y las militantes del PCPC, expresa su voluntad unánime de no presentar candidaturas a las próximas elecciones generales al considerar, en definitiva, que ampliar y mejorar la influencia política del proyecto comunista se vería fuertemente perjudicado, al poner por delante la presentación de la candidatura electoral en esta ocasión, cuando el momento político reclama mucho más la intervención directa de los y las comunistas en los frentes de ofensiva que se están abriendo con fuerza en nuestra tierra.
Finalmente denunciamos que cualquier candidatura que aparezca en las próximas elecciones con nuestra denominación en el ámbito de Castilla, y allí donde el PCPC-PCPE tiene organización, no se corresponde con la voluntad de nuestros militantes, y estará compuesta en su caso, por personas impuestas por la dirección central provenientes de otros territorios.
Valladolid a 16 de octubre de 2011
Plenario de Militantes del Partido Comunista del Pueblo Castellano-PCPE
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