por Jordi de Terrassa Sáb Oct 25, 2014 8:33 pm
En la España los comunistas, en la actual etapa de la revolución, deben tratar de ganarse a la pequeña y mediana burguesía, por eso el programa de transformaciones de los comunistas solo debe atacar los intereses de la oligarquía financiera, este hecho es lo que convierte un programa en revolucionario. La pequeña burguesía es una clase social trabajadora y no obtiene ningún beneficio de la explotación que ejercen la oligarquía y el imperialismo, sino que por el contrario, está fuertemente perjudicada en general por la acción de los monopolios y el estado. La capa inferior, el 80 %, empresas de menos de cuatro trabajadores sufren ellos también la explotación de la oligarquía a través de los impuestos, intereses bancarios y pago de rentas. Pero ello no convierte a los medianos y pequeños burgueses en comunistas.
Los profesionales de la revolución son los que han reinstaurado el capitalismo en los países donde los trabajadores habían tomado el poder, y los que han transformado las organizaciones obreras en organizaciones al servicio del capital.
Todos los miembros de una sociedad bajo el régimen de producción capitalista están sometidos a las leyes objetivas de circulación, producción, distribución y consumo de mercancías. La explotación es una cuestión objetiva, es independiente de la conciencia y de la voluntad subjetiva de los individuos. La extracción de plusvalía es la forma particular de explotación capitalista. Quién extrae plusvalía es objetivamente un capitalista y no puede ser comunista. Los comunistas, no solo se oponen a la explotación capitalista sino que, se oponen a todo tipo de explotación y de opresión. Nadie que oprima o explote a otro ser humano es comunista. La diferencia entre los capitalistas y los comunistas es de hechos. Los comunistas se oponen a todo tipo de explotación y de opresión, no solo con la palabra sino que fundamentalmente con hechos. Si se establecen relaciones de producción de explotación capitalistas no se es comunista, no solo es contradictorio explotar con el comunismo sino que es antagónico. No se puede estar en contra del trabajo asalariado y ser propietario de medios de producción y asalariar trabajadores. Los comunistas se oponen a la producción de plusvalía y a todo tipo de explotación, no solo en un mundo futuro ideal, sino que lo hacen, o deberían hacerlo, en el mundo presente de capitalismo y usura dominante. Los comunistas no son explotadores en el presente que prometen firmemente dejar de explotar en un futuro. No existe una clase social explotadora que tenga un interés objetivo en el comunismo y por lo tanto que sus miembros puedan ser comunistas, salvo que traicionen a su clase, la abandonen e ingresen en las filas de los no explotadores. Alguien que es comunista de palabra y explotador de hecho en la tradición comunista se le conoce como revisionista.
El PCUS y la URSS son un ejemplo de la transformación de un partido de trabajadores asalariados y un estado al servicio de los trabajadores en un partido y un estado capitalista. Cabe señalar que este caso no es exclusivo del PCUS, la experiencia práctica enseña que todas las asociaciones obreras, ya sean políticas o sindicales, organizadas en torno a profesionales liberados, cuanto antes alcanzan cotas de poder antes se transforman en organizaciones burguesas reformistas y revisionistas. Los políticos y sindicalistas, profesionales de la defensa de los intereses de trabajadores asalariados, a la vez que proclaman que su objetivo es conseguir que el trabajo humano deje de ser una obligación para convertirse en la primera necesidad humana, huyen de la necesidad vital de trabajar como alma que lleva el diablo.
A nadie obligan a ser comunista bajo regímenes capitalistas, por lo que tampoco un comunista tiene derecho a reclamar privilegio alguno por el simple hecho de ser comunista, entre otros que los demás trabajen para él. Por mi parte cuando me dedicaba a la revolución de forma profesional nunca me apropié de trabajo ajeno, siempre me financié con mi propio trabajo. De esa época en mi haber, junto al de otros muchos, tengo que se celebró un referéndum sobre la pertenecía de España a la OTAN, en mi debe que lo perdimos.
Saludos.