Hola, José. Gracias por la cita.
No estoy de acuerdo contigo. La dominación burguesa solo se tambalea ligeramente: son las burguesías las que compiten entre sí por hacerse con el dominio absoluto de los medios de producción, un mayor mercado y en el caso que nos atañe, crear un Estado en el que tener autonomía absoluta para sus intereses.
Estoy de acuerdo contigo cuando dices que la construcción de Estado fraguada en el 78 está haciendo aguas por todas partes y un precedente importante de esto lo encontramos en el 15-M y en el ascenso de nuevas fuerzas, en régimen dialéctico: Ciudadanos, como variante centrista y moderadora, despreocupada de los supuestos extremos y más acorde al sentimiento apolítico de la población y Podemos, como un viraje a la izquierda ante la pasividad y colaboración del PSOE por décadas con el statu quo y el PP, heredera directa de la derecha ultraconservadora franquista. Sin embargo, una de las grandes oportunidades perdidas en este país fue el ascenso del PSOE bajo una mayoría abrumadora con más de 202 diputados en el Congreso de Diputados y un margen increíble para llevar a cabo reformas sustanciales, incluso, plantear cuestiones como un referendo por la república y cuestiones que quedaron selladas tras el 39. Por supuesto, la intención del PSOE, tras abandonar el marxismo en el 79 no era otra que alzarse hacia el poder, reunir al máximo número de personas y cerrar -supuestamente- con el pasado franquista. Lo cierto es que la socialdemocracia y la derecha "moderada" se han ido turnado el poder en fiel colaboracionismo y la gente, cansada de la política que se ha llevado por décadas, ha caminado hacia otras vías.
Desde un análisis particular, resulta interesante como partidos como Podemos han surgido -aparte del claro descontento populalr- gracias a la movilización mediática increíble, tanto en redes sociales, como en la televisión y otros movimientos. Esto me hace pensar, cómo uno de los instrumentos del imperialismo cultural -o globalización- han ayudado a Podemos a saltar -sin ser la única razón o la más importante- del anónimato, a unas elecciones europeas hasta el día de hoy, gracias a la tecnología y a la industria de las redes sociales y la televisión, algo que sería impensable décadas o algunos años atrás ante la distancia entre las inmensas capas populares y la política, que hoy en día han sido impulsadas por industrias que, han hecho nacer una nueva industria (La Sexta Noche, Al rojo vivo...). Esta industria ha permitido que las personas estén más en calma, pueden movilizarse, acudir a un círculo, tomarse una cerveza en una fiesta para recolectar dinero de militantes y simpatizates mientras depositan su voto cada cuatro años, pero, se hace más leve ante la comodidad del sofá o el sillón donde se pueden ver las declaraciones y discusiones de los héroes mediáticos como tranquilidad política para una importante capa de la sociedad, por puro cotilleo o entretenimiento -o morbo-.
También es muy interesante saber quiénes son los marxistas-leninistas, dónde estaban, qué hacían, cuáles eran las tesis que defendían -o defienden- y desde dónde se movían. Personalmente, yo he decidido entrar en pre-militancia en las UJCE; se aprende mucho a través de muchas posiciones que se encuentran en su interior y poseen muchos recursos de formación. Sin embargo, para mi confusión, veo a muchas personas batallar por el término "marxismo-leninismo", desde personas cercanas como contendientes ideológicos, desde el hoxhaísmo como partidos PML (RC) o el PCE (ML) pasando por el PCPE, otras minorías maoístas o personas independientes con su pensamiento particular, quizás documentado.
Personalmente, y no sé si esta es tu interpretación, yo no me he lamentado ni entristecido ni tampoco veo maligno el hecho de que la correlación de fuerzas se esté debilitando en el flanco burgués. Por el contrario, con la frase
sí, verdaderamente, es preocupante. Aunque parece que algunos quieren ver Cataluña y España arder me refería a determinadas corrientes romántico-anarquistas que aclaman sacar un antorcha y acabar con todo y con todos con el fin último de avanzar hacia la independencia, con un referendo cuasi-fraudulento -por las condiciones en las que se desarrolló, como personas votando varias veces o que no eran de Cataluña- y una supuesta legitimidad dada para sí ante un escenario bastante turbio -como declarar en unos días unilateralmente la independencia-. Personalmente, solo veo cómo el proletariado es usado por la burguesía catalana como frente de contención ante la burguesía española para conseguir sus intereses directos. Es decir, si tiempo atrás la burguesía lideraría a los campesinos y otros trabajadores en la Revolución Francesa para cortar la cabeza del absolutista Luis XIV, esta vez, la burguesia catalana lideraría al proletariado para enfrentarse a otra burguesía con el beneficio directo para la burguesía, para la creación de un nuevo Estado burgués, bajo una economía de libre mercado -que pone como clase dominante a la burguesía dueña de los medios de producción directamente-, seguramente -si consiguen independizarse- fuera de la Unión Europea y con un empeoramiento objetivo de las condiciones sociales y laborales de la clase obrera.
No es que las masas catalanas
sean tontos del culo por reclamar lo que consideren justo, sino que se está confundiendo -o se percibe claramente- que todos estos movimientos puedan favorecer al proletariado o puedan ayudarlo a avanzar o al surgimiento de una vanguardia de la clase obrera, sino, justamente lo contrario: el proletariado está perdiendo ojos, recibiendo heridas e incluso infartos, más allá del derecho a decidir o la independencia, sino por los intereses objetivos de la clase burguesa, ya que en cualquier escenario, el proletariado no gana nada -o casi nada- a cambio del gran beneficio recibido por la clase dominante.
Analizar que se puede aprovechar las revueltas a favor del referendo o el derecho a decidir o la independencia como herramienta o táctica para alzar a una vanguardia obrera o con posibilidades de atacar de raíz al entramado productivo burgués, resulta rápidamente oportunista y desconectado de la realidad. Pese a todo, no estaría mal que se plantearan -si existen- tesis que iluminen a este servidor y a los compañeros cómo se puede aprovechar un movimiento independentista para revertirlo en un movimiento obrero de hecho.
Finalmente, se me plantea la siguiente tesitura: llevando a cabo un referendo donde solo gana la burguesía como clase dominante. ¿No sería votar no un claro apoyo al nacionalismo burgués español? Se ha hablado mucho de "o estás con el
procés" o el referendo o te alías directamente con el nacionalismo burgués y sus cuerpos represivos". Sin embargo, pese a darse un referendo, votar que no implica directamente sumarse -en caso de que el referendo fuese pactado y muchas personas hubiesen votado- a lo votado por los partidarios del PP, Ciudadanos y otros movimientos "constitucionalistas". Sin embargo, el que vota "no" desde Podemos no sostiene las mismas tesis que el que ha votado desde Vox o Falange Española de las JONS, pero al fin y al cabo, se está votando por una u otra burguesía, sin solucionar absolutamente nada salvo elegir libremente a tu opresor, por supuesto, con toda libertad, pero, en vez de avanzar, ir para atrás, o hacia al lado ante un muro enorme. Por supuesto que se puede hablar sobre un referendo u otro, su legitimidad y lo que dicen los autores clásicos. Lenin, habló sobre el derecho de autodeterminación, yo, a través de Jordi de Terrassa, hice mi propia lectura y me quedé con estos párrafos:
Vladimir Lenin escribió:Los intereses de la clase obrera y de su lucha contra el capitalismo exigen una completa solidaridad y la más estrecha unión de los obreros de todas las naciones, exigen que se rechace la política nacionalista de la burguesía de cualquier nación. Por ello sería apartarse de las tareas de la política proletaria y someter a los obreros a la política de la burguesía, tanto el que los socialdemócratas se pusieran a negar el derecho a la autodeterminación, es decir, el derecho de las naciones oprimidas a separarse, como el que se pusieran a apoyar todas las reivindicaciones nacionales de la burguesía de las naciones oprimidas. Al obrero asalariado tanto le da que su principal explotador sea la burguesía rusa más que la alógena, como la burguesía polaca más que la hebrea, etc. Al obrero asalariado que haya adquirido conciencia de los intereses de su clase le son indiferentes tanto los privilegios estatales de los capitalistas rusos como las promesas de los capitalistas polacos o ucranios de instaurar el paraíso en la tierra cuando ellos gocen de privilegios estatales. El desarrollo del capitalismo prosigue y proseguirá, de uno u otro modo, tanto en un Estado heterogéneo unido como en Estados nacionales separados.
[...]
En todo caso, el obrero asalariado seguirá siendo objeto de explotación, y para luchar con éxito contra ella se exige que el proletariado sea independiente del nacionalismo, que los proletarios mantengan una posición de completa neutralidad, por así decir, en la lucha de la burguesía de la diversas naciones por la supremacía. En cuanto el proletariado de una nación cualquiera apoye en lo más mínimo los privilegios de "su" burguesía nacional, este apoyo provocará inevitablemente la desconfianza del proletariado de la otra nación, debilitará la solidaridad internacional de clase de los obreros, los desunirá para regocijo de la burguesía. Y el negar el derecho a la autodeterminación, o a la separación, significa indefectiblemente, en la práctica, apoyar los privilegios de la nación dominante.
Fuente: pincha aquí
En nuestro caso práctico, si votar a favor de la independencia es apoyar el sí, apoyando a la burguesía catalana, apoyar no lo es a la española, lo más sensato -y leyendo entre líneas- sería abstenerse. Por supuesto -y como me achacaría Jordi- no es que Lenin te diga: "no, hay que abstenerse", sino que se entiende que votar que sí, como que no es apoyar a una u otra burguesía, por lo que resulta ineficaz, llamándose a la neutralidad "por así decirlo" -en palabras de Lenin-.
Lo más curioso de todo es que en 1991, algunas ex-repúblicas soviéticas decidieron no celebrar el referendo y en su mayoría con un 70% del apoyo popular, se votó mantener la Unión; lo curioso es que meses después la burguesía rusa y otras regionales utilizaron el nacionalismo para crear Estados con el que tener más autonomía sobre una región, o, "crearse un cortijo para el disfrute del kulak" fragmentando a la URSS, no por el derecho a la autodeterminación garantizado por ley en al URSS, sino como una táctica de tantas de los liquidacionistas del PCUS para acabar con la URSS. Y sigue siendo interesante, cómo ex-repúblicas como la ucraniana, votaría con más de un 83% en favor de mantener la unión y meses después, se dé lo contrario, votándose a favor de la independencia con más del 90% de los votos; lo mismo en otras repúblicas. ¿Cómo se explica esto materialmente? ¿Manipulación de los votos por parte de la URSS de los votos? ¿Manipulación de la recién-nacida burguesía de las repúblicas periféricas en los resultados? ¿O es que se cargó con décadas y décadas de avance soviético? Muy curioso, realmente.
Como se ha podido percibir, yo, sin romper con la tradición leninista, me posiciono en la neutralidad, ante los intereses de las dos burguesías.