Bulgaria no sabe qué hacer con los monumentos comunistas

Debate sobre si son obras de arte o símbolos que derruir.

Buzludja. (AFP).- Erigido en la cima del monte Buzludja, en los Balcanes, la que fue una de las sedes del Partido Comunista de Bulgaria se parece a un platillo volante. Su futuro, como el de otros monumentos de gran tamaño dedicados a representar la gloria del comunismo, se ha convertido en un dolor de cabeza para las actuales autoridades.

"Arriba, parias de la tierra" ordena a la entrada del edificio de cemento el inicio del himno de la Internacional. En el centro de la cúpula de la gran sala de 500 m2 se ven la hoz y el martillo rodeados del eslogan "Proletarios del mundo, uníos".

"Este monumento, único en Europa, una vez restaurado, atraerá a muchos turistas. Es un testimonio histórico impresionante", declara Boytcho Bivolarski, dirigente regional de los socialistas en Stara Zagora (centro del país).

Todo el que atraviese el centro de Bulgaria no puede evitar verlo. Algunos historiadores de arte reclaman la preservación del monumento, obra según ellos de los mejores artistas de la época.

"Su destrucción sería un acto de vandalismo. El monumento puede interesar a los jóvenes que lo ignoran todo sobre el socialismo", ha declarado el profesor Tchavdar Popov, de la Academia de las Artes de Sofía.

Según el gobernador de Stara Zagora, Nedyalko Nedyalkov, la restauración costaría unos 15 millones de euros. El gobierno ha cedido la propiedad del monumento a los herederos del partido comunista. "Que los socialistas lo cuiden porque están orgullosos de él", ha declarado el primer ministro Boïko Borissov.

En Plovdiv (sur), la segunda ciudad búlgara, aparece el monumento al soldado del ejército soviético que impuso el régimen en 1944. La destrucción, decidida en 1966 de este monumento estalinista, de 17 metros de altura, en la cima de la colina más alta, se encontró con la oposición de la embajada de Rusia.

Por su parte, el monumento al ejército soviético en Sofía en el que aparece un soldado victorioso amenazante con una metralleta, sigue generando debates. Algunas organizaciones anticomunistas encuentran absurda la presencia de un monumento estalinista en el corazón de la capital. Su destrucción, decidida por el alcalde en 1993, nunca se llevó a cabo.

Bulgaria cuenta con un centenar de estos monumentos gigantescos e intransportables. El único que fue demolido es el mausoleo del líder comunista búlgaro Gueorgui Dimitrov, construido en 1949 sobre el modelo original del dedicado a Lenin en Moscú.

http://www.lavanguardia.com/internacional/20120320/54271016965/bulgaria-monumentos-comunistas.html