¿Puede una mujer violar a un hombre?

¿Puede una mujer violar a un hombre?

Publicado el febrero 23, 2014 por Carlos Rodríguez

Es difícil arrojar cifras sobre la violación masculina, pero se calcula que alrededor del 10% de las víctimas de violación son varones. Dentro de este 10%, un 94% de los autores fueron otros hombres y sólo un 6% de las agresoras, mujeres. Esto significaría que el porcentaje de varones violados por mujeres sólo alcanzaría el 0,6% del total de violaciones existentes.

La cifra, 0,6%, se alinea con la visión general que tenemos sobre este tipo de agresión: un evento extremadamente raro del que nadie conoce víctimas, con la excepción de algún menor. Sin embargo, varios estudios institucionales y académicos señalan cifras mucho más altas. Por ejemplo el Center for Control Disease (CDC) publicó en 2010 un estudio titulado Sondeo nacional de violencia intima en la pareja y violencia sexual, cuyos resultados arrojaron números francamente sorprendentes: un 1,1% de las mujeres había sido violada en los últimos 12 meses (p. 18), en el 98% de los casos por un varón (p 24). Sin embargo, un 1.1% de los varones fue forzado a penetrar (p. 19), en el 79% de los casos por una mujer (p. 24). Esto significaría que mientras un 1.08% de las mujeres fueron violadas por hombres, un 0,87% de los varones fueron violados por mujeres. Según este sondeo la diferencia entre un tipo de violación y el otro sería mucho menor de la que pensamos.  ¿Por qué existe entonces una diferencia tan desproporcionada entre las estadísticas criminales, los estudios institucionales y nuestra percepción de este crimen?

Antes de contestar a esta pregunta debo indicar que el sondeo del CDC no es el único en presentar datos como éstos. Denise A. Hines, profesora del Departamento de Justicia Criminal de la Universidad de Massachusetts, condujo un estudio global que examinaba la coerción y violencia sexual en las parejas heterosexuales de 38 países (p. 5). Sus resultados fueron incluso más extremos. Un 2.3% (p. 8 ) de las mujeres entrevistadas admitieron haber experimentado sexo forzado por parte de su pareja, mientras que la cifra alcanzaba un 2.8% en los hombres (p. 6 ). Si bien sus conclusiones sólo son aplicables a la población universitaria.

El estudio de Barbara Krahe, titulado Agresión sexual femenina hacia el hombre: prevalencia e indicadores, publicado en Roles de género: una revista de investigación, también nos aporta datos que desafían las estadísticas criminales. De una muestra de 240 mujeres, entre un 9,3% y un 10.8% habían utilizado estrategias agresivas para obtener sexo de un hombre. Presión verbal supuso el 3.2%, uso de la fuerza el 2% y aprovechar el estado incapacitado del varón (por haber consumido alcohol o drogas, generalmente), un 5,6%, siendo este último el escenario más frecuente (p. 2 y p. 38). La inmensa mayoría de las violaciones eran realizadas sobre la pareja, ex-pareja, amigos y conocidos, pero muy rara vez sobre hombres extraños. El estudio incluye además un repaso de la literatura sobre este tema que arroja resultados similares.

Volviendo entonces a la pregunta planteada al inicio de este artículo, ¿por qué existe tanta disparidad entre lo que nos muestran los estudios académicos/institucionales, las estadísticas criminales y nuestra percepción de la realidad? No podemos descartar la posibilidad de que haya irregularidades en los estudios. Sin embargo, tiendo a pensar que la razón de esta discrepancia se encuentra en otros lugares.


Cuestión de definiciones

La violación ha sido tradicionalmente definida como un acto del hombre sobre la mujer. De hecho el FBI y el Departamento de Justicia de Estados Unidos sólo cambiaron su definición de este crimen en 2012 para incluir a las víctimas masculinas y a las agresoras femeninas. Pero se trata de una victoria a medias. Las leyes de Estados Unidos, España y otros países consideran ahora que tanto hombres como mujeres pueden ser víctimas y agresores. Sin embargo, la violación se entiende únicamente como penetración. Si una mujer introduce sus dedos o un objeto en el ano del varón, el acto será considerado violación. Por el contrario si este último es obligado a penetrarla contra su voluntad, como por ejemplo cuando se encuentra incapacitado o intoxicado, no se considera violación (aunque sí podría considerarse agresión sexual). En resumen, la definición legal de violación incluye la cópula forzada a la mujer por parte del varón, pero no la forzada al varón por parte de la mujer.

De hecho, el estudio del CDC que cité anteriormente no consideraba la categoría “forzado a penetrar” como parte de “violación”, sino como “otra violencia sexual”. De esta manera, cuando el CDC publicó sus estadísticas de violación en los últimos doce meses tenemos que un 1.1% de las mujeres fueron violadas, frente a virtualmente un 0% de los hombres. Cuando, como hice yo, incluimos los hombres que fueron obligados a penetrar a mujeres, la cifra sube al 0,87%, no tan lejano del número de mujeres violadas.

La disparidad entre las estadísticas criminales y las mostradas en los estudios institucionales y académicos podría encontrarse, por tanto, en la manera de definir el crimen. Si la cópula forzada por parte de la mujer no se considera violación, no aparecerá en las estadísticas criminales como tal.

Cuestión de percepción

Pero esta disparidad no sólo tiene que ver con la definición del acto, sino también con nuestra percepción del mismo, pues no solemos imaginar a la mujer como agresora ni al hombre como víctima, que constituye la razón por la que hemos tenido (y tenemos) una definición legal restrictiva en primer lugar.

El sexo (heterosexual) se percibe como algo que las mujeres otorgan a los hombres. Esto tiene una base biológica porque las mujeres al tener que cargar con el embarazo tienden a ser más selectivas que los hombres, y la cultura ha reforzado esta visión a lo largo de los siglos. El varón es quien pide y la mujer quien otorga. La violación del varón a la mujer, simplificando muchísimo, la consideramos como algo que puede ocurrir en dicha dirección debido a que definimos al hombre como el “hambriento de sexo” y a la mujer como quien está en control de conceder el precioso recurso.

Bajo este prisma nos cuesta entender la violación de la mujer al varón. Primero porque el varón es el hambriento. Siempre ha de querer sexo. Incluso cuando ocurre contra su voluntad, asumimos que quería, y que debería sentirse afortunado. Pero lo que más nos cuesta concebir es que una mujer, sobrada de dicho recurso, decida otorgárselo a un hombre contra su voluntad, cuando aparentemente ella podría hacerlo sin necesidad de violentar a la otra persona.

Por otra parte también nos cuesta creer que la violación de una mujer hacia un hombre sea físicamente posible debido a la diferencia de fuerza entre el varón y la mujer. Esto es una realidad, pero no necesariamente impide la violación. Como señalaba Krahe, la mayoría de las violaciones cometidas por mujeres hacia hombres suelen tener lugar cuando éstos se encuentran incapacitados o sin conocimiento (debido al uso de alcohol o drogas, generalmente). Además, la erección del pene puede darse en más ocasiones que cuando existe deseo sexual. Puede responder a estímulos físicos e incluso ponerse erecto en situaciones de dificultad emocional como furia, miedo o dolor, contra la voluntad del varón.

Para alcanzar cifras similares a las mostradas en los estudios, sin embargo, no basta con que sea físicamente posible para la mujer hacerlo. También hace falta que exista una mayor voluntad de la que estamos acostumbrados a reconocer en dicho sexo. Sencillamente, no concebimos a la mujer como agresora al mismo nivel que el varón. Sin embargo, es posible probar que en determinados contextos, la mujer se comporta de un modo semejante.

Un informe del gobierno estadounidense (p.1) reveló en 2009 que en los reformatorios y centros correccionales para menores, un 10,8% de los chicos y 4,7% de las chicas fueron víctimas de abuso o agresión sexual por parte del personal de prisiones. Las víctimas (de ambos sexos) señalaron que su agresor fue una mujer en el 95% de los casos (sí, han leído bien, p. 1). Las mujeres constituyen un 42% del personal en estos centros. Del mismo modo, un 9,1% de las chicas y un 2% de los chicos fueron sexualmente abusados o agredidos por otro menor (se entiende que el agresor es del mismo sexo debido a la segregación de los centros).  Este último dato concuerda con otro informe del gobierno que señala un hecho similar: en las cárceles estadounidenses (para la población adulta), las mujeres son sexualmente agredidas por otras prisioneras el doble que los varones por otros prisioneros.

En las relaciones homosexuales encontramos un patrón parecido, 31% de las mujeres en relaciones homosexuales denunció haber sufrido sexo forzado por parte de su compañera, frente a un 12% de los hombres en relaciones del mismo tipo. Este dato no significa que haya necesariamente más violadores entre las mujeres que entre los hombres homosexuales, sino que quizá las mujeres denuncian más mientras que los hombres, por el contrario, tienden a no revelar el asalto. Ambas tendencias se encontrarían en las relaciones heterosexuales, resultando en una mayor divergencia.

Los resultados de esta visión que elimina a las mujeres como agresoras es devastadora. Loree-Cook Daniels menciona que cuando existe causa probable para imputar a un delincuente juvenil (o menor) con un delito sexual, el agresor es arrestado e imputado 46,5 veces más si es varón que si es mujer. Por otra parte, en Estados Unidos un 37% de los centros de atención a las víctimas de violación excluían a los varones antes del año 2.000 (se desconoce cuántos son ahora, pero parecen ser menos). Ambos eventos no sólo son fruto de la mentalidad que únicamente percibe al varón como agresor y a la mujer como víctima, sino también un producto que la refuerza. La negación del crimen empuja al silencio, que a su vez alimenta la percepción de que no existe.

He de decir, aunque no estoy orgulloso de ello, que en su momento no identifiqué a una víctima masculina como tal, pues esto ocurrió antes de que comenzara a interesarme por los asuntos de género. Una amiga mía no había sido la misma desde hacía unos días. Cuando le pregunté qué le ocurría me contó su problema. En una noche de “juerga”, otra chica que estaba interesada en su novio desde hacía tiempo lo emborrachó (o se aprovechó de su estado de borrachera, ese punto nunca me quedó claro) y tuvo sexo con él. Cuando mi amiga se enfrentó a la chica en cuestión, ella le dijo “tú estás enamorada de él también, así que lo tienes que entender”. Ella estuvo enfadada no sólo con la chica, sino también con su novio, que se vio obligado a pedirle perdón.

En aquel momento nada de esto me sonó a violación. Tampoco se lo pareció a mi amiga, a su novio o a la otra chica, pese a que esta última no se molestaba en esconder lo que hizo. Mi primera reacción fue, lamentablemente, pensar que este hombre había utilizado la borrachera como excusa para acostarse con la otra y luego no asumir responsabilidad de sus actos. Hoy día, sin embargo, no tendría problema en decirle a mi amiga: “tu novio ha sido violado. Decida o no denunciar, eres tú la que tienes que mostrar comprensión, y no él quien tiene que pedir perdón”. Porque si invirtiéramos los sexos, a nadie le cabría duda. Imaginen que es un hombre quien emborracha a una chica (o se aprovecha de su embriaguez), se acuesta con ella, pero la expectativa es que al día siguiente sea la víctima quien pida perdón a su novio. Y el violador le dice además en la cara que sí, que lo hizo y que le tienen que entender porque a él también le gusta la chica en cuestión.

Pues bien imagino que, como yo, habrá muchos que conocerán casos como éste, pero que jamás los interpretaron como violación. Entre otras cosas porque si el chico hubiera denunciado, la legislación no habría considerado aquello como violación, pues él no fue penetrado.

Por fortuna, este tipo de agresiones están saliendo a la luz. El caso más conocido es el de James Landrith, pero incluso de forma anónima muchas víctimas están compartiendo sus experiencias en la red. En un principio había decidido traducir todos los asaltos de este tipo que había encontrado en estos cuatro hilos de Reddit (uno, dos, tres y cuatro). Viendo que se trataba de un trabajo interminable, decidí que quizá me bastaría con señalar el número de testimonios recogidos, y finalmente también he desistido porque he perdido la cuenta. Lo que sí puedo señalar es que en aproximadamente 9 de cada 10 casos, se dice que el asalto ocurrió cuando estaban inconscientes (generalmente borrachos) por parte de una chica a la que conocían. Este escenario se ajusta al descrito por el estudio de Barbara Krahe.

Conclusiones

Las mujeres pueden, efectivamente, violar a los varones. Lo que desconocemos es la frecuencia, pero parece muy superior a la que estamos acostumbrados a oír. Mientras las estadísticas criminales nos ofrecen un porcentaje del 0,6% o inferior, estudios como el del CDC aumentan esta cifra hasta casi un 40% anualmente (siempre que admitamos la cópula forzada como violación). La primera cifra es demasiado baja, mientras que la segunda me parece desproporcionadamente alta. Quizá la verdad se encuentre en un punto medio. Mi estimación, basada en la investigación que he realizado con las distintas fuentes expuestas en este artículo, es que probablemente se encuentra alrededor del 5% de todos los asaltos. Pero a la hora de la verdad no tenemos suficientes datos para corroborarlo, ni una fórmula para llegar a un porcentaje exacto.

En cualquier caso, podemos llegar a las siguientes conclusiones:

Es necesario cambiar la definición criminal de violación para incluir a las víctimas masculinas que experimentaron cópula forzada por parte de una mujer.
Aunque existen múltiples escenarios donde este crimen puede suceder, hemos de prestar atención al más frecuente: la violación del varón cuando se encuentra incapacitado (generalmente ebrio) por parte de una mujer a la que conoce.
Por encima de todo, hemos de reconocer la existencia de estas víctimas y no banalizar su sufrimiento. Mostrarles apoyo y animarles a denunciar. La reacción más habitual en este momento, por desgracia, es reírse de ellos, pensar que mienten o que son “afortunados”.
Del mismo modo, hemos de reconocer la existencia de las agresoras y cambiar nuestra percepción de que la mujer sólo puede ser la víctima.
En definitiva, debemos estar abiertos a la idea de que este crimen puede ser mucho más frecuente de lo que pensamos. Quizá de esta forma algún día podamos tener estadísticas fiables, pero lo más importante es que podremos ayudar a víctimas que desde luego merecen mejor suerte de la que han tenido hasta este momento.

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Los hombres no pueden ser violados... dicen los machistas

Hoy salió publicada en La Nación una nota que cuenta que una ex porrista de 48 años violó a un chico de 15 años en Estados Unidos luego de alcoholizarlo.

Ahora enfrenta un cargo de 15 años de cárcel, bien merecidos, pues claramente se trata de una violación que debe ser castigada con todas las de la ley.

Ahora, ¿qué les parece que pasa con los comentarios debajo de la nota? ¿Salen feminazis histéricas con baba en la boca a reírse del caso y decir que no se trata de una violación?

Pues no. Pero sí salieron VARONES a reírse del caso y decir que no se trata de una violación, y escribir cosas como (cito textual):

¿Le hizo sexo oral HASTA en 2 ocasiones? ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!! ¡Que injusta la vida!!!
Mamita, en donde estabas cuando yo tenia 15 años!!
¡LPM! ¡Que suerte que tienen algunos!!!!! y uno pasando misheria...
todavia no intentaron hacer una reconstruccion del hecho?
Alto botón el pibe...
mas que boton, medio bolu..do, sabes como me callo la boca y me sigo haciendo tirar el gomon con la vete
yo la obligo a la vieja hacer degeneraciones!!!
uuuhh saltaron los derechos humanos, yo cuando cumpla 40 quiero tener sexo con una de 16... ya estoy juntando plata.
La ONU debería considerarlo un Derecho Humano.
En mi época ninguna vete quería violarme. seguro el pendex la paso mal.
Que me viole todos los dias,yo no me ofendo,tengo pelo,todos los dientes (no postizos) y peso 75 kg.
Estoy harto de ver noticias de mujeres violando chicos, lo único que me pregunto es por que nunca me tocó a mi?
Organicé una manifestación contra las violaciones de mujeres a los hombres: por ahora somos 4 (con 536.218 de rechazos a la propuesta)
Pensar q yo pago por algo 10 veces peor. El mundo está al revés.
Eso es mucha suerte que lo coja una hembra de essas tan buena que se veee yo encantado de andar debajo de ese coño
Pero por favor!! A un pibe de 15, con las hormonas en estado de erupción no lo viola una mi na así!! O el pibe es gay o la denuncia la hizo la mamá, flor de amarga!!!
Porque a mi no me pasan esas cosas, que me hubiese violado una veterana asi, !mamita! le hubiese dicho, violame de vuelta o te denuncio.
¡No me Jo.dan! El Pendex descubrió que era Gay sino no se entiende...
El pibe chocho de contento. Haberla denunciado es un ma ri cón. Alta milf! Le sopló la vela dos veces la milf y todavia se queja a los 15 añitos????

¿No era que las feminazis niegan que los varones pueden ser violados? Y resulta que no son las feministas las que lo niegan, sino el propio machismo, tal como lo había comentado ya en esta entrada anterior.

Lo más gracioso es que uno de los comentaristas dice, en tono irónico: "Seguro que las ligas feministas tomaron cartas en el asunto" a lo cual otro le contestó: "Están estudiando el caso. Seguro que van a decir que el culpable es el chico por portación de pene."

Ese fue el mismo que, un rato antes, había escrito: "La ONU debería considerarlo un Derecho Humano", "Que envidia" o "¿Cuánto hay que pagar para que una mujer lo violen a uno"... Una lógica implacable: acuso a las feministas de echar la culpa al pibe, pero yo niego que esto sea una violación.

Resulta que el feminismo considera que CUALQUIER relación sexual IMPUESTA, sea de varón a mujer, de mujer a varón, de varón a varón o de mujer a mujer (cis o trans) es una violación y debe ser castigada.

Los que lo niegan son los propios machistas, que consideran imposible que un varón de verdad se niegue a tener relaciones sexuales con una mujer (caso contrario, es gay). Lógica machirula en todo su esplendor.



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Igual esto puede abrir debates mas interesantes. Hace un tiempo atrás en Argentina hubo un caso de una profesora que tuvo relaciones sexuales con su alumno de 12 años (consentido por el menor). En eso me pongo a ver los comentarios que hacían distintos usuarios y notaba que lejos de reprochar el accionar de la profesora la "felicitaban" y "elogiaban" al pibe.

pablo13 escribió:De poder puede. Si bien no es tan habitual, pero hay varios casos...

Igual esto puede abrir debates mas interesantes. Hace un tiempo atrás en Argentina hubo un caso de una profesora que tuvo relaciones sexuales con su alumno de 12 años (consentido por el menor). En eso me pongo a ver los comentarios que hacían distintos usuarios y notaba que lejos de reprochar el accionar de la profesora la "felicitaban" y "elogiaban" al pibe.

Pues yo fui violado por mi tía y tío cuando era niño, tenía 6 años y ellos aproximadamente 16. En cuanto a los abusos de mi tía todo comenzó como un juego, ella me decía que nunca había besado a un chico y que quería probar conmigo porque esa noche se vería con su novio y no sabía cómo besarlo, pero eso fue el comienzo de algo horrible. Un día llegó drogada del colegio con una amiga y yo me estaba bañando, agarraron dos cuchillos de la cocina y se metieron en el baño y me sacaron corriendo por toda la casa diciendo que me iban a cortar los genitales si no me dejaba. Me agarraron y mientras una me amenazaba la otra me chupaba el pene y luego cambiaron. Estos abusos se extendieron por más de un año con amenazas de muerte y castración si yo las delataba. en ocasiones me orinaban arriba y cuanto más me humillaban mas se reían. Pasados los años yo le pedí a mi tía hablar del tema, que quería hablar de eso horrible del pasado porque no me dejaba en paz. Y ella me respondió “gracias a dios yo tengo una memoria selectiva y de esas cosas no me acuerdo”. Nunca he podido tener relaciones con mujeres y en ocasiones me cuesta tenerlas con hombres, me siento sucio. Durante años no podía dormir bien por miedo a que me castraran, aproximadamente hasta los 12 años, en la escuela las maestras le decían a mi madre que necesitaba ir a terapia por que no tenía amigos ni jugaba con nadie, siempre estaba apartado de los demás niños, de adolecente me relacionaba un poco mejor pero nunca pude tener una vida normal porque mis compañeros me discriminaban por no querer acercarme a las chicas, hasta el día de hoy no puedo dormir con la luz apagada y ya tengo 34 años.

Completamente deacuerdo yo doy fe ,fui i agredido en los testículos de una manera sadica y cruel por varias mujeres a la edad de 15.Lo hicieron porque les gustaba disfrutaban de humillar y denigrar a un hombre, les producia placer sexual.
El resultado fue que me destrozaron la identidad sexual ,me hicieron perder mi adolescencia y parte de mi juventud. Y tube que superar solo el miedo a las mujeres y un odio atroz. Es un trauma del que no te recuperas del todo nunca.
Y si heres un hombre estas completamente indefenso, ante la ley y la sociedad. Gracias a esta sociedad misandrica .
Aun hoy me asombro que pudiera salir de ese pozo .Es decir tubo en mi los mismos efectos que una violación clásica.
Mujeres sádicas que les gusta agredir sexualmente a los hombres sin su consentimiento
siempre las a habido y no en menor proporción que hombres .Lo que pasa es que en este delito solo se proteje al sexo femenino.Y por supuesto no sale a la luz.

Puede que sirva poner el título del informe. Es “Sexual Victimization in Juvenile Facilities Reported by Youth”. Buscando por ese título, se encuentra el informe de 2008-09 enlazado e incluso el de 2012, ( [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] ), en el cuál el agresor sexual sigue siendo de mayoría femenino (89.1%, pág. 23, tabla 14).

Hace dos años estaba con el que era mi novio y un amigo suyo en su casa. Estabamos bebiendo y en un momento estamos los tres en la cama y el amigo de mi ex novio nos propuzo que nosotros (yo y mi ex) tuvieramos sexo mientras él nos miraba. Al principio yo no quería pero él insistía y empecé a creer que no había nada de malo. La cuestión es que terminé forzando a mi novio de aquel momento a que tuviera sexo vaginal conmigo, él estaba muy incómodo y avergonzado pero no se resistió (supongo que por miedo a que su amigo lo humillara verbalmente). El insidente pasó y nunca más volvimos a hablar de ese tema, yo en ese momento era menor de edad (mi novio no) y no tenía noción de lo que había hecho. Hoy me siento muy culpable y no sé que hacer, en internet sólo encuentro testimonios de chicas que dicen haber violado a sus novios mientras dormían (mostrandolo como algo gracioso) y yo lo aborrezco. Sé que pedirle perdón no va a servir de mucho, pero no sé que otra cosa puedo hacer. ¿Alguien podría ayudarme?

militiano escribió:la única forma que vea un hombre violado por una mujer, es que la mujer tenga mayor fuerza física que el hombre, utilice un pene falso amarrado a la cintura y que el hombre este amarrado y sea penetrado analmente, o que sea drogado por la mujer , pero igualmente seria violado analmente,, de otra forma, osea que sea sexo  pene - vaginal, debe existir erección del hombre y para que haya erección debe existir exitación, entonces no sé si ya eso seria violación,, a pesar que leí en alguna parte que en algunas raras ocaciones hay mujeres que tienen orgasmos y exitación en alguna violaciones, no sé si será verdad

Una peluquera rusa atrapa a un ladrón para convertirlo en su esclavo sexual al que alimentaba sólo con viagra
Un hombre ruso que intentó robar un salón de belleza terminó siendo víctima de un secuestro, cuando la mujer dueña de una tienda de peluquería lo ató desnudo y lo utilizó como esclavo sexual durante tres días tras alimentarlo con viagra.

Viktor Jasinski (32) admitió ante la policía que había ido al local con la intención de asaltar. Sin embargo, todo cambió cuando Olga Zajac (28) resultó ser cinturón negro en karate, por lo que ésta lo derribó con una sola patada para luego arrastrarlo a una de las habitaciones y atarlo con un cable de secador de pelo.

Minutos después, lo desnudó y durante los próximos tres días lo utilizó sexualmente para “darle una lección”. Finalmente, fue puesto en libertad no sin antes asegurarle a la mujer que había aprendido del castigo, según informó el portal Daily Mail.

Posteriormente, el individuo le contó a las autoridades policiales todo lo sucedido. Pero cuando la policía llegó para preguntar lo ocurrido a la señora, está respondió: “¡Qué hijo de p… sólo tuvimos sexo un par de veces, encima le compré pantalones nuevos, le di comida y hasta le regale dinero cuando se fue!”.

militiano escribió:la única forma que vea un hombre violado por una mujer, es que la mujer tenga mayor fuerza física que el hombre, utilice un pene falso amarrado a la cintura y que el hombre este amarrado y sea penetrado analmente, o que sea drogado por la mujer , pero igualmente seria violado analmente,, de otra forma, osea que sea sexo  pene - vaginal, debe existir erección del hombre y para que haya erección debe existir exitación, entonces no sé si ya eso seria violación,, a pesar que leí en alguna parte que en algunas raras ocaciones hay mujeres que tienen orgasmos y exitación en alguna violaciones, no sé si será verdad

Ifkeys escribió:Comentarios de la noticia de SS-18:

"Dirección de la chavala que me voy a atracarla mañana mismo XDDD"

"OSTIAS PEDRIN yo también quiero que m castiguen asi que estoy MU NECESITAO"

Y, el más votado:

"madre mia….soy yo la policia y lo inflo a palos al maricon ese, no solo folla a piñon fijo durante 3 dias/o un par de veces sino que ademas recibe pantalones nuevos, dinero, comida gratis y encima la tia esta buena.

lo llevaba a la sala de interrogatorios y con l porra le enseñaba el significado de “ser violado”"

Hay casos, y todos los tenemos en nuestra vida en algun momento en q una tia q no quieres nada se t pasa d la ralla, pero desde luego no es comparable en magnitud.

Un reflejo perfecto de la sociedad patriarcal en donde el feminismo imaginario está totalmente integrado. La mujer es un ser inferior que debe ser protegido y si al hombre le pasa algo es porque es un pringadillo. Los hombres actúan, las mujeres nunca. Sobre las mujeres se actúa, nunca sobre los hombres:

Y recordad: cuando la agresión la sufre un hombre el protocolo es publicar una foto suya desnudo, hacer bromas sobre el atractivo físico de la agresora y sobre las bondades de ser violado, y en general tratar el episodio como un sainete.

Cuando le pasa a un tío es divertido.

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SS-18 escribió:[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Según algunos usuarios, el chico es hijo de un multimillonario brasileño, lo que agravó más la situación, pues tachan a la modelo de "interesada".

Un conocido sufrió acoso sexual de su jefa durante años, siendo chantajeado y sin poder denunciar por no perder el trabajo y obviamente por la presión social. Cuando lo hizo no solo no fue creído, si no que fue culpado por ello. El tío acabó tan tocado por la ansiedad y a depresión que le dieron la incapacidad.

PequeñoBurgués escribió:

Un conocido sufrió acoso sexual de su jefa durante años, siendo chantajeado y sin poder denunciar por no perder el trabajo y obviamente por la presión social. Cuando lo hizo no solo no fue creído, si no que fue culpado por ello. El tío acabó tan tocado por la ansiedad y a depresión que le dieron la incapacidad.

Uhhhh menudo maricón!

Duende Rojo escribió:2 casos personales en referencia a lo citado, por si alguno le interesa:

Un conocido sufrió acoso sexual de su jefa durante años, siendo chantajeado y sin poder denunciar por no perder el trabajo y obviamente por la presión social. Cuando lo hizo no solo no fue creído, si no que fue culpado por ello. El tío acabó tan tocado por la ansiedad y a depresión que le dieron la incapacidad.

En primero de carrera una profesora de unos 30 y algo se ligó a un compañero de 19 años (hijo de un diplomático y de muy buena familia), cuando éste al tiempo la rechazó, sufrió acoso y amenazas durante mucho tiempo.

Estas mujeres probablemente tendrían un problema mental... Porque, al igual que el hombre violador y el asesino, la mujer también pueden tener enfermedades mentales que le lleven a hacer esas cosas.