gazte escribió:camarada francesc (siento la tardanza, no habia visto la contestacion):
si mira las tesis de abril o el fragmente que cito, lenin no habla de la guerra revolucionaria como una forma de toma de poder, que es lo que tu adjuntas, sino como una guerra en defensa de la revolucion, y ahi se ven las caracteristicas generales de este tipo de lucha.
diferenciarlo de la guerra popular prolongada de los maoistas o de los movimientos guerrilleros, que es de lo que hablan sus articulos.
De todas formas, para el tratado de Brest-Litovsk Lenin y Stalin y buena parte del Comité Central ya habían rechazado la efectividad de la "guerra revolucionaria" contra la Alemania imperialista, entre otras razones (no todas), porque veían que el movimiento revolucionario aleman no era lo suficientemente fuerte en aquel momento. Imagínate plantear una "guerra revolucionaria" y la confraterización en la Gran Guerra Patria.
Cuando las negociaciones de paz con Alemania, en diciembre de 1917, con el fin de salvar, costara lo que costara al poder soviético, insistían en aceptar las condiciones humillantes propuestas por los alemanes. . Estimaban que el ejército ruso, de todas las formas, era incapaz de luchar. Bujarin y Trotski querían rehusar las condiciones y declarar la "guerra revolucionaria". Para Lenin esto era caer en la trampa de la burguesía que predicaba el ultra-nacionalismo con el fin de hacer caer el poder bolchevique. Durante las negociaciones, Trotski declaró: "Nos retiramos de la guerra, pero nos negamos a firmar el tratado de paz...".
Ian Grey. Stalin, Man of History. Abacus, Sphere Books Ltd. 1982.Great Britain.
[quote]Lenin estaba convencido de que era necesario hacer todos los esfuerzos posibles para lograr
que las negociaciones de paz alcanzaran su objetivo. Por ello opinaba que había que hacer
cualquier concesión y aceptar las condiciones que los alemanes presentaran, por duras que
fueran. Lenin veía claramente que seguir la guerra con Alemania constituía un auténtico
suicidio. El nuevo poder no se había consolidado. El ejército seguía siendo el viejo ejército
zarista y aún no se había realizado en él una profunda depuración. Pero, sobre todo, los
soldados estaban cansados de luchar. Sin duda la clase obrera hubiera respondido a un
llamamiento del Partido y se hubiera sumado a la guerra revolucionaria. Pero los campesinos
no lo harían. Y en la estrategia leninista, el apoyo de los campesinos constituía el elemento
clave. Lenin veía claramente que el proletariado mantendría el poder a condición de
conservar el apoyo del campesinado, y los campesinos querían ardientemente la paz. Lograr
la paz significaba conservar la alianza obrero-campesina.
Pero las posiciones dentro del Partido respecto a la guerra no eran homogéneas sino que
coexistían tres líneas divergentes que, además, no era nuevas, sino que venían de atrás, de
las mismas posturas adoptadas en 1914 con respecto a la guerra imperialista.
- Una era la posición encabezada por Lenin, Sverdlov y Stalin de firmar la paz a toda costa,
cualesquiera que fueran las condiciones exigidas por Alemania.
- La segunda posición era la de Bujarin y los llamados "comunistas de izquierda" que, ante
la dureza de las condiciones alemanas, proponían desencadenar la "guerra revolucionaria".
Lenin y Stalin estaban terminantemente en contra de esta postura pues estimaban que la
prosecución de la guerra llevaba inevitablemente a la ruptura de la alianza obrerocampesina.
- En cuanto a Trotski, su posición era intermedia, centrista, "ni guerra ni paz". Si los
alemanes insistían en sus pretensiones, no había que aceptarlas, pero tampoco había que
proclamar la guerra revolucionaria.
Bujarin y Trotski sostenían que firmar la paz no resolvería absolutamente nada y que, en
caso de hacerlo, la revolución se enfrentaría con toda una serie de ultimatums por parte de
los alemanes, que quebrantarían la paz y pretenderían imponer concesiones cada vez más
duras.
En la reunión del Comité Central del 23 de febrero Stalin dijo: "Suponer que no tendremos
una tregua y que habrá continuos ultimatums significa pensar que en Occidente no hay
absolutamente ningún movimiento. Nosotros pensamos que el alemán no puede hacerlo
todo. Además, nosotros confiamos en la revolución". Esta afirmación de Stalin ilustra
claramente la verdadera postura suya y de Lenin sobre la cuestión de la paz.
Para los bolcheviques, el reforzamiento y consolidación de la alianza obrero-campesina
constituía la condición necesaria del éxito de la revolución. Según Lenin y Stalin la
revolución en occidente, de la cual había numerosos síntomas, constituía un importante
factor de consolidación de la revolución soviética. La revolución en occidente era una
posibilidad pero no una realidad en marcha con la que se pudiera especular de forma
aventurera a costa de la revolución ya existente. Lenin criticaba continuamente a sus
adversarios, que "jugaban" con una guerra revolucionaría para la que no había condiciones
en base a las fuerzas interiores de Rusia.
Por el contrario, para Trotski la postura de los dirigentes bolcheviques era un síntoma de
"nacionalismo", de abandono de las posiciones del internacionalismo proletario y de la
revolución mundial. Trotski insiste en que él tomaba en consideración el "factor
internacional". Lenin y Stalin también tomaban en cuenta este factor pero dentro del marco
de la concepción leninista del carácter desigual del desarrollo imperialista. Esta acusación
contra Lenin y Stalin se reproduciría luego en otras polémicas.
La posición de Trotski era consecuencia de sus clásicos errores:
- La tradicional desconfianza hacia el campesinado y anticipaba sus posteriores discrepancias
acerca de la "construcción del socialismo en un sólo país". Era, por tanto, un error
estratégico consustancial a las posiciones políticas e ideológicas que había manifestado desde
siempre. Para Trotski, ante las dificultades de la revolución rusa, la única reserva estratégica
estaba constituida por el proletariado europeo y no por los campesinos rusos.
- La "revolución ininterrumpida" que provocaría la llegada al poder del proletariado
simultáneamente en todos los países europeos, lo que significaba desconocer la ley leninista
del desarrollo desigual.
- Menosprecio de las contradicciones interimperialistas en una situación en la que, como
había reconocido Lenin "nuestra existencia depende, en primer lugar, de la existencia de une
radical división en el campo de las potencias imperialistas". Había que aprovechar al máximo
los enfrentamientos entre los distintos países capitalistas.
JOSEPH VISSARIONOVICH DZHUGASHVILI 'STALIN'. Texto publicado por el PCE(r) y digitalizado por el PCOE[quote]
Creo que hay que ser realistas, camarada Gazte, y no dejarse llevar por los sentimientos, por otro lado nobles y justos. En este caso, el realismo era enfrentarse a la Alemania nazi con todas las armas disponibles y no con una guerra de "confraternización".