man_09 escribió:
Por supuesto que está bien que enseñen "Eva me ama", que mas cierto que esa oración?? No es seguro que las madres de todos esos chicos fueran buenas madres y los amaran, mas seguro era que Eva los amara. Si es cierto lo que se enseñó que podemos reprochar???'
Esto es ya hacer apología de los métodos de Goebbels, no tenes cara.
man_09 escribió: Te juro que a esos documentales no los vi.
No te perdiste nada peor seguro los van a repetir, uno se llama "La Fe del Siglo"
man_09 escribió: La gente con 6-7-8 volvió a debatir la política, el grueso de la sociedad, y además comprendió el poder de los medios para no ser esclavo de ellos, y entendió también lo que es el poder real.
Seguís diciendo lo mismo y no respondes los argiumentos en contra. Eso es trolleo.
man_09 escribió: Por supuesto, enfrentó a los militares y a la iglesia, algo que tiene mucho valor, pero no sos capaz de reconocer ningún logro conseguido mientras falte uno por realizar no?? Otra vez tomas el papel contrarrevolucionario.
trolleo barato, evadís la cuestión. Vos que sos tan meticuloso en la táctica y que decís que todo no se puede, que hay que hacer de apoco que esto es la mejor opción porque lo otro es peor, toleras que se valla a provocar al lobo a la cueva y ¿para que? ¿para poder cambiarse el nombre en el documento?
Por que no contestas lo de la flexibilización que vos decís que ya no existe…
man_09 escribió: Mirá, falta mucho por hacer, este gobierno no va a hacer la gran revolución, pero este es el camino y el proceso antesala para llegar al socialismo, es necesario. Por eso lo apoyo, y está mas claro que el agua que el país a progresado con este gobierno y va a seguir progresando. No espero milagros, ni atajos, pero estratégicamente nosotros como comunistas debemos apoyar por ahora a este gobierno, el día que no se pueda avanzar con este debemos apoyar a otro. Pero por ahora es la única alternativa.
Reformismo puro y duro, confiar que con reformas y apoyando a una facción burguesa para que les de un lugarcito en un ministerio se llega al socialismo. Es el cuento de siempre, ya saldado por los comunistas con la bancarrota de la segunda internacional. Te haces llamar comunistas pero no llegas ni ha ser un kautkysta. Por lo menos Kaustky no se resignaba al simple seguidísimo.
man_09 escribió: El gobierno hizo fútbol para todos, ley de medios, 125, estatización de los fondos de los jubilados. Enfrentó al sistema previsional, a la burguesía sojera, a Clarin, intentó que el fútbol sea gratis para toda la gente sin distinción de clases, logró que se ponga en discución los aumentos a los jubilados e hizo una ley que aumenta dos veces por año, ahora se puede jubilar una ama de casa!!! Y quiso tocar la renta agraria, la renta histórica de la Argentina!!!!!
No ha nadie se enfrento el gobierno...
Todos estos temas (ecepto el del football que me parece muy obvio) los desarrolle en un artículo que sigues sin leer y omites contestar, donde use solo los discursos de Cristina Fernández para explicarlos.
Aquí te lo dejo de nuevo:
LA NUEVA ESTRATEGIA DE EXPLOTACIÓN Y DOMINACIÓN EN ARGENTINA Y LA NECESIDAD DE PRESERVAR LAS MEJORES CONDICIONES PARA LA ORGANIZACIÓN DE LOS TRABAJADORES
Los que hoy somos acusados de “hacerle el juego a la derecha” no nos oponemos a la investigación y los juicios a los criminales de la ultima dictadura, de hecho, que muchos de los que aprobaron las leyes de impunidad fueran los mismos que las derogaron, es por la lucha tenaz y abnegada de los organismos de derechos humanos y la denuncia continua de los que marchábamos todos los 24 de marzo desde mucho antes de que a los actos se sumara el PJ y el sindicato de camioneros.
Obviamente preferimos que lo que nos descuentan para el sistema previsional se destine al ANSES y que al menos una parte de eso llegue a los pibes y los viejos que están en la miseria, antes de que nuestros aportes sean saqueados por los banqueros y sus AFJP.
Es más que obvio que se debe apoyar toda ley que limite los monopolios de los medios de comunicación, aunque sea causa de una lucha facciosa entre grupos empresarios.
También sabemos que, aunque los empresarios culpables de vaciamientos y quiebras no sean juzgados y las empresas estatizadas se conviertan en un escándalo de corrupción y dilapidación del dinero público, al menos se mantienen los puestos de trabajo.
Por supuesto preferimos un modelo económico orientado a la “economía real” y no a la especulación financiera, ya que el desempleo es el mejor disciplinador de la clase obrera, y sabemos que es preferible ser explotado a no tener trabajo.
Y sin duda sabemos que es mejor la democracia -aunque sea formal- a la dictadura.
Por lo que defenderemos la embestidura presidencial y las libertades democráticas como se hizo con Alfonsín, e incluso con Menem, si fuera necesario. Esto está fuera de discusión.
Pero ¿podemos apoyar ingenuamente y sin preguntarnos nada a un gobierno formado por los mismos que años antes fueron parte del modelo económico que dejó al país con más de un 40% de pobreza, con cerca de un 30% de desempleados? ¿Que reprimió de punta a punta del país a los trabajadores y desempleados que se alzaron contra el neoliberalismo dejando decenas de muertos?
¿No hay al menos algo para sospechar en el nuevo progresismo de una parte del PJ?
¿No es llamativo que este nuevo progresismo surja luego de las insurrecciones de diciembre de 2001? ¿Luego del apurado llamado a elecciones, después de las masivas protestas contra la masacre del Puente Pueyrredón?
¿Que la “redistribución” de la riqueza se de en un contexto de crisis donde la caída de la demanda trajo la mayor deflación de la historia Argentina, arruinando las ganancias hasta de las grandes empresas?
¿Podemos sacrificar la independencia y bajar la guardia de las organizaciones populares si tenemos en cuenta esto?
Algunas de las respuestas a estas preguntas las encontraremos si prestamos atención a las palabras de la presidenta de la Nación.
Con respecto a lo grave de la situación ante las consecuencias del neoliberalismo en la región, es decir, la amenaza que significaban las insurrecciones populares, el movimiento de desempleados y de recuperación de empresas, C. Fernández dice:
“en la reunión del G-20, donde debo confesarles además que tuvimos que dar una dura batalla junto al presidente Lula para que las palabras "flexibilización laboral" fueran borradas del documento, cosa que nos costó mucho pero lo logramos. Les puedo decir que costó todo el día de liberaciones y algunos tonos elevados de voz, pero creo que valió la pena porque cuando explicamos lo que significaban las palabras "flexibilización laboral" en la región, en América latina a partir del Consenso de Washington, cuando explicamos que en realidad ninguno podía volver a nuestros países si se firmaba esto de "flexibilización laboral", luego de insistir, fue entendido.” (1)
Mientras desde los organismos internacionales como el G20, el FMI, y el BM se insistía en mayor liberalización y flexibilización para lograr la supuesta “estabilización de los mercados”. A los socios locales de los monopolos, es decir: los empresarios nacionales que tienen la tarea de lidiar con los trabajadores, los desempleados y todos los sectores populares, se les hacia cada vez más difícil mantener la gobernabilidad.
Pero no se trataba solo de las insurrecciones populares, al fin y al cabo el problema social es para muchos un problema de la policía o, en el peor de los casos, de la gendarmería y el ejército, así había sido desde la dictadura y durante toda la década de 1990. La cuestión implicaba, además, que la misma tasa de ganancia de los empresarios estaba siendo afectada. Esto, por la quizás mayor deflación que haya padecido el mercado argentino. Al mismo tiempo que los titulares de los diarios publicaban continuamente la caída de las ventas, los niveles de indigencia y pobreza alcanzaban límites nunca vistos.
Este problema propio de la economía capitalista que pretende que los asalariados generen riqueza por 100, pagarles 10 y que consuman por 100, y que es la verdadera causa de las crisis periódicas, no es ajeno a nuestros políticos y empresarios.
En reiteradas ocasiones C. Fernández se ha referido a esta situación reconociendo, no solo quien es el que genera la riqueza, sino cual es el principio rector de la economía capitalista, por ejemplo ante la OIT:
“Planteábamos y seguimos planteando que el verdadero crecimiento económico es aquel que se genera con el empleo, porque sostenemos, sostuvimos y sostendremos que no es la riqueza la que genera trabajo, sino el trabajo el que genera riqueza. Y fíjense que no estoy hablando de plusvalía (…)” (2)
Y auque no quiere hablar de plusvalía, de explotación, en su discurso ante los socios de la Bolsa de Comercio de Bs. As. reconoce:
“Ustedes sabe mejor que nadie que la economía, además de generación de riqueza, también implica transferencias de un sector hacia el otro.” (3)
Y va más allá, advirtiendo que no es un problema que se solucione con “tarjetas de crédito”, ya que toda ampliación del consumo inmediato, gracias al crédito, no es otra cosa que la reducción del consumo futuro, a la hora que los bancos se cobren los intereses y usa como ejemplo ni más ni menos que a las economías donde los trabajadores tienen los mayores ingresos y el mejor acceso al crédito:
“El nivel de endeudamiento que tienen hoy las grandes sociedades de los países desarrollados, supera más del 100 por ciento. No es solamente que hayan tenido un problema de consumismo, no. Cuando uno observa la variación del poder adquisitivo de los salarios y la variación de los costos de los servicios que demanda cualquier trabajador o cualquier familia, advierte el por qué del endeudamiento.” (4)
Volviendo ni más ni menos que al abc de la economía política Cristina Fernández sermonea a los burgueses y les advierte del problema:
"(...) quiero contarles una anécdota que me pasó en la primera reunión del G-20, la que se hizo en Washington, cuando todavía Bush era presidente de los Estados Unidos. Uno escuchaba las discusiones y los planteos y era como que parecía que todo seguía igual y se proponían las mismas formas como si nada hubiera sucedido. Y entonces, cuando me tocó a mí la intervención empecé recordando a Albert Einstein que decía que es un signo de locura pensar que haciendo las mismas cosas se pueden llegar a resultados diferentes. Y yo lo que estaba viendo en esas discusiones era que precisamente no había cambiado la lógica de pensamiento en cuanto a cuál había sido el verdadero problema. No era solamente un problema de falta de control o de desregulación, era además de la falta de control y la desregulación, haber creído que el dinero se reproducía a sí mismo sin pasar por el circuito de la producción de bienes y servicios. (5)
“En realidad eran malos capitalistas los que estaban planteando eso, porque se desconocían científicamente las bases de qué es lo que realmente genera riqueza y acumulación y que es precisamente el trabajo. Cuando nosotros decimos esto no lo decimos desde un lugar discursivo o retórico; lo hacemos desde un lugar absolutamente serio y científico, planteando que es precisamente el trabajo lo que genera riqueza” (6)
Sin duda estamos ante una mujer que representa la facción más lucida de la burguesía argentina, la vanguardia de esta burguesía que participó de los beneficios de la derrota de la clase obrera, pero que no deja de padecer las contradicciones propias de un sistema en descomposición y está obligada a esforzarse para encontrar una solución, al menos transitoria, a la crisis económica y social. Una facción de la burguesía que ha comprendido que se impone la necesidad de implementar una nueva estrategia de acumulación de capital, que recupere la tasa de ganancia de las empresas, y por sobre todo, que sea compatible con una forma de dominación que mantenga la gobernabilidad.
¿Cómo conseguir esto?
No hay mucho que pensar, si la caída de la demanda es la causa principal de la crisis, si por un lado faltan consumidores y por el otro hay casi un 30% de desempleados, un 20% de indigentes y mas de un 60% de pobres, -lo que esta tornando ingobernable el país- está claro que la generación de empleo y el aumento de los ingresos de los trabajadores es la clave. En fin, si los empresarios no quieren eliminar la pobreza por piedad, lo tiene que hacer porque les conviene para recuperar la demanda ó simplemente por miedo.
Sin embargo, ante la caída de las ventas y las perspectivas de crisis, los empresarios actúan penando solo en sus beneficios individuales y el árbol no les deja ver el bosque.
Ante la disminución de los precios, los empresarios buscaban bajar los costos para ser más competitivos y disputar el mercado. Para esto, intensificaban la explotación de los trabajadores: “flexibilizan”, reducen salarios, aumentaban la jornada de trabajo, contratan trabajadores sin registrar pagando salarios muy por debajo del salario mínimo vital y móvil, “terciarizan”, forman pseudo cooperativas para evadir cargas patronales, niegan vacaciones, no retribuyen horas extras y todas las practicas que se convirtieron en masivas y habituales en los años 90. Esta táctica individual de cada empresa no hace más que profundizar la caída de la demanda y con ella la de los precios y en consecuencia la producción, para no crear stocks imposibles de colocar en el mercado. En fin apagan en incendio con nafta. En esta situación las perspectivas a futuro empeoran, todos los indicadores que estiman la “confianza de los inversionistas” se desploman, con esto, las acciones de las empresas y lo que comenzó por una crisis de incapacidad de la demanda -producto de la miseria y la explotación- lo terminamos llamando “crisis financiera” o “crisis de las hipotecas” cuando tendríamos que preguntarnos, por ejemplo ¿por que las familias norteamericanas no pudieron pagar sus casas?
Así que la tarea de disciplinar a los empresarios detrás de una estrategia más adecuada para salvar la situación, que priorice el funcionamiento mismo del sistema capitalista, antes que los beneficios individuales de tal o cual sector empresario, se convierte en un trabajo difícil.
A esto se ha dedicado brillantemente la presidenta C. Fernández.
Por ejemplo, en su discurso a los socios de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires:
“Combatir hoy la pobreza para lograr más y mejores usuarios y consumidores, es la mejor inversión que se pueda hacer (…)” (7)
Ante los representantes de la UIA:
"yo pregunto a algunos, no son muchos pero con mucho poder de despliegue económico, que nos criticaban desde los intereses de los importadores, si los argentinos no tienen trabajo de qué les va a servir importar, quién les va a comprar las cosas que importan. Ya nos pasó durante la convertibilidad, donde se importaba todo y hubo un momento que el 25 por ciento de los argentinos no tenía trabajo y ni siquiera ellos podían hacer buenos negocios." (
y más claro imposible:
“Yo no quiero Empresarios buenos y sensibles, quiero Empresarios inteligentes y que sepan contar (que sea en ese orden), primero inteligentes porque algunos solamente saben contar y entonces se aferran a proyectos o economías casino y burbujas, que tienen poca sustentabilidad en el tiempo y que finalmente hacen que el conjunto se desplome.” (9)
Y también en el exterior, en el G20:
"Esto se lo expliqué claramente al principio de la crisis fundamentalmente a los empresarios. Ustedes no tienen que ver a ese trabajador que tienen en la empresa únicamente como un sueldo a pagar a fin de mes, lo tienen que ver como un consumidor, porque ese trabajador a lo mejor no consume el producto de esa empresa, pero sí consume el de otra empresa que al mismo tiempo se nutre del insumo o de lo que yo produzco. Por lo tanto, la lógica del ajuste y de las economías de ajuste, que fue típico del Consenso de Washington y que en nuestro país se aplicó a rajatabla era profundamente anticapitalista en el fondo, porque en definitiva era abruptamente incomprensible lo que se planteaba como una política permanente del Consenso de Washington que era el ajuste. Lo que sucedía que en realidad los períodos de ajuste, por lo menos los que se vivió en la Argentina, se daba a partir de que la Argentina fue durante los años de la convertibilidad, una excelente plaza financiera donde uno podía colocar un dólar y llevarse tres en un año con tasas impensables en ninguna parte del mundo. Para hacer eso había que ajustar a la sociedad que era la que finalmente terminaba financiando esa renta extraordinaria que devino en una deuda externa absolutamente inmanejable." (10)
Los Kirchner y todos su funcionarios que en su mayoría lo eran también en los años 90, son la fación más lucida del gran capital extranjero asociado a los empresarios locales, que supieron darse cuenta que después de las insurrecciones del año 2001 y sobre todo luego de las protestas por la muerte de Kostequi y Santillan no se podía seguir gobernando con represión masiva y que había que recuperar el empleo para recuperar la gobernabilidad. Eso lo lograron con una devaluación de la moneda, que mejoro las ventajas competitivas de Argentina, reactivó las exportaciones y arrastro con esto al mercado interno. Como varias veces se ha hecho en Argentina. Es decir, devaluando los salarios, y como se venía de una deflación record, los precios no se modificaron automáticamente, sino que como de costumbre, la inflación empezó a acumularse de apoco. Permitiendo que las empresas que operan en argentina tuvieran costos de producción en pesos pero facturaran en dólares y euros al exportar.
Pero la inevitable inflación llevó a ajustes salariales que se han otorgado en “cuotas” y en gran medida como no remunerativos, al tiempo que los primeros ajustes al ser sumas fijas, y no proporcionales, empobrecieron a los trabajadores de mayores ingresos. Por esto en términos relativos puede decirse que con lo que los empresarios se ahorraron en pagar ajustes proporcionales pudieron contratar más trabajadores y afrontar la reactivación de la producción. Esto es parte de la estrategia de reeditar la salida de la crisis utilizando la riqueza de unos trabajadores para asistir a los que están en peores condiciones. Lo que se expresa perfectamente cuando se apela al sistema de seguridad social, solo que esta vez no hizo falta crearlo, como en el pasado, sino simplemente re estatizarlo. De esta forma con los ingresos del ANSES, no solo se han otorgado las pensiones no contributivas y las asignaciones por hijo, sino que se ha subvencionado a las empresas para que “no despidan trabajadores”. Se trata entonces de redistribuir la riqueza sí, pero la riqueza de los trabajadores, que es lo mismo que decir que se redistribuye la pobreza.
El milagro de la recuperación de argentina es al fin y al cavo un milagro de la clase obrera, de sus salarios depreciados para mejorar la ventajas competitivas, de los ajustes salariales no proporcionales que permiten que con la misma masa de dinero se amplíe el mercado de trabajo, del impuesto a las ganancias que también se impone al salario, de un sistema tributario completamente regresivo que retiene al menos el 21% del salario de los trabajadores, pero principalmente del estimulo a la demanda y los subsidios a las empresas que se logra con los recursos del ANSES.
En palabras de la presidenta:
“(…) una de las medidas más importantes, tal vez, la más importante en los 6 años en cuanto a su carácter estructural al modelo, fue retomar por parte del Estado la administración de los recursos de los trabajadores que estaban en manos del sector privado. (…) De esta manera, los recursos de los trabajadores hoy son uno de los instrumentos precisamente tendientes a sostener el nivel de actividad y el nivel de empleo” (11)
Estas medidas, al aumentar los ingresos de los más necesitados aseguran que todo ese dinero se convierta en consumo inmediato y no en ahorro, el temible miedo de los liberales, que están convencidos de que los únicos que deben ahorrar son ellos. Así la demanda empieza a recuperarse y con esta, el ciclo de explotación capitalista.
Si entregamos la independencia de las organizaciones, si bajamos la guardia y estos nuevos y astutos gerentes de la gran burguesía Argentina asociada al capital extranjero se sienten seguros de haber recuperado la gobernabilidad, hasta el mínimo ciclo de concesiones que se ha abierto en argentina se cerrará, y las concesiones logradas desaparecerán, junto con el discurso democrático y de no represión. El pueblo argentino y en particular los trabajadores han tenido muchas nefastas experiencias por confiar en populistas que rápidamente huyen o directamente se convierten en cómplices de la represión.
¿Le hacemos el juego a la derecha y somos golpistas por preguntar por qué hay que grabar solo los beneficios de los agroexportadores y no los de las petroleras, las mineras, la pesca etc.? O quizás por denunciar que mientras se estatiza una aerolínea que no tiene aviones y sin enjuiciar al grupo Marsanz, o se estatiza una empresa de potabilización y distribución de agua que estaba colapsada por la falta de inversión, (sin enjuiciar a la empresa francesa que no cumplió ni con los favorables contratos de las privatizaciones), se renueva la concesión privada del yacimiento petrolero Cerro Dragón (el más grande de la Argentina) o se entrega la cordillera de Los Andes al emprendimiento minero más grande del mundo, -con una legislación casi de país autónomo-, a las mineras canadienses.
Para no dar lugar a la “derecha” ¿Debemos aceptar que el Estado solo puede hacer “salvatajes” y nos tenemos que conformar con que no se pierdan puestos de trabajo, mientras los principales negocios del momento se siguen entregando a los monopolios?
¿Es sabotear al gobierno popular preguntar por qué con la ley de blanqueo de capitales se "perdonaron" las deudas impositivas y la evasión por 144.691 millones de dólares que los empresarios locales (muchos de ellos agrosojeros) tienen fuera del país, ó sin declarar, dando argumentos para que caigan las causa judiciales contra empresas multinacionales que están investigadas por evasión como Pérez Companc, REPSOL, SHELL y ESSO por más de 4.000 millones de dólares?
¿O acaso por hacer notar que si al gobierno le preocupaba tanto el monopolio de los medios de comunicación es contradictorio que antes de pelearse con el grupo Clarín (por no querer hacer lobby en la compra de Telecom y si hacerlo a favor de Telefónica,) haya permitido la fusión de las empresas Multicanal y Clabevisión bajo el directorio del Grupo Clarín?
Sin duda el Grupo Clarín es un monopolio, pero acaso ¿no lo es también Telefónica, a la cual se le permitió asociarse con DirecTV y adquirir las acciones de Telecom Italia, solo pagando una multa?
¿Es acaso reaccionario rechazar la asistencia financiera a empresas multinacionales como Generals Motors?
Entender la necesidad de preservar la independencia y mantener la guardia ante la nueva estrategia de acumulación y gobernabilidad, no es consecuencia del izquierdismo, principista, por el contrario, es la actitud más prudente y segura que se puede tener ante un gobierno que dice con todas las letras que sus medidas son “transitorias”, y dicho por la propia presidenta:
“(…) una de las claves centrales es que el mercado, tal cual se lo conoció, hoy tiene severos problemas y entonces creo que el Estado se tiene que dar un rol de intervención como el que nosotros, por ejemplo, lo estamos dando en la República Argentina, en donde precisamente en muchas actividades va a sustituir el rol que podrían tener el mercado o el sector empresario para sustituirlo en el mantenimiento de la empresa, de la supervivencia y de los puestos de trabajo, que eso, obviamente, es de carácter temporal, porque se tiene que volver a restablecer esa lógica, pero en el mientras tanto, nosotros tenemos que acudir de esa manera.” (12)
Y que nos son más que una forma de administrar la crisis como lo reconoce al hablar de la re estatización de las AFJP:
“En fin, se suma una gama de instrumentos y medidas proactivas, absolutamente contracíclicas, para hacer frente a la densidad de esta crisis internacional que, como bien decía hace unos instantes el señor Delegado Regional, aún no se conoce su piso.” (13)
Si no se quiere dar credibilidad a estas palabras de la misma presidenta, y se inventan miles de explicaciones donde la “astuta Cristina manipula a los empresarios”, donde se hace un culto del “pragmatismo” y se nos presenta a una Cristina que acuerda con los Moyano y los intendentes del Gran Bs. Ar. “pero en realidad esta con nosotros” o se empieza con las teorías del “cerco” y demás cuentos, mal se habrán saldado y aprovechado las experiencias del pasado.
En el mejor de los casos es simplemente ingenuo pensar que el inevitable cierre del ciclo de concesiones ocurra con una resistencia decidida y a muerte por parte del kirchenerismo.
Luego de la cómoda huida del General Perón en 1955 y la sumisa retirada de Cámpora en 1973, está claro que las facciones más “progresistas” y “nacionales” de las clases dominantes argentinas no intentan superar las contradicciones del sistema, ni enfrentar al imperialismo. Por el contrario, apenas han disputado mejores acuerdos propios con los monopolios, aprovechando los periodos de crisis o guerra que debilitan al imperialismo, y se han mostrado como los mejores preservadores del sistema. Logrando reactivar la producción con estímulos al consumo, que lejos están de ser medidas, propias, autóctonas y novedosas.
Son los nuevos renegociadores de la dependencia. Los nuevos gerentes del gran capital internacional asociados a la burguesía argentina. Sus luchas facciosas con otras facciones son solo discusiones de forma, de tiempos y de quien es el que se aprovecha del “capitalismo de amigos” que se maneja mejor desde la Casa Rosada.
Defender las libertades democráticas y la envestidura presidencial no implica ser ganado por el posibilismo y el quietismo para no “hacerle el juego a la derecha”. Para no hacerle el juego a ninguna facción hay que demostrar la vitalidad y la independencia de las organizaciones obreras y sociales. Mantener en la duda y temerosos a todos los grupos empresarios, a sus políticos y sindicalistas a sueldo, es la mejor garantía de que se preservarán y lograran mas concesiones, y no se animaran a jugar con las libertades democráticas en sus luchas facciosas, como pasó cuando el gobierno quiso cobrar la cuota para la gobernabilidad con retenciones móviles y los agroexportadores respondieron con un lock out y barricadas en las rutas.
Estamos obligados a defender al kirchenrismo aun sabiendo que llegado el momento, el kirchnerismo no se va a querer defender. Todos los ciclos de concesiones ante las crisis económicas y sociales, transcurrieron en medio de la lucha facciosa de la burguesía, pero se cerraron con un acuerdo tácito o declarado entre estas facciones burguesas ante la amenaza de un movimiento obrero y popular independiente y que quiere ir más allá del posibilismo y las limosnas. Pero esto no implica caer en el seguidísimo y el quietismo. Hay que acompañar las luchas de los trabajadores y no aceptar “treguas” con la escusa de que la lucha “debilita al gobierno popular”. Hay que enfrentar al gobierno “bonapartista” hasta que llegue el momento de defenderlo y aunque no se quiera defender. Hay que privarlo de una salida cómoda y acordada con “el partido del orden”. Todas las facciones burguesas debes saber que los trabajadores y el pueblo, aunque todavía desorganizados y en retirada, no aceptan otra gobernabilidad que no sea la que se logra a base de concesiones.
Notas:
(1) Cristina Fernández en el cierre del Seminario de la OIT. Martes, 21 de abril de 2009
(2) Cristina Fernández en el cierre del Seminario de la OIT. Martes, 21 de abril de 2009
(3) Cristina Fernández en el 155° aniversarios de la Bolsa de Comercio. Jueves, 27 de agosto de 2009
(4) Cristina Fernández en el cierre del Seminario de la OIT. Martes, 21 de abril de 2009
(5) Cristina Fernández en el Encuentro Mundial de Sindicalistas en Ginebra-Suiza. Lunes, 15 de junio de 2009
(6) Intervención de la Presidenta en el Encuentro Mundial de Sindicalistas en Ginebra-Suiza, lunes 15 de junio de 2009
(7) Cristina Fernández en el 155° aniversarios de la Bolsa de Comercio. Jueves, 27 de agosto de 2009
(8)Cristina Fernández en el Acto Día de la Industria. Martes, 01 de septiembre de 2009
(9) Discurso de Cristina Fernández en el Teatro Argentino de La Plata 19 de julio de 2007
(10) Cristina Fernández en el Encuentro Mundial de Sindicalistas en Ginebra-Suiza, lunes, 15 de junio de 2009
(11) Discurso señora Presidenta en la Asamblea de OIT, Ginebra, Suiza, lunes 15 de junio de 2009
(12) Intervención de la Presidenta en el Encuentro Mundial de Sindicalistas en Ginebra-Suiza, lunes 15 de junio de 2009
(13) Cristina Fernández en el cierre del Seminario de la OIT martes, 21 de abril de 2009