Creo que esto iría en este hilo.
Rafael Santos escribió:"El ocaso de un modelo"
En un editorial de Nuestra Propuesta (NP, 12/3), el PC reconoce, en un balance del régimen K, que éste ha fracasado: creció el trabajo en negro, el deterioro salarial (en paralelo las ganancias del capital), aumento la desocupación, la fuga de divisas por las 500 grandes empresas del país (mayoría extranjeras), se agotaron las reservas del Banco Central, creció la deuda externa... Se trata, dice, del "ocaso de un modelo".
El PC había caracterizad inicialmente a los K como una expresión renovada del neoliberalismo, luego se dejó cooptar por los nac&pop y coadyuvó a apuntalarlos políticamente.
El estalinismo criollo se dividió. El PC, apoyando a los K, pretendía que este crearía las condiciones para desarrollar una burguesía nacional. Los "maoístas" del PCR buscaron este desarrollo en el campo opositor de la burguesía agraria, agraviada por las retenciones a la exportación de soja. Ambas fracciones buscan una burguesía nacional que "lidere el proyecto económico".
Pero la burguesía existente es la que hay. Miguel Bonasso, en su reciente libro ("Lo que no dije en Recuerdo de la Muerte") analiza que la única burguesía nacional que se desarrolló es la ligada al juego, "utilizando para desaparecer los bienes de los desaparecidos, lava el dinero de la corrupción y se ha convertido en el negocio más próspero de la Argentina ‘nacional y popular" en "una muestra de la decadencia productiva de la Argentina" (pág. 354). Bajo los K aumentó la "extranjerización" de la economía y el entrelazamiento de la burguesía nacional con el capital financiero.
El PC se queja que la falta de desarrollo de la burguesía nacional y la política K, "impidió que se formará un sujeto político eficaz (pueblo, organizaciones políticas y Estado) para un proceso que sin abandonar a priori el capitalismo expandiera al máximo las fronteras distributivas".
No se puede crear un "sujeto político eficaz" sin haber protagonizado una lucha que movilice a las masas contra el orden explotador existente. El radicalismo y el peronismo, que en su momento intentaron desarrollar a la burguesía nacional han evidenciado su impotencia y declinación histórica. Es hora que el proletariado se constituya en caudillo de la nación explotada contra el gran capital extranjero y nacional. Para eso trabaja el PO y el Frente de Izquierda.
El análisis del PC no es, sin embargo, autocrítico. Se prepara para una nueva etapa: la del ajuste contra las masas que vendrá de la mano de los K y sus sucesores o de la burguesía opositora. El PC ruega: "Es de esperar que el kirchnerismo, apretado por las circunstancias, no haga parte del trabajo sucio" (ídem). Pretende que la "bomba" reviente con el nuevo gobierno ajustador y construir una oposición "de izquierda" a la que ve "llena de posibilidades" siempre que se "involucre correctamente en el conjunto de contradicciones que van a cruzar la sociedad... en el conflicto de clases e interclases que debiera agudizarse...". Busca recrear una "izquierda" colaboracionista con expresiones del decadente, imponente y reaccionario nacionalismo burgués. En el mismo número de NP, anuncia la constitución del Alba, lista "neo-K" que se presenta en las elecciones porteñas, como un intento de bloqueo al ascenso del Frente de Izquierda.