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Kiev y EL PAIS siempre mienten. Expurguen la parte correspondiente y creo que queda un artículo muy valido.
http://www.elespiadigital.com/index.php/noticias/historico-de-noticias/8636-la-gran-hazana-del-regimen-esta-semana-detienen-a-ocho-voluntarios-espanoles-que-combatieron-en-defensa-del-pueblo-de-novorrusia escribió:
La gran hazaña del Régimen esta semana: Detienen a ocho voluntarios españoles que combatieron en defensa del pueblo de Novorrusia
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Sábado 28 de Febrero de 2015 02:50
En una charlotada de “operación”, la Comisaría General de Información de la Policía Nacional ha detenido a ocho voluntarios españoles por su participación en las milicias de Novorrusia, en el sudeste de Ucrania. La operación de detención ha tenido lugar en las comunidades de Asturias, Cataluña, Extremadura, Murcia, Navarra y Madrid durante la madrugada del viernes, según 'El País'. Tras la “hazaña”, los voluntarios han sido puestos en libertad, según publican algunas fuentes.
Se “informa” de que los detenidos participaron en el conflicto ucraniano y se les imputan delitos como participación en delitos de asesinato, tenencia de armas y explosivos y haber cometido “actos que atentan contra los intereses de España”. Todos los detenidos tienen entre 20 y 30 años, tres de ellos son exmilitares.
Las fuentes de la Policía han hecho saber que entre los retornados se encuentran Rafael Muñoz Pérez, de 27 años, y Ángel Davilla-Rivas, de 22, los dos jóvenes españoles que hicieron público, a través de vídeos insertados en las redes sociales, que se habían unido al Batallón Vostok, bajo las órdenes de Igor Strelkov. El primero es natural de Madrid y trabajador social, aunque está afincado en Gijón (Asturias) donde milita en las Juventudes de Izquierda Unida desde 2010; el otro, nacido en Murcia, es seguidor de los Colectivos de Jóvenes Comunistas de Cartagena.
Los voluntarios españoles fueron detenidos de madrugada en sus domicilios (una “bonita” costumbre de la Policía española, con la que alimentar el terror en la gente) y se les imputan la participación en “delitos de asesinato, tenencia de armas y explosivos y actos que atentan contra los intereses de España”. Fuentes policiales indican que otro grupo de jóvenes españoles, igualmente de tendencia prorrusa “estaban preparando su salto a Ucrania”. Vamos… que han evitado el delito…
La nota facilitada por Interior es un disparate: "Durante su estancia en territorio ucraniano, además de la presunta comisión de delitos de cooperación o complicidad en asesinatos y homicidios llevados a cabo por los grupos y batallones a los que se unieron, hay que añadir la tenencia y depósito de armas y explosivos, hechos que han difundido también a través de las redes sociales y con repercusión en la captación y reclutamiento de futuros combatientes".
Como reconocen las propias fuentes policiales, "se trata de la primera operación policial llevada a cabo en Europa contra las actividades de los combatientes extranjeros en el conflicto ucraniano".
“Combatíamos comunistas y nazis juntos”
Según publicaba el diario El País, de fuentes desconocidas, pero suponemos oficiales, los voluntarios tienen 24, 27 y 28 años. Uno estaba en el paro, otro era portero de discoteca y el otro trabajaba para la compañía de coches Mercedes. Llegaron, después de tres días de viaje, por separado —uno directamente a Donetsk y dos de ellos previa escala en Moscú, donde les esperaba un funcionario ruso—, en verano del año pasado. Los tres utilizaron el mismo método de alistamiento autónomo: contactaron con combatientes del bando ruso a través de Twitter, siempre según fuentes de la investigación.
No les pagaron ni el viaje ni un sueldo, pero fueron recibidos con los brazos abiertos por los comandantes prorusos que lideran el frente este ucranio. Dejaron sus cómodos pisos en la capital para vivir en naves y acuartelamientos colectivos en los que, según sus declaraciones, hay aún más “brigadistas” españoles y muchos —“varios cientos”— de otros países, sobre todo serbios y franceses. “La mitad de ellos son comunistas y la otra mitad nazis”, han explicado los detenidos según El País. “Combatíamos comunistas y nazis juntos”, han declarado, justificando esa contradicción ideológica argumentando que “todos queremos lo mismo, la justicia social y la liberación de Rusia de la invasión ucrania”.
En los registros de sus domicilios, realizados en el marco de la llamada Operación Danko (en referencia a la película Danko, calor rojo, protagonizada por Arnold Schwarzenegger), la policía se ha incautado de un “arsenal” compuesto de ropas militares rusas, cuchillos, machetes e insignias.
¿Quiénes están detrás de la “operación”?
A lo largo de la tarde se ha ido poniendo en libertad de forma ordenada a los detenidos. Según fuentes de Interior “algunos de los actos cometidos en ese conflicto han sido calificados como terrorismo por las autoridades locales”, es decir, por la Junta golpista que gobierna en Kiev. Afirman esas fuentes que esta operación culmina diversas investigaciones de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional dirigidas por la Fiscalía de la Audiencia Nacional, y se está desarrollando en virtud de Diligencias del Juzgado Central de Instrucción número uno de la Audiencia Nacional.
La operación, denominada 'Danko', fue iniciada a partir de una investigación de la Comisaría General de Información, que rastreó las actividades de los ocho arrestados en las redes sociales, y una querella de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, que fue admitida a trámite por el titular del Juzgado Central de Instrucción número 1, Santiago Pedraz. En la misma, según estas fuentes, no participaron las autoridades ucranias.
El magistrado se declaró competente para investigar estos hechos en virtud del artículo 23.3 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que establece la potestad de este tribunal para investigar "los delitos que hayan sido cometidos fuera del territorio nacional, siempre que los criminalmente responsables fueren españoles o extranjeros que hubieran adquirido la nacionalidad española con posterioridad a la comisión del hecho". Su labor se limitó a autorizar los registros pero no ordenó las detenciones, que fueron realizadas por la Policía Nacional.
Según fuentes jurídicas, la operación se ha llevado a cabo para tratar de poner coto a este fenómeno emergente y evitar actuaciones en el extranjero que podrían ser consideradas como terrorismo y que tendrían como objetivo aterrorizar a la población civil.
¿Hay fundamento para las acusaciones?
1. ¿Es delito combatir de forma voluntaria en un conflicto bélico?
La legislación española no considera que esa acción constituya un delito. En concreto, lo único que España castiga penalmente es viajar al extranjero para recibir entrenamiento o para combatir en una organización considerada terrorista. De hecho, hay numerosos españoles que están contratados por empresas de seguridad que están destinados en zonas de conflicto donde usan armamento pesado. Incluso en “empresas” de mercenarios occidentales sin que los moleste la Policía.
2. ¿Es delito luchar en las filas del Ejército de Novorrusia?
Combatir con las milicias prorrusas que luchan por Novorrusia no es delito. Ni esas milicias están en la lista de organizaciones terroristas establecida por la ONU.
3. ¿De qué se les acusa?
Aunque parezca increíble, a los detenidos se les ha imputado en delitos de asesinato (¿?), tenencia de armas y explosivos (¡!) y actos que atentan contra los intereses del Reino de España.
4. ¿Hay fundamento para acusaciones tan disparatadas?
Todo esto es desquiciado. La tenencia de armas y explosivos pretenden basarla en los vídeos colgados en internet en que aparecen posando con armamento. El delito de participación en asesinato parece estar “sustentado” solo por su integración en unidades que han participado en combates.
5. ¿Han atentado contra los intereses de España?
Esto ya no es que sea disparatado, es que esconde algo mucho más grave. ¿Qué intereses de España han podido lesionar estos voluntarios por su decisión de sumarse a las filas de los prorrusos? A menos que defender a la población de Donbass de las acciones criminales de un gobierno golpista sea “atentas contra los intereses de España”, por cierto, el propio gobierno de España no es nada neutral en ese conflicto. En cualquier caso, luchar con las milicias de Novorrusia es una acción de orden ideológico que no puede castigarse por ley.
Conclusión
No se trata de si los voluntarios son de ultraizquierda, ultraderecha o ultrapensionistas. Estamos ante el síntoma de algo mucho más grave, insultar a la inteligencia de la ciudadanía y servir a intereses que no son los de España. Los patriotas, más allá de su ideología, religión o color de su bandera, son unos jóvenes que han dejado la vida cómoda mientras en España se seguían repartiendo sobres y decidiendo poltronas. A ver, ¿qué intereses de España están en juego como para detener a unos voluntarios que luchan en Nuevarusia? ¿O es que los intereses del Reino de España son los intereses del gobierno golpista de Kiev y de sus mentores en la UE y Washington? ¿Quién ha ordenado una operación tan chusca?
En un país donde el Gobierno actúa como si fueran las “autoridades de ocupación”, donde la Audiencia Nacional, un órgano heredado de la dictadura, se dedica a dar amparo a este tipo de actuaciones represivas, donde la Policía entra en las casas de madrugada con la sola intención de amedrentar provocando un shock en las personas que viven con los que van a ser detenidos, en un país en el que sus gobiernos nos han metido en media docena de guerras en los últimos 20 años, con gobiernos que han sido cómplices de bombardeos, bloqueos, acciones armadas, sanciones contra personas e instituciones de otros países, que se han amparado golpes de Estado contra gobiernos soberanos, un gobierno que no es neutral en el conflicto ucraniano, “donando” material militar a la Junta golpista, etc, etc…. ¿Hay legitimidad alguna para decir que ocho jóvenes que luchan por el pueblo de Donbass, masacrado por un banda de oligarcas encaramados en Kiev, atentan contra los intereses del Reino de España? Claro que no. Ninguna.
Algún día, más temprano que tarde, el pueblo español deberá abrir una Causa General para llevar todas estas actuaciones ante el tribunal de los hombres y de la Historia.
