La Política del miedo.- Recomiendo mirar la foto es muy buena pero es grande:
Los resultados de las elecciones fueron contra todos los pronósticos. La definición cara a cara es inminente. La estrategia comunicacional que adopte cada partido será definitoria. Más allá de las típicas promesas electorales, ambos candidatos juegan con el miedo de la gente ¿Qué pasa si gana Scioli? ¿Qué pasa si gana Macri? ¿Nos vamos a extinguir?
Las ideologías quedaron aplastadas bajo el muro de Berlín. Otro mundo no es posible. Este es el mensaje que circula hace tiempo en el terreno político. La pospolítica es una política que propone abandonar viejas luchas ideológicas y centrarse en la administración política y la gestión. Al mismo tiempo, la biopolítica tiene como objetivo principal otorgar seguridad y bienestar a las vidas humanas[1]. Cuando se renuncia a batallas ideológicas, lo único que queda es centrarse en una administración despolitizada. Frente a esta situación, la única forma de movilizar a las personas es a través del miedo. El miedo al inmigrante, el miedo al opositor, el miedo al pobre, el miedo al negro etc.
Los resultadosUna parte de la población mostró su inclinación por un cambio en el mando. Las razones pueden ser variadas. Afinidad ideológica con el pro, rotunda oposición al kirchnerismo, esperanza en otro partido frente a demandas sociales incumplidas, arreglos políticos o arreglos económicos etc. Lo cierto es que si la sociedad, acepta este tipo de democracia “formal” como medio para elegir a nuestros representantes, no podemos, luego de los resultados, subestimar o juzgar al electorado.
Cada partido político deberá hacer su análisis correspondiente para explicar los resultados. El Pro deberá ver que fue lo que hizo bien durante la campaña, como para repetirlo e incluso para mejorarlo. El FPV, deberá encontrar cuales fueron los errores en términos estratégicos para, a corto plazo, ganar el balotaje, y para el futuro, evitar caer en las mismas fallas. La forma de contar estos sucesos, en los manuales de historia, es fundamental para futuras generaciones. Tratar de encontrar fundamentos sólidos y serios para responderse: ¿Por qué Macri? ¿Por qué Scioli?. A corto plazo, cada cual elegirá a quien votar y a quien no. La urgencia, ahora, está en eso. Pero… ¿A largo plazo?
Si gana Macri…La derecha no es estúpida. Gobernó durante la mayor parte del a historia mundial. No podemos subestimar al enemigo. El contexto mundial, da ciertos indicios de que el sistema económico necesita de la intervención estatal en la región. Hay dos indicadores interesantes. Primero, la gran inversión publica que está efectuando el Gobierno de Estados Unidos. Segundo, la asignación del nuevo Jefe de Economía del FMI , de tinte neokeynesiano, Mauricio Obstfeld[2]. Son datos para tener en cuenta a la hora de analizar la coyuntura internacional.
Desde el FPV se intenta crear pánico en la sociedad civil, con la idea de que Macri va a quitar el Futbol Para Todos, la asignación universal, los planes sociales, que va a privatizar YPF, aerolíneas, que no habrá paritarias etc.
Éste discurso, ésta estrategia comunicacional, tiene dos puntos negativos. Por un lado, el simple hecho de apelar a la política del miedo para ganar una elección. Si bien es una estrategia que no viola las reglas de la democracia, demuestra un vacío en el discurso y en el proyecto del FPV. Es decir, le quita mérito, y en definitiva, va contra la esencia que los diferenciaba del resto de los partidos, esa esencia de “proponer” en vez de criticar o asustar.
En segundo lugar, genera un peligro sumamente grande a futuro. Si Mauricio Macri llega a ser presidente, y durante su gestión no hace ninguna de las cosas que el FPV dijo que iba a hacer, el electorado que lo votó considerará que definitivamente se realizo “un cambio” y tendrá chances de ganar una vez más. El cambio, a simple vista, será en las formas. En vez de tener “corruptos”, “prepotentes”, “montoneros” y “chavistas” que dan planes, asignaciones, fútbol y que manejan empresas estatales, habrá personas “serias”, “plurales”, “tolerantes” y “diplomáticas” que otorgan los mismos derechos que los anteriores, y encima, arreglarán plazas y pondrán metrobuses.
Todos sabemos que las críticas a Macri pueden ser múltiples. Son esas cuestiones las que hay que marcar, incluso, las que hoy en día se mantienen. Macri profundizará el extractivismo, la megamineria, el monocultivo, el fracking. Necesita nuevos y mas acuerdos con transnacionales que quieren llevarse nuestros bienes naturales. Macri mantendrá vigente la Ley de Entidades Financieras y la de Inversiones Extranjeras, dos enfermedades cancerigenas de la economía argentina. Macri seguirá reprimiendo a trabajadores y pueblos originarios. Macri seguirá dejando fugar miles y miles de dólares. Macri seguirá sosteniendo la realidad que hace que miles de mujeres mueran durante abortos clandestinos. Macri seguirá metiendo presos a consumidores de drogas. Esas y muchas otras cosas más son las que mantienen la desigualdad en nuestro país. Son las que mantienen la dependencia con los países desarrollados. Inculcar el miedo respecto a que quiten conquistas, que si bien son sumamente importantes simbólica y materialmente, no son las que definen el rumbo de un país. Es un error estratégico criticar simplemente eso, es criticar todo para que realmente nada cambie. Hay que comenzar a decir las cosas como son, sin tapujos.
Si gana Scioli…Desde los medios de comunicación masiva opositores y desde el Pro, quieren plantar la idea de que si gana Scioli, “la grieta” seguirá agrandándose y los presos saldrán de la cárcel de un día al otro. El FPV será una especie de dictadura interminable. “No se van mas”. “Son como los Castro”. Si Scioli continua con “el proyecto kirchnerista”, todo seguirá igual o peor. Los pobres seguirán obteniendo planes sin trabajar. La corrupción destruirá al país. Los niños no podrán ir a la escuela tranquilos. La violencia en la sociedad estará a flor de piel. Nadie va a querer invertir en nuestro país. Estados Unidos nos bloqueará.
Como vemos, la derecha quiere perpetuar el sentido común neoliberal. Sin embargo, ellos mismos saben que Scioli no es un revolucionario. Podemos ver su gestión en la provincia de Buenos Aires y sus discursos. Más policía en las calles, más mano dura. Berni y Granados son los responsables de la seguridad. El ministro de educación, en caso de que gane Scioli, será Alberto Barbieri, rector de la UBA, acusado por las mismas agrupaciones kirchneristas[3], de ser ultra neoliberal y cómplice de actos de corrupción dentro de dicha institución. El Jefe de Gabinete será el mismo que tiene actualmente en la provincia, Alberto Pérez, no parece cambiar mucho en este sentido. Lo mismo en el Ministerio de Economía, mantiene a Silvina Batakis.
La derecha, tanto medios de comunicación como políticos, quieren hacerle creer a la gente que si Scioli es el próximo presidente, su estilo de vida empeorará. Ahora bien, dejemos de ver el futuro y veamos el presente. Cual es la situación económica de gran parte de la población de la Provincia de Buenos Aires. ¿A que equipo de trabajo eligió para ocupar los ministerios?. ¿Qué sucedió con las inundaciones? ¿Cuál es su estrategia de desarrollo industrial?. Scioli seguirá profundizando el modelo extractivista, y no dará lugar a reformas que hoy en día siguen faltando.
A luchar y no a temer.El giro a la derecha está claro. Luego de doce años de gobierno kirchnerista no surgió una figura política con tintes, al menos, progresistas. Por coyuntura internacional, por coyuntura local, por los medios de comunicación, por falta de voluntad, por austeridad, por personalismo y verticalismo exacerbado, y por varias razones más, la situación es esta.
La posibilidad y necesidad de un nuevo endeudamiento será fundamental para que cualquiera de los dos, pueda mantener cierta gobernabilidad en términos económicos. Veamos el siguiente estudio del economista Julio Gambina: “En términos muy generales podemos decir que si hacia el 2001 la deuda pública alcanzaba los 144.000 millones de dólares y desde el 2003 se cancelaron 145.000 millones de dólares, la deuda ya no debería ser un problema.
Sin embargo, el stock de deuda pública reconocido a diciembre del 2014 es de 228.700 millones de dólares, sin contar la nueva deuda asumida en el 2015, ni el eventual pago a los acreedores de la sentencia arrancada por los fondos buitres en Nueva York.
Por lo cual, el stock de deuda pública se elevaría a unos 270.000 millones de dólares.”[4]
El miedo a la violencia física o material no nos deja ver que existe otro tipo de violencia: la simbólica. Hay que animarse a romper la lógica de la política tradicional que nos dice que cuestionar a un líder es negativo. Hay que sacarse el miedo a ser desobediente.
Como dijimos, si bien la asignación, el futbol, las empresas estatales, etc son sumamente importantes, es necesaria hacer una crítica más profunda. Es necesario debatir sobre los problemas estructurales para realizar un nuevo cambio. Si es imposible realizar un cambio profundo, al menos comencemos por discutir y debatir, para que el próximo presidente no sea ni de ““derecha”” ni “”progresista””. Hay que unir fuerzas, encontrar las verdaderas causas comunes que nos unen. Hay que discutir que tipo de sociedad queremos y no quedarnos en puros formalismos egoístas e hipócritas. Esa es la clave, a largo plazo, de los sectores que luchan por una sociedad más justa.
[1] Slavoj Zizek. Sobre la violencia: seis reflexiones marginales
[2] http://www.infonews.com/nota/235567/el-fmi-nombra-a-un-economista-keynesiano-como-nuevo-jefe
[3] Ver en: http://www.pagina12.com.ar/diario/universidad/10-272997-2015-05-19.html
[4] http://juliogambina.blogspot.com.ar/