Me gustaría aclarar algunos puntos de este debate.
Primero, en mi opinión, la creación de los Frentes populares no son en modo alguno la expresión de un proceso revolucionario tal y como lo entendemos los marxistas-leninistas, sino un proceso de disolución de la conciencia de clases proletaria y su sometimiento a la participación política a través de los procesos democrático- burgueses. Tras la formación del Frente Popular Español, la conciencia obrera se ha contagiado del concepto burgués de “Revolución democrática Republicana”, abandonando el concepto de la lucha de clases tal y como el marxismo la entiende (desde abajo). Baste mencionar la teatralidad Largo Caballerista cuando hace mención en alguno de sus mítines a la Dictadura del Proletariado ¿Desde una democracia burguesa como era la Segunda República Española?? Suena, cuando menos, raro, que un socialista que forma parte del engranaje político republicano-burgués, hable de “dictadura del proletariado”. Su objetivo, claro está , era acaparar el espectro político ideológico del marxismo, y ese “virus” se contagió a gran parte de la conciencia de la clase proletaria y campesina. Entendieron la lucha de clases desde el Régimen Republicano.
Segundo:
Otro tema no menos importante a reseñar, es que no estamos hablando de una guerra de clases auténtica tal y como la entendió Lenin y Marx, sino que, los anarquistas y el POUM, influidos también por la presión del Gobierno del frente popular en función de la sucesión de acontecimientos que ahora no me pararé a citar, intentaron re-dirigir la lucha contra Franco y el fascismo, aprovechando el vació de poder burgués en gran parte de regiones como Cataluña y Aragón. La lucha se sitúa pues, entre Democracia y Fascismo: pero eso no es una expresión de la lucha de clases, eso no es, camaradas, una transición del capitalismo al socialismo, sino una pugna dentro del capitalismo por resituar a la izquierda dentro unos parámetros completamente antagónicos a los marxistas. Una tergiversación que aprovecha el momento de movilización para, sobre la marcha hablar de “Revolución en el marco de la lucha de clases”, pero eso es jugar sucio y abstraerse intencionadamente de la dialéctica marxista. No se trata de traspasar el poder político al proletariado, sino de darle más protagonismo social al obrero dentro del sistema de producción establecido, llegando a afirmar que la dictadura fascista de franco aniquilará derechos sociales establecidos, lo cual es muy diferente. Una tergiversación dialéctica en toda regla, repito. Y si no somos capaces de comprender que este discurso fue el que se aprovechó ante circunstancias puntuales, como los Consejos de Trabajadores Catalanes o Aragoneses, “vendiéndolos” como una emancipación auténtica hacia el socialismo, no acabaremos de comprender que esas medidas se enmarcan dentro del carácter contrarevolucionario de la España de finales de los 30. La verdadera lucha de clases tal y como yo la entiendo en esa España, sería la pugna entre la destrucción o supervivencia del Sistema Capitalista y, por ende, CONTRA la forma de gobierno republicana mediante la Revolución Proletaria. Las medidas de autogestión anarquistas, desvían el carácter de esta lucha, que es la verdadera y la que ha dado resultado a la vista de la historia, hacia parámetros utópicos en los que, como decía Lenin “La concepción del mundo de los anarquistas es la concepción burguesa vuelta del revés. Sus teorías individualistas y su idea individualista están en oposición directa con el socialismo. Sus opiniones no expresan el futuro del régimen burgués, que marcha con fuerza incontenible hacia la socialización del trabajo, sino el presente e incluso el pasado de ese régimen, el dominio de la ciega casualidad sobre el pequeño productor aislado y solitario. Su táctica, que se reduce a negar la lucha política, desune a los proletarios y los transforma de hecho en participantes pasivos de una u otra política burguesa, pues para los obreros es imposible e irrealizable apartarse de verdad de la política.”
Saludos Comunistas.