Nos entendemos perfectamente lo que ocurre es que estamos en desacuerdo y tenemos una serie de diferencias.dme86 escribió:En principio hay mano suficiente para producir, lo que no hay son recursos. De que sirve que haya mano de obra si no hay materias primas?
La mayor o menor cantidad de recursos naturales no determina la explotación de los trabajadores. El problema de los recursos naturales no es su pretendida escasez sino que la inmensa mayoría ha sido expropiada de ellos por una ínfima minoría, es decir para la inmensa mayoría son inexistentes, mientras que para una ínfima minoría son superabundantes. Los trabajadores asalariados están explotados porque han sido liberados de toda propiedad sobre los recursos naturales, los medios de producción y el producto de su propio trabajo.
El principal objetivo de los comunistas es que los trabajadores sean los propietarios de los medios de trabajo que usan, del producto de su trabajo, y no están sometidos a tributación ni servidumbre. En consecuencia, como los trabajadores son los propietarios del producto de su trabajo, la distribución de lo producido, en la primera fase de la sociedad comunista, es en función de la cantidad de fuerza de trabajo aportada. Esta es la principal diferencia que tenemos.
La escasez de los recursos naturales es una invención ideológica de los teóricos del utilitarismo marginal, la materia-energía no se destruye se transforma. La abundancia de valores de uso no depende de la cantidad de las sustancias materiales, sino del desarrollo de la productividad del trabajo humano. En todo caso, debido a su consumo, los recursos naturales deben ser más escasos en la actualidad que hace diez mil años, sin embargo los valores de uso son incomparablemente más abundantes en la actualidad, debido al desarrollo alcanzado de las fuerzas productivas.
El segundo objetivo en orden de importancia de los comunistas es desarrollar las fuerzas productivas, para poner fin al reino de la necesidad. De ahí la importancia que otorgan los comunistas al desarrollo de las industrias dedicadas a la producción de medios de trabajo, y el fomento del ahorro en las empresas dedicadas a la producción de valores de uso de consumo final.
Otra de las diferencias que mantenemos es que usted propone la distribución al margen de las condiciones de producción, es decir, quien es el propietario de los medios de producción y, en consecuencia, de los valores de uso producidos.
En su imaginaria sociedad productora de manzanas usted solo puede tener la seguridad de que están cubiertas las necesidades de los cien ciudadanos si, por lo menos, una manzana no se consume. En las sociedades reales ocurre exactamente igual.
En su imaginaria sociedad productora de manzanas usted parte de que la producción de manzanas sacia las necesidades sociales. En caso contrario la “igualitaria” distribución de una manzana a un ciudadano, ciudadanos con diferentes necesidades, de hecho da a unos más que a otros, cuanto más si no hay manzanas para todos, y sin tener en cuenta a los trabajadores que han producido las manzanas, por lo que el sistema económico de su ejemplo es una sociedad donde los trabajadores no son los propietarios de los medios de producción, por lo tanto no son los propietarios del producto de su trabajo y están explotados.
Cómo plantea la teoría comunista la relación entre la producción y la distribución de valores de uso;
Saludos.Karl Marx en Crítica al programa de Gotha escribió:Me he extendido sobre el "fruto íntegro del trabajo", de una parte, y de otra, sobre "el derecho igual" y "el reparto equitativo", para demostrar en qué grave falta se incurre, de un lado, cuando se quiere volver a imponer a nuestro Partido como dogmas ideas que, si en otro tiempo tuvieron un sentido, hoy ya no son más que tópicos en desuso, y, de otro, cuando se tergiversa la concepción realista -que tanto esfuerzo ha costado inculcar al Partido, pero que hoy está ya enraizada- con patrañas ideológicas, jurídicas y de otro género, tan en boga entre los demócratas y los socialistas franceses.
Aun prescindiendo de lo que queda expuesto, es equivocado, en general, tomar como esencial la llamada distribución y poner en ella el acento principal. La distribución de los medios de consumo es, en todo momento, un corolario de la distribución de las propias condiciones de producción. Y ésta es una característica del modo mismo de producción. Por ejemplo, el modo capitalista de producción descansa en el hecho de que las condiciones materiales de producción les son adjudicadas a los que no trabajan bajo la forma de propiedad del capital y propiedad del suelo, mientras la masa sólo es propietaria de la condición personal de producción, la fuerza de trabajo. Distribuidos de este modo los elementos de producción, la actual distribución de los medios de consumo es una consecuencia natural. Si las condiciones materiales de producción fuesen propiedad colectiva de los propios obreros, esto determinaría, por sí solo, una distribución de los medios de consumo distinta de la actual. El socialismo vulgar (y por intermedio suyo, una parte de la democracia) ha aprendido de los economistas burgueses a considerar y tratar la distribución como algo independiente del modo de producción, y, por tanto, a exponer el socialismo como una doctrina que gira principalmente en torno a la distribución. Una vez que esta dilucidada, desde hace ya mucho tiempo, la verdadera relación de las cosas, ¿por qué volver a marchar hacia atrás?
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