JoseRKR escribió:Lo que no demuestra nada más que el anarquismo es una corriente anterior al marxismo, simplemente. Ese hecho no supone ni que sea más acertada, ni mejor que el Socialismo Científico, sino que es anterior al marxismo y que la CNT es anterior en existencia al PCE, por lo que es muy lógico que buena parte del proletariado con conciencia de clase estuviera vinculada al anarquismo antes de vincularse al marxismo.
Ni siquiera eso, camarada. Los orígenes del marxismo en España no pueden limitarse a la fundación del PC en 1920, PCOE en 1921 y fusión de ambos en el PCE en 1922. Los orígenes del marxismo organizado en España datan de la fundación del PSOE en 1879. De hecho, Federico Engels fue el primer representante de la sección española en el seno de la Iª Internacional. Así pues, el marxismo no es menos antiguo que el anarquismo o el anarco-sindicalismo en España. Cuestión diferente son los derroteros que fue adoptando el PSOE en las décadas siguientes y que a los ojos de muchos trabajadores apareciera como un partido blando. De hecho, en los últimos años de vida del propio Engels todos los partidos socialistas o social-demócratas estaban ya divididos en ala reformista y ala revolucionaria, división que se consumó al presentarse un hecho totalmente novedoso: la Revolución de Octubre.
Ya decía Lenin que era totalmente comprensible que muchos obreros se decantasen por el anarquismo ante las actitudes reformistas y endebles de los partidos de tradición marxista. Y aunque él se refería sobre todo a Rusia, esta afirmación es extensible a la España de finales del siglo XIX y principios del XX. Pero, por otra parte, el hecho de que la vieja diatriba entre Marx y Bakunin acerca del tipo de organización, estrategias y tipos de lucha se convirtiese en el triunfo de las tesis bakuninistas en España desde el punto de vista cuantitativo sólo sirvió para que el propio movimiento obrero naciese dividido y cuando en los años 30 del siglo XX hubo que cargar aquí con un todavía potente movimiento anarquista -inexistente ya en cualquier otro país de nuestro entorno geográfico o reducido a grupúsculos testimoniales- el anacronismo era ya más que evidente. El fenómeno fue nefasto por partida doble: en la medida en que los obreros se apartaban del partido marxista en favor del movimiento anarquista (no cabe la expresión "partido" para los anarquistas), el partido marxista, privado de estos elementos, caía en posturas más y más acomodaticias con el sistema imperante y la gente consciente tenía que hilar muy fino para vislumbrar que el anarquismo tenía mucho de espejismo y que el marxismo y el partido marxista eran herramientas infinitamente más potentes para hacer revoluciones. Y a la Historia me remito: revoluciones inspiradas por Marx ha habido unas cuantas, mientras que revoluciones inspiradas por el anarquismo no ha habido ninguna.
Por cuanto concierne a la fundación del PCE y contestando a Lacedemonio, no sé de dónde se saca que los fundadores del PCE vienen del anarco-sindicalismo. En primer lugar, el primer partido comunista fundado en España data de 1920: el Partido Comunista Español, que se fundó directamente desde el Comité Nacional de las Juventudes Socialistas, entre cuyos miembros de aquel momento figuraba ya Dolores Ibarruri y el que sería secretario general del PCE en 1923, Rodríguez González (quien si no recuerdo mal regresaría al PSOE al igual que Bullejos y otros). Pero la escisión grave no fue ésta, sino la que se produjo al año siguiente en el seno del propio PSOE. Quien llevó la voz cantante en esa escisión, dando origen a la creación del Partido Comunista Obrero Españal, fue Antonio García Quejido, miembro de su primera ejecutiva y secretario general. Ahora bien, García Quejido pertenecía al PSOE desde su fundación; es más, es uno de los miembros fundadores del PSOE, fundación que no es patrimonio exclusivo de Pablo Iglesias. Asi pues, resulta que el marxista García Quejido es fundador de dos partidos marxitas españoles: el PSOE primero y el PCE después. Además, García Quejido fue uno de los fundadores de la UGT en 1888 y su primer presidente. Los derroteros que siguió el PCE en los años siguientes, sobre todo a raíz de su ilegalización en 1923 con la implantación de la dictadura del general Primo de Rivera a buen seguro tienen que ver con su conversión en un grupúsculo en el que el pistolerismo primó sobre la acción revolucionaria. En cualquier caso, el PCE tenía bastantes más afiliados en 1922 que cuando se proclamó la IIª República.
Durante ese período de clandestinidad, en 1929 sí se produjo un primer trasvase de anarquistas al PCE: Pepe Díaz, Mije, Delicado y algunos más. En todo caso, el sindicado cenetista de panaderos de Sevilla se pasó al PCE prácticamente en bloque, lo que casi equivalía a fundarlo o refundarlo allí. Pero antes de eso, es decir, antes de 1929 no me consta ningún trasvase importante de esta naturaleza. Y por otra parte, es lógico que así sea; la propia CNT estuvo representada en la organización sindical de la Kommintern, no como miembro de pleno derecho, sino como invitada. No fue hasta 1927 que decidió la CNT abandonar su presencia en Moscú, lo cual equivale a decir que hasta esa fecha la CNT se mantuvo en la indecisión de si ingresar o no ingresar; en toda lógica, durante ese período cualquier anarquista con deseos de ingresar en el PCE se mantuvo también a la expectativa y el cambio de organización sólo se produjo cuando la CNT se decantó por no adherirse a la internacional sindical comunista. Si a esto le sumamos la deriva del propio PCE, cada vez más pequeño, preconizando la acción directa y,por consiguiente, alejándose de la agitación sindicla clásica a partir de reivindicaciones concretas, dudo mucho que resultase muy atractivo para ningún sindicalista, ya fuese ugetista o cenetista.
Así pues, la CNT y el anarquismo nada tienen que ver con la creación del PCE; fue un asunto estrictamente llevado a cabo por marxistas, producto de la escisión entre los reformistas y los revolucionarios, exactamente igual que en Francia o Alemania, donde el anarquismo era ya cosa absolutamente testimonial, es decir, del pasado.